Delos sonríe tranquilo y asiente con la cabeza a las palabras de Neheri mientras acaricia el lomo del pequeño colibrí con su dedo índice, encoge uno de los hombros y mira a la dama elfa con una muestra de compasión en ella.
- Así pues es tu sentido común quien te dice que soy un mentiroso, es bueno saberlo... no te preocupes Neheri, supongo que puedo entenderlo.- De pronto recordó algo y una sonrisa afloró en su rostro.- Por cierto It'Bure, dijiste que Isar'i se había alimentado del poder de Sneav... ahora que estás aquí .- Dirigió su mirada a la pequeña hada.- ¿por favor podrías explicarnos en que se basa?.- Después dirigió su mirada al cuerpo del caído.- Mucho me temo que no soy el único al que le escama su suicidio...
Neheri obserba el gesto de compasión de Delos y no puede evitar enfurecerse con el ser alado.
- No deberías sentir compasión por mi... sino por tí mismo. Mi juicio es mucho más acertado que el tuyo y tengo muy buenos motivos para acusar a los que acuso, pero no te lo pienso decir... y menos a un ser que se ha vendido como lo has echo tu. Tu cariño hacia Lianne te ciega... espero que seas capaz de quitarte la venda que cubra tus ojos antes de que sea tarde...
Asi que eres tu quien esta en posesión de la verdad absoluta, ¿Verdad, Neheri? O al menos eso es lo que tu crees a juzgar por tus palabras.
Tal vez debería quitarme el sombrero ante ti, arrodillarme y pedirte disculpas por haber sido un necio y no seguir con fe ciega tus palabras.
Sin embargo -Encendí un nuevo cigarro- Haré justo lo contrario. No me fío de ti, eres demasiado arrogante.
Mañana tendrás mi voto, querida. Dije exhalando una enorme nube de humo
Neheri miró de soslayo a Corey.
- Yo no tengo la verdad absoluta... parece que estabas deseando entregar tu voto a un inocente, buscando una excusa barata para justificar tu actitud ante los demás... Lo único que he sacado en claro de tus palabras, es que tu eres el arrogante. Yo al menos estoy luchando por encontrar a los asesinos, arriesgándome a que gente como tu me elija como objetivo... Gracias por exponer de manera tan clara tu verdadera naturaleza...
- Mis ojos no están cubiertos por ninguna venda.- Dijo con una sonrisa.- Pues yo he visto más de lo que pensais, sin embargo no comprenderíais mis acciones. Y aunque para ti yo sea tu enemigo, algunos ya saben la verdad sobre mi... como It' bure, sin embargo nadie de aquí es mi enemigo. Lo sois del señor a quien sirvo, y aunque lo fuerais, todos mereceis el don de la duda, pues sin él perdemos la humanidad que nos queda. Porque algunos de nosotros nos vemos obligados, a representar papeles que no son el nuestro o de nuestro agrado.
De pronto miró a su máscara rota y frunció los labios como si supiera a donde llevaba todo aquello, ya había hablado demasiado y ella solo mostraba furia y desaprobación, su gesto de bondad hacia ella había terminado, al fin y al cabo pese a las alas, no era ningún santo.
- Porque te molestas Delos, ella ya ha decidido prejuzgar sin conocer... no ganas nada con una discusión sin sentido... ahora importa más la respuesta de Sneav.
Sin embargo las palabras de Corey le tomaron por sorpresa, hacer un juicio emitiéndolo de ese modo, no era lo correcto. Miró al chico del cigarro y el sombrero gris y con una mirada de desaprobación le dirigió las siguientes palabras.
- El sueño me mostró tres personas de aquí, dos aliados y un traidor, un sueño confuso donde los tres eran acusados de matar a Bludi, pero solo uno de ellos era culpable. Si Troolshy cayó por los lobos, e Isar'i no soy el único que lo hallaba culpable, Neheri por fuerza pese a su orgullo como dices, debe ser inocente. ¿Te vas a arriesgar a votar a una inocente solo porque te cae mal?.- suspiró.- Si yo votara así, ya lo habría hecho con muchos de vosotros.
