https://www.youtube.com/watch?v=7UMALzz0Q6s
Los días se siguen pareciendo entre sí. Nunca pensaste que echarías en falta las variaciones entre estaciones, pero te descubres a ti mismo pensando en el el repiqueteo de la lluvia en el exterior en los días en los que no tenías ni patria ni refugio.
Quizás solo se trate de que has estado soñando con ello. Durante unos minutos, te demoras, dejando que la música de tu despertador flote un poco más antes de detenerla.
Tu casa es, como las de la mayoría del Búnker, un ejemplo de espacio bien aprovechado, aún cuando no supera los 35 metros, poder prescindir de cocina, hace que el espacio parezca expandirse. Las lámpadas con hologramas 3D como imitación de ventanas hacen maravillas para reducir la sensación de encierro.
Casi hasta podrías imaginarte teniendo una vida normal aquí. Casi
Ahora puedes narrar un poco el principio de tu mañana, tus pensamientos e indicarme dónde quieres ir.
Casi pude sentir en mi piel las gotas frías de la lluvia que caían del cielo, el sonido tan característico que hacen al estrellarse, el olor a humedad…Empecé el día con melancolía, incluso nostalgia. Aquellas sensaciones ya perdidas….fueron una ilusión, pero parecían tan reales.
Con desgana me levanté de la cama, tenía que renunciar a su comodidad tan tentadora. Había dormido en sitios peores, así que este santuario impregnado de un impoluto blanco era mucho más de lo que imaginé. Aquí podía sentirme seguro, lejos de enfermedades, máquinas, y de locos. Aún así, todo paraíso no pude durar para siempre, algo que aprendí por las malas.
Tenía que empezar mi monótona jornada, todos los días desde que entré me parecieron iguales, daba igual que fuera lunes o domingo. Vivir aquí tenía sus obligaciones, y yo no era la excepción. Si no me ocupara de la minería nadie más lo haría. Pese a lo difícil que podía ser el trabajo era gratificante sentirse útil, necesario.
Lo primero era una ducha fría, me servía para despejarme, era mi ritual de cada mañana, de cada día. Con paso lento, como si me costase dar cado paso me dirigí a las duchas con la ropa que me pondría, estaría limpia pero eso duraría poco. En cuanto termine mi jornada necesitaría otra duchar para quitar la molesta y pegajosa suciedad que se habría incrustado en mi piel y otra muda.
Es mediodía cuando Frederik regresa a su dormitorio, directamente desde el Comedor.
La sala está exactamente como la dejó a su salida, a excepción de que la ropa sucia ha sido retirada, y nuevamente hay ropa limpia en sus cajones. Así de diligente son los servicios automáticos de limpieza en el Búnker.
Al menos, aquí podía tener nos minutos de tranquilidad.
Agotado de tanta tontería me fui a mi santuario, lejos de idiotas y locos. Necesitaba un respiro, entre unos y otros mi paciencia que precisamente no era muy alta había sido mermada. Por esa razón preferí aislarme durante unos minutos para recargarme. Lo necesitaba con urgencia.
Entré y me dejé caer en la cama lanzando un suspiro de fastidio. Ni siquiera me fijé demasiado en si estaba o no limpia. Me tumbé boca arriba para mirar el infinito, o el techo en este caso. Cerré los ojos durante lo que podría ser unos segundos que se convirtió en minutos.
No quería despistarme, tenía una hora de plazo para elegir quien me molestaría durante lo que quedara de día. Además, tendría que preocuparme del encargo de mi superior, solamente que no contaría con la molesta y caprichosa de Maxinne para llevar a cabo. Tendría que confiar en otra persona, ¿pero quién?
Después de haber perdido un poco de tiempo en descansar abrí los ojos. Y sin moverme le hablé a la IA con bastante desgana por el asunto. - IVI. Necesito saber quienes están disponibles para hacer el simulacro. Concretamente aquellos que todavían no han elegido compañero o grupo. - Ese era mi primera prioridad, lo otro tendría que esperar, necestaba orgonizar mis ideas.
La terminal emite un leve zumbido al activarse para responder a tus preguntas.
- En torno al 80 % de los ciudadanos han escogido ya un acompañante temporal.
