Partida Rol por web

Te despiertas sobresaltada, miras la hora ¡Hace media hora debías estar en el asilo! Además tienes que ir, no puedes faltar.

¿Qué haces?

Despiertas con cansancio, estás cansada de la monotonía, pero sabes que no la puedes cambiar. Ahora tienes que vestirte e ir a la tienda o Nicholas se enfadará... ¿Qué haces?

Un pie, primero era un pie, lo que se agitaba saliendo lentamente, siendo más específicos, solo un pequeño dedo, un dedo pequeño en aquel mar de cobijas y sabanas, montañas conjugadas con extrañas planicies daban forma a la superficie de la cama.

Brrr….

Un vendaval invernal arrebato su sueño, pero se negaban sus ojos a abrirse, luego un viento gélido soplo sobre su cama, con un pequeño gruñido se acurruco todavía más, una brisa refrescante pasó por sus pies.

…brrrr…

Por fin sus ojos se abrieron, negro. No, aquello no era negro. Un blanco se veía, aunque, tampoco era blanco. Estiro sus manos que rosaron con algo suave y conocido. De las cobijas y sabanas levantándose como una flor perezosa se levantó una maraña de pelos rojizos. Con sus ojos aun entrecerrados por el sueño busco la fuente del frio. Solo eran los dedos de su pie, una niña a lo mucho.

…aaaagüiiiiiii…..

Su bostezo matinal dio inicio a una rutina casi planificada de cabo a rabo, sin saber cómo y más dormida que despierta se levantó dejando su cama hecha un desastre, como si fuera una zombi camino hasta encontrar su desayuno, el cual devoro recalcando la imagen de un muerto viviente devorando el cerebro de su víctima.

El velo del sueño se desvaneció cuando sus manos a traición vertieron agua fría sobre su cara, una y otra vez hasta que la última mota de sueño escurrió por el lavabo. Ahora completamente despierta los movimientos de esa pequeña maraña de pelos se volvieron agiles y peleoneros.

Peleo con su cama para arreglarla, encontró el agua hirviendo y sus cosas listas, seguramente había preparado todo estando semidormida, pero recordaba poco o nada de eso, preparo un Té de manzanilla mientras se paseaba por toda la casa en pijamas.

Una pausa y un bostezo marcaron la última pauta, mientras se sentaba sobre la recién arreglada cama y se desvestía lentamente, hasta quedar casi toda en ropajes de eva, se colocó la ropa de tal manera que hubiera vuelto loco a cualquier niño precoz, lentamente la figura juvenil se convertía en el cuerpo de una atractiva joven universitaria... si solo estudiara como debía ser.

Queee linda, soy, que bonita soy, como me quiero.

La mata de pelo se doblego ante el cepillo. Los últimos arreglos se dieron con un poco de maquillaje, un aseo bucal, perfume de flores, una diadema azul de listones y un bolso todo terreno remataron su conjunto, vestía elegantemente, pero también había pensado en sus posibles aventuras, ropas que no se maltrataran fácil o fueran una molestia con el agua, de hecho toda ropa no es que fuera elegante. No, su propósito verdadero era que fuera cómoda, resistente, que soportara su ritmo.

¡¿Coral, estas despierta?! ¡No respondas si estas dormida!

Con su grito matinal dio a entender que había terminado de arreglarse, tras coger sus llaves y su móvil se apresuró, adoraba a su compañera, pero si la veía se entretendría en jugar con su  actitud, ella podría jugar hasta hacerla reñir o reír. Pero no tenía tiempo.

Cori, nos vemos, voy a trabajar. Nikol se enfadara si llego tarde, otra vez…

De nuevo sin esperar respuesta se encamino a la puerta sonriendo de oreja a oreja, por una parte quería salir temprano, más si veía a Keira sabía que se entretendría un rato, aliño su pelo escarlata que parecía desafiar la falta de viento para querer volar libre.

