Partida Rol por web

Tu disparo la alcanza nuevamente y puedes ver son satisfacción cómo su forma comienza a diluirse, pero no es suficiente para que se desvanezca. Sus movimientos son más lentos que los anteriores, y eso hace que te confíes. 

El golpe te alcanza voraz, provocando una oleada eléctrica que aturde tus datos. No puedes evitar perder algo de cohesión, y un momento después la sonrisa sádica de tu atacante se ensancha. La fuerza que has perdido tu, en parte ella la está recuperando. Se ha alimentado de tus datos.

No te has recuperado, cuando el segundo ataque te alcanza desde un costado. El niño hunde el pequeño filo que enarbola aprovechando tu momentánea debilidad. Sientes que el dolor está comenzando a enturbiar tus acciones.

- Debórelos - Escuchas la voz del soldado - La chica aún está herida, no podrá resistirse. Yo puedo ayudarle...

Los mordiscos de los seres son tan dolorosos como los de la vida real. E igual de peligrosos por lo que parece. Grend apenas puede mantener la cohesión, sabe que no puede volver a recibir otro ataque así.

Es en ese momento cuando escucha la voz del soldado. No le gusta mucho lo que sugiere, pero nota que no tiene muchas más posibilidades si quiere sobrevivir.

Mu..muy bien. Hagamosló.

A regañadientes, cedes el control y sientes como tus manos se mueven sin haber recibido orden alguna y apuntas con cuidado. Pero no es solo el acto de apuntar. Esta vez no es accidental. Hay intención en ese gesto, y un momento después, la sensación de apretar dulcemente el gatillo.

En esa fracción de segundo, todo se mueve un poco más despacio. Tu arma es una parte de ti. Una extensión de tu piel que toma forma con un perfil familiar, pero sigue siendo algo tuyo. Algo única y exclusivamente tuyo. Y cada bala es también una proyección de tu voluntad. Y con esta voluntad, lanzas una parte de ti, pero no como una piedra que no regresará. Lanzas un gancho que se hunde en el pecho de la criatura, la cual apenas tiene tiempo para gritar y retorcerse una única vez antes de que sus hilos y cadenas de datos se destejan, alimentándote. Con esos pedazos reestableces las lineas que tenías perdidas. La sensación es muy parecida a cuando te uniste al soldado, solo que más sucia.

Un momento después sonríes. Tienes el control de la situación y el niño no ha redoblado su ataque. Parece que tu repentina acción lo ha desconcertado, y apenas ha atinado a dar un paso atrás... Pero eso no significa que no vaya atacarte, si le das un solo instante.

Un momento después, tienes otra vez el control de tus actos y sabes cómo repetir lo que acabas de hacer.

La sensación fue por unos instantes placentera, pero sólo por unos instantes. Después Grend se dio cuenta de lo que estaba haciendo y la sensación cambió completamente.

¿En qué me he convertido? ¿Soy una especie de...vampiro? Asimilo a los demás. Pero me pierdo a mi mismo.
No puedo hacerlo.

El "niño" se había detenido al ver lo que Grend había hecho. Y eso le dio tiempo a reaccionar. Le apuntó con su arma, pero la forma normal. No la de absorción.

Mira, no quiero matarte. Pero no puedo dejar que me mates tú a mi. Marchate y no te pasará nada. ¿De acuerdo?

El ser que ves ante ti vacila. Durante unos largos primeros instantes casi estás seguro de tener que emplear nuevamente la fuerza, pero poco a poco comprender que no tiene intención de atacarte.

La forma retrocede penas un paso, y entones ves como algo nuevo sucede con ella. Como si de lozas de ladrillo se tratase, su forma se fragmenta, dejando pedazos de sí mismo que bien podrían recogerse con un puño. 

Cada uno de éstos se mueve levitando pro orden y cogen velocidad antes de desaparecer por la esquina desde donde te siguió. 

Nuevamente, eres dueño de la situación ¿Pero por cuanto tiempo?

En el nuevo silencio, haces un rápido repaso mental, reconociendo tu estado con el acto reflejo del soldado que sabe que no todas las heridas que sangran se sienten, y entonces te haces consiente de algo que hasta ahora te ha pasado desapercibido. 

Hay un leve pulso eléctrico, rítmico, en la dirección en la que caminaba la forma a la que seguiste inicialmente. La cadencia te recuerda a una conversación. Gente capaz de hablar y dialogar... es gente a la que se puede sacar información, pero también es un peligro potencial. 

Christopher bajó el arma y respiró algo más tranquilo en cuanto vio desaparecer al "niño". No le habían sentado muy bien tener que acabar con la " chica", pero era ella o él. Y de momento necesitaba seguir siendo él. O lo que quedara.

Una vez calmada la situación se replanteó de nuevo sus opciones. Había entrado en aquel lugar para despistar a sus perseguidores y buscar un formación, y por lomque podía percibir si seguía por aquel camino encontraría a alguien (esperaba que menos violento, y tetrico a poder ser). Así que siguió, pero sin guardar las armas. Por si acaso.

Una vez más pensó en lo que pasaba en el mundo real, y en cómo podía avisar a alguien de lo que le había pasado (y que además le creyese por supuesto) pero no veía la manera de poder hacerlo...de momento.

Y también está Jade. Demasiadas cosas pendientes. No puedo hacerlo yo sólo. Necesitó ayuda.

Una parte de tu atención se diluye, siguiendo el hilo en dirección a Jade. Por suerte, puedes comprobar que está bien. Viva, y sin un gran peligro en las cercanías. 

Mientras hay algún movimiento en aquella sala, has seguido avanzando en esta. Si, estás convencido de que se tiene que tratar de una conversación, pero al viajar por el canal... un momento más tarde tienes la sensación de estarte alejando, como si hubieses pasado de alto algo. *

Grend se quedó helado, como si fuese la niña, cuando vio que la puerta se abría. Quería hacer algo, cualquier cosa, para llamar la atención de esas personas y que no la viesen. Al final se marcharon sin detectarla.

Buf. No sé si puedo respirar o no. Pero desde luego si pudiese habría estado aguantandola hasta que se marcharon.

De momento no podía hacer nada más para ayudarla. Tenía que seguir moviendose y encontrar ayuda. Pero de repente las voces que detectaba se empezaron a alejar.

¿Me han oido o me he pasado de largo?

El antiguo general se detuvo y volvió sobre sus pasos por si había pasado algo por alto.

"Hablemos de" Cerrando historias...

Te ha costado, pero lograste contactar con un grupo de espíritus que encajan algo más en tu forma de ver las cosas. Si no los habías localizado hasta ahora es porque te faltaban algo que ellos llamaban Protocolos de acceso o no-se-que historias. 

Te cuesta largas horas de conversación que confíen en ti, pero finalmente te cuentan que su intención era derrocar al Consejo. Una serie de marionetistas que dirigían la vida de todos los ciudadanos de este Búnker. Eran ellos los que habían hecho de los supervivientes de este lugar meras marionetas. Androides humanos  sin opinión propia. Todos los días lo mismo. Lo difícil era hacerse oír. 

Te cuentan que lograron entablar contacto con una persona a travéz de uno de los juegos de simulación. Temían que su juicio no fuera lo bastante certero, por su estado actual casi-viviente pero no-humano, por lo que querían tener la opinión de alguien más.

Sospechan que esa persona murió, y que el incidente sucedió la noche antes de que se terminase tu cuarentena. 

Por otro lado, la pequeña Jade termina por ser encontrada. Pasada la primera reacción de pánico, acabó por quedarse dormida. 

En algún momento, los protocolos de localización de la propia instalación dieron con ella, y avisaron a un grupo de gente que había ido en su busca, la periodista que era su tutora en cabeza, para recogerla y llevarla a casa. 

La niña no opuso resistencia por simple agotamiento.

Tarde o temprano descubres que en la reunión principal no han llegado a ningún acuerdo. Varios grupos han llegado a las manos, algo hasta hace poco impensable en la sociedad ordenada que se había generado en el recinto. 

Era bueno tener por fin un lugar donde descansar, recuperarse y conseguir algo de información. Ahora tan sólo quedaba tener un curso de acción.
Grend, o lo que quedaba de él, tenía una teoría. Que bien podría ser muy descabellada, pero era la que tenía.

Estaba claro que el consejo era corrupto, pero necesitaba pruebas de ello para poder exponerlo. Pruebas irrefutable. Cosa que veía dificil. Seguramente Ivi las tendría, pero sospechaba que si no estaba controlada por el consejo disidente, tenía su propia agenda. Y no era nada bueno para la humanidad.

Decidió seguir dos lineas paralelas de acción. Por un lado lanzar la baliza con personas dentro. Personas que pudieran tener una posibilidad allí fuera y rezar por que llegaran a buen puerto.
Y por otro que un grupo lo más preparado posible saliera del Bunker. Fuera estaba el Dios Maquina. Y tenían muy pocas posibilidades, pero había una nueva infección que estaba matando a la gente dentro del Bunker, y de ahí sí que no había escapatoria seguro.

Muy bien. ¿Donde puedo conseguir información sobre la nave? Capacidad máxima, no me refiero a la que se supone que debería ir. Si no a la exacta que podría llegar a ir sin demasiado riesgo. Hay que salvar al máximo número posible.
A partir de ahí tendremos que buscar gente adecuada para llenarla.

Y hay que tener vigilado a los del consejo. Y grabarlos a ser posible.

¿Cómo lo veis?

Son pocos en el consejo, por lo que es fácil mantenerlos vigilados para ellos. Mirar es seguro, te cuentan, mientras no intentes nada raro. 

Además de eso, consigues algunos datos sobre la nave. 

En plena capacidad, y si el viaje fuese a durar solo un año, podría dar cabida a unas 12 personas, incluyendo personal indispensable para el funcionamiento y pasajeros. Tiene algunos sistemas de automatización, pero en los protocolos, cosa que compartes, se especifica que es prioritario que las funciones más importantes las tenga a cargo una persona de carne y hueso.

Además de eso, también podrían transportar a unos 4 androides. 

Sin embargo, por algún motivo la tripulación recomendada es, como mucho, de 6 personas normales y 2 androides opcionales, desconoces la razón para ello.

Conoces lo suficiente de este entorno como para saber que la nave necesitará navegante, piloto, capitán, artillero y mecánico solo para poder despegar. Eso, sin contar con otras personas como científicos, personalidades o gente que quieras que esté incluida en el recuento por compasión.