La forma marcial en la que preguntabas hizo que Suetonio, suspicaz como buen mercader que era, te preguntara de forma distendida.
¿Eres legionario, chico? preguntó sin malicia, sino con curiosidad, para tener conversación durante el viaje. Tu pregunta sobre el estado de Helgen encontró la siguiente respuesta. Sigue en reconstrucción.. los esfuerzos se centran en Falkreath, y Helgen avanza poco a poco. Sigue en crecimiento. Aunque hace un mes que estoy por ahí, mi esposa y mis hijos se están encargando de la tienda. explicó sintiendo punzadas de nostalgia por volver a casa.
Escucho las presentaciones, y viendo que mi hermano Erik se presenta sin pensárselo, opto por hacer lo mismo.
Mi nombre es Aurora, señor, y soy una iniciada en el culto de Mara lo último no lo digo demasiado alto, pero si orgullosa de ello, viendo que el hombre es del mismo culto, pero no se los demás... aún tengo cierta desconfianza por el resto del mundo.
Así es, somos hermanos... miro a Erik con cariño, dedicándole esa sonrisa que solo es para el, de admiración, de cariño... me siento muy orgullosa del hermano que tengo y por supuesto de ser su hermana.
— Soy... — se interrumpe a sí mismo — Fui. Fui un legionario. Me retiré del servicio activo hace unas pocas semanas — responde al imperial en tono neutral. — Tiene sentido, supongo... — Responde Lars, meditabundo — Supongo que el poblado emblema tiene prioridad sobre las ruinas de una fortaleza imperial... Aunque sin duda Helgen tendrá más problemas para prosperar, los asentamientos en ciernes siempre son... eh, objetivos prioritarios para bandidos — habla quizás de manera ominosa, pero es su opinión.
Al escuchar al imperial hablar de su familia, el joven Batallador le da una palmada en la espalda desde un lado de la caravana — Dejar a la familia es lo más difícil, pero a la vuelta seguro que todo habrá valido la pena — intenta "animar" al mercader, aunque no puede evitar lanzar una mirada melancólica a Carrera Blanca y Cuenca del Dragón. «Aunque en algunos casos es la única decisión lógica y racional» medita, recordando a su familia sin dejar de mirar la afamada "Joya de Skyrim".
El sacerdote miró con calidez a Aurora, una sonrisa franca y sincera brotó de sus labios al escucharla decir que era una iniciada de Mara.
Bendita sea la Madre entonces, Aurora. se inclinó con respeto. Los caminos que nos muestra la diosa son dadivosos, me agrada saberlo, Aurora. puso una reconfortante mano sobre el hombre de la joven. Decid.. ¿qué viaje te lleva a Helgen? A ti y a tu hermano, ¿buscáis a alguien allí? preguntó con tanta sinceridad como falta de malicia. ¿Puedo asistiros en algo?
El mercader asintió a las palabras de Lars, no quiso indagar por las razones de su expertenencia a la Legión Imperial, mas no desaprovechó la oportunidad de asentir con respeto al muchacho.
Un soldado del Imperio, siempre es un soldado del Imperio. elogió el hombre mientras seguíais adelante. Sonrió con suavidad al escucharte hablar del futuro de Helgen, hasta se permitió una risa amable. Por ahora nos las hemos apañado bien, pero nunca estará de más nueva ayuda y manos que trabajar. Aunque por ahora la pequeña guarnición de la Legión Imperial se las ha apañado bien para proteger el pueblo.
Cuando habló de la dureza de dejar a la familia, el imperial sonrió levemente.
Es el tercer viaje que hago a Soledad, hay que reabastecer la tienda.. y por ahora el Paso Pálido es peligroso y apenas llegan caravanas. explicó mientras se quedaba pensativo. Irte de tu hogar te hace ver lo mucho que lo quieres. apreció la mirada de Lars a Carrera Blanca a medida que la dejabais atrás. ¿El hogar?
Lars se encoge de hombros, la Legión es todavía una cicatriz reciente para él, pero al final acaba dándole la razón con un asentimiento vago y dudoso.
— Supongo —responde a Suetonio, aunque no muy convencido. Aprovecha el tema de Helgen para intentar dejar a la Legión atrás definitivamente, al menos de momento—. Ya me imaginaba yo que Helgen contaba con guardias, aunque he de admitir que esperaba que fueran soldados nórdicos y no un contingente de la Legión Imperial —la noticia le sorprendió—. Pensé que no se interesarían por el proyecto de reconstrucción y repoblación —comentó aún sorprendido.
