Cynthia escucha las palabras de Azael mientras come tranquila. Una vez empieza a comer no parece demasiado desperada por lo mismo. Tenía hambre pero ya. Mira a Azael con la misma cara que cuando empezó, asintiendo un poco.- No te pases de listo, eres demasiado pequeño para ir por ahí peleando solo. Sobre la armadura de combate... costará, pero puedo hacerlo si quieres. Necesitaré unos planos, materiales y algo de tiempo.- Una vez termina deja los platos en la mesa, colocando los pies encima de ella. Se pone cómoda.
Vuelve a mirarlo sin saber muy bien que responder.-Hmm. Hmm. Es un problema que tengo, hay veces que no me controlo y me dejo llevar. Estoy intentando aprender a controlarme simplemente... Algo dentro de mí algunas veces salta. Como un interruptor.- Aclara mientras se estira bostezando.
A Azael se le cambia la cara cuando Cynthia le dice que "es demasiado pequeñe". Se incorpora en toda su altura con cara de mala hostia mientras la mira.
- ¿Tú me has visto bien? ¿A quién coño llamas pequeño, chavala? Ten cuidado con tus palabras... Que me caigas bien no significa que puedas decirme cualquier cosa.
Parece que lo que le ha dicho le ha tocado la moral bastante, y pide explicaciones.
- ¿A que cojones viene eso, eh? - La armadura o los problemas de control de la ira de la chica ahora mismo se han borrado de su mente. Parece que lo único que le interesa es saber como la chica sabe lo que parece saber, o si es solo un vacile sin más.
-Hmm. Hmm.- No parece demasiado impresionada ni intimidada realmente por el tamaño del chico. Le mira mientras sigue balanceándose en la silla con las piernas en la mesa. Parece un poco inconsciente cuando quiere, por hablarle así al mastodonte de Horizon.- Por que eres menor, ¿No?- Comenta con las manos en la nuca, mirando hacia arriba dónde está el.
-Si quieres no te lo digo más, pero es que tienes que tener más cuidado. Que seas así de grande no quiere decir que aún estés desarrollado o maduro. Quizás ves algo desagradable y te traumatizas o algo.- No parece querer molestarle, sino que realmente está preocupada o algo. Tampoco habla demasiado fuerte.
Azael apoya la manos en la mesa mientras aprieta los dientes. Parece consternado. Se vuelve a sentar y bajando mucho el tono, aunque aún evidentemente cabreado, pregunta:
- ¿Qu... qué carajo dices? No se donde habrás oído eso... ¿te parece acaso que sea menor, eh? Nadie te creería...
El chaval tamborilea con los dedos sobre la mesa, pero tras mirarla a los ojos es evidente que ella debe saber a ciencia cierta lo que dice. De lo contrario no habría hecho una suposición así: Azael no aparenta su edad en absoluto.
- Está bien, ¿de donde has sacado eso? ¿Ha sido el viejo? ¿O la vieja Lacroix? Aunque ella no debería saber eso. En cualquier caso, no digas gilipolleces de desarrollo y esas mierdas. Donde yo me he criado seguro que he visto mil mierdas más que tú. Y ni una palabra a nadie.
Mientras hablan el chico mira constantemente a los lados por si se les acercase alguien. Si algún alumno hace el más remoto intento de acercarse a su mesa o alguna pegada a la suya le mira con intención de causar el mismo efecto que un laxante concentrado para caballos.
-Hmm. Hmm. Así que era cierto... Ya decía yo que actuabas demasiado raro. No se lo voy a decir a nadie, tranquilo... No planeaba hacerlo en absoluto. Ya lo habría hecho o se me habría escapado a estas alturas...- La verdad es que aprece algo despistada cuando se trata de no comentar cosas. Ella está seria y tranquila, no parece estar bromeando o de guasa respecto al tema. Está como siempre, con su gesto serio.
-La cosa es que lo sé. Es importante. Y hay gente que se preocupa por ti aunque te creas que no. Yo entre ellos. Por eso, si de verdad quieres madurar... No te comportes como un crío insultando a todos o intentando ser el mejor Azael. Todos necesitamos amigos.- Levanta el pulgar mirando a su compañero con la otra mano en la nuca.-Quizás has vivido en un sitio peor, pero no has vivido algunas cosas como yo. En cierto modo somos muy parecidos. Somos ambos huérfanos...- Hace una pausa, acariciándose la barbilla y sentándose normal.
-Así que, intenta no preocupar a la gente que le importas. ¿Va?- Pregunta mientras observa alrededor, hablando también bajito. No le interesa que nadie se entere tampoco, se nota que no va a joderle.
Cuando Azael escucha las palabras de Cynthia su rostro se contrae en una expresión de odio y se levanta, estampando las manos contra la mesa de metal con un sonido tremendo que retumba por todo el comedor.
- ¡BASTA! - brama colérico - ¡BASTA , BASTA, BASTA! ¡DEJAD TODOS DE DECIR ESA ESTUPIDEZ! - Con un gesto violento arrastra las manos hacia un lateral, lanzando a volar su bandeja y todo su contenido, platos, vasos y comida. - ¡No tenéis ni idea de lo que decís, no me conocéis, no os importo! ¿¡Por qué os tendría que importar!? ¿¡Por qué le tendría que importar a nadie, cuando nunca lo he hecho!? ¡SOLO SOY UNA HERRAMIENTA, SOY BUENO EN ESO, ASÍ QUE DEJADME, DEJADME TRANQUILO, DEJAD DE MENTIR!
Con sus últimas palabras estampa los dos puños con furia contra la mesa cerca de Cynthia, doblándola un poco, y lanzando una patada con todas sus fuerzas a una de las papeleras sale del comedor hecho un huracán, y más vale que no se le cruce nadie en esos momentos porque lo mandaría a volar fuera quien fuera.
Tras abandonar el comedor Azael va a la zona de entrenamientos a pegarle con todas sus fuerzas a los maniquíes con las armas de entrenamiento. Si puede destrozar unos cuantos, armas y/o manquíes, mejor, e caso es que no se contiene en lo más mínimo y no le importa su estado físico o su agotamiento.