Te deje un Té preparado, recuerda que no debes traer hombres, ni chicas, ni animales, ni cosas con intenciones raras

Comenzó a ponerse sus audífonos, aunque pensaba que pasear con música y cantando por toda la calle podría ser mas divertido. Se dirigió a la puerta.

La voz de Shere me despertó. Miré el reloj. Mierda!!!! llegaba media hora tarde. Me levanté rápido y salí disparada al baño para asearme un poco. Me lavé los dientes, me lavé la cara, me cepillé el pelo y luego más rápida aún me puse el uniforme. 

En el salón había té preparado. Seguro que me lo había preparado Shere. Adoraba a esa chica. le dí un sorbo largo, sin llegar a terminarlo y salí corriendo. 

Oh mierda!! que tarde era!!!!

Disimuladamente Sherezada rio de la reacción de Coral, sin malicia, simplemente le divertía ver como se complicaba todo por las prisas que llevaba.

Jijiji. Nunca cambiaras Cori.  Espero en el asilo no te repriman por ser una dormilona, aunque seguro tus ancianitos no se dan cuenta, ellos han de disfrutar de tu compañía.

Con un andar acompasado encendió su móvil para escuchar música sin dejar de prestar atención.

Podemos andar un poco juntas, dime ¿dormiste bien? Eso espero ya que me daban ganas de tapar tus ronquidos con almohaditas de muñecas... jijiji así de suaves son tus ronquidos.

Al salir aspiro fuertemente el aire matutino como si quisiera atraparlo en sus pulmones, su sonrisa se intensifico.

Qué lindo día, seguro pasa algo hoy.

Cuando salí del piso corriendo, Shere aún bajaba las escaleras. 

Me puse colorada, era cierto, llegaba bien tarde. Me quedaré después un rato más para compensar. Pero de todas maneras, siempre acabo haciendo más horas de las que debo, no creo que nadie me diga nada. 

He dormido algo mal, pero nada que no pueda arreglar un buen café. traté de sonreír para que no se preocupara. Me puse más colorada que antes. ¿de verdad roncaba? haberme despertado. que vergüenza. suerte que no vivo con un hombre y hay confianza, sino ahora mismo me moría. 

salimos a la calle, era temprano y hacía fresquito. respiré profundamente, me gustaba que el aire me diera en la cara.  

Ella comentó que era un buen día, era cierto, yo también lo pensaba, pero dudaba que pasara algo interesante hoy, nunca pasaba nada interesante. Recordaba mi vida siempre aburrida y sin sobresaltos y no pensaba que eso fuera a cambiar hoy. No voy a conocer a mi príncipe azul, ni me van a subir el sueldo, ni va a venir algún famoso al pueblo. No, nada de eso iba a pasar, estaba segura. Pero no podía decirle nada a Shere, porque ella siempre esperaba con alegría a que pasara algo. La admiraba mucho, nunca perdía la sonrisa y siempre tenía ese optimismo que a veces te acababa contagiando. 

Seguro que hoy encontramos a nuestros príncipes azules. jajajaja reí, era obvio que estaba bromeando. Además en el asilo lo veía difícil, como no fuera uno de mis abuelitos... y si no pues siempre nos tendremos la una a la otra. era reconfortante pensar, que al menos la tenía a ella, no soportaría estar sola. 

Anímate Cori, eres muy tierna. Aun dormida.

Con pasos que parecían pequeños saltitos Sherezada disfrutaba del clima, había notado una duda en Coral, la cual le llamo en suma la atención al punto de caminar hombro a hombro.

Si quieres yo puedo ser tu princesa azul, aunque tenga que teñirme el cabello. Jijiji igual besas un ancianito y sale un príncipe, si con un sapo se puede, entonces con un viejito es mas facil. Aparte... debes tener algún guapo compañero o superior, dime ¿existe algún guapo médico que haya capturado tu corazoncito? O un compañero de trabajo que sea tu príncipe encantador escondido.

Tomo aire para proseguir, mientras abrazaba a Coral a manera de juego.

