La noche ha sido larga. Terriblemente larga y mortalmente aburrida una vez lograste relajarte y comenzaste a ignorar los incómodos pinchazos de dolor ocasionales y el miedo a perder el conocimiento.
La IA ha desplazado ala altura de tus ojos una pantalla, ofreciéndote ver películas o alguna otra cosa que pudieras necesitas para no sucumbir al pánico. Puede que otro lo necesitara.
Al fin ha terminado, aunque no alcanzas verte a ti mismo.
Sientes el cuerpo adormecido. En algún momento has pasado de estar acostado a semi-sentado, y eso te da una mejor capacidad de control de tu entorno. Incluso el gesto más simple, como levantar un brazo o girar el cuello se te hace lento o prácticamente imposible.
Un rostro vagamente conocido que identificas como una de las doctoras que te examinó cuando llegaste al Búnker se muestra al otro lado del cristal de la cuarentena.
- Buenos días, 42 - Baja la mirada y lee unos instantes antes de seguir hablando - Por lo que dicen los datos, la intervención ha ido bien. Hemos sido capaces de restaurar y regenerar una parte de los tejidos dañados. Ahora es importante que pase bajo observación los próximos meses, pero Defensa ha hecho una petición específica de dotarlo de movilidad y se ha aprobado el uso de una silla adaptada de mantenimiento.
Creo que están barajando su nombre para un ascenso por su heroicidad, pero no me han informado de los detalles.
Dígame ¿Cómo se encuentra?
Como sentirme preso de mí mismo, las películas al menos son... entretenidas, pero sinceramente un tanto inútiles, lo que está pasando sigue pasando aunque me hagan mirar para otro lado y apenas puedo moverme. Una doctora me habla a través de una pantalla y hago un esfuerzo por mirarla. Sé que están haciendo lo mejor que pueden, pero la verdad es que no me parece suficiente con todo lo que está por venir. No obstante, eso es algo que tampoco voy a comentarles ahora.
Buenos días.
Respondo un poco seco. Pero es normal. Me siento mal. Me siento como si hubiese fracasado pese a los comentarios sobre... Espera. ¿Un ascenso? Qué diablos...
Estoy bien, doctora. ¿Y usted?
Me esfuerzo en dibujar una sonrisa, pero en mi estado probablemente quede más una mueca horrorosa que otra cosa.
- Los datos son positivos para usted. Se recuperará, pero no quiero retenerle.
Han convocado una asamblea en la zona central. Será una buena ocasión para comprobar su nueva autonomía. ¿Quiere acompañarme?
Abre las puertas de la sala de cuarentena, pero aún hay una pantalla que te aísla del exterior. cuando tratas de moverte por puro instinto sientes que el mundo se mueve a tu alrededor. el desplazamiento es suave, amortiguado. No percibes el clásico traqueteo de ruedas u otros medios medios metálicos. Más te recuerda a la suspensión de tus viajes botas. Tu nueva silla debe tener algún medio de auto-suspensión.
Me informa de que los datos son positivos, de que me recuperaré, como si pudiese no hacerlo. Sin embargo, tras asentir a su pregunta trato de avanzar... y es el mundo el que se desplaza a mi alrededor. Hacía tiempo que no me sentía tan reducido, tan mal. Pero ha sido mi decisión. Aprieto los dientes y avanzo tras la doctora.
¿Se sabe el motivo de la asamblea?
Pregunto. Al menos salir de allí servirá para despejar la cabeza.
- lo cierto es que no, aunque hay rumores sobre algún cambio en la estructura. Esta mañana no había agua corriente en las dependencias.
Sígame por aquí. Me temo que necesitaremos un acceso especial.
Asiento con la cabeza mientras sigo a la doctora.
¿Cambio de estructura?
Pregunto, aquello sonaba... extraño. Mi mente decía que quizá algo iba mal, pero claro, sin pruebas iba a ser complicado. Cuando comenta de un acceso especial en mi interior maldigo mi condición, deseando poder levantarme y salir corriendo en cualquier dirección a sentir el viento. Soy un maldito lisiado, joder.