La miro sonriente, parece que igual no va a clase y se queda un rato conmigo. De pronto toso para ponerme serio.
- Vamos, pero no puedo quedarme mucho tiempo, tengo responsabilidades...- abro mucho los ojos y señalo a un lugar en frente mía pero a la derecha de ella- ¡¡OH DIOS MIO QUE ES ESO!! Grito con voz de alarma.
Cuando gira la cabeza le doy un buen mordisco a su Helado dejándole solo con la mitad, la otra mitad está en mi boca en una décima de segundo. Riendo hasta casi atragantarme con el helado corro hacia el parque.
- Vamos enana, que te quedas atrás- le digo sacando la lengua y picándola para que me siga a jugar al parque.
-Secuestrar a Antye para jugar con ella, ¡vamos al parque!
Cuando Antye gira sorprendida ante la exclamación de Odelien por impulso instintivo, arquea su ceja hasta que cae en cuenta del verdadero objetivo del chico: distracción. Voltea a su lugar lo más rápido posible, pero el hecho fue cometido y no le queda otra opción más que reírse por la broma. La ingeniosidad de Ode es impresionante.
¡Hey! ¡Mi helado!
Exclama en tono alto sin llegar en reproche, pues la frase era bañada con su risa y persigue a Ode, pues la situación le parece bastante divertida. Por un momento piensa que le parece perseguir a un gato que le arrebató un dulce, mas ahorita está detrás de un chico que le arrancó una sonrisa.
Si ahorita estuviera Zacharias, estaría contento y se distraería.
Ambos corren hacia al parque y de pronto para en seco, recordando lo que sucedió en el hospital. Desde su posición procura tomar aire y grita lo más alto que puede.
¡Odelien! Disculpa, pero no puedo correr así... No puedo agitarme.
Acto seguido, coloca una mano a la altura del corazón para comprobar su velocidad y mientras tanto camina hacia Ode más tranquila. No le gustaría que pasara algo grave.
Entrecierro los ojos desde la distancia que le he sacado, Antye se lleva una mano al pecho y para de correr para empezar a caminar. Se ha cansado demasiado rápido, no me lo puedo creer. Me preocupa bastante, pero no se me puede notar. Me saco las gafas y las limpio un poco.
- ¡Menuda tontería!- le digo y me acerco a ella agachándome para que se suba a mi espalda y así pueda llevarla- Vas a ver que puedo correr con los dos, sube que te cojo.
Soy más fuerte y más ágil de lo que aparento, así que si se sube a la pela, la llevo al trote al parque. Si su helado pasa cerca de mi boca al agarrarse a mí desde detrás, le doy un mordisco seguro. Estoy atento jijiji.
Al ver las intenciones de Ode, Antye no hace otra cosa más que sonreír con una gratitud infinita y sonrojarse aún más, pues no es de todos los días que alguien la trate con tanta amabilidad que no sea en el hospital. Sin responder en ese momento, la joven se monta en la espalda del chico y se aferra con todas sus fuerzas para no dejarse caer. Cuando ya está en posición suelta otra risa y sueña por unos instantes que flota sobre un suave almohadón.
Gracias Odelien, espero no ser una carga para ti... literalmente.
Esboza otra gran sonrisa y se aferra más, no le gustaría caerse por un descuido.
Oye... ¿Cómo has estado? ¿Qué tal te trata la vida?
Contesto ya en la escena de parque, que parece que nunca llegamos xDDDD
Spock Master, teleportanos!
Negro. Todo es negro. Tan oscuro y lejano que apenas podías escuchar tu entorno.
Dados a tu favor
“Había una vez...
En un lugar lejano, donde las leyendas eran más que místicas. Oculto en las montañas, lejos de la civilización, cuando el cielo oscureció, todo el cuerpo maldito te hacía correr con desesperación en busca de ayuda alguna para solucionar aquello que no era culpa enteramente tuya.