Algunas de las personas que aún no han escogido, de este cuadrante del Búnker son: Alex Maloy, Amadeus Jaggerjaques, Arango Khan, Cristopher Grend, Déborah Williams, Dr. Arthur Blakwood, Hadmud Efrein Hareb, George harrington, Lord Thomas Greenwood, Maxinne Bishop, Miguel Santos, Phileas Verne, Rachel Ahmed, Utolsó Remény.
Escuche cada nombre mencionado, algunos me producían agotamiento mental como Miguel, Deborah y Maxinne, otros indiferencia como Utolsó y Arango. Había algunos que no conseguía identificar, ya sea por mi falta de contacto o por trabajar en diferentes secciones, además, siempre era más fácil recordar un cara que un nombre.
Imaginé que algunos habían escogido ya, pero no que fuera una inmensa mayoría. - ¿Y qué grupos y parejas se han formado? - Pregunté nuevamente, quizás me interesara alguno ya creado más que emparejarme con alguien que quizás la convivencia fuera...conflictiva. Algo que por supuesto quería evitar a toda costa a ser posible.
Sabía que si no tomaba una decisión la IA lo haría por mí, así que antes de estar con alguien que me provocara ganas de estrangular tenía la intención de dejar claro que eran personas que NO, y en mayúsculas, NO quería compartir...espacio.
- Quiero en mis preferencias que no se me asigne los siguientes sujetos. Maxinne Bishop, Deborah Williams, Miguel Santos, y para terminar la lista uno de los nuevos. Él más joven. Creo que su apellido era Verne. - Esperé que aquello sirviera de algo, y si no, solamente tendría que aguantar lo que quedara de día y mañana cambiar.
Evidentemente no contaba con aquellos que no tenían la ciudadanía, entre ellos Charlie que conseguió hacerme reír un poco. Lástima, no me importaría formar equipo con él, además compartíamos sector. Hubiera sido un buen neutralizador frente a Maxinne que contal seguridad le acompañaría a todos los lugares.
Un leve zumbido en la habitación en calma.
- Preferencias actualizadas.
Me sentí ignorado, no respondió a mi otra pregunta, supongo que no tenía porque saberlo pero aún así me molestó...un poco. En cualquier caso me tenía que dar prisa, desconocía cuánto tiempo disponia, era evidente que cada minuto que pasase era un minuto desperdiciara. No me preocupaba en exceso no elegir, sin embargo prefería que no me tocara con algunos, podría caer el riesgo de que al final del día..fuéramos menos. Bueno, era una exageración.
Pensé en la cantidad de miembros para formar un grupo, si siempre teníamos que estar acompañados era preferible ser pares por si alguien tiene que ir a determinada zona o cumplir un inesperado encargo que al menos otra persona le pudiese acompañaro y los otros dos restantes puedan continuar con otros asuntos.
De los nombres pendientes de asignar, habían unos cuantos que no me hacían determinada gracia. Así que obviamente los omití. - IVI, quiero que envies la solicitud de grupo a Utolsó, Arango, y a...¿Christopher?. - los dos primeros no me molestaban mucho, además, estaban en mi misma sección. Y el otro era uno de los nuevos, alquien que no conocía, y por lo poco que ví, tenía templaza. Una virtud que hoy en día escaseaba.
Había otra cuestión que no podía quitarme de la cabeza, no me parecía de vital importancia, aún así, era mejor que lo comprobara. - Y otra cosa más, ¿se sabe algo de los doctores Noval y Carter? - Nada más realizar aquella cuestión, pensé en que seguramente sería ignorada. De todas formas, me daba igual saber o no la respuesta.
No estás seguro de cuando te has dormido. Probablemente necesitabas descansar más de lo que pensabas, aunque no hayan sido más que unos pocos minutos.
Hechas un vistazo a la terminal:
Preferencia de emparejamiento. Cristofer Grend y Utolsó Remény, acompañados de una persona más están en el comedor, pero saldrán en nos minutos.
Puede salir para unirse a ellos o seguir esperando por una respuesta de Arango.
Disculpa el retraso.
Sin darme cuenta, mis ojos se cerraron fruto del cansancio, ¿o puede que fuera del aburrimiento? A saber. En cualquier caso no podía permitirme descansar más, ya había perdido demasiado tiempo. Era el momento de ponerse manos a la obra. En primer lugar, quitarme de en medio la tontería de los grupos.