Si no ocurre yo misma te buscare un príncipe, azul, verde, rojo, quizás uno violáceo… ¿Ooo quieres que yo sea tu encantadora pareja?

Sin esperar respuesta planto un beso en la mejilla de su compañera sin soltarla.

Eres muy atrevida diciendo esas cosas Cori, pero... dale una oportunidad a los chicos del lugar, tu hombre ideal deberá estar por ahí, aunque si se tarda, seré yo misma quien proteja tus dulces labios.

Hablaba con una mezcla de seducción y broma, caminando sin soltar a Coral.

Entonces dime ¿Existe un rival por el cual tenga que ganarme tu corazón? ¿o algo que lo aqueje?

Sonreí imaginando a uno de mis abuelos convirtiéndose en príncipe azul. Yo dando un beso en la calva de alguno de ellos y que de repente fuera el hombre de mi vida.

-jajajajajaja- la cara me había cambiado, era una risa sincera. Shere siempre conseguía sacarme una sonrisa, ella era así, siempre tan despierta, tan optimista, tan divertida. Me alegraba mucho tenerla como compañera de piso y la quería mucho. 

-No hay ningún príncipe azul a la vista, mis labios y mi corazón siguen siendo para mi princesa roja. le respondí siguiéndole el juego. No hace falta que libres ningún duelo a muerte para conseguir mi amor. le lancé besos al aire a modo de broma. Y decidme bella doncella, ¿yo debo luchar contra alguien para conseguir el vuestro? le pregunté tratando de imitar a un príncipe. 

En tono de esos hombres galanes de teatro, pero exagerando los gestos Sherezada atrapo todos los besos de Coral. Cada vez que atrapaba uno lanzaba una frase.

“Gracias mi amada” “Tus besos son los mejores” etc..

Hasta que sin aguantar la risa abrazo efusivamente a su compañera.

Nadie. Nadie. Mi corazón es todo tuyo Cori. Jijiji

Unas lágrimas de felicidad salieron de sus ojos por reír tanto. Tras limpiarlas volvió a su andar acompaso.

Me gusto ese mote de princesa roja ¿Te molestaría si lo uso? Es que siento que me queda como anillo a mi dedito.

Por lo del príncipe… no hay muchos chicos que me cortejen, es extraño, la mayoría suele ser muy pasivos, quiero un príncipe que tenga altas metas, un príncipe que no sea azul común, tal vez un azul rey o un celeste… que vuele alto y me lleve con el… ¿es pedir demasiado?

Mordiéndose su dedo índice en un gesto tentandor y de preocupación Sherezada miro a su compañera.

Dime ¿se puede tener a un príncipe y tenerte a ti para ser tu princesa?

Reí con cada frase de amor que decía cada vez que atrapaba mis besos. la preocupación por llegar tarde ya se había ido un poco, Shere era capaz de convertir un mal día en uno bueno.

Lo cierto es que el mote de princesa roja le iba muy bien. es cierto, te va genial, a partir de hoy serás mi princesa roja. mi princesa guerrera roja. jejeje. era una luchadora, alguien que no se rendia ante la vida con facilidad, era un guerrera. "princesa guerrera roja" le iba genial.

Le di un abrazo de manera amistosa cuando me dijo que nadie la cortejaba. ellos se lo pierden, toda para mi. jejeje.

"Dime ¿se puede tener a un príncipe y tenerte a ti para ser tu princesa"

claro, siempre me tendrás. jejejeje. ningún principe rompería mi amistad con ella, eso lo tenía claro. le guiñé un ojo a modo de broma. de que color debería ser yo??? ella estaba claro que era el rojo, y no sólo por el color de su cabello, sino también por la pasión que le ponía a las cosas y por la vitalidad que tenía. pero me preguntaba de qué color era yo si es que tenía alguno.

Con un pequeño saltito Sherezada se coloca frente a Coral, su cabello escarlata ondea al viento como la bandera de un barco.

Azul, Cori, sin duda alguna, un azul plateado o celeste, pero azul. La princesa roja y la princesa azul. Nadie necesita a los príncipes jijiji

Su sonrisa disminuye un poco al llegar frente a la tienda de ropa.

