Partida Rol por web

Era de noche cuando la reina llegó a su hogar tras estar todo el día en el ayuntamiento, virando los ojos, de lado a lado. Molesta, terriblemente molesta porque no solo había ratones de biblioteca, también había gatos curiosos y perros mordedores apareciendo de nuevo.

Su final feliz corría peligro.

Con un movimiento de dedo, notó como había sido mancillado su cajón, con el libro de bestias en su mano, empezó a ojear las páginas tocadas y chirrió los dientes, cerrando el libro y mirando las llamas que centelleaban en la chimenea. Sintió el arrebato de tirar el libro contra eso pero, no lo hizo porque le era útil.

Arrugó y frunció los labios con ira, la mirada fría a la puerta, como si esperase a aquel extraño duende aparecer con sus bromas de: <<¿se te arruinó el plan?>>. Empezaba a pensar que muchas de las cosas se arruinaban porque él era el causante. ¿Precio por magia? ¡Ja! Si la magia es poder, con ella cualquier precio era pagable.

Se alzó, caminando, notando un escalofrío, pese el ardor de las llamas, el frío de la soledad le rodeaba por igual que en aquel lugar donde minutos antes había estado. Ojeando las hojas, una tras otra, en busca de hechizos y con una sonrisa, se plantó frente a la ventana, ensanchándola.

Aún les llevaba varios paso de ventaja pero,...

...los súbditos no juegan con reinas.

Y, tras ese pensamiento lleno de ambición y prepotencia, el sonido del horno se oyó de fondo, declarando y delatándose con el olor de que aquella tarta estaba lista.

Tras toda faceta dulce e inocente, puede haber las más malvadas intenciones. No todos tenían el corazón puro... o en su defecto, no podrían mantenerlo así de inocente mucho tiempo.

AntyeDecidida hoy a no ir al colegio Antye hoy ha tenido un día fuera de lo normal. Aunque ha tenido que pasar por una revisión médica con Keira, pasó todo el día jugando con su gran amigo Odelien. Pronto se fue a dormir debido al cansancio de haber estado todo el día jugando. Progreso 2/10 Inventario 1

Nicholas Tuvo una mañana movida con todas las personas en calle, luego trabaja en la tienda intensamente hasta el accidente de su empleada. Acompañó a casa a la señora Thompson, pero nada paso. Aún no ha habido progreso

Odelien Lleva una tarde extraña, después de haber trabajado todo el día en los recreativos y de haber jugado con Antye está extremadamente feliz. Progreso 4, Inventario 1

Asiri Después de ese momento incómodo con su adoptado y de desayunar en el restaurante. Asiri ha estado todo el día trabajando sin ninguna insidencia. Progreso 2, Inventario 1

Coral Desde la mañana no ha parado de pensar en su mejor amiga Shere, y trás pasear con la señora Thompson, la ayudó tras su accidente. Luego volvió a casa desbastada. Progreso 1

Daniel Después de los sucedido con Regina, te fuiste, no te sentías bien. Estuviste todo el día trabajando hasta la noche. Progreso 1

Danielle Después de todo lo ocurrido en el despacho de Regina, y de haber notado a Gold mirandote, decidiste irte a casar y pasar más desapercibida. De todas maneras... Algo dentro de ti a cambiado. Progreso 1

Erik Tras tu enfrentamiento con Gold, y la busqueda frustrada de celestia, fuiste a la tienda de Gold donde compraste ese extraño medallón... Ese que te hizo desmayarte. La enfermera te informó que debías permanecer esa noche bajo observación por lo que dormiste allí.Progreso 3 Inventario 1

Evan Llevas un día agotador, has andando en busca de incidencias todo el día pero sólo encontraste una trifulca entre perros y gatos, por así decirlo. Tienes el collar en la mente todo el día hasta que te fuiste a dormir. Progreso 1 Inventario 1

Lyam Después de tu día en la taberna y de tener que haber bregado con Naxael y Will. Llegas a tu cama destrozado y con muchas ganas de dormir. Progreso 1

Naxael Después de salir de la taberna de Lyam y pasar del odioso de Will, fuiste al puerto a trabajar en tus mercancias. Y a dormir... Sólo de nuevo. (xD) No ha tenido aún ningún progreso

Shere Tras tu agotador día(Qué no narro porque no me entraría aquí xD), la enfermera te ha dejado en el hospital para dejarte bajo observación, parece muy preocupada por ti. Progreso 5!!!!!