Enredó los dedos en el cabello de Lianne mientras le acariciaba la mejilla, apenado de que ella no pudiera reaccionar a sus muestras de cariño.
¿Mi verdadera naturaleza? No sabes nada de mi, pequeña. Es cierto, una vez fui arrogante, lo suficiente como para desafiar a un dios, pero ese tiempo ya ha quedado atrás.
No baso mis votos en la empatía que pueda sentir hacía unos u otros. Todos somos sospechosos, todos culpables e inocentes por igual. En definitiva, victimas y verdugos. Por eso estamos aquí.
Este es el juego. Escoger un bando, ser usado como peón y dejarse manipular por las palabras de los demás, sin poder saber si son ciertas o no.
Pues bien, debéis saber que yo me rijo por mis propias normas. No seré manipulado, no me dejaré influenciar por unos u otros.
Pues os guste o no, no soy ningún peón.
Tras mis palabras me despojé de mi chaqueta para colocarla cuidadosamente arrebujada a modo de almohada y me tumbé en suelo. Con el único fin de disfrutar de mi recién encendido cigarro, sin ni siquiera dedicar una sola mirada a mis interlocutores.
Por alguna razón hay dos párrafos que no me salen en negrita una vez enviado el post.
Máster: Arreglado :D
Revolotea hasta el hombro de Sheph y continúa su canción.
Cuando Adu se posa en mi hombro lo acaricio con cuidado, Delos nobles palabras pero en ciertas ocasiones no elegimos las cartas que jugamos y nos toca una baraja marcada, cuando eso ocurre no queda mas remedio que hacer de tripas corazón con nuestra mano y Corey elegir un bando no es ser un mero peón, una decisión de cualquiera puede cambiar el destino de todos y como presupongo cada uno tendrá una meta propia y eso hace que nadie sea un peón salvo quien haga las cosas bajo la voluntad de otro y no pueda cumplir su propia voluntad.
Bosteza y se estira. Os mira y sacude la cabeza, algunas chispas revolotean y, viendo cómo aún queda escarcha sobre Sheph, decide con un sencillo ademán lanzar una lengua de fuego que lame y derrite parte del hielo. Ladea la cabeza.
Sí.
Dice justo antes de volver a acomodare.
It'bure se carga de energía... Las piedras vuelan a su alrededor y luego se rompen en pedacitos para rodear su cuerpo y... desaparecer destruídas por un poco de electricidad.
Pero hay algo más... un silbido lejano, un aullido de ultratumba.
Antes de poder reaccionar, la pierna izquierda del guardián comienza a... ¿derretirse? una especie de papilla de carne y huesos avanza por el suelo, cubierta de sombras, que avanza y repta, tomando cada ápice de vida, brizna de hierba que encuentra a su paso... Retrocedéis.
La presencia de los muertos se hace patente, cruzan sus miradas, saben lo que hay que hacer.
Un sacrificio...
Susurran entre sí, rápidamente apresan a Mei Tseng. Ella grita mientras la papilla avanza, mientras la oscuridad amenaza con devorarla. Isar'i, desde su espalda, susurra palabras de calma. Rienott desde su siniestra palabras que podrían enloquecer a cualquiera. El viejo Troolshy sólamente murmura palabras de renacimiento en el lado opuesto. Sosteniendo su pierna diestra, Bludi le susurra sobre el sacrificio mientras que en su pierna libre el Gynk quien murmura palabras de pura perversión.
Y la sombra le alcanza.
Mei Tseng es devorada por la oscuridad en un mudo grito acallado por los caídos. Su fin ha llegado y nada queda de ella. Por fortuna para los demás, su sacrificio... no voluntario, consigue acallar la podredumbre y ésta remite hasta la pierna del Guardián.
Ahora, tras su desaparición, la vida volvía a ser vuestra... Y os encontráis a salvo... Por ahora. Pero ella había caído de un modo... Irremediable.
Miro el cadáver de Mei... o más bien a donde debería estar su cadáver.
-¿Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta de que ya han sido demasiadas?
Mis manos se posaban en el espejo, a la vez que miraba a Delos que me hacia compañía y me intentaba dar muestras de cariño.
Golpea mis manos el espejo para romperlo y poder acariciarle. Pero no tenía fuerzas y me rendía ante el, tan solo podía posar mis manos en el y hacer como que le acaricio. Esperando que el pudiera sentir mis gesto.
Escuchaba atentamente las palabras de todos aquellos, en especial, las palabras de Neheri, cuando algo sucedió.
Parecía que los caídos estaban más presentes de lo que nos pensábamos, mientras el cuerpo de Mei estaba delante de todos.
Sorprendida por su muerte no puede evitar hablar.
- Neheri, tu si que vas de buena con tus palabras...pero en realidad es mucho peor que yo. Pero claro, aquí la única mala soy yo ¿verdad?.
Me sorprende mucho la muerte de Mei, como dice Ferriel, son demasiadas muertes ya. Pero...y ¿por qué Mei ahora? - miro aquellas personas que sospecharon en su día al morir Rienott de Mei. Ellos sabían que les estaba mirando, esperando respuestas.
No entiendo nada - se limitó a decir. No esperaba aquello. Mei había tenido un trágico e inesperado final - todo esto escapa de mi comprensión.
Acto seguido, miró a Lianne con desprecio.
Tus palabras me aburren. Eras odiosa antes y con esta nueva forma no has mejorado mucho. Sin embargo, olvidaré eso por un momento y me centraré en lo que realmente importa. Tienes razón ¿Por qué ha muerto ahora, Mei? No creo que esto sea cosa del guardián, sin mas. Esto es obra de alguno de los presentes...
Se sentó en el suelo, pensativa.
Odio cuando no encuentro las respuestas adecuadas, y el viento solo me devuelve silencio.
Esta escuchando a cada uno a lo que decían cada uno... lo que me llamo la atención que hablara corey cuando lleva. Tres días sin hablara y ahora hablaba... Y encima diciendo que no será peón de nadie... hice una mueca de risa... Mire hacia corey y le dije. -Corey ya veremos si cumples con tus palabras, de que no serás peón de nadie... Pero me recuerda que gente de el mundo del caos Dijo lo mas o menos lo mismo... y no lo que otra que aliarse con gente calaña. Porque si no moriría, pero tú mismo si no eres peón de nadie... aquí nadie está siendo manipulado por nadie como usted dices...
Seguía siendo de noche y veo Como Mei muere de lante de todos nosotros... No sabía lo que podía estar pasando y porque se habían llevado a Mei... Porque no sabia exactamente que había ocurrido y eso que tenía mis ojos bien abiertos…
Solo estaba viendo la muerte de la caída y dije voz seca y contundente. –Y más gente se gira cayendo, hasta que no encontremos a la persona exacta de lo que está haciendo con tantas muertes.
Mi mirada se clava en Lianne, Lianne ¿te das cuenta que según tu todo el mundo es malo menos tu?, deja de fingir que al final voy a proponer que te nombren la diosa de la pureza y de la bondad, con tus argumentos irrebatibles propongo que todos votemos para nombrar a Lianne nuestra amada y querida diosa casta, pura, buena y omnisciente....¿te gustan mas esas palabras princesa....?, hago una ligera reverencia mientras mis palabras se cargan de ironía.
Apretando con todas mis fuerzas y rabia mis puños, doy unos puñetazos al cristal ante las palabras de Sheph.
Inmediatamente mi mirada se convierte diferente, llena de odio y respondo.
- Todos podéis dudar y acusar a quienes queréis y yo no tengo ese derecho ¿verdad?, pues no me pienso callar como no lo hacéis algunos.
Sheph te recuerdo una cosa, eres el menos indicado para hablar, tu mismo reconociste ser el primer elegido de Rakedus en la anterior batalla. Y por qué no esta vez puede estar en el mismo lado... -
Llevo mis manos a mi vientre y lo cubro con ellas.
Miro con estrañeza como las oscuridad devora y asume el cuerpo de Mei.
De mis manos se resbala entre arena, una pequeña perla negra, engarzada entre brillantes.
Pero mi mente no repara en esa perdida, sino en las palabras que se remueven dentro de mi.
Arqueo una ceja que deja ver una mueca de asco para luego repetir con desden las palabras de Neheri.
¿Inocente?... Manchas palabras con mentiras y quieres creer que eres inocente, al igual que It'bure, que antes quería demostrar ser la divina visionaria de este lugar otorgando tan solo con sus ojos la posibilidad de encontrar el mal, la rete a ver en mi interior y todo cambio, para luego ser un sanador que se alza sin paragón... ¡Ah no!, que despúes de querer que resucites a alguien concreto resulta que vuestro amigo Seph es el que puede resucitar, mientras que tu solo puedes hacerlo con antelación... Una antelación que te permite resucitar a los recién caídos los cuales nadie sabia que iban a caer y no una antelación que te permita levantar a los que ya se saben que estan muertos.
Miro a It'bure, a Seph , a Neheri y digo: Menudos inocentes, con gente así no quiero ni pensar de los traidores...
A todo esto... querida vidente, digo dirigiendome con sorna a It'bure: ¿Has visto ya mi interior?, ¿Algo que desees compartir?... ¿O sigues siendo por ciertos segundos un sanador?
Alzo las manos cansado y digo: Adios a todos, pues mis palabras ponen en velo muchos secretos, secretos que deben de ser guardados por los traidores, esta noche será mi alma la que yazca en tributo por sus manos. Ya no habrá joyas, ni regalos, pues este siervo va a ser liberado, de escuchar mentiras, que son aceptadas como juramentos.
Miro a Ayra y le digo antes de callar: Aquel que tanto proteges va a sesgar mi vida ¿Y ahora como lo proteges?...
Centrándome en Pharao comienzo a hablar. Perdona gran divino sabio a este humilde ciego por no ver el camino que me muestras y a este tonto por no encontrar la sabiduría en tus palabras, pero gracias a tu divina aclaración por fin encuentro la sabiduría en tus palabras. Mi tono serio se vuelve burlón, por fin comprendo que como continúes añadiendo culpables a tu lista solo os salváis Lianne y tu. Comienzo a reír divertido.
La muerte de Mei la llenaba de extrañeza, pero tampoco era algo que no esperases ver en una conjunción como en la que vivían.
Primero mira a Neheri - No te dejes afectar por las palabras de Lianne. Acusará a quien sea que vaya en su contra y a quien sea que considere lo bastante débil como para librarse ella, pero no tiene salvación posible
A Corei solo le dedica una mirada, y en el mohin de sus labios puede leerse claramente que hay cosas de ese hombre que no le gustan, pero no carga en su contra.
Entonces se gira a Pharao, escuchando sus palabras con atención. Suspira y camina hasta colocarse frente a él. - Necesito que me hagas un favor, Pharao. Necesito que seas por un segundo como las arenas de ese desierto que ha impregnado sus ojos. Necesito que sientas el viento y te permitas, aunque por un solo instante sea, abrir la mirada. Aún no sé cómo haré para demostrarte sin lugar a dudas que mis palabras son ciertas, pero encontraré el modo, Créeme que lo haré... pero por encima de todo, no permitas que un error condene a quien no quieres condenar.
Vivirás, Pharao. La única razón que podrían tener los asesinos para ir en tu contra sería perdernos en tus acusaciones. Les estás ayudando. Pero no es tarde... si mañana sigo con vida, trataré de que puedas comprenderlo.
Instantes antes del amanecer, unas flores misteriosas se abrían en todo el lugar y expulsaban una nube de polvo verdoso.
La nube alcanzó a todos por igual.
La sombras se hicieron más fuertes.
Y nadie, vivo o no, carnal o constructo, pudo resistir el impulso del polen, que arrebata las energías sin dudarlo, que hace caer a los héroes en un sueño del cual tardarían en despertar.