Partida Rol por web

Entre montañas de peluches y juegos varios, acabas por llegar a tu puesto de trabajo. Aunque, quizás, es temprano para que venga alguien a jugar... pero, siempre hay niños que se saltan las clases, ¿no? ¿Quién eres tú para juzgarlos? Total, si pagan son tus clientes. -Esperar a que alguien entre a tu local -Salir a hacer otra cosa, total, es pronto y seguramente nadie venga -Ponerte a jugar entre las máquinas o mirar algo dentro del local

Saludo al jefe con la mano y me coloco en mi puesto de trabajo, después de limpiar los cristales de las máquinas con gancho, me quedo unos segundo de pie con los brazos cruzados. Parece que no va a venir nadie. Creo que es mi momento en especializarme en mis juegos, si viene alguna chica podré deslumbrala con mi movimientos de pies.

Me voy a la cabina de cambio y disimuladamente robo un buen montón de fichas, sonriendo ante mi fechoría voy dando saltitos voy por toda la sala mirando, buscando una máquina que me llame la atención.

Ciertamente estos horarios eran demasiado flojas y el tenia tantas ganas de hacer algo, todos los dias el mismo sitio terminaba por aburrir e incluso los ruidos incesantes de los juegos terminaban por parecerte silenciosos. 

Por el momento nadie entraba, parecia que todos los chicos del pueblo hoy estaban haciendose los santos o bien eso no era exactamente malo, pero incluso el pensaba que estaba teniendo demasiado tiempo libre, no era malo tampoco, pero no tenia nada de sueño....que hacer  que hacer. Bueno siempre podia pasarse la mañana tratando de ganar ese super peluche que tanto le atraia en la maquina grande, despues de todo no tenia nada mas que hacer.

Ay, Odel. Parece que la diversión no venía aún de tu mano pero, bueno, siempre puedes intentar ganar algo en la máquina de peluches, ¿no? Tu colección es amplia pero, siempre se puede hacer mucho más grande. Casi deberías ser un experto en el asunto, aunque seas justo con el pago. 

La habilidad de tus manos te hacen manejar las pinzas con total genialidad, consigues pescar aquel superpeluche que tanto deseabas y pum. Cayó por el conducto dispuesto a ser recogido por su nuevo  dueño. Feliz, seguramente, lo recoges pero, cuando vas a abrazarlo te pinchas con algo. Has agarrado otro premio que estaba aferrado a su lazito sin querer.

Unas orejas de gato de color negro, tus ojos se iluminan con cierta luz especial, observando a aquella prenda que hace tu corazón latir con bastante emoción porque te parecen bastante adorables. Sin más dispones a ponértelas y entonces, raramente, te sientes cómodo con ellas, al fin y al cabo, un gato... vive muy bien , ¿no? 

Con una sonrisa grande en tus labios, ya tienes tu premio pero , has recibido más de lo que piensas, pues una sensación traviesa se te ha instalado después de todo. ¿Será por haber ganado los dos premios o tendrá que ver con algo más?

Hora de colocar en las notas de tu ficha
Progresión: 1/10 
 

Empiezo a deambular por el local perezosamente, esperando que alguna máquina me llame. Muevo la boca de un lado a otro rápidamente, un tick que tengo cuando me aburro. Me detengo bruscamente y doy un paso atrás a la maquina que acabo de pasar. La de San Valentín, en especial el King oso que me está mirando desafiando desde un lado. El gran peluche que siempre he querido coger, parapetado tras su ejercito de pequeños oseznos que los usa como escudos humanos. Que sucio rey, traidor y malvado.

Cojo las monedas y las meto en el bolsillo sacando una para meterla por su ranura. Ágilmente llevo las pinzas hasta el lugar correcto y lo engancho por el cuello, sudo hasta que recorre todo el camino en el aire. Está suspendido justo donde quiero y suelto. Cae por la bandeja. Exultante lo saco a duras penas como si un fuera un parto. Lo alzo por encima de mi cabeza, he conseguido al Gran Berta de los osos, al Yamato de los peluches, el kiliminjaro de... Entonces es cuando veo el sub regalo. Uy! Una orejas de gato negro. Anda que monas. Me las coloco sin pensarlo, pues no me quedan mal. Tengo entonces una gran idea. Buena o mala ya se verá, como todas mi ideas.

Me dirijo al mostrador y lo salto por encima, cojo un buen montón de panfletos de publicidad y me despido de mi jefe, aprovecho que no hay trabajo para ir al centro a repartir publicidad. Mientras camino a paso rápido voy haciendo croquis del camino para llegar. Pasaré por el parque, siempre me gusta estar por allí para trepar a cosas o ver a amigos o darle de comer a los... Uy! un carrito de helados, voy a comprarme uno. con suerte tendrán de limón.

Dejo mi trabajo atrás, junto con un enorme oso olvidado apoyado junto a una máquina de peluches.

Caminas por la calle distraido, ves a unos niños en el parque, seguramente haciendo travesuras. Un grupo grande de personas charlando son por lo menos 6. Y cuando coges el helado ves a una chica salir del hospital, se ve sóla y decaida...

- Ir al parque

- Acercarte al grupo de personas

- Acercarte a la chica solitaria.

- Volver a trabajar

Cuando voy a darle un lametón al helado mi lengua se detiene a unos centímetros viendo por el rabillo del ojo a una chica que sale triste del hospital. Seguro que le han dado una mala noticia. Me rasco una oreja de gato y tomo la decisión de darle una sorpresa.

Me acerco a ella con intención de darle mi helado y un Vale para ir a las recreativas, ¡eso tiene que animarla seguro!