Zacharias Tras tu pelea con Asiri y ese encuentro extraño con Amy, buscas a Antye pero no la encuentras. Pronto te vas a dormir a casa evitando a Asiri. Progreso 2 Inventario 1

“Érase una vez...

Una historia, donde una mujer perdía su zapato al correr tras las 12 de la noche. Aquella princesa, perdió toda su imagen de dama para volver a ser la criada de una familia que nadie desearía... pero, tuvo su final feliz, cuando regresó a ella aquel objeto tan y tan endeble: el zapatito de cristal.

En StoryBrooke, parece haber más de una "cenicienta".

Detenidas en aquellas 12 dónde perdieron todos los sueños y todo aquel ser lleno de dicha. Corriendo sin rumbo y desesperadas, llegando a la rutina sin gusto, sin felicidad alguna.

Pero, raramente, después de tanto y tanto tiempo.

El reloj... movió su aguja.

Y, el tiempo volvió a correr, de nuevo.

Parece que la hora de que los endebles y efímeros recuerdos, regresen como aquel zapatito... para otorgarles el: <<Felices para siempre>>

¿Felices? ¿Para siempre?

Antye

Sin más, vas a tu habitación, todo calmadamente y te dispones a dormir cuando un susurro llega a ti, como una caricia algo seca a tu frente. Lo distingues bien porque es él quién te cuida mayoritariamente: -Buenas noches, Antye. - un tachón de bolígrafo suena en el aire y con él, te acabas por dormir.

Oh oh... los dados no han estado a tu favor, por este sueño

Estabas agotada, el sueño fue profundo y te despiertas con el piar de los pájaros. Keira aún no ha llegado, el doctor tampoco... tal vez, estén ocupados... ¿saldrás por aventuras o primero deambularas por el hospital? Decide qué hacer

Tras lo sucedido en tienda, te quedas un rato más observando la petición de la ancianita y decides dejar una notita para recordar buscarlo mañana. Si es que te acuerdas o gustas hacerlo, ya que siempre puedes dejarle la labor a tu empleada.
Regresas a tu hogar, cansado. ¡Uy! Trabajaste demasiado en el día de hoy y te recuestas un momento, sin darte cuenta de cuándo tus ojos te traicionaron para dejarte dormir.

Dados a tu favor

“Había una vez...

Un papel lleno de bocetos sin sentidos. Líneas y más líneas trazadas pero, ninguna era del agrado necesario y el papel acababas por soltarlo al aire. Ni te importaba el desorden, realmente.

Pero, no había diseño alguno y la voz tuya se escuchaba cual eco en aquella habitación. Hablando solo con un maniquí que solo tenía cabeza y una extraña base para una especie de gorro.

Discutiendo qué color era mejor y porqué no había forma alguna que quedara el diseño perfecto. Sabías que quién te lo pedía no era para nada benevolente, el trabajo debía ser exquisito, aunque jamás podría mejorar tu mayor obra maestra y personal, aquel que era solo tuyo y podías observar con un movimiento de tu rostro.
¡Pero, nada! Nada de nada, los papeles volaban cuál confeti y aunque los diseños, algunos, eran buenos, no entendías su descarte realmente pero, algo te decía: <<¡Esto no!>> y <<¡Esto tampoco!>> Más color, más líneas y los diseños más extravagantes, acababan en el tablero.

Con una sonrisa, te alzaste y empezando a cortar la tela en una forma asimétrica, reíste sin saber el motivo, cosiendo por inercia y acabaste por mirarte al espejo con aquella prenda, sabiéndola idónea pese a ser completamente bizarro que por tener... ¡tenía hasta una carta!

Con una sonrisa, triunfante, algo demente, ni miraste el reloj, porque sabías, extrañamente que tú nunca llegabas tarde a ninguna parte.”

Tu progresión avanza a 1/10 ~

Te despiertas desorientado pero, raramente, ¡te han encantado todos esos diseños bizarros que has visto! Ya quisieras tener algunos de esos para ti, sobre todo, el que parecía estar reservado. ¿Será que las musas te han indicado la nueva moda? Cualquier cosa, la verdad que pese a ser un sueño raro, no te importa mucho que haya sido así, lo has disfrutado.

¿Y hoy qué harás? ¿Seguro que querrás ir a llevarle eso a la señora Ann o prefieres hacer otra cosa que aproveche más tu energía obtenida de la nada?

Pasas buen rato en las recreativas y el día parece que se te hace más ameno con compañía. A la tarde llegan más niños pero, ninguno te ha causado la misma impresión que Antye como en aquella mañana.

Tras todo el proceso, vuelves a casa y te desplomas junto a tus adorables ositos para dormir y sentirte completamente cómodo. ¿Demasiado suelto, tal vez? Pues, antes de dormir, escuchas el maullido de tu gato y una sonrisa se dibuja en ti.

Dados a tu favor

“Había una vez...

La sonrisa más grande del mundo. Los ojos más observadores y atentos, que parecían hasta atravesarse. Decían que el lobo feroz: “oía, veía y comía mejor”; pero, no cabía duda que aquella figura no tenía porque tenerle envidia alguna.

Sobre una rama, perdido en el gran bosque, descansando, abriendo los ojos, te girabas y con desparpajo ya sabías que no ibas a caerte porque... tus zarpas se agarraron con firmeza sobre el árbol.

Las rayas oscuras, rozando el negro y un pelaje extraño, tirando a rojizo, te hacía sentir casi un tigre. Estirabas las patitas con diversión, hasta que un ruidito se abrió paso por tu alrededor. ¡Menuda vida de gato! Perezoso por doquier y capaz de molestar a quién estuviera por tu paso. Con una sonrisa te moviste y encontraste una niña que se te hacía muy pero que muy conocida.

¿Qué hacía ahí? ¿Estaba perdida? Oh, pero no importa mucho el camino a tomar, si no sabes dónde quieres ir con exactitud, ¿verdad? La sonrisa se te abrió, extensión notaste, pues un rabo tenías en ti y moviéndolo divertido, te atreviste a reírte de ella, antes de que...
Tus ojos se abrieran en desmesura y quisieras gastarle una travesura, notándote flotar. Como si tu cuerpo no existiera pero, esa sonrisa quedara, tan imborrable en el aire. ”

Tu progreso avanza a 4/10

Y tan ágil te despiertas, aferrándote a la cama y tu posición semigatuna te delata. Algo raro, te empiezas a reír, sin comprender todo lo qué ha pasado por tu mente y, entonces, el maullido del gato vuelve hacia a tus oídos.

Parece que la diversión empieza a estar en tus venas por defecto. Entonces, ¿querrás ir al trabajo directamente o te dedicarás a hacer algún gesto travieso primero?

Tras el día agotador pasando con un breve problema en la oficina, consigues volver a tu gran caseron al anochecer junto a tu fiel Zacharias. Tal vez, quieras deleitarte con algún capricho antes de dormir pero, como sea, cuando vas a hacerlo, todo se tiñe de ese color que tanto llevas contigo: el negro.

Dados a favor

“Había una vez…
Un reino de oscuridad en donde todo era comodidad. Sentada en aquel trono propio, observaba con atención como un corcel se dirigía a aquel castillo lleno de espinas, intentando subsanar el mal que ella misma había plantado ahí.

Retada, tras la deshonra de haber sido ignorada, no podía permitir más allá de eso pero, no era eso lo más importante, lo importante estaba en que con solo mover los dedos, chasquearlos o pensar, tenías todo lo que querías.
Y frente a las espinas te hallaste.

Un castillo rodeado de un zarzal, demasiado familiar, abre un camino para ti, al tiempo que notabas el poder crecer y crecer... pero, no era lo único que crecía. Para nada. Pues, tu cuerpo también creció demostrando su grandeza, su realeza y su poder.

Porque cuando creíste que en ese sueño estabas apoyando una mano, apoyabas una zarpa negra de gran calibre. En tus ojos el fuego azul estaba esperando aquel desaventurado osado que quiso hacerte frente... y no sería esa llama mortal de tu mirada la que lo calcinaría, si no ese fuego tan enorme, lleno de energía y destreza, que anida tan dentro de ti.

Lo podrías hasta escupir.

Te sobra el poder.”

Abres los ojos pero, ya no hay negro. El sueño, aquella fuerza desaparece pero, tus mechones negros cayendo, logran tranquilizarte. Un nuevo día a llegado y parece que a cada minuto, tienes más seguridad en ti, sin perder tu elegancia y seguridad.

Elige qué harás durante el día de hoy... ¿dónde irás?

Tu progresión avanza a 3/10

Tras salir del hospital.

Tienes una rara sensación en tu pecho, tras enterarte de que le ha pasado igual a Erik, no sabes porqué es pero, tal vez, sean tus buenas intenciones de que todo le vaya bien. Tal vez, puedas ir a comprobarlo tu misma, en parte, eres parte del servicio del hospital pero, ahora... Sólo necesitas dormir.

Oh oh... los dados no han estado a tu favor más allá de tener este evento.
Decides volver a tu casa tras ocuparte de todos los ancianos y te echas a dormir casi sin mirar la cama, la noche se te pasa volando y despiertas con algo de dificultad, más que la acostumbrada.

¿Qué harás hoy? ¿Irás al asilo o a algún otro lugar?

Al final de esa vuelta nocturna, la calle estaba callada y los ruidos venían más de la taberna. Vuelves a tu hogar cansado, dispuesto a revisar unas cosas y acabas por ir a dormir, ya que tus parpados no soportan más estar abiertos.

Dados a tu favor

“ Había una vez...

Un reino en sombras y frío. Tu paso era seguro y tu aliento aridente salía como alma en pena, esperando tu condena tras el fallo de tu misión. Cabeza alta y el corazón bombeante, sabías que la palabra traición no estaba aplicable en esta cuestión; pero, para aquella figura imponente, sí estaba más que clara.

Un cofre en la mano, avanzando hacia el enorme salón, las puertas de aquel ¿castillo? Sí, un castillo te abría su paso, pese a vestir prendas poco elegantes, más bien bárbaras. Tu presencia es de notar en los guardias pero, te dejan pasar porque... la reina te tenía mimado.

Sí, te tenía.

Tus pies caminan hasta ver aquella figura recubierta de negros ropajes, acariciando una manzana con el índice, al puro deleite y un susurro encantador venía a recibirte: - Dime que lo hiciste... por mí. - sí, esa voz inconfundible, sus rasgos girándose hacia a ti. Ella. Con una corona, acercándose a ti, sonriente, llena de gloria, alcanzando aquel cofre pero, tu cabeza y tu boca, retumbaron con un fuerte <<No>>.

Los ojos de la reina se entrecerraron, escuchándose el sonido de un cofre vacío y con una sonrisa, el índice bajó con elegancia y cariño al principio, terminando en rabia sobre tu pecho. Sentimiento demasiado familiar, porque las siguientes palabras fueron: - Solo tenías que traerme su corazón... ahora, el tuyo, me pertenece. – con un carraspeó de dientes y el dolor vino a ti, viendo en su mano, tu corazón latiendo, sucumbido bajo su poder.”

