Entras en el local, la campanita suena de nuevo, pues suena cada vez que alguien entra. La tiendecita es algo oscura porque no le entra mucho la luz y está plagada de montones y montones de objetos curiosos. ¡Muchos! Y, de cualquier estilo, para cualquier persona. Decorada un poco de forma antigua para acabar de resaltar la situación del lugar, un poco steampunk involuntario también se puede visualizar.
Una vez dentro, te paseas sin encontrar a Mr. Gold , tal vez, se adentró en lo que era la cortina de la trastienda y salga a recibirte en breves. Decides mirar mientras... y vamos si es buena idea hacerlo.
En el escaparate del mostrador puedes visualizar una especie de medallón que resalta a la vista. No recuerdas haberlo visto ahí, al parecer, Mr Gold cambia diariamente sus decoraciones, eso lo hace entretenido, ¿no? Pero, aún así, te acercas porque ese brillo parece de leyenda.
Tus ojos se centran en el medallón con mucha curiosidad y el brillo cegador, te hace pensar por un instante que lo tienes entre tus manos. Arde.
En tu mano notas el ardor, algo se te expande por el cuerpo, ahora es el corazón lo que te arde con desmesura, como si fueras a morir o a transformarte en algo, como si algo fuera a salir de ti. Sudores te inundan, son fríos de temor y no consigues inmutar palabra alguna, ahogado ligeramente. Empiezas a notar las cosas como si fueras una bestia extraña, mareado, una sombra te rodea... ¿era así de oscura la tienda?
Completamente aturdido, es como si alguien te hubiese echado un mal de ojo o una maldición encima... y eso es lo que, supuestamente alguien te comenta.
¡Oh Erik, Erikl~! Eres el protagonista de este nuevo pergamino y como indica, por ser el primero en visitar a Gold, tienes un obsequio bien bonito.
Con una sonrisa, escuchó el sonido de la campanita como si fuera dulce canto angelical. Alzó el índice, con una risita endemoniada, empezando a dejar las cosas en su lugar pertinente. La tienda, oh, era tan divertido desubicar a aquellas personas con su pasado y él lo sabía bien , porque... un trato era un trato, ¿verdad Regina?
El hombre salió de la cortina, visualizando a Erik cerca del mostrador, sonrio espero que haya tenido la curiosidad de mirar ese supuesto libro que yo quería... ¿Habrá recordado algo? Ahora parecía sentirse extraño: “Ah... la transformación” meditó, golpeando con el bastón aquel suelo de parque, dirigiéndose a la caja y mirándolo con una sonrisa ladina, casi mostrando uno de sus colmillos:- El colgante está maldito... ¿lo estás notando? - se burló graciosamente, apoyando ambas manos sobre aquel bastón que tenía en el mango una serpiente tallada.
-Solicitar el medallón e información a Mr Gold
-Alejarte y decidir seguir mirando la tienda, para espabilarte
-Salir de la tienda, mucho aturdimiento extraño para ti
Avance de progreso a 2/10 ponlo en notas
Del dolor caigo hasta tocar las rodillas el piso mi cuerpo se calienta muy rapido y mi mente se mueve pienso que me morire y luego todo pasa y miro la tienda donde estaba y Mr Gold adelante mio.
-Que me paso Gold?, el medallon esta maldito digame mas y le comentare del libro.
Tenia que darle algo a cambio y el libro era lo mejor y mas alcance que tenia.
-Digame mas de lo que me paso
Mr Gold parece que le divierten tus jadeos, pues alza una comisura con picardía y también el mentón con soberbia.
Gold desvió los ojos a Erik, alzando la comisura y el mentón, mirándolo y sintiéndose poderoso. Ay, pobre y, lamentablemente, no le daba ninguna pena. El hombre negó, con una sonrisa, suspirando y acercándose al mostrador sacando la cajita donde estaba el medallón, mostrándoselo más cercanamente: - Si lo tocas, te sella y si te sella, la muerte te acecha. – soltó una carcajada aguda, aferrándolo con un pañuelo, elevándolo: - Un espectro va tras de ti, para robarte el alma. - declaró Mr Gold, encogiéndose de hombros, para después dejar el medallón en la caja y comentar: - O eso cuenta la leyenda... aunque, creo que no acaba ahí la historia.- alzó una ceja, apoyando una mano en el mostrador y con la otra golpeó ligeramente el palo contra éste. - ¿Te interesa comprar el artículo? - comentó volviendo hacia atrás la caja.
Tras las palabras de Mr Gold tienes dos opciones
-Comprar el medallón
-Dejarlo sin comprar
Tomo un puñado de dinero no sabia cuanto era y lo dejo arriba del mostrador... Este señor estaba loco pero yo sabia a quien acudir y no me oba a dar por vencido...
-Buscare a alguien que me diga que es esto señor Gold... Y usted vera por no ayudarme
Salgo dando un portazo en la tienda y viendo como disfrutaba ver mi sufrimiento pero esto no se quedaria asi.. Comence a caminar hacia la casa de la alcaldesa para saber si se encontraba.
Pago y me voy a ver a la alcaldesa.