Nikol…

Mencionar el nombre de su jefe le pasó a formar un cejo entre sus pequeñas pestañas. Sujeta la mano de Coral fuertemente, ya que era sabido que Sherezada no le gustaban las cosas aburridas o tristes y separarse de una amiga en medio de una conversación era algo que ella consideraba como triste.

Me encantaría pasar más tiempo contigo Cori, aunque debo dejar que vayas a cuidar a tus queridos ancianitos, cuídate mucho, mucho, mucho.

Te veré al rato, es una promesa… por cierto, no te salude… aprovecho…

Agitando rápidamente la mano de su amiga de arriba a abajo, empieza a saludarla rápidamente, cada zarandeo pareciera quererle arrancar el brazo.

¡Buenos días ¿Cómo estás?

Yo estoy bien y ¿Usted? ¿También?

Adiós!

Termina rápido y la suelta para plantarle un beso en la frente a Coral.

Cuídate mucho, ten por seguro que te encontrare una historia para contártela al rato.

Rápida y ágil, salta al interior de la tienda, por la ventana se podía ver que ella encajaba ahí, ropa de colores, telas de bordados curiosos. Desapareció rápidamente, se notaba que no le gustaban las despedidas. 

Me puse alegre, sonreí, me gustaba saber que tenía color, que ella veía un color en mi. Azul me gustaba, era buen color, podía ser la princesa azul. Me gusta, seré la princesa azul. Le sonreí agradecida por haberme encontrado un color, un color que en realidad si me iba y me definía muy bien. ¿y quién necesita un hombre? jejejeje. con mi princesa roja soy feliz. 

Llegamos a la tienda donde trabajaba y su sonrisa desapareció, a mi tampoco me gustaba tener que separarme de ella, pero la vería después, vivíamos juntas. No te pongas triste princesa roja, si nos veremos después en el piso de nuevo. Cuídate tú también y ten cuidado de los ladrones. Me preocupaba un poco que le entrara alguien en la tienda y le hiciera algo, pero ella sabía defenderse bien y con eso me quedaba más tranquila. para cualquier cosa estaré pendiente del teléfono.

Empieza a zarandearme la mano mientras me saluda rápidamente, sin apenas darme tiempo para responder.

jejejeje.  Buenos días, estoy bien. adiós y ten un buen día!! aunque no es necesario que yo te lo desee, porque seguro que lo tienes. ella era ese tipo de personas que siempre veían el lado positivo de todo, probablemente era difícil que considerara un día como malo, porque siempre le sacaría algo positivo por muy desastroso que fuera. 

Me da un beso en la frente y me recuerda a una madre protectora frente a una hija. Sonrío, no recordaba donde estaba mi madre ni que había pasado con ella y era gratificante poder sentirlo.

Yo era más reservada para dar besos, me costaba mucho, aunque me gustaba darlos y que me los dieran. Salta rápido al interior de la tienda. 

Adiós, Shere. Estaré esperando esa historia tan fantástica con impaciencia. 

Luego salgo corriendo al asilo, ya llegaba más de media hora tarde, me había distraído un poco con Shere por el camino.

El día anterior había estado hasta tarde en el hospital con Shere, luego también en el asilo y finalmente me había ido a casa a descansar. Había sido un día muy duro y necesitaba una cama para dormir y no uno de esos asientos incómodos de hospital.

Al día siguiente por la mañana me había puesto el despertador más temprano de lo habitual para ir a ver a Shere y Erik, antes de ir al asilo. Ayer cuando me había dicho Keira lo de Erik me había sentido un poco rara y había decidido ir a verle. 

Me desperté con mucho sueño y tomé algo ligero para desayunar. Uff...era realmente temprano.

Mi intención era ir al hospital para ver primero a Erik, luego a Shere y finalmente al asilo.

Jefa, no sé si abrir yo escena en el hospital con Erik directamente, o lo haces tú?