Tu progreso avanza a 2/10

El sudor frío te invade y notas algo cariñoso en tu mejilla, casi como el inicio de tu caricia y tus parpados reaccionan, aunque no tu mente o cuerpo. Empiezas a respirar exaltado, extrañado y perdido. Entonces, ves a Nicolay pero, debes ignorar un momento su presencia para sacarte ligeramente la ropa y palpar, observar tu pecho... que parece intacto. ¿Qué significaba todo eso? Intenta serenarte y empieza a planear... ¿qué harás en el día de hoy? ¿Te intentarás relajar o te apetece... averiguar más?

Después de ese día cansado, al menos mentalmente... regresas a tu casa y acabas por ir a dormir. Cierras los parpados, como aquella dama que busca respuestas y el negro... se vuelve color.

Dados a tu favor

“Había una vez...

Un libro en tus manos, sus páginas pasadas con total soltura, casi sabiendo aquella leyenda de memoria, porque siempre quisiste embarcarte a la aventura. Había algo diferente, por eso, decidiste afiliarte a unas personas pero...

...te quitaron el libro de tus manos, tirándote de aquella especie de carro que te llevaba a algún lugar.

Igualmente, notas tus pasos seguros, con una sonrisa convincente, sabes donde llegar y el pueblo se alzaba ante ti, cuando en pánico se oían gritos de personas huir, corriendo, llorando. Porque estaba ahí...

El monstruo.

Como una especie de león mordaz, una bestia grande, de dientes afilados y garras, corrió hacia la plaza, donde te hallabas con un cuchillo. ¡Quién diría que se te daría bien las armas! Pero, no, más bien... te sientes muy sabia.

Lo recuerdas con exactitud, aquella bestia la habías visto antes, sus líneas y demás, aquella forma, estaba en el libro, en aquel libro. No tienes miedo, solo valentía y curiosidad, ganas de demostrar que no hace falta solo fuerza bruta para ganar al monstruo. No hace falta matarlo, solo entenderlo...

Pues, algo brilla en él, en su pecho. Sin saber muy bien qué es, solo hay un símbolo extraño que se oculta tras el rugido que lanzó el animal, antes de arrojarse sobre tu cuerpo."

Abres los ojos espantada con aquel ataque pero, estás ilesa, en tu habitación. Con sudores fríos, acabas de recordar demasiado bien cada detalle de lo soñado y lo peor aún, es que aquella bestia... la has visto demasiado bien, la has reconocido por aquel libro. Sus fauces también son familiares... pero, ¿dónde?

Aún así, debes continuar, ¿qué harás hoy? ¿tendrás prisa para empezar a trabajar?

Tu progreso avanza a 2/10

Duermes...
“Había una vez...

En un lugar lejano, donde las leyendas eran más que místicas. Oculto en las montañas, lejos de la civilización, cuando el cielo oscureció, todo el cuerpo maldito te hacía correr con desesperación en busca de ayuda alguna para solucionar aquello que no era culpa enteramente tuya.

Perdido, desubicado, corrías sin ritmo pero, no tenías piernas, ni brazos, las garras se movían como tus extensiones, fuerte y grande, como una bestia, te movías sin miedo alguno, solo temiendo las flechas que te enviaban para conseguir acabar contigo... porque supuestamente aterrabas al pueblo.

Otra noche más, buscando unos ojos que pudieran ver más allá, acabaste en aquella plaza, corriendo y algo en el pecho, en el dorso duro y recubierto por la piel de bestia rebotó. Aquel medallón, brillaba con fuerza y no había forma alguna que pudiera desprenderse de tu cuello.

Desesperado, ante ti, una persona apareció empuñando una espada y un libro, no dudaste mucho, tal vez, pudieras hacerle entender lo que aquellos pueblerinos no podían comprender. De un salto, sobre ella, aunque lo único que sentiste tras ese salto fue el aturdimiento...
...tu mano, tu garra, se movía por inercia, escribiendo en el suelo: <>.

Ya que todo, absolutamente todo, parecía estar perdido y te daba vueltas la cabeza."

Otra vez el mismo sueño ¿Qué significaba?
Da igual, ya que un día nuevo comienza para ti.

Rutina... acabas tus rondas con total calma, aunque puedes distinguir que algo pasó porque alguien empezó a comunicarte por teléfono que algo había sucedido con Shere y Erik. Es demasiado tarde para investigar pero, mañana a primera hora sabes que tendrás que hacer algo.

Sin más, te decides a volver a tu hogar, palpando el collar antes de abrir la puerta, haciendo que te arranque una sonrisa, porque la noticia de un incidente nunca es buena... aunque, la variedad, se agradezca. Haces las cosas necesarias y entonces llega el tiempo de una pausa.

Te desplomas en el lecho, mirando al techo algo pensativo, cerrando los ojos... sin saber en qué momento te dormiste.

Dados a tu favor
“ Había una vez...
Los ojos se abren, agotado levantas aquella especie de tridente para empezar a colocar la paja en el lugar correspondiente. No hay drama alguno, simplemente, haces lo que te pertenece hacer en casa, mientras una mujer a la lejanía deja salir la olor de un buen cocido por la ventana.

La vida es pacífica y a tu alrededor, todo es campo, todo tranquilo y calmo. Nada te llega a molestar y en tu cuello, cuando frotas de manera atrevida para limpiarte el sudor de buen trabajador... está ese preciado collar. ¿Es tuyo?

Aturdido, perdido en su brillo de cariño, los caballos llegaban, haciéndote sobresaltar y plantarles cara a aquella especie de guardia real, la ley que no era ni de lejos justa, a veces te encabronaba enormemente por tu sentido honrado.

Valiente, esperaste las noticias y solo una carta con un sello te fue entregada. A lo lejos, una pregunta de aquella mujer pero, sus palabras fueron eco, así como los caballos alejándose... no sabes bien qué pone, es decir, la escritura para ti es desconcertante en ese papel pero, sin embargo, algo en tu interior te dice lo que pone, como si lo supieras demasiado bien.

El rey exigía tu presencia... porque su hijo estaba muerto y necesitabas ocupar su lugar... como único heredero.”

Tu progreso avanza a 2/10

Despiertas de golpe, abriendo los ojos,sin comprender nada... ¿acababas de soñar que eras un príncipe? Eso era ilógico, solo en fantasías pasa eso. Decides mejor, airearte o tomar una buena ducha pero, es como si sintieras más garbo en ti que de costumbre... ¿qué será? El día ha comenzado y debes decidir... si ir a tu oficina, investigar sobre el incidente de Shere y Erik... cualquier cosa, en el orden lógico que te parezca, total, aquí sí eres la ley justa.

Paseas por las calles, el aire te ha sentado mejor y consigue relajarte para mejor, eso es una suerte. No hay mucho qué hacer, sabes de sobra bastante de StoryBrooke como para saber los sitios que más te agradaría visitar.

Sin más.

Tu noche es más larga que otros. Recibes la visita de Naxael un rato y antes de irte a dormir, crees distinguir la figura de Will perdiéndose dirección hacia arriba, ¿el cementerio? Bueno, tal vez, sean ideas tuyas de tanto cansancio... y sea verdad que Will es un vampiro o algo.

De cualquier forma, casi a media madrugada, vuelves a tu hermosa cama para dormir.

Oh oh... los dados no han estado a tu favor...

Esta vez, por suerte, concilias el sueño con mayor eficiencia y cuando tu reloj interno te avisa, te despiertas, ya que el despertador parece que poco ha podido hacer, tras un día tan agotador física y mentalmente.

Decide qué hacer, dónde dirigirte y demás.

Tras revisar toda la descarga acabas de hacer repartos en todo el día te han mantenido ocupado, pero mañana solo tienes ese paquete especial para el supermercado 24horas, por suerte.

Al anochecer, después de pasar un rato a ver a Lyam y si podías cazar alguna moza mejor, regresas a tu hogar algo contento, estampándote contra el lecho y el sueño se apodera de ti.

