Partida Rol por web

Aquella noche parecía más tranquila que lo que había sido habitualmente las últimas noches, como si la locura de las noches previas hubiera dado un alto tras el encierro de cinco de sus compañeras ahí abajo. Algo que parecía tranquilizar a las chicas, puesto que una vez que salieron de sus respectivos cuartos, todas ellas se encontraron. Las ocho chicas.

En pocas palabras, la ironía dramática es cuando una persona hace un comentario inofensivo y otra persona que lo escucha sabe algo que hace que el comentario tenga un significado diferente y, por lo general, desagradable. Por ejemplo, si estuvieras en un restaurante y dijeras en voz alta: "No puedo esperar a comerme la ternera que pedí", y hubiera gente a tu alrededor que supiera que la ternera estaba envenenada y que morirías tan pronto como le dieras un mordisco, tu situación sería de ironía dramática.

Al igual que es decir, con ironía dramática, que aquella noche había sido pacífica y placentera para todas las chicas, y más aún cuando las almas de las fallecidas saben la verdad, de que esa noche no había sido pacífica, mucho menos placentera, para todas las chicas, sino que, de un momento a otro iban apareciendo más y más compañeras que engrosaban las filas de las fallecidas, así como las que entendían esta ironía dramática.

*Toc*   *Toc*

*Toc*   *Toc*

¿Quién es?

¿Quién es?

La Ironía Dramática

De donde no obtuvieron respuesta del "Toc-Toc", fue del interior de aquella sala en la que habían encerrado a las otras cinco chicas, aquella "Sala de Tortura" como la habían apodado estaba en completo silencio, albergando solamente la "Ironía Dramática" que acechaba bajo la trampilla a aquellas ocho que seguían con vida.

Con cierto pesar en el alma, aquellas chicas lentamente levantaron la tapa y dejaron que la luz del sol iluminara el interior de aquel lugar para encontrarse con la "Ironía Dramática" de haber tenido una noche en completa paz y tranquilidad.

"Todas estaban muertas"

La que más resaltaba era Ryo Toranosuke, la cual se encontraba con un profundo corte en el pecho, así como en su mano; y además de eso estaba empalada en la pared, a la altura de su abdomen, a causa de un virote del lanza-arpones de Masshiku Akakyosha, y a juzgar por el reguero de sangre que había bajo esta, murió desangrada.

Y bajo ella, aún con manchas de sangre, un taser bastante potente, sin ningún tipo de batería.

Frente a esta, Kyoko Kanzaki se encontraba tirada en el suelo, y aunque tenía una marca de haber recibido un feo y bastante profundo navajazo en el cuello; el resto de su cuerpo presentaba marcas de quemaduras eléctricas, algo que confirmaba el hecho de que tuviera una espada ensangrentada firmemente sujeta por su mano, un indicio de muerte por electricidad, puesto que las víctimas tienden a tener sus músculos contraídos. 

Al lado de esta, Mizuki Fujimori se encontraba tirada en el suelo, y aunque no tenía ninguna marca de haber recibido uningún daño en su cuerpo a mayores, el hecho de que sufriera el mismo destino electrizante que su compañera había bastado para matarla, pues en su cuerpo presentaba las mismas marcas de quemaduras eléctricas, algo que confirmaba el hecho de que tuviera una navaja ensangrentada firmemente sujeta por su mano, un indicio de muerte por electricidad, puesto que las víctimas tienden a tener sus músculos contraídos. 

Otra de las chicas, Sukihara Kokoro, alejada de todas ellas como si hubiera querido pasar desapercibida con un libro, también se encontraba empalada en la pared (y el libro también), a la altura de su pecho, a causa de otro virote del lanza-arpones de Masshiku Akakyosha, y a juzgar por el reguero de sangre que había bajo esta, murió desangrada... Aunque de forma mucho más directa y rápida que la otra.

En cuanto a la última de las chicas, Masshiku Akakyosha, tan solo lograron encontrar los restos de su ropa en el interior de aquel traje de buzo. Al parecer llevar un traje metálico que era conductor de la electricidad, lo convirtió en una especie de microondas, y todos sabemos lo que pasa cuando pones un Hamster en el microondas, pues en esta ocasión el Hamster había sido Masshiku Akakyosha.

Era evidente que la situación en la que se encontraban no era la más idónea de todas, mucho menos teniendo en cuenta que ahora había cinco cadáveres más que añadir a la lista de sus compañeras, y apenas eran ocho para tener que sacar todos esos cuerpos de ahí y limpiar el estropicio... y también tenían que explorar el otro lado de la puerta...

Las chicas hicieron lo que tenían que hacer, y quedaron todas para que para antes del mediodía, reunirse a hablar y votar por la siguiente chica más sospechosa de todas ellas. Pero hasta entonces, tenían el día libre para explorar el pueblo, buscar algo útil por él antes de adentrarse en lo desconocido... Aunque no todas iban a ir a descubrirlo.

Ya se estaba acercando al mediodía y tal y como estas habían indicado, todas las chicas tenían que volver e explicar dónde habían estado y si en aquel lugar habían logrado encontrar algo que les pudiera servir para explorar lo que hubiera detrás de aquella puerta misteriosa; además del caso evidente, si sabían o creían saber quién o quienes se hallaban detrás de los asesinatos...

Aquellas cinco muchachas habían regresado juntas de la cafetería, quizás no el mejor sitio para reunir linternas, pero si la exploración se alargaba más de la cuenta al menos tenían suministros para aguantar unos cuantos días más, pues bien habían traído botellas de agua, como pequeños alimentos envasados sacados de aquel lugar... y alguna que otra cosilla más que seguro que sería de utilidad... o no. ¡Solo el futuro lo dirá!.

El sitio donde esas otras tres estuvieron, por el contrario parecía ser un pequeño misterio, a fin de cuentas, no habían sido vistas en todo el día, aunque a decir verdad también habían traído algo para compartir, por lo que quizás, juntas o separadas, también ansiaban descubrir la verdad detrás de aquella llave usando aquella puerta... o al revés.