Partida Rol por web

No tardan mucho en alcanzar el nivel de ingeniería gracias a los ascensores y accesos directos.

En los pasillos se respira un ambiente enrarecido. Miradas confusas y desconfiadas que chocan frontalmente con lo apacible que ha sido todo durante los últimos años. Más de una persona luce ojos morados o brazos en cabestrillo. Los nombres que cruzan las estancias y pasillos hacia Ingeniería tratan de no fijarse demasiado en ello.

Conociendo la urgencia, el paseo es silencioso, cada uno sumido en sus propios pensamientos.

Al llegar frente al acceso de Ingeniería, Raquel abre tocando con la mano el identificador lateral y accede, asumiendo que los varones la seguirán.

Allí les espera Imâd, uno de los ciudadanos mejorados del búnker. Si fue una decisión tomada para sobrellevar alguna enfermedad, o un mero capricho, lo desconocen. No es una persona que hable mucho de sus problemas, aunque siempre ha sido una persona afable.

Cuando se dirige a él, Rachel usa su árabe materno, lo que le da una sonoridad totalmente diferente a su voz. Gracias a los chip traductores, ninguno de los hombres tiene problema alguno en comprender la conversación.

- Buenos días, Imâd. Necesitamos recoger un droide. Alcánzame el formulario. 

- Buenos días - Responde escuetamente el aludido. Tarda un poco más de la cuenta en entregar una de las pantallas táctiles que suelen usarse para estos menesteres - No puedo prohibirte intentarlo.

Hay extrañeza en la expresión de Raquel, y después de varios accesos rápidos y teclear durante medio minuto, la pantalla se bloquea, quedando completamente en negro a excepción de un mensaje central en letras árabes. - ¿Qué es esto? ¿por qué me deniega el acceso? - Exige saber ella.

- No soy yo quien tiene que explicártelo - Se cruza de brazos y mira a un lado, como si no quisiera saber nada del asunto - Pero si el sistema dice que no tienes acceso, por algo será. Lástima que no tengas un permiso de orden superior.

- No me hagas perder el tiempo. - la voz de ella se afila en tono de amenaza - Estamos aquí por encargo del Subinspector. No, del Inspector en funciones. 

- Si es así, puede venir él personalmente a resolver el bloqueo. - El hombre no es nada colaborativo, evadiendo por completo ayudarles. 

Por un momento, piensan en el tiempo que se tarda en bajar, mas el tiempo de subir nuevamente, el retraso en buscar lo que necesitan, tener que pasar otra vez frente a las miradas tensas de los pasillos... Maldición.

Frederick da un paso adelante y toca la pantalla con la mano. 

*bip bip bip.

Acceso permitido. Acceso garantizado a materiales y piezas de fabricación, pasillo UNO.

La máquina termina su locución y Rachel mira brevemente al técnico y asiente sin agregar nada. Devuelve la pantalla al desconcertado androide de la recepción y se encamina sin más al pasillo señalado. 

Sólo cuando están a una cierta distancia, murmura un gracias. 

El pasillo al que tienen acceso se muestra como hilera tras hilera de estanterías de elementos y piezas de Hadware. No hay biotecnología avanzada, pero casi es mejor eso. La biotecnología tiene la mala costumbre de ser adaptable y permitir modificaciones a las IA almacenadas. Esto es mejor. 

Solo que ahora tienen que pensar en qué es exactamente lo que quieren construir...

-Mmmmm... -Aquella situación con Raquel, me hacia hacerme una pregunta. -Por que.- Y era una pregunta tan simple que quise hacérsela a ella directamente.

-¿Por que, tus permisos han sido revocados? Pensé que eras una persona respetaba en el bunker. -Pregunte a Rachel mientas observaba las estanterías y buscaba entre las cajas y útiles del almacén.

Hacer una cárcel debía ser sencillo, un sitio con gran almacenaje, una interfax para poder verlo y un medio para poder comunicarse con él. De echo, simplemente hacer una caja libre de red, con dos slots externos uno para conectarlo en la terminal y otro para conectar un monitor debería de bastar. Módulos RAM, un Micro... un placa sencilla y funcional... Era tan simple como buscar piezas para un ordenador uno potente con gran capacidad de memoria y almacenaje. Con el mínimo instalado, como un programa de arranque y otro de comunicación.

-Una pantalla, un HHD rápido y potente, uno o tal vez varios en paralelo. -Mis manos y mente eran mas rápidos que mi propia lengua e iba recogiendo lo que necesitábamos en una caja, sin demasiado cuidado, aun esperando una respuesta de aquella mujer y las debidas correcciones de Fred, en cuanto al hardware que estaba eligiendo.

-¿Crees que una comunicación por teclado seria limitada? Deberíamos tener opción a comunicarnos con la voz. -Pregunte a Fred, mientras me hacia con un teclado mecánico.

 No me quedó más remedio haber utilizado mi posición. Al contrario que el técnico la razón de que los permisos de Rachel fuesen retirados o no me venía al pairo. Especialmente cuando los últimos días se habían convertido en una auténtica locura. Tenía no, teníamos trabajo que hacer. - Veamos, mi punto fuerte es el montaje, el tuyo el software. Tenemos que construir algún artilugio suficientemente capaz para encerrar al susodicho sin que pueda escapar fácilmente, porque solo nos faltaría eso. - Suspiré cansado preguntándome que diablos hacía yo cuando la integridad del cracker, como así lo había llamado yo, me traía sin cuidado.

Miré a Utolsó con el ceño fruncido. - ¿Quieres el teclado para los comandos? - Le pregunté dudoso. Luego pensé en ello. - Supongo que nunca viene mal tener diferentes formas de introducir las instrucciones. Es posible que alguna falle, o que no sea posible utilizar. - Encogí mis hombros.

A mí lo que más me interesaba era el como meter al saco de ceros y unos, y seguramente doses debido a los fallos que tenía, a la celda. - ¿Cómo lo conectamos a "él"? ¿Puerto usb? ¿Cable de red? La conexión tiene que ser directa, para que no aproveche y huya, y supongo que siendo consciente de su situación tan jodida, querrá colaborar si quiere salvar su culo. - Añadí molesto. No protestaría de forma clara, simplemente me limitaré hacer el trabajo, aunque me desagrade hasta el extremo.

Ella negó a la pregunta directa de Utolsó sobre los problemas que le dieron a la entrada, aparentemente tan sorprendida como los otros dos.

- Tengo mis sospechas, pero... no quiero sacar conclusiones precipitadas.

Alguien ha decidido añadir a mis permisos la coletilla de "pendiente de revisión", algo que ni siquiera está en el manual. Hasta ahora, o tienes o no tienes permisos para algo. Esto es demasiado... subjetivo  - niega - La burocracia después. 

Entre los tres pronto lograron lo que necesitaban. 

Es fácil conseguir un dispositivo funcional ¿pero cuantas medidas de seguridad harían falta para contener lo que esperaban extraer de la terminal de 42? 

Raquel no era tan experta en los dispositivos que escogían los dos hombres, pero sí lo era para coordinar y hacer las preguntas indicadas, referidas a seguridad.

- ¿Sería posible usar un segundo dispositivo físico para trabajar a través de dos interfaces, y que el segundo actuase de Firewall? 

- ¿Cual es el mejor contenedor para someterlo a posición de esclavo y que ningún software pueda modificar esta asignación?

Al final, logran lo que querían. Tan simple que cualquier adolescente podría montar algo parecido. Tan eficiente como el tiempo les ha permitido. 

El núcleo central del soporte escogido acogerá al huésped, manteniéndolo, al menos en teoría, aislado de todo lo demás. Si su IA es lo bastante avanzada podría tratar de desbloquear las limitaciones de Software, pero que tenga alguna clase de capacidad para reconfigurar el hardware físico es considerablemente más improbable.

Para analizarlo es inevitable necesitar puertos de entrada y salida de datos. En la segunda capa, el dispositivo de órdenes que albergará los programas de análisis, así como la entrada de datos. La paranoia de Rachel les ha animado a conectar éste con cables Simplex al central. O lo que es lo mismo, que sólo admiten información en una dirección. Pocos podrían haber pensado que un soporte tan limitado fuese a servir de algo. Finalmente, dos pequeños monitores (uno para comunicar con el núcleo y otro para el dispositivo de análisis), un teclado plegable fino como una lámina de papel y unas pequeñas cajas micro/altavoz fáciles de conectar y desconectar con un parpadeo, para que no falten opciones.

Decidir, encontrar y montar lo que necesitaban les ha tomado poco más de una hora.

Suerte que pudimos saltarnos los rollos burocráticos usando mi posición, no es que fuese gran cosa, menos si se compara con la de Rachel, pero menos daba una piedra. Vi todos los trastos que tenía a mi alcance. - Venga, a ponerse, manos a la obra . - Dije molesto, sin convencerme el porqué estábamos ahí, salvando el culo binario de un idiota que cuya ignoracia había provocado daño. Mucho daño. No obstante Cuarenta y dos había ordenado que no se “muriese”.

Entre la gestión de Rachel, los conocimientos amplios del experto en redes, y los míos en el hardware, en menos de una hora conseguimos armar el futuro contenedor del cracker, usando las piezas que habían allí. Como la parte física era mi campo, lo diseñé a mi completo antojo teniendo en cuenta las necesidades de la situación. Comunicación mediante puerto, y por supuesto de movilidad reducida, había que limitarlo de alguna forma, no vaya ser que se escapase y la armase con todo lo que costó encerrarle usando métodos pocos ortodoxos por mi parte, pero e igualmente eficaces.

La parte exterior tenía aspecto de un robot de juguete, no más de dos palmos de alto, de forma circular. Carecía de brazos, pero no de una pequeña pantalla de salida de datos y un teclado práctico para la entrada. Observé la creación con una media sonrisa de ironía y satisfacción a partes iguales. - Bien, creo que ya está todo. ¿Qué os parece? - Pregunté a ambos, no vaya a ser que se nos hubiese pasado algo importante en la creación de aquel trasto inútil.

- Creo que es adecuado - Responde Rachel no sin algo de humor negro

Al fin se han puesto de acuerdo con la forma externa, y se encaminan en dirección ascendente. El aspecto de los pasillos no ha mejorado. Se cruzan con alguien que tiene la nariz sangrando, y al verles cambia bruscamente de dirección, evitándoles. El ambiente en este tramo es tan opresivo que temen romper la quietud, por lo que el camino se hace silencioso. Por suerte, los ascensores responden adecuadamente, y pueden ahorrarse tener que usar las escaleras para regresar a los pasillos en los que 42 y Déborah les esperan.

Lo inquietante es que justo cuando abandonan el ascensor, en lugar de cerrarse las puertas a su espalda con el silbido habitual, emite un crujido. Se ladea ligeramente y la luz de su interior se apaga. Hay una pequeña fluctuación de luz en el pasillo, y un momento después, se restablece todo menos el propio ascensor, que permanece inerte. Los problemas avanzan.

[Regresamos a la otra sala]
 

Alce una ceja ante la explicación de Rachel pero no dije nada mas, no era el mas adecuado para saber si decía la verdad o mentía, pero en estos momento no era esa mi prioridad sino encontrar la jaula perfecta para la versión digitalizada de Cristopher y a ello me puse.

Tardamos mas de lo que esperaba, pero el resultado cuanto menos fue eficiente, no así como su aspecto que era un tanto... inquietante.

-No entiendo tu sentido del orden en la jaula. -Decidí darle el nombre de jaula, pues me era mas facil referirse al aparato con una simple palabra que evocase mas o menos lo que representaba. -Pero no tengo objeciones en ello si realmente es útil. -Dada mi opinion, así como lo hizo la mujer de color, nos pusimos camino hacia donde descansaba 42, por el camino, vimos cosas que me hicieron recapacitar sobre la situación del bunker y cual seria la decisión mas lógica y correcta en esos momentos de extrema tensión, pero eran reflexiones simplemente, muy pronto para dar opinion o buscar respaldos. Ademas de que aun teníamos cosas que hacer mas prioritarias, es por ello que guarde silencio durante todo el trayecto.