Perdido, desubicado, corrías sin ritmo pero, no tenías piernas, ni brazos, las garras se movían como tus extensiones, fuerte y grande, como una bestia, te movías sin miedo alguno, solo temiendo las flechas que te enviaban para conseguir acabar contigo... porque supuestamente aterrabas al pueblo.
Otra noche más, buscando unos ojos que pudieran ver más allá, acabaste en aquella plaza, corriendo y algo en el pecho, en el dorso duro y recubierto por la piel de bestia rebotó. Aquel medallón, brillaba con fuerza y no había forma alguna que pudiera desprenderse de tu cuello.
Desesperado, ante ti, una persona apareció empuñando una espada y un libro, no dudaste mucho, tal vez, pudieras hacerle entender lo que aquellos pueblerinos no podían comprender. De un salto, sobre ella, aunque lo único que sentiste tras ese salto fue el aturdimiento...
...tu mano, tu garra, se movía por inercia, escribiendo en el suelo: <<ayúdame>>.
Ya que todo, absolutamente todo, parecía estar perdido y te daba vueltas la cabeza."
Tu progreso avanza a 3/10
Te despiertas pero, no en un lugar conocido. En contraste a ese anochecer lleno de estrellas te hallas con una habitación completamente blanca y es que... estás en el hospital. Te mueves con dificultad, apenas pudiendo levantarte y buscas en los cajones, hallando la cajita y casi dándote un paro cardiaco: el medallón está contigo. Solo recuerdas que lo tocaste y... saliste, literalmente volando, viendo todo negro, casi como en ese sueño.
- Intentar llamar a una enfermera/doctor
- Intentar levantarte para andar por el hospital
Has recuperado 10 HP por tu hospitalización, todavía estás resentido pero, ya no es tanto dolor. Tu vida ahora es de 85.
Comenzaba a despertarme de un sueño bastante raro porque era una bestia con garras y porque tenia el medallon en mi sueño, esto era raro pues no era un animal sino una persona.. Capaz que ese sueño me contaria porque todo este tiempo he tenido perdida de memoria o no poder acordarme de ciertas cosas.
Me levanto de la cama mirando para todos lados por lo que veia me encontraba en el hospital y con el maldito medallon en mi mano.
- Hay alguien aqui?... Hola.
Comence a moverme de a poco intentando vestirme para irme de ese lugar infernal. Tenia que conocer mas acerca de este sueño y la unica forma es salir de aqui.
Sientes el cuerpo algo más suelto pero, sabes que no es seguro salir de ahí del todo. Una enfermera pasa diciendote que, por favor... estés quieto y rápido un hombre pasa por la puerta, asomándose y declarando:
Con la mirada fija sin titubear, salió por los pasillos escuchando los gritos y entonces, pasó un momento para observar como ya estaba mejor. Bendita la ciencia, los medicamentos y los compuestos químicos. Con una sonrisa de victoria, observó al moreno y comentó: - Ahora vendrá alguien a atenderte. Será mejor que no te muevas. - declaró y girando la cabeza, se marchó, sin despedirse tan siquiera.
Miro al doctor y luego me tranquilizo pero igual estaba respirando mas y mas fuerte, que me habia pasado porque estaba ahi y el medallon estaba conmigo, mientras esperaba impaciente por irme sigo con el medallon en mi mano.
-Maldito que eres.
Ambas os vais en ambulancia durante el trayecto Shere se despierta y Keira sonrie aliviada.
Parece que no te dio tan fuerte como a los demás.- Comenta mientras sigue conduciendo hacia el hospital.- A Erik nos lo encotramos completamente desmayado enfrente de la casa de la Sra. Regina.- Explica hablando con un aire de preocupación.- De todas maneras te aconsejo que te hagas un chequeo, no quiero más sustos.
La chica os sonríe y algo pasa es como una conexión mágica entre Shere y ella. Cómo si ya se hubiesen conocido y ya hubiesen incluso dormido juntas...
Entonces la ve con el pelo más oscuro y más largo, con una sonrisa bondadosa en sus labios. Además observa como va vestida de campesina del medievo. Con su pelo negro como el ébano, su piel blanca y sus labios rojos... Al momento se esfumo. Fue sólo un segundo. Pero...