El Batallador asintió al comentario de Suetonio acerca de la familia, aunque realmente pensaba de forma distinta. «A veces, irte de tu hogar de hace darte cuenta de lo mucho que tenías que irte para seguir adelante» pensó Lars mientras dejaba escapar un suspiro pesado. La pregunta de Suetonio le hace devolver la mirada al camino, y luego al mercader — El hogar, si... Aunque tengo la impresión de que ahí ya no queda nada para mi —mentía, no tenía la impresión, lo sabía de lleno. Pensó en Nelkir y Mila, pensó en su padre, Idolaf, y en el resto de su familia. Cerró los ojos por un momento y agitó su cabeza levemente para intentar despejarla y luego volvió a enfocar su mirada en el camino que yacía delante.
Miro al sacerdote, dedicandole una amable sonrisa muchas gracias le respondo ante sus bendiciones y cuando pregunta sobre nuestro destino miro a Erik de reojo, comprobando su estado, y le respondo en voz baja viajamos a Helgen para empezar una nueva vida, no buscamos a nadie, ni pretendemos que nadie nos busque, no por ahora. Debemos empezar un nuevo capitulo en nuestro camino. Me encojo de hombros, ni si quiera yo se que vamos a hacer, que nos depara el futuro, solo espero encontrar nuestro camino y seguirlo como debemos, nada mas.
El mercader se encogió de hombros con cara de circunstancias.
¿De quién? Falkreath no tiene formalmente un jarl.. y aunque el jarl Balgruuf se le asignara la repoblación de la comarca.. no es ningún secreto que ha levantado ampollas. explicó haciendo una breve clase de geoestratégia de Skyrim. Además.. Helgen tradicionalmente ha sido una guarnición de la Legión Imperial.. supongo que cada uno reclama lo que ha sido suyo. aunque no parecía mostrarse demasiado ansioso por intervenir en esos asuntos, conocimiento regional de supervivencia para un mercader que pretendiera hacer dinero.
Cuando dijiste esas palabras tan amargas sobre tu hogar, Suetonio alcanzó a golpearte con suavidad el hombro mientras te miraba con calidez. Un gesto sencillo, sin palabras, destinado a confortarte.
Supongo que cada hombre ha de hacer suyo su hogar y no adoptar el de otros. dijo con sencillez, miró hacia las montañas. Desde la guerra.. a los imperiales se nos ha hecho complicado vivir aquí. Es como caminar con la amenaza de un alud inminente, muchos nórdicos nos culpan de todos sus males.. sin distinguir a nadie. apretó los labios pensativo. No voy a mentir.. me he planteado más de una vez marcharme a Roca Alta o regresar a Cyrodiil, pero llevo viviendo aquí más tiempo del que jamás he vivido en Bravil, Skyrim es mi hogar y el de mi familia. Supongo que.. de un modo u otro.. acabamos encontrando algo así.
El sacerdote te escuchó con atención, mostrando respeto por tus palabras, aunque arrugó la frente con preocupación al verte obligada a.. ¿huir?
Mara salvaguarda a aquellos cuyas obras son bienintencionadas. alegó solemne, asintió. No preguntaré vuestras razones, pues vuestras son, pero sí te quiero preguntar por tu futuro. sonrió cálido, como lo haría un padre. Pero te pregunto, joven Aurora, siendo iniciada al culto de la Diosa Madre, ¿por qué no seguir profundizando en su compasión? Una sacerdotisa de Mara no debería viajar ni en secreto ni bajando la cabeza, debería ser un faro de luz y amor para los demás. hizo una pausa mientras te miraba con atención, con una sonrisa beatífica, que irradiaba confianza. Puedo ayudarte, instruirte, solo si tú lo deseas. Si Mara nos ha unido en el camino, es que tiene planes para ti, para mi, para todos. No debes responderme ahora, piénsalo. sonrió con un asentimiento. Tu hermano ahora es lo importante.
Escuché atenta como me habló el sacerdote, y agradecí que no preguntara mas, puesto que no es el lugar indicado para hablarlo, ni el momento, quizás en otro momento pueda darle mas datos sobre lo sucedido y el porque.
-Agradezco sus palabras, de verdad que si, y estaría encantada de que me ayudéis a continuar con mi camino, puesto que empezar de cero en un lugar nuevo para nosotros, estoy segura de que no va a ser sencillo, pero si la diosa Mara nos puso en este camino y en esta situación, sé que es por un buen motivo- dicho eso, acaricié la mejilla de mi hermano con mucho cariño, después le cojo la mano con cuidado a no despertarlo y permanezco a su lado -por supuesto, Erik se pondrá bien y es gracias a usted, agradezco mucho que se preste a ayudarme y seguir con mi senda...- hablo no demasiado alto, por no molestar al que duerme, y le dedico una amable sonrisa a Erandur.
— No sé, voluntarios, supongo... Más de un nórdico sentirá la llamada del deber con respecto a la reconstrucción de Falkreath, aunque supongo que la Crisis de los Dragones está demasiado fresca en la memoria de muchos como para que se atrevan a dejar a sus familias o sus hogares —reflexiona Lars mientras habla con el imperial. — Aunque claro, también es entendible que la Legión quiera recuperar Helgen, supongo que un fortín más en Skyrim no es algo que venga mal, más teniendo en cuenta los sucesos de hace 20 años —concluye.
El guerrero se encoge de hombros tras la palmada y posterior diálogo de Suetonio, pero le responde. — Si, mi padre me contó del odio que Ulfric y sus hombres, y en realidad la mayoría de nóridcos en general, profesan hacia el resto de los hombres y mers. Es algo bastante lamentable—niega lentamente, él nunca había sentido odio por nadie, nisiquiera por Nelkir. — Eso es lo que espero encontrar en Helgen, un lugar al que poder llamar mi hogar. Los dioses quieran que así sea —comenta, pensativo, aunque añade algo más— Eres fuerte, Suetonio, al decidir quedarte en Skyrim y luchar por lo que también es tuyo. Te doy las gracias por devolverme un poco de fe —.
Erandur asintió con una sonrisa amable, algo extraordinario por el habitual estereotipo de los dunmer, pero aquel sacerdote irradiaba honestidad y bondad en cada uno de sus gestos.
Habrá tiempo entonces, Aurora. Primero lleguemos a Helgen, será lo más adecuado para luego empezar tu formación. asintió una vez más mientras contemplaba el paisaje por el que atravesabais. Mara nos bendice con una extraordinaria visión, el paisaje cambia del norte al sur de Skyrim.. donde allí es todo blanco, aquí impera el verde. sonrió mientras buscaba en su fardo, de él sacó un medallón con un amuleto que se lo ofreció a Aurora. Toma esto, un amuleto de Mara. No debes avergonzarte ni esconder quien eres, aunque ten cuidado.. deja clara tu condición sacerdotal, o quienes busquen pareja preguntarán por ti. rió amable mientras te cedía el mismo.
Se sabía que los amuletos de Mara servían para anunciar la soltería y la intención de buscar pareja para casarse. Portar un amuleto de la diosa podía implicar eso, otras devoción y otras pocas que eras un sacerdote del culto a la Divina.
El mercader escuchó las palabras de Lars asintiendo convencido.
Incluso a veces se ven dragones sobrevolando la provincia, aunque la mayoría los exterminó el Sangre de Dragón, dicen, muchos aun quedan vivos.. a veces hay ataques. Solo a veces. se encogió de hombros, ya se veía que a todas luces que la escolta de la caravana apenas podría presentar un problema a un dragón, por muy pertrechados que fueran los guardias.
Ojalá más nórdicos fueran como tú, chico. sonrió agradecido por tus palabras. Yo solo intento ganarme la vida honradamente, nada más. Escucha, ¿qué planes tienes en Helgen? Quizá me venga bien alguien como tú en mi negocio, un músculo fuerte disuade a liantes y estafadores, y abre nuevas ventanas de negocio. miró con curiosidad a Lars, esperando su respuesta.
Asiento a lo que dice el sacerdote, observando como habla incluso algo asombrada. Entonces busca entre sus cosas y saca un amuleto, es un amuleto de Mara, que identifico nada mas verlo, me lo tiende dedicándome unas palabras. Le dedico una sonrisa.
-Muchas gracias, de verdad, es todo un detalle, me encanta... lo llevaré conmigo, pero no lo pondré donde se vea demasiado, no sea que quieran casarme antes de tiempo- digo medio bromeando, y río, aunque un escalofrío recorre mi cuerpo al imaginarme la situación, es lo que menos necesito ahora mismo, un pretendiente para casarme.
Lars se encoge de hombros humildemente y niega con lentitud—. No soy nadie especial como para que los nórdicos tengan que adoptar mi comportamiento... Sólo hace falta un poco de humildad —dice restándole importancia al asunto.
Tras la pregunta de Suetonio, Lars se queda callado durante unos segundos, meditando. Por una parte un contacto más en Helgen no venía nada mal, pero por otro lado aún tenía la carta de su padre. Tras meditarlo unos segundos, respondió al imperial —. Pues... La verdad es que tengo una carte de mi padre para el Thane Hadvar, pero además de eso... No tengo realmente un plan, nisiquiera estoy al tanto del contenido de la carta —el pensamiento había pasado varias veces por su cabeza, el contenido de esa carta, pero su padre era completamente impredecible como para atreverse a suponer algo—. De ser sencillamente correo y no una... recomendación más seria —Lars se aclaró la garganta con algo de nerviosismo— Pues de seguro me verás a menudo por tu tienda —sonrió.
Lamento la tardanza estos días, he estado con un nuevo trabajo y no había podido cuadrar horarios.
Erandur sonrió a Aurora con calidez cuando vio como recibía agradecida el medallón, el dunmer se mostraba cercano, casi paternal en su actitud para con la joven sacerdotisa y, por definición, con los que le rodeaban. No dejaba de ser curiosa esa actitud para un elfo oscuro, ya que esta raza rara vez eran devotos de los Divinos.
Luce el emblema con orgullo, siempre puedes responder que no. sonrió divertido mientras le guiñaba el ojo. Tranquila, estoy seguro de que Mara te mostrará el instante adecuado.. cuando llegue ese importante momento. asintió convencido.
Suetonio, hábil como buen mercader, no expresó comentario alguno ante la reflexión de humildad de los nórdicos. Se limitó a sonreír levemente mientras continuabais el viaje. Cuando Lars comentó aquello de que tenía la carta de recomendación asintió con lentitud, luego se quedó pensativo y miró al exlegionario pensando algo.
Escucha, si el thane Hadvar no tiene algo para ti, ¿qué te parece trabajar para mi? Me iría bien alguien como tú en la tienda. hizo una pausa mirándole con atención. No, para vender no, para eso estoy yo y mis hijos, me refiero a unos brazos robustos, en Helgen no suele ocurrir nada grave, pero cada día son más colonos y no estaría de más dar a entender que en mi puesto no quiero problemas. explicó con tranquilidad. Quizá algún viaje a Falkreath o recuperar algún artículo para mi, no me mires mal y escucha. Hay muchas ruinas diseminadas por la zona, lugares abandonados cuando el dragón atacó la comarca, siempre puedes recuperar algún resto interesante.. y sustancioso por el que te pagaría.
No te preocupes.
Escucho los consejos del sacerdote y cuando me dice que siempre puedo decir que no me río, como una niña.
-Si no, siempre quedará huir- le guiño un ojo de manera cómplice, como rebelando el porque estamos mi hermano y yo aquí-no tengo ninguna prisa por que llegue ese momento, creo que el único caballero que ahora está en mi vida es el- hago un gesto señalando a Erik con el mentón -por eso es muy importante para mi que se recupere cuanto antes y ahora gracias a vos y a el señor Suetonio está mas cerca de la recuperación, tengo que hacer todo lo que esté en mi mano para cuidar de el- le dedico de nuevo una sonrisa agradecida.
Lo siento, estaba de vacaciones, llegue anoche y tengo que ponerme al día de todo! :)
Lars pondera durante varios segundos el ofrecimiento de Suetonio, aunque únicamente lo hace para parecer un negociador "experto". La verdad era que dudaba un poco de lo que decía la carta y de si, en caso de que fuera una recomendación escrita por su padre, el Thane Hadvar hiciera caso de lo que decía la misma. Movió la cabeza un par de veces, indeciso, y finalmente respondió.
— Seguro, me encantaría —dijo educadamente y con una sonrisa— Nunca están de más unos brazos y lo que dices de las ruinas es cierto, recuerdo que mi padre y mi abuelo a menudo hablaban de antiguos túmulos cercanos a Carrera Blanca y de como les hubiera gustado patrocinar expediciones... Sin duda es un negocio con buenas ganancias.
El viaje continuó tranquilamente sin muchos altibajos, el camino estaba bastante transitado entre otras carretas, cazadores y viajeros. En alguno de esos fugaces encuentros pudisteis apreciar algún rumor acerca de que hará pocos días se pudo ver la pelea de dos dragones en el cielo del lago cercano al camino que discurríais, pero que tras el enfrentamiento de las sierpes todo volvió a la tranquilidad.
Helgen estaba cerca, y al mediodía del primer día del mes del Fuego del Hogar, llegabais a vuestro destino.
Pasáis a esta escena.