Oh oh... los dados no han querido ayudarte a avanzar

Despiertas a la mañana algo aturdido pero, como nuevo y parece que hace buen día, poco que hacer, tal vez... puedas retrasarte en tus tareas o cuanto antes las hagas mejor, ¿no?

¿A dónde te diriges hoy, seductor Naxael?

Te vas a dormir en el hospital...

“Había una vez...

Todo se volvió oscuro pero, cuando abriste los ojos, éstos observaron miles de brillantes constelaciones en el cielo. Estrellas que brillaban una y otra vez, cuando su brillo debía ser opacado por algo que te advirtió que ya era hora de acostarte.

No querías.

Simplemente, por una vez, querías poder ver la noche sin estar encerrada en aquella habitación como si fuera una cueva, tal vez, todo sea una metáfora a como tu rutina te encierra pero, esa noche...
...fue diferente como tu amanecer real.

Porque, saliste por la ventana, omitiendo cualquier aviso, desenado y añorando la libertad. Corriendo por un amplio bosque que te parecía conocido aunque jamás sentías que lo hubieras pisado. Lo conocías como la palma de tu mano, hasta llegar al claro, rendirte contra el suelo y ya parecías haber perdido toda tu identidad, lo que te representaba.

Con los ojos cerrados, una suave brisa te invadió y cuando los abriste. La luz completamente redonda de la luna se reflejó en tus pupilas que se dilataron. La energía, todo tu ser, se llenó de fuerza para moverse y alzarse. Sintiendo como si la luna marcara tu camino y más que obvio...
...un aullido se escuchó en un eco, antes de que... nada más pudiera visionarse."

Otra vez el mismo sueño ¿Qué haces?

Tras el día, vuelves a aquel lugar que clasificas como tu hogar. Seguramente, atiendas a algunas peticiones o realices algunos trabajos antes de dormir. Mañana será un día nuevo. Al terminar tu labor, vuelves a tu cama, dispuesto a soñar de nuevo con el bosque... el verde del bosque.

Dados a tu favor.

“Había una vez...

Un lugar que no era verde, era de colores. Colores que cualquier niño desearía tener a su alrededor para comer y degustarlos con mayor precisión. Pues era un lugar de ensueño, capaz de ser comido.

Pero, no era tan dulce como aparentaba. Porque cuando los ojos revisan entre el color, las figuras en la lejanía hacen darte cuenta que estás unos barrotes, encadenado como un esclavo, ¿te viene de nuevo esa sensación de atadura? Realmente no.

Endulzado con palabras, con la comida. No logras ver más allá, buscando a alguien que te importa realmente, pero la sombra ante ti te tiende su engarzada mano solo para pronunciar un claro: <>

Te duele, no quieres. No más engaños. Llegaste ahí porque alguien te prometió que con las agallas para realizar algo podrías conseguir lo que tanto deseabas y soñabas. Pero, sin embargo, solo sientes un nudo en tu estómago y una cadena que te aferra a un lugar que no te pertenece.

Un lugar que parece dulce pero, para nada lo es.”

Cuando abres los ojos, entre sudores, aún el estómago te molesta bastante. ¿Comiste tan pesado para que te sentara así? Hasta en tu sueño no eras capaz de comerte la cantidad de cosas que veías rodeándote. Solo de pensarlo te entran ganas de vomitar. Intentas serenarte, pensar...

¿Qué harás hoy? ¿Dónde irás? ¿Tu malestar te hará quedarte en aquel lugar?

Tu progresión avanza a3/10

El nuevo día ha llegado a StoryBrooke, sucede que algunos han desarrollado ya sus primeros y efímeros recuerdos, otros van profundizando más sus relaciones, tal vez, alguno sigue estancado en ninguna parte pero, el poder del avance lo puede todo... hasta avanzar aquel reloj que les había mantenido: estáticos. Hoy quizás, queráis saber más de aquellas cosas que os invadieron la mente y quitar vuestras dudas.

Para ubicarnos mejor, dejemos que el día sea viernes~