Como no recibí contestación, y aún disponía de tiempo, preferí ir personalmente hasta el comedor para zanjarlo de una vez, preferiblemente antes de que una caprichosa IA me asignara compañeros cuyas ganas de estrangular podrían crecer exponencialmente.
Abandoné la comodidad de mi lecho para ir al mencionado lugar, era donde se supone que tenían que estar dos de las tres personas que solicité un grupo. Luego iría a buscar a Arango, o puede que exista la posibilidad de que se uniera alguien más. En su momento ya lo decidiría.
Iré en su búsqueda. – Si es que no se marchan antes a realizar a saber qué. No me agraba la idea de perder el tiempo buscándolos por todo el refugio así que raudo salí de mi habitación bastante despejado a decir verdad. Tampoco necesitaba mucho para incorporarme. Con destino al comedor, mis pasos me llevarían allí. Si entendí bien quedaban tres personas, el novato más mayor, Utolsó, y una tercera persona que no sabían quién sería.
Dirección Comedor
La oscuridad es casi absoluta. Ni siquiera estás seguro de cuanto has dormido, o si lo has hecho.
Terminas de despertar abruptamente cuando el eje de equilibrio se invierte, y caes rodando sin previo aviso por una trampilla que acaba de desplazarse desde tu celda.
Parpadeas, tratando de identificar dónde estás, y el golpe a tu espalda de la trampilla al cerrarse te lo confirma.
Has regresado a tu habitación. Estás solo.
Instintivamente, te llevas las manos a la cabeza, que aún gira en el desconcierto con punzadas que podrían taladrarte el cráneo. Recuerdas el forcejeo. Recuerdas el brillo metálico en sus manos, y cuando ese pensamiento se aclara en tu mente, el dolor en tu brazo regresa. Te ha herido. Ese... tipo, quien quiera que fuese, llegó a herirte. ¿Pero cuando fue? Los latigazos en la cabeza te dicen que hay algo que se te escapa, que tienes en la punta de la lengua.
Te medio-incorporas y vas hasta el grifo de tu habitación. Caen apenas unas gotas. El suministro está cortado. Grandioso. Aprovechas esas coger para pasártelas por la frente y respirar despacio.
Entonces al fin un recuerdo distante. Uno de los artefactos que llegaste a repasar era parte de la defensa del búnker. Su honda de choque era un método no-letal de contención. Sólo servía contra entidades con mente humana, mientras que muchos androides no notarían ni un cosquilleo. Su instalación tenía algún tipo de polémica, pero un mecánico veterano te habló de una revuelta que sucedió hará algunos años. No te habló de los detalles, pero por lo visto más de uno necesitó prótesis después de aquello, y ese arma se desarrolló como alternativa, pero nunca había llegado a ser necesaria.
Los síntomas de desorientación que muestras son muy parecidos al uso de aquel arma.
Tirada oculta
Motivo: Inteligencia + tecnología Fred
Dificultad: 1
Tirada (5 dados, se repiten 10s): 5, 2, 8, 4, 1
Éxitos: 1, Éxito
Sentía como mi cabeza daba vueltas, mi cuerpo intentó incorporarse pero se quedó en eso, en un intento. Confusión, caos, demasiado para mi gusto. Me impedía entender que había pasado. Sin embargo regresé a mi habitación o eso parecía. Revisé mi brazo, y salvo la sensación de molestia seguía entero, me habían herido sin percatarme de ello.
Me maldije a mí mismo por haber bajado la guardia mientras mis pasos torpes se dirigieron al cuarto de baño con la esperanza de que un poco de agua pudiera aliviarme. Tampoco sirvió de mucho. - Joder...lo que me faltaba. - Apuré las escasas gotas que pude obtener, no gran cosa, pero era mejor que nada.
Unos segundos después, pude empezar a organizar mi maltrecha cabeza, la sujeté con ambas manos para que dejase de dar vueltas de forma intermitente. Poco a poco, y con esfuerzo, comprendí un poco mejor mi situación. Un intruso, que intentó acabar con X06 usando aquel artefacto, en teoría bastante eficaz contra aquellos robots que conservaban la mentalidad humana.
No sabía que hacer, y mi cuerpo me imploraba descansar, regresé a la cama, necesitaba recomponerme, por lo menos lo suficiente para volver en mí. Un poco de tiempo facilitaría que regresase en mí la parte más productiva. En mi estado, poco ayudaría, y eso me llenaba de frustración.
Ya tumbado en la cama, sujeté mi cabeza con ambas manos con bastante firmeza. - Para ya de una puta vez, ¿quieres? - Dije en un tono molesto, casi enfurecido, conmigo mismo.
No sé cuál sería, pero me gustaría hacer una tirada de Resistencia + algo para mantener mi compostura y ser persona, eso o me tomaré un turno o dos a lo sumo para recuperarme.
Adelante. ambas opciones son válidas. Estás solo, así que eres dueño total de la escena ;) durante un rato no te van a molestar.
Motivo: resistencia+aplomo
Dificultad: 1
Tirada (6 dados, se repiten 10s): 9, 2, 7, 8, 4, 5
Éxitos: 2, Éxito
El rato que invertí en descansar me sentó de maravilla, la cabeza cesó en su incómoda labor de dar vueltas, pese a que la sensación de estar desorientado aún seguía aunque por suerte fue a menos. No obstante, el brazo no terminaba de responder del todo, y eso me empezó a preocupar ya que influiría en labor, simplemente esperaba que volviese a funcionar como siempre.
Al pensar mejor en lo sucedido, todavía no comprendí cuando recibí el ataque, no lo recordaba, ni siquiera un pequeño flash que me diese una maldita pista. Nada. También me pregunté que habrían sido de X06 y del técnico. Decidí no preocuparme más por ellos, no serviría de nada. Tendrían que cuidarse.
Todavía necesitaría otro rato más para poder rendir en condiciones, y no tenía intención de abandonar la comodidad de la cama por el momento. Aún necesitaría descansar otro poco. Ya más tarde me ocuparía de por el resto de cosas que tenía que hacer y comprobar.
Por mi mente pasó un análisis de la supuesta arma, que todavía no comprendía del todo su funcionamiento. Bueno, todo lo que mi cabeza podía hacer sin estar a pleno rendimiento. No paraba de preguntar quién diablos era aquel hombre que nos había atacado, y sus razones. Obviamente, no lo dejaría pasar. Era...importante averiguar que diablos estaba pasando en el búnker.
Quedan muchas preguntas sin respuesta, y mucho te temes que tras estas solo hayan más preguntas.
Sin darte casi cuenta, te estás quedando dormido. Apenas escuchas el sonido de aviso de llegada de un email, pero es probable que lo dejes para responder mañana.
-" Espero estés de una pieza, esto te lo mando desde mi propia habitación tras ser sacado de la habitación a la fuerza por medio de una vaina, según me han dicho el intruso a sido reducido, cosa que no tengo muy clara vista la situación donde estábamos. Si lees esto, mándame una respuesta, con un simple Si me vale, se que no caigo bien. Llámalo curiosidad y seguridad si quieres.
Att.Utolsó"
Cuando creí que caería derrotado ante el sueño, un sonido llegó a mis oídos, un sonido que me avisaba de un mensaje. Tardé un poco en comprobar su contenido, quizás fuese importante, y por eso finalmente me decidí a incorporarme como pude. Mi estado mejor, sin embargo, aún distaba de estar a pleno rendimiento.
Al leerlo vi que se trataba del técnico, y como yo, corrió la misma suerte. Por lo menos acertó en que no me caía del todo bien, y pese a que estuve tentado de esperar a la mañana a contestar, o mandarle un simple “Sí” tal y como pidió, preferí ser más responsable, quizás él tuviese respuestas que me facilitaran la tarea de comprender lo que había sucedido.
Con desgana, mis dedos empezaron a escribir el contenido del que sería mi respuesta pese a que uno de mis brazos se moviese torpemente.
He tenido al misma suerte. A mí también me cuesta de creer lo de que fue reducido, el encuentro no era muy favorable para nosotros. ¿Sabes algo de X06?
Frederick
Tratas de aguardar un poco, pero es probable que Utolsó ya se haya acostado para dormir. Cualquier respuesta llegará ya mañana, así que acabas por sucumbir también al descanso.