Mientras Cori no entiende que pasa, ¿Porqué Keira mira así a Shere? ¿Parecían amigas? ¿Más que ellas lo eran? Eso no le gusto... ¿Acaso estaba teniendo celos?
Progresión Shere 5/10 ¡Has llegado a la mitad en poco tiempo! Tranquila, lo demás te va a costar mucho más xD
Llegué finalmente al hospital y me puse la bata blanca. Salí a encuentro con el doctor caminando los silenciosos pasillos del hospital.
Lo encontré entonces ordenando un bolso con lo necesario para salir a una llamada, si, seguramente de eso se trataba. Me miró , le miré . Y tras unos instantes sonrió e hice lo mismo en señal de saludo. Se veía que saldría ahora mismos, agarró el bolso y la chaqueta para marchar.
-Se empieza bien el día, si te vienen a despedir así.-me quedé sin saber exactamente que decir. Pero reí estúpidamente. De cualquier forma el doctor siempre habia sido asi.
Deje de reír cuando encontré su rostro cerca del mío observándome com aquellos ojos rojizos, sin entender por que , mantuve la respiración
-Lamentablemente, no podemos almorzar juntos hoy.-dijo aflojandose la corbata, clave mi vista a en ella hasta que habló de nuevo.-Tengo a Erik, el de la librería, bajo observación. También Shere y Coral están aquí, Sherezada ha sufrido un desvanecimiento-algo muy grave debió haber pasado. Lo vi alejarse bastante apurado, debe estar mareado entre todo.
-Me debes un almuerzo!-grité mientras se iba.
Entonces oí unos ruidos desde el pasillo
-Maldito que eres - fui rápidamente a la habitación. Estaba segura de que esta es la que me ha dicho el doctor que supervise.
Keira llega a la habitación de Erik y entonces, lo observa recostado. Parece que su estado no es del todo malo pero, quizás pudo ser peor.
Erik
-hablarle calmadamente desde el lecho
-solicitarle algo de comida
-solicitarle que te lleve fuera, después de tanto ajetreo y estres necesitas tomar el aire.
Sin más, vas a tu habitación, todo calmadamente y te dispones a dormir cuando un susurro llega a ti, como una caricia algo seca a tu frente. Lo distingues bien porque es él quién te cuida mayoritariamente: -Buenas noches, Antye. - un tachón de bolígrafo suena en el aire y con él, te acabas por dormir.
Oh oh... los dados no han estado a tu favor, por este sueño
Estabas agotada, el sueño fue profundo y te despiertas con el piar de los pájaros. Keira aún no ha llegado, el doctor tampoco... tal vez, estén ocupados... ¿saldrás por aventuras o primero deambularas por el hospital? Decide qué hacer
Mire a la doctora y me puse feliz, no estaba mal solo queria irme de ahi y salir a tomar aire.
-Doc, quiero salir me deja? Estoy bien
Me movia en la cama con ganas de irme.
Sacude su cabeza una vez, luego una segunda y así hasta marearse, los nombres Erik, Regina le sonaban de personas conocidas, una de las dos tal vez importantes más vagos eran sus recuerdos, no trataba mucho con ellos.
Pero seguía de alguna forma, encandilada con Keira, de nuevo su mente vagaba en cosas incomprensibles. Solo sabía que Keira era “algo”.
Su rostro adquiere levemente el color de su cabello sonrojándose lo suficiente para dar color a sus mejillas.
..etto…¿?...
No comprende del todo lo ocurrido, más al apartar la vista de Keira por la pena que se reflejaba en ella, solo entonces vio a su amiga.
¡¡Cori!! …Esto… ¡Esto no es lo que parece!...
Sin saber por qué empieza a balbucear explicaciones alternando su mirada entre Keira y Coral hasta caer en cuenta de una cosa, no tenía idea alguna de lo que pasaba.
… ¿Qué paso?...
Se deja caer sobre la cama, se tapa el rostro, y su voz es un hilo de pena, sentimiento que no puede explicar.
