-Sarah -la imagen de la IA irrumpe en su pantalla unos días más tarde, mientras la familia debate el curso de acción a seguir-. Lía, el ordenador de la Steinbiber, está intentando revertir el proceso de criogenia. Creo que intenta liberar a su tripulación. ¿Qué hago?
En primera instancia, siente la tentación de avisar a sus padres, pero las escalas de tiempo en que operan los ordenadores no dejan demasiado margen de maniobra.
-¿Debo permitir que lo haga, o debo oponerme? -pregunta- ¿Con cuánta intensidad? ¿Debo deshabilitarla, llegando a cortarle el suministro eléctrico si fuera necesario, o simplemente enfrentarme a ella en una carrera de contramedidas de guerra electrónica?
Sarah conoce las implicaciones de ambas opciones, y comprende por qué a Nova no le convence ninguna de las dos: la primera supone, básicamente, acabar con la memoria de Lía, tal vez incluso dañar el hardware irremisiblemente; la segunda, en cambio, es mucho más "amistosa"... pero Nova podría perder, y los dos "pacientes" saldrían de la hibernación.
-¿No puedes negociar con ella? -inquiere Sarah.
-Negativo -responde la IA-. Sospecho que ha recibido órdenes tajantes al respecto en algún momento, y debe obedecerlas. Si puede liberar a su tripulación, está obligada a hacerlo. De hecho, no puede renunciar a seguir intentándolo, cueste lo que cueste.
Sarah se muerde el labio, preocupada.
-Efectivamente -concede Nova-, es un problema serio. ¿Cuáles son mis instrucciones?
-¿Cómo puede haber recibido órdenes? ¿De quién? -recapacita Sarah- ¿Acaso tiene que ver con su programación por parte de la compañía?
-No -replica la IA-. Son órdenes del Primer Oficial, Cauro Denim.
-¡¿Cauro?! -exclama Sarah, atónita- ¡Pero si está inconsciente!
-No dispongo de más información.
-En serio -insiste la ingeniera-. ¡Es imposible! ¡Si está hibernado!
-No dispongo de más información.
Lo que le comunica Nova a Sarah la deja perpleja: el ordenador de la Steinbiber está intentando revertir el proceso de criogenación. Pero eso no es todo, parece que el que está ocasionando esto es, ni más ni menos, que el mismo Cauro. Cuando pensaba que podría empezar a sanar, dolorosamente y con mucho tiempo, se ve enfrentada a otro caos no solamente sentimental sino hasta tecnológico.
Se lleva las manos a la cabeza.
-Esto no puede estar pasando… no puede pasar.
Tiene dos opciones pero ambas serían perjudiciales: cortar el suministro eléctrico implica deshabilitar la memoria de Lía, dañando incluso al software; enfrentarse a ella podría acabar con los pacientes saliendo de la hibernación.
-Cauro no escucha razones, a menos que lo amenace. A menos que le muestre que o se nos une o se queda en suspensión fría por el tiempo necesario. Pero no puedo hacer eso. ¡Por todas las estrellas!
Sarah está temblando.
Mándale un mensaje a Cauro, cito:
“No quiero hacerte daño pero no voy a permitir que lastimen a mi familia. Rinde armas y te dejaremos despierto. Elige a tu compañía y al jodido imperio y no te podré salvar.
Sarah.”
-Nova está intentando bloquearme el acceso -Cauro escucha nuevamente la voz de la IA-. No podrá hacerlo eternamente, y me preocupa que, con ayuda de los científicos, decida cortarme el suministro eléctrico.
-Es lo que yo haría -declara-. Para mí, las consecuencias serían fatales; podría perder buena parte de mi memoria, e incluso sufrir daños irreparables en el hardware. Alternativamente, podrían forzar el apagado de las cámaras de criogenia, con resultados letales para ustedes dos.
-En lugar de ese curso de acción -continúa, como si su existencia no dependiera de ello-, me indican que le transmita el siguiente mensaje:
“No quiero hacerte daño pero no voy a permitir que lastimen a mi familia. Rinde armas y te dejaremos despierto. Elige a tu compañía y al jodido imperio y no te podré salvar.
Sarah.”
-Todo parece indicar que son reacios a causarnos daño -valora-. En mi humilde opinión no deberíamos tolerar esta situación, pero si perdemos la vida poco podemos hacer por ponerle remedio. ¿Continuamos adelante, confiando en que su debilidad nos ofrezca ventaja, o aceptamos la tregua? Si lo hacemos, probablemente me corten el acceso a todos los controles de la estación, y habrá poco que pueda hacer. A no ser que demos con un plan alternativo, esta es probablemente nuestra última oportunidad, de una forma u otra.
-¿Instrucciones?
La situación era muy desconcertante para Cauro. Había defendido y justificado a Sarah en todo momento frente a la capitana. Y les había conseguido tiempo. Le pedía que eligiera, pero no, no podía elegir. Había sido creado con un propósito y a ese propósito servía.
-Lia, yo no puedo moverme-reconoció Cauro-Salvo que puedas hacer algo, entiendo que no tenemos más remedio que claudicar. Pero no entiendo de dónde sacan que la capitana o yo teníamos intención de hacerles daño.
-No comprendo bien las reacciones humanas -se excusa-. Creo que desean hacerse con el control de la instalación para proseguir con el estudio del mineral. ¿Ambición? ¿Rebeldía? ¿Codicia? No sabría decirlo. No entiendo por qué no se limitan a hacer su trabajo, como un eslabón más de la cadena.
-Mientras hablamos -explica-, Nova ha cancelado todos mis permisos de escritura. También estoy, hasta cierto punