Poco a poco los fragmentos vuelven a juntarse, uno por uno...
El Kaos debe de caer, todo debe de volver a su lugar... Para que la realidad pueda seguir siendo tal cual la conocemos.
Pero antes, Ehalli clava sus ojos en la llama roja que representa Lianne, analiza cada detalle... Y finalmente concluye algo. Una sonrisa maquiavélica.
La batalla deja tras de sí un reguero de cadáveres... Los siervos de Zyba no dan su brazo a torcer, siendo capaces de matar a aquellos que no acepten sus condiciones sin mayor remordimientos... ¿Y qué es lo correcto? Las dudas morales aferran en cada uno de vosotros...
Ferriel alza el puño, autoproclamando ser la Espada de Cell, os guía, os habla de vuestro pasado.
Las pérdidas han sido importantes, pero no suficientes. El Guardián os brinda su poder, y con él, una victoria prominente para nada carente de sacrificio.
Llega el momento final, el momento de la verdad. Sentís el latido de la Amalgama más fuerte que nunca.
Pluma cierra sus ojos con pesar, tras derrotar a Delos, pese a apoyar el Orden de Cell, se ha visto obligada a mantenerse al margen, pero exponiéndose a los seguidores del Kaos con un valor inspirador.
Sneav no da su brazo a torcer, menos tras la promesa de Ferriel de hablar de su pasado, y lucha codo con codo con él, ambos con la inestimable colaboración de Gynk hijo de Grynkell, contra el último de los seguidores de Zyba: The Shadow. Él se ríe... Pero pronto su risa se apaga, su vida se escapa... Y muere, pero no es eso... De entre las sombras, el cuerpo de Arya comienza a formarse, con una sonrisa desesperada... Extiende su mano y el corazón de Ferriel se contrae. Lleva una mano a su pecho, intentando respirar... Ehalli se abalanza contra ella en pos de salvar a su amado, pero ella se defiende con un muro de llamas y fuego. Sneav trata de provocar un viento cortante para sesgar su vida, pero no consigue si no enfuerecerla más aún... Gynk es repelido por un escudo de agua que le lanza contra una pared, con un saliente atravesando su pecho. Pluma se pone en pie, lista para luchar, pero entonces...
Arya cae al suelo, con los ojos en blanco. Una sonrisa triunfal en el rostro de Ehalli mientras muestra, antes de morir también, una inyección claramente cargada de veneno... ¿Cuándo se la había suministrado? Sin importar, tan sólo Sneav y Pluma quedan con vida.
Ambas se miran y asienten...
Cell aparece entre ellos, caminando con un paso tranquilo. Extiende su mano sobre el cuerpo de Arya y la luz la envuelve por completo.
Se escucha el lejano grito de Zyba, mientras el mundo es consumido lentamente...
Aunque una sonrisa de seguridad aparece en las mentes de todos, algo trama el Dragón del Kaos... ¿Pero el qué?
Cell mira sus manos, aún cargadas en poder, y sin nada más que decir, la pone sobre la frente de cada uno, vivo o muerto... Y un gran poder recorre vuestras venas, un poder que es comparable al de casi cualquier deidad de casi cualquier mitología.
Essycia es la primera en ser alzada por su propio pie.
Mira sus manos, viendo cómo la vida florece de estas, alrededor de su cuerpo se teje una armadura de plata pura. Sonríe.
Antaño un poderoso demonio, ahora una criatura de bien y piedad en su más puro estado, siendo capaz de sanar cualquier ser, por mucho tiempo que hubiese pasado muerto, si su alma aún estaba intacta, ella podría reconstruir su cuerpo. Ese era el poder que ahora ostentaba Essycia, Piedad de la Redención.
El segundo en alzarse, con la inestimable ayuda de Essycia es Troolshy.
Poderoso, viejo y desgastado, la sangre fuerte aún corre por sus venas, las de un guerrero que jamás se rendiría, que se alzaría una y otra vez hasta derrotar a sus oponentes. Del mismo modo que Essycia podría sanar a cualquiera, nada sería capaz de retenerlo para luchar por el orden. Cell le tiende la mano. Troolshy el Eterno.
El cuerpo de Gynk se mueve casi por voluntad propia, riéndose como en su día hizo The Shadow, se apoya para salir con tranquilidad de fragmento que le ensarta. Su herida se cierra rápidamente y mira sus dedos, mientras las sombras envuelven los pies de sus compañeros, protectoras. La llave brilla ofreciéndole un nuevo camino. Gynk había encontrado su lugar: Gynk el Guardián.
Sin haber llegado siquiera a caer, viendo cómo sus compañeros parecen ser tan... Superiores, Sneav desvía su mirada hacia el suelo con cierta tristeza y, por qué no reconocerlo, envidia.
Pero entonces puede sentirlo... Puede recordarlo. Un pasado lejano que no le pertenecía... ¿Sheph estuvo encerrado en un manicomio? ¿Aldinessüe había amado y perdido a su amor en un pacto con Zyba? ¿Essycia fué rescatada por unas arañas del bien? No eran sus recuerdos, pero tan afines que el viento le susurraba. Sneav de la Memoria, aunque sus recuerdos nunca volvieron.
Ferriel toma de las manos a Ehalli. Ambos se miran y ella niega con la cabeza.
Tenemos la energía. Volvamos.
Son sus únicas palabras. Ella tenía la energía que necesitaba, pero él renunciaba a su divinidad para ser un humano... Para vivir a su lado. Emocionada, le besa. Al hacerlo, ella puede... Sentirlo. Más cerca, más viva que nunca... Su cuerpo lentamente estaba cambiando... Músculos, cerebro, corazón. Lentamente ella podía sentirlo a él, y ese sentimiento le llena de gozo y de temor, hasta el punto de separarse, poniendo su brazo entre ambos, intentando comprender...
Su cuerpo ahora mortal y humano, como el de él. Cell les sonríe a ambos y asiente con la cabeza.
Disfruta de mi regalo. Disfrutad ambos. Y gracias... Esta fué mi última batalla.
Se encamina, paso firme, hasta colocarse frente a Pluma.
Eres el nuevo Orden. Defiéndelo como lo has hecho hasta ahora. No busques tu poder... No lo encontrarás. Tu poder es tu valor. Tu coraje. Llegará el momento en el que lo necesites, más que nunca. Llegará el momento en el que te necesiten... Y entonces comprenderás el regalo. Hasta entonces, sé feliz con Ayros, y que el bien os acompañe.
Entonces, el Paladín que había guiado sus pasos sonríe, una lágrima recorre su mejilla, mientras a su espalda Eir aparece.
Es tu hora.
Le dice ella. Él asiente con la cabeza.
Siempre te amaré... Incluso en el Olvido...
Palabras susurradas al aire, buscando un corazón en el que anidar.
Y entonces, Cell desaparece lentamente, siendo arrastrado hacia algún otro lugar por Eir, Dragón de los Caídos.
Pluma sonríe con orgullo, su vida venidera con Ayros dejará una descendencia de Paz y Armonía que se dispersarían por las distintas realidades, siempre acompañada de su fiel Dientes de Sable.
Essycia sanará las heridas de los mundos a los que vaya, alentando a los malvados a redimirse y a alcanzar la paz interior en base al sacrificio propio y el compromiso personal.
Gynk será el Guardián, viajará a los planos ofreciendo descanso a los viajeros, aprenderá de cada uno de los sitios a los que vaya, protegerá a sus aliados y custodiará cualquier lugar que habite, expulsando a sus enemigos de su hogar, doquiera que esté.
Troolshy, el Eterno, buscará la tranquilidad en el reino que una vez fué su hogar, y nadie perturbaría jamás el descanso que el guerrero custodiaría hasta el fin de los tiempos.
Ehalli y Ferriel, juntos, símplemente liberarán a Adu para llevar la energía. Teniéndose el uno al otro, cualquier otro Objetivo o Rencor carecería de sentido, acompañando a Troolshy, donde serán bien recibidos y podrán tener una vida unidos hasta el fin de sus días, quizá buscando el hijo que nunca pudieron tener en el pasado.
Pero Sneav... Ella sólo derramó una lágrima. Ella jamás podrá olvidar.
Para ella, nunca fué perfecto, salvo su sufrimiento.