Partida Rol por web

Finalmente te estás aclarando con los datos que te han facilitado. 

Aparentemente, "El búnker" te agradece el esfuerzo por hacerles llegar esta información Debían estar completamente ciegos desde que las conexiones cayeron. Son como críos que se asustan de que papá haya apagado la luz de la escalera, y se agarran a las mantas que les cubren como si solo ese acto fuera suficiente para alejar cualquier amenaza. Lástima que los monstruos sean reales. En el mensaje, te solicitan que no divulgues esta información por no extender el pánico, aunque un equipo de investigación como aquel en el que estás formando parte tiene permiso de cocimiento si crees que son datos que puedan ayudar a su labor. Dulces vacíos legales. No estás obligado a comunicarlo si no quieres, por tanto.

El contenido de los datos descifrados, sin embargo, te deja una sensación agridulce en el paladar. De alguna manera es la confirmación de que parte de lo que deseabas ha ocurrido. Solo que... No ha sido por tí... y la magnitud de lo que ha sucedido en el exterior te deja sin opciones de huida.

Hace diez años quizás habías llegado a escuchar de una docena de refugios operativos. Algunos se protegían gracias a que eran poco más que dos casuchas sin emisiones. 

Varios de estos corresponden a imágenes arrasadas. Para alguno de ellos necesitas hacer un esfuerzo considerable para identificarlo, dado lo destrozado que está el paisaje. 

Reconoces también la ruinas de Bankok, ciudad en la que naciste. Poco tiempo viviste allí. Imágenes del antes. imágenes del después. El bastardo al que le arrancaste la memoria parece que hubiese participado en el ataque.

En comparación, Rabat y Angola apenas pudieron someter resistencia.

Fechas de inicio de hostilidades. Fechas de caída. Numero de prisioneros infectados destruidos. Número de civiles "limpios".
Nuevas fechas de inicio de hostilidades. Fechas de caída. Numero de prisioneros infectados incinerados vivos. Número de civiles "limpios" lobotomizados para los experimentos que deba estar haciendo ese maldito Dios Máquina. 

Una parte de ti se niega a aceptar que todo lo que conocías, los fanáticos, los traidores... todos y cada uno de los que has conocido antes de llegar aquí... todas esas personas ya no existan. Sonríes en la sala para no dar muestras de tu turbación. 

Pero podría no ser así. ¿Y si quedase al menos un refugio mas? No puede ser que este antro se haya convertido en tu última oportunidad. Tiene que haber más escapatorias. A a máquina se le debe haber escapado al menos un refugio. Puede que alguno que ni la gente de este lugar conozca, pero tu si. Necesitarás algo de tiempo para comparar lo que recuerdas con la información que te han facilitado, pero en este momento otra tarea reclama tu atención, en el exterior.

Recibes de regreso tu terminal y puede ponerte a trabajar en ella inmediatamente. Charrón aparentemente es capaz de centrarse en lo que le han encargado, por lo que eres capaz de centrarte en las tareas coordinadas con Utolsó. 

Verlo trabajar te llama la atención. Apenas se mueve. Le basta con mantener una mano posada sobre una de las placas sensibles de su terminal. No es la primera vez que ves prótesis de mejora, y es evidente que Utolsó sabe hacer buen uso de su conexión directa con la máquina. 

Está muy por encima de cualquier otro programador o informático con el que hayas trabajado, aunque gracias a tu terminal eres capaz de seguirle el ritmo y facilitarle el camino.

Centrados en una tarea específica, los códigos y búsquedas fluyen con rapidez. Los escollos son superados con precisión, y pronto acceden a los rastros que el rastreador automático ha dejado para ustedes, dejando momentáneamente de lado la búsqueda de los mensajes más antiguos que les facilitara Dahlia.

El rastreador se accionó desde la plataforma de lanzamiento, en el espacio central. La autorización corresponde al Dr. Ulbreht Dohrn, algo que no les sorprende. 

Paralelamente, IVI comenzó un conteo de valores biométricos, pero algo ha debido retrasarlo, dado que no les han remitido resultados.

El siguiente mensaje fue una orden de búsqueda y aviso. Cualquier ciudadano conectado a distancia y cualquier androide lo habría recibido: Debía ser reportada cualquier anomalía. 

Apenas unos segundos más tarde, se envió una alerta desde este mismo nivel, en los pasillos de Administración y se registró un despunte de energía. El Rastreador fue en esa dirección, pero no fue capaz de identificar qué terminal había sido usada ni para acceder a la red por el haker, si es que  se había conectado físicamente, ni para dar la alerta. ¿Dos hakers enfrentaros?

Sea lo que sea, sucedió hace nos minutos escasos.

El rastreador quedó a la espera de órdenes, Pero después de un buen rato la señal regresa, y se divide. ¿Por qué regresaría el haker al mismo punto? ¿Qué hay en Administración que pueda interesarle? ¿O quizás fue solo un tanteo, una forma de despistarles?

Al menos una de las señales que se registraron debía ser falsa y el rastreador siguió pendiente de ambas. Uno de ellos envió unos minutos después un aviso de pérdida de señal. El contrario ha quedado desconectado tras el enfrentamiento, pero llegó a identificar una parte del programa que usaba el agresor. 

Ahora los dos tienen este fragmento de programa. En los saltos que haya hecho este sujeto podrán localizar más fragmentos. Si tienen lo suficiente, podrían crear un antivirus específico que acabe con él.

Para seguir en esa dirección la buena noticia es que disponen de más pistas. Por un lado, los mensajes guardados de la periodista, y por otro, las señales propias entre saltos.

No estás familiarizado con estas terminales, pero son rápidas y responden bien, lo cual es una alivio para tu trabajo. 

Por suerte, hace poco que revisaste datos muy similares, en las plantas interiores y eso te permite es más ligero. Al fin y al cabo, desde aquí puedes acceder a cualquier cámara en tiempo real. Todo un cambio.

Nada más empezar, ves el mensaje de alarma del que habla Utolsó y no te cuesta nada pulsar para comprobar ese asunto mientras se cagan los programas de control técnico. 

La cámara de la que habla Utolsó efectivamente está apagada, pero responde a la señal que le envías de reseteo. ¿Ya está? ¿Funciona? casi parece demasiado fácil. 

Pero cuando te llega la imagen, lo que ves te deja extrañado. Necesitas reenfocar la lente para leer, ya que está bastante cerca.

La rata está en los canales

Eso es lo que dice un trozo de tela mal sujeto con pinzas. ¿Pero qué demonios puede significar?

Paralelamente, el programa de reconocimiento técnico se ha cargado. No tiene tiempo para revisar cada máquina desde aquí, pero tal vez haya aluna forma de hacerlo más rápido. Solo necesitas pensar en ello.

-Vaya, que interesante.-La terminal iluminaba mi cara, mientras esta seguía impertérrita, tan solo mis pupilas de contraían o expandían, mientras hacia mi trabajo: buscar el origen de todo aquello. Un punto nos llevo a otro y así hasta llegar a una nueva ramificación, por lo que era esencial la comunicación entre ambos.-Que la parece doctor, yo sigo buscando los fragmentos en esas franjas perdidas y usted busca algo útil entre los mensajes de la periodista o sigue conmigo.-Era una pregunta que estaba dispuesto a esperar respuesta, pero no en cambio mi cuerpo, que ya empezaba a ahondar en las señales.

Finalmente, Phileas abandona la sala, dejando a su espalda un silencioso suspiro de alivio. La incomodidad general que el autoproclamado psicólogo estaba generando se dejaba notar. Incluso Anna, quien solicitó su presencia inicialmente, está empezando a mostrar algunas reservas. 

En cualquier caso, aún queda mucho por hacer.

- Vaya, que interesante.- La terminal iluminaba mi cara, mientras esta seguía impertérrita, tan solo mis pupilas de contraían o expandían, mientras hacia mi trabajo: buscar el origen de todo aquello. Un punto nos llevo a otro y así hasta llegar a una nueva ramificación, por lo que era esencial la comunicación entre ambos.- Que le parece doctor, yo sigo buscando los fragmentos en esas franjas perdidas y usted busca algo útil entre los mensajes de la periodista o sigue conmigo.- Era una pregunta que estaba dispuesto a esperar respuesta, pero no en cambio mi cuerpo, que ya empezaba a ahondar en las señales.

Ante el abandono del novato, la tensión en el ambiente se diluye de forma sorprendente, o quizás no. En cualquier caso, más margen de maniobra sin tanta tontería ni tanta distracción. Demasiadas cosas por hacer, no habíamos venido a este punto para perder el tiempo con gilipolleces.

Mis dedos no cesaban en teclear, y mis ojos observaban con escrutinio el monitor. Después de un rato invertido los resultados no tardaron en aparecer de una forma un tanto...¿curiosa? - Utolsó...- Empecé hablando mencionando el nombre del ténico para llamar su atención por un segundo. - La cámara que habías mencionado ya está operativa. - Comenté uno de mis avances aunque no del todo conforme.

Después desvié la atención a cuarenta y dos, mi superior. - Aún tengo que revisar el resto, pero me llevará tiempo, aunque antes...hay algo más. ¿Quieres echar un vistazo a esto? La verdad es que no sé muy bien que quiere decir. - Mi tono era enigmático. Incluso dudoso mientras mis ojos se volvieron a clavar en el monitor.

Cuando el señor Verne se marcha, asiento con la cabeza y suspiro profundamente. Luego me giro y miro hacia el resto de mis compañeros, complacido por verles trabajar.

Señorita Charrón, necesito que active las cámaras y el audio del pasillo y lo desvíe hacia alguna de las pantallas de esta habitación, sigo necesitando supervisar a todo el equipo y aún no han desactivado el protocolo de compañía, por lo que no podemos dejar completamente a solas al señor Verne.

Sonrío con cierto orgullo. Es entonces cuando el señor Ashton llama mi atención y miro hacia la pantalla para ver qué desea mostrarme.

Charrón mira al superior durante un segundo con duda - Si... creo que debería ser posible. Probablemente quede en el límite de lo que se consideraría respetar su privacidad, pero es verdad que estamos trabajando. La alerta es prioritaria.

Tras decir esto, y viendo que Frederick ha resuelto la petición de Utolsó, ella se centra en dicha tarea, echando solo un ojo a su espalda para ver qué es sobre lo que el técnico está queriendo llamar la atención del grupo. 

- ¿Qué se supone que significa eso?

La extrañeza de Anna podría hacer eco del sentimiento de casi cualquiera. Sobre la pantalla, hay una imagen enfocada en primerísimo plano. Alguien ha impuesto un papel... o trozo de tela sobre el objetivo, con algo escrito, pero no parece tener ningún sentido.

Todos pueden ver el mensaje con tan solo girar la cabeza.

La rata está en los canales

Mientras medita sobre ello, sigue trabajando en la petición de 42, y se gira a él. - Es posible, efectivamente, deme unos segundos... estoy segura de que lo puedo arreglar.

Simplemente asentí a las del mecánico, al no comentar nada mas, di por echo de que todo estaba en orden. Mientras, mis ojos observaban con interés la terminal, el resto de mi cuerpo no parecía moverse, no me hacia falta en realidad. Aunque a mis oídos llego la pregunta de Anna y como el resto, presa de la curiosidad humana, el único rasgo común de todos nosotros, gire la cabeza momentáneamente.

-No creo que se refiera a una rata realmente, ni a un canal.-Comente lo obvio mientras devolvía la mirada a mi monitor sin darle mas importancia, ese tipo de juegos nunca llegue a comprenderlos, ademas había mas gente a mi alrededor, que de ser de interés, me lo haría saber. Por lo que mi prioridad era el rastreo, ajeno al resto de posibles distracciones.

Permanecí concentrado tratando de seguir la esquiva señal del hacker a través de la red informática del Bunker. Sin duda debía ser un rival habilidoso pues parecía dar esquinazo a los rastreadores. Sin embargo estaba dejando trazas del código que empleaba y poco a poco íbamos haciéndonos con él. Una vez hubiéramos reunido el código suficiente, podríamos realizar un bloqueo efectivo y mantenerlo desconectado de la red. - Creo que revisaré esos documentos después. Una vez hayamos aislado al Hacker de la red informática debería ser más sencillo localizarle. - respondí a Utolsó, cuya capacidad para la programación era realmente sorprendente, sin duda su mejora biónica debía resultarle de ayuda, pero aún así demostraba tener un gran talento para la informática.

Después alcé la cabeza para mirar al otro monitor del que hablaba Anna, y solté un pequeño resoplido. - ¿Esta es la manera del señor Verne de comunicarse con nosotros? - Desde luego desde la marcha del autoproclamado psicólogo, y líder mundial si se le daba suficiente tiempo para hablar, el ambiente de trabajo era más distentido, ya que no teníamos que soportar sus impertinencias. Sin embargo mi mente se esforzó en desentrañar el significado del mensaje. - Supongo que puede referirse a la localización de la señal original, en los canales de comunicaciones. Pero no le veo mucho sentido a eso ya que nosotros estamos en la central de comunicación. Además dudo que se nos hayan adelantado localizando esa señal. Por tanto creo que debe haber encontrado alguna pista física de la ubicación del hacker. Pero con canales... Veamos ¿Podría ser que se encuentre en los canales de acceso al Bunker? Los que se usan para entrar y salir del mismo en las misiones de exploración, o los que pueden haberse usado para colarse. O tal vez siendo menos metafóricos, a los canales de desperdicios, pero no se cómo va a conectarse a la red desde ahí. ¿Qué opina, subinspector? - Pregunté a 42, sin duda el más avezado en el tema de todos los presentes.

Observo lo que sucede, un tanto atónito, pero lentamente sonrío, de algún modo orgulloso.

Parece que aún nos quedan amigos.

Digo. Niego lentamente.

No se preocupe, señorita Charrón, confío en su habilidad para solucionarlo.

Hablo con un tono amable. Mi mente trata de buscar posibilidades. Asiento ante la afirmación del señor Rémény.

Hay ratas, y no sólo una. Hay quienes pretenden hundirnos desde dentro, no sé si para alzarse con el poder o para brindárselo al Dios Máquina. O quizá haya ratas de los dos tipos. Pero la verdad es que no importa.

Les miro uno por uno.

Ustedes son más duchos que yo en este tema. Imaginen que son un espía, que son el infiltrado, moviéndose entre los millones de bytes del lugar. ¿Hacia dónde se dirigirían? ¿Dónde irían en busca de un canal que conecte con todo y que tenga fragmentos de información no protegida o vulnerables? ¿Desde dónde podrían acceder a los sistemas de comunicación internos? No olvidemos que además de lo que nos ha dado la señorita Verme también sabemos que ha usado los altavoces y sabemos la hora. Y era algo público y poco protegido. Además de que rompió una señal de bloqueo.

Sonrío con cierto orgullo, realmente me sentía bien al saber que confiaba en ellos, en sus habilidades.

Tampoco confío en Grend. Dicen que ha muerto, pero quizá sea una estratagema. No confío, si puede gastar unos segundos, agradecería que lo corroborara señorita Charrón, cuando termine.

Miro entonces directamente al doctor Blackwood.

¿Qué opino doctor? Que estamos jodidos. Pero somos buenos. Lo suficientemente buenos como para darles por culo y reventarlos antes de que nos revienten.

O tal vez nos revienten ellos, pero nos llevaremos a alguien por delante, eso seguro. Maldita sea... Es bueno tener amigos, pero deberíamos de poder comunicarnos con él. Espera... Mi mente cae en la cuenta de algo. Comienzo a teclear algo en el teclado: "Señales de humo" y lo enfoco hacia alguna cámara cercana que me esté enfocando. Al menos al imbécil de Verne lo tenemos controlado.

Una vez escuchados a todos sobre mi "descubrimiento", si es que se puede llamar así, tenía que empezar a pensar qué hacer, cuál sería mi siguiente movimiento. Aunque antes, daría mi postura sobre determinados puntos en los cuáles podría estar o no más o menos de acuerdo con el resto. Especialmente con el jefe de la operación, Cuarenta y Dos.

Quizás esto confirme lo que ya sospechábamos, más que ratas son topos. No se me ocurre otra explicación a lo que están sucediendo. Saben como moverse y los puntos débiles del Búnquer, si no es gente de dentro, ¿qué otra cosa podría ser? - Comenté algo que ya daba por supuesto desde antes de ver aquella extraña tela que seguramente revelase una verdad no muy agradable de digerir. Cruda o no, la realidad era así, solamente quedaba asimilarla.

Otras palabras del supervisor me hicieron tomar algo de tiempo, quería responder a su cuestión, lo de intentar ponerse en la piel del enemigo. - Si te digo la verdad, no tengo ni idea, no sabemos que pretenden. Aunque una cosa si puedo estar seguro, si quisieran hacer daño de verdad, ya lo hubiesen hecho, quizás pretendan dividirnos, o provocar una guerra interna, espero que no quieran destruir el búnquer, después de todo es uno de los últimos refugios que hay en el mundo, o quizás sea ya el único que queda. Por eso creo que no quieren destruirlo, pero es solo una suposición. - Encogí mis hombros, era mi opinión, nada más. Sin pruebas, solamente mi intuición...por el momento.

Y otro punto que creí conveniente tratar, Grend. - Sobre ese hombre...no lo conozco, así que no tengo ni idea de qué es y no capaz de hacer, y mucho menos sus motivaciones. Solo tengo una clasa clara, de las pocas que tengo, tanto su llegada como la de..Verne, han sido entrar en el Bunquér y los problemas han aparecido, quizás sean chivos expiatorios, tengo mis dudas de que sean las cabezas pensantes, aunque si creo que tal vez sus llegadas fuesen la señal que estaban esperando. Y aunque no sea más que otra suposición prefiero desconfiar de ellos hasta que se comprueben sus lealtades. - La verrdad es que fue una de las pocas situaciones en las que hablé y no poco precisamente, la situación así lo requería. Las cosas claras ante todo.

Después de estas opiniones, ya había llegado el momento de ponerse a trabajar, aún había demasiado pendiente y quedarme de brazos no era ni sería mi intención. - Cuarenta y Dos. - Llamé al supervisor por su nombre, quise llamar su atención, concretamente sobre otra duda. - Después de este hallazgo puedo ir por dos caminos, el primero revisar las grabaciones de esa cámara, quizás así conozcamos la ideantidad de quién podamos fiar y quien no entre otras cosas. - Hice una pausa para humedecer mis labios, tenía la boca seca y hablar tanto no ayudaba.

También puedo ocuparme en revisar el estado general y así pueda averiguar qué más han atacado. Eso sí, me llevará bastante tiempo. - Demasiada información, demasiadas cosas a estar pendiente, y el tiempo no sobraba. - Tu dirás qué será mejor priorizar, aunque si tienes alguna sugerencia y otro asunto que necesite atención te escucho. - Sí, había que organizar las prioridades ya que dudaba mucho que estirar el tiempo esté dentro de nuestras posibilidades.

Y por fin pude guardar silencio, no me gustaba para nada hablar, en ocasiones no conseguía expresar adecuadamente todo lo que pasaba por mi cabeza. Sin contar que distaba de ser alguien locuaz. Prefería ser directo. Aún así, alguna mueca se me escapó ante algunas palabras, concretamente del jefe. Daríamos guerra. Mucha.

Señor Ashton, si quien quiera que haya puesto esa nota quisiera ser encontrado, nos lo habría indicado él mismo. Creo que será mejor por ahora que respetemos su intimidad e intentemos cazar a esta ratitopo particular. Puedes revisar otros ataques y cualquier malfunción física en el sistema del Búnker. Sé que llevará tiempo, pero sé que eres capaz.

Miro entonces al doctor Blackwood.

Como la señorita Charrón aún no está conectada en la búsqueda, puede recolectar los datos de la interferencia del Hacker durante la charla común para facilitárselo al primero de ambos que pueda ponerse con ello.

Anna frunce el ceño cuando el Subinspector le hace un encargo extra, pero asiente mientras sigue trabajando en la conexión con el pasillo de entrada.

Mientras salen las cuentas, se gira un instante a Arthur para aclararle.

- Esa imagen no es de este pasillo. La cámara que muestra Frederick está situada en el nivel 5, entre las salas de trabajo.

Sigue trabajando un poco más hasta que escucha el nombre del otro recién llegado: Grend, y se gira una vez más para aportar algo.

- No llegué a conocerlo en profundidad, pero fui su asesora en la salida de cuarentena, y hubo algo extraño. Rechazó el chip de traducción ¿Lo sabían? Solo se me ocurren dos razones para tomar esa decisión: que o bien sigues alguna rama de las extintas religiones, o que tienes las suficientes operaciones previas como para no querer arriesgarte a una más. Lo que sería absurdo es que un militar, acostumbrado a manejar tecnología fuese tecnófovo, como la compañera de Skynet. - Niega para reafirmar su desaprobación.

Se concentra una vez más mientras a su espalda continúan hablando, y al fin da una palmada en el aire en el momento en el que el altavoz comienza a sonar. - Bien - Se reafirma a sí misma. La primera voz corresponde a Verme, y claramente está hablando con el Teniente.

- ... podemos comenzar a trabajar, a ver que nos puede ofrecer este muchacho. Pero antes de comenzar, haz entrar a uno de tus agentes y zurrale unos cuantos golpes, luego me das entrada en medio del " tratamiento", ya me encargo yo de echar a tu hombre de la sala...ya sabes como va esto...Gracias. Por cierto, como es que os lo encontrásteis incosciente, ¿quiere decir que se ha dejado atrapar?. ¿Esas prótesis no serán una trampa y está donde quería estar?

El teniente responde

- No todos los sistemas de seguridad están publicados en las actas oficiales, Sr. Verne, y no espere que le de detalles.

Las prótesis con las que contaba el detenido respondían a refuerzos físicos. No se ha encontrado mayor actividad en ellos.

Hay una corta pausa, en la que presumiblemente el Teniente se ha alejado de la terminal par dar algunas órdenes antes de regresar con Verne

 - Conectaré al vídeo a su terminal para que tenga contacto. Cuando quiera que su imagen aparezca en la termina y hablar, deberá dar la orden táctil.

Miré un tanto extrañado a Anna. - ¿Quién puede haber mandado ese mensaje entonces? ¿Sabemos quién puede estar ahí? - Pregunté, aunque ya sin dirigirme a nadie en concreto. Luego volví a centrarme en mi terminal mientras Anna seguía hablando. - Tal vez temía que no fuera un mero chip traductor. - Comenté, de pasada, mientras me centraba en lo mío. Aunque ciertamente había empezado a cuestionarme muchas cosas del Bunker que antes no había cuestionado.