Parecían conocerse muy bien, como si hubiera algo entre ellas. Se miran intensamente.
que raro....Shere no me ha dicho nada de que fueran amigas. Normalmente Shere y yo siempre nos contábamos todo, pero esto era extraño, no me lo había dicho.
Shere entonces me mira y empieza a darme explicaciones. No era necesario, no tenía que dármelas.
te desmayaste ¿como te encuentras? te sientes mejor?
Un nuevo dia llegaba y mi despertar fue brusco sabia que lo que soñe era real o eso parecia pero porque sueño con garras y dragones, algo estaba mal y el medallon jugaba en esa historia. Debia encontrar que pasaba conmigo. Me levanto y observo hacia afuera ahora deberia ir a buscar en mi libreria la jistoria.
-Hoy buscare mas sobre mi. o Mi sueño.
salgo.
Su cuerpo cansado pide clemencia para permanecer en su cama y así desperezarse hasta que diera la noche; sin embargo, el ver esas paredes blancas y pulcras de todos los días le empujan a levantarse y caminar hasta al baño para mojarse el rostro. Al secar sus ojos ve algo distinto en ella mediante el reflejo del espejo: una especie de luz en su mirada y no la melancolía de siempre.
¿Será por lo que ocurrió ayer?
Al preguntarse eso, se percata que su mano aprieta algo con fuerza y al dirigir su mirada ahí, se da cuenta que todavía sostiene al peluche que ganó ayer. Sonríe y, sin más, lo aprieta hacia su pecho como si fuese lo más tierno y especial del mundo. Acto seguido, con buen humor, se baña y se cambia la ropa. Al salir del tocador observa su desayuno en la cama: una naranja para sus defensas, medio sándwich de pavo por las proteínas, un vaso con agua sin conservadores y una gelatina para combatir el insípido despertar; y, sin falta, un pequeño vaso de plástico con píldoras y pastillas de distintos colores y tamaños que la mantienen sana, supuestamente. Como si se tratase de una pequeña robot, todo lo ingiere de manera automática y se lo termina en menos de 10 minutos.
Antye, manteniendo su buen humor, agarra su celular y le manda un mensaje a Zacharias, escribiendo el siguiente texto:
Hola :) Perdón por no ir a la escuela ayer. Se me presentaron algunas cosas que quisiera contarse... ¡No te preocupes! No se trata de mi estadía en el hospital, sino algo más emocionante :D ¿Puedes venir al hospital? Así me pasas los apuntes de la escuela...
¡¡Gracias!!
Al enviar el mensaje, asía con más ímpetu el peluche y sale de su habitación para saludar a Keira o a su doctor, del que está segura que fue quien le saludó anoche. Cuando termine de recorrer el hospital saldrá hacia al exterior, como un ave que tiene la puerta de su jaula abierta para volar libremente.
-Le mando un mensaje a Zacharias. No se si se pueda que tu le hagas llegar el mensaje :)
-Escojo deambular por el hospital y de ahí salir por aventuras :P
Abre los ojos molesta, mirando al techo como si este tuviera la culpa de todo.
Sueños raros…
Sonrió, estaba molesta claro, más le gustaba en parte aquel sueño, la hacía sentir libre, que había algo afuera, igual estaba molesta por no saber si la repetición del sueño implicaba algo mas o era simplemente que se aburría de su monotonía diaria.
Amigas…
Recordó a Coral, Keira, algo había de extraño en esas dos, bueno tal vez no en ellas, tal vez la rara fuese ella misma, ya había atacado a alguien sin mayor motivo que un sentimiento.
…
Al recordar todo eso pensó en los extraños sucesos, Keria había mencionado otras cosas, otros incidentes.
Keira.
Recordó las palabras de ella, sus labios le parecieron suaves y se le antojaron. Su mente vivaz no tardo en imaginar el preludio de un beso hasta que ella misma se dio una cachetada. Levanto rápidamente de la cama, no quería pensar en eso, así que se dirigió a la salida del cuarto. Quería saber que otras cosas raras pasaban en Storybrooke.