Partida Rol por web

- En una cosa te equivocas, 42. 

Parece que se decide a intervenir, aunque sigue con la misma actitud distante. 

- Si quieres acercarte a la Nostromo sin que te vuelen la cabeza, necesitarás burocracia. O como mínimo, permisos, pero eso se resume nuevamente en más burocracia. Siempre estarás a tiempo de tratar de hacerte con ella por la fuerza si el diálogo fracasa, pero no llegaremos a ninguna parte si el propio búnker nos derriba.

Además... - Su mirada se pierde lejos - Es probable que más de uno se sienta más proclive a entrar en el juego, si les damos la oportunidad de sentir que sus vidas han servido para algo, aun siendo pura fachada.

Entonces mira a Utolsó.

- ¿A qué historiador quieres proponer?

-¿Charlie Fox? ¿El mecánico que contamino toda una planta? ¿Supuestamente muerto por contaminación? 

Hombre, técnicamente tú no contaminaste toda una planta, aunque es cierto que te pilló con los pies sucios de la porquería aquella que no sabes de dónde salió. 

Aunque es cierto que la última vez que hablaste con él, no fue una conversación grata.

Me llevé mi mano al rostro, una vez más. Sí, una vez más. ¿Cuántas veces lo hice hasta aquel momento? Perdí la cuenta. No importa. – La burocracia es tan molesta como incómoda, pero necesaria al fin y al cabo. No podemos permitir hacer las cosas fuera de normas, ya que como bien dice Rachel, cualquier paso en falso y nos convertiremos en unas putas dianas, y es lo que nos faltaba. Demasiados enemigos para encima tener más. Sin olvidar que el búnquer ahora mismo, está bastante…susceptible de cualquier ataque. – Añadí como refuerzo a las palabras de Rachel. Cansado, hastiado, y cabreado. Que además me hacía cabrearme aún más al haber sido consciente. No obstante, tuve que hablar. Con la larga lista de líos, no hacer bien las cosas, podría acarrear que la lista se alargue más de la cuenta.

Por lo visto a doc, le gustó mi idea. Supongo que tan descabellado y absurdo no le pareció. – Habrá que investigarlo, espero que hayan más planes que ese. Pero por el momento, hay que organizarse y dividirnos las tareas. También hay que ocuparse de esos devoradores. Si se hacen con el control del refugio estaremos vendidos cuando venga el Dios Máquina, o mucho antes. – Mis últimas palabras fueron un recordatorio a los presentes de otro de los problemas que no podía ser ignorado.

No tuve mucho más que añadir a todo aquello. – Quisiera también revisar a Fox. – Añadí con una mirada de soslayo al nombrado. – Lo del resto del cuerpo, creo que será mejor para mañana. Estoy cansado, y hoy ha sido un no parar. Tengo la mente bloqueada ahora mismo. – Farfullé molesto, pero no con nadie, salvo conmigo mismo. Pero claro, tuve que aparcar mi orgullo, la batalla con el jodido crácker me dejó un tanto seco. Fue larga, ardua, y frustrante, y que prácticamente no ayudó en demasía.

- Está bien - Interviene Deborah, como si quisiera zanjar algo. - No estoy segura de qué pasos quieren tomar en adelante, pero hay que tomar un objetivo inmediato.

Con todas nuestras fayas, alguien tiene que hacerlo.

Decidme qué necesitan de mí. -pausa- si es que soy útil en algo. Y lo mismo se extiende a los demás.

Pasa la vista de unos a otros. -Sé que están cansados, pero antes de descansar es conveniente que hayan definido objetivos para los próximos días.

En este lugar la burocracia es demasiado lenta... pero... puede que se pueda hacer algo para solucionarlo. Haber detenido al Hacker debería sosegar los ánimos... habría que buscar burócratas que nos quieran ayudar, como el doctor Dorn o el señor Jaggerjaques. Sólo espero que mantengan la cabeza lo suficientemente fría... no hay demasiadas plazas.

Cierro los ojos. paso la lengua para humedecer mis labios.

Un buen navegante, un piloto excelente, a ser posible con experiencia contra el Dios Máquina, el mejor artillero del búnquer, un mecánico todo terreno, un experto en comunicaciones... La decisión tomada. Esas son las seis plazas obligatorias para un buen funcionamiento de la Nostromo. Algunas plazas se podrían compartir. Luego además necesitaríamos un administrador y/o un capitán y/o un psicólogo... el viaje será largo y es necesario mantener la mente fría y el equipo unido. La Nostromo tiene funciones de IA que pueden suplir algunas de las funciones, pero no renunciaría a ninguna de las seis básicas.

Entonces miro a Deborah.

Seguro que no te cuesta encontrar al mejor artillero que esté dispuesto a abandonar todo esto.

Claramente la chica necesita hacer algo, está harta de tanto parloteo.

Doctor Blackwood, Nadia, Rachel... ¿sería posible extraer algún tipo de lista de aptitudes de los habitantes del búnquer? No podemos empezar un proceso burocrático, tal cual dice el señor Remény, sin una propuesta real.

Un pesado silencio se extiende en la sala.

Son muchas cosas en las que pensar, y en el fondo, la verdad.

Están realmente cansados. es demasiado como par pensar en los detalles. No así. No hoy.

Cuando el primero se da cuenta de la situación, la mayoría ha perdido el hilo de lo que se estaba diciendo. no se puede forzar la máquina más de lo que los agotados corazones pueden hacerlo.

Cubiertos por una neblina, escuchan a Nadia, quien les informa de que hay habitaciones disponibles en el nivel. No son habitaciones, sino unas salas acondicionadas para que estudiantes y científicos descansen unas horas cuando están muy agotados y sólo quieren dormir una corta siesta o estar cerca por su sucede algo con uno de sus proyectos.

Ahora, nadie las necesita, y regresar por los pasillos podría ser arriesgado. Secretamente, todos agradecen no tener que regresar.

Lentamente, la sala se va vaciando...

Estaba cansado, se notaba en mi cara, en mis extremidades y por supuesto en mi forma de hablar; que había pasado de la monótona típica a otra mas "quebrada", curiosamente me parecía que era mas adecuada dependiendo para que situaciones, pero seguramente esta sensación fuera presa del cansancio simplemente.

Nuevas palabras se unieron a la conversación, con nuevas variables y posibilidades y ciertamente se me empezaba a ser difícil continuar hablando de aquello, pero antes de disculparme y pedir descanso, como sugirió Fred, quise responder a Rachel y dar otra opción al respecto.

-Por eso mismo, por evitar el pánico, el que dirán y las evasivas. -Primero hable sobre la situación. -Lo mejor seria dar la oportunidad a cada uno de hacer una lista de sus elegidos, de quienes creen que deben estar y porque, acercar a todos a esa oportunidad, aunque sea fingida y de esa manera presionar a los altos mandos, para ceder y continuar por ese camino, hacerlo mas fácil y rápido que perder un tiempo que no tenemos en papeles burocratos. -Era raro escucharme decir esas palabras, lo sabia muy bien, también era raro para mi. Obviamente no eran mías sino de él, de mi único amigo o a quien lo consideraba un buen amigo.

-Y respondiendo a tu pregunta Rachel; pensaba en John Hazarda, es un hombre sabio, con la cabeza en su sitio, sabe hacer su trabajo y tomar decisiones difíciles. Una persona, que es evidente que debe estar a prueba como el resto. Pues desde el incidente apenas he podido entablar conversación de él. Pero goza de mi confianza, se de lo que es capaz y lo veo capacitado para su labor. -Tal vez hablaran mis años de amistad con él, pero también era cierto que John era un hombre inteligente y sin miedo a la realidad.

Dicho lo cual toque mi frente y sentí el frio sudor de nuevo. -Es increíble que lo diga pero al parecer neceisto descanso.

Escuché a unos y a otros, cada vez con el agotamiento dominando mi expresión. Froté repetidamente ambos ojos. Había sido un día difícil, al igual que el anterior, y los venideros tampoco tenían pinta de aflojar la invisible pero existente soga en el cuello. Atados de pies y manos, los grilletes redujeron nuestras posibilidades. Al menos así sería más fácil qué hacer, faltó lo de siempre, la manera.

Tanto el técnico como el inspector en funciones estuvieron de acuerdo en profundizar el tema de la lista de pasajeros. No obstante, fruncí el ceñó con los brazos cruzados. La necesidad de decidir quien entraría y quién......fue estresante. Suspiré holgadamente. - Mañana lo veremos, pero sí. Hay que hacer una lista, y dividir según por el cargo y habilidades. Aunque....hay poco espacio. - Añadí perdido en mis pensamientos.

Observé de soslayo a la silenciosa cabeza que no mencionó palabra desde un buen rato. Y obviamente no se trató de la batería. Quizás, a mínimos aguantaría más tiempo. Mejor así, no tuve muchas ganas de hablar ni de discutir, ni de perder el tiempo en tonterías.

La mención de dientes de acero captó mi atención. - Tal vez. Pero no olvides que no tiene la ciudadanía, no sé hasta que punto lo permitirían. De todos modos, ya iremos viendo a ver que pasa. - Comenté a modo de aclaración. Aquel hombre, no me produjo ni simpatía ni lo opuesto. También debido a las diferentes áreas de cada uno, sin olvidar el nimio detalle de que no fui uno de los más sociables ni abiertos. Siempre tuve trabajo que hacer.

Y un bostezo que ni me molesté en ocultar torció mi expresión. Sí, tuve que admitir el agotamiento tanto físico como mental. Demasiadas cosas en tan poco tiempo. Y aunque mi orgullo me lo impidió ver antes, mi cuerpo dijo basta. No me quedé mucho rato. Esperé a ver si alguien más tuvo que añadir o aclarar a todo lo expuesto, no obstante, un reparador sueño me haría ver las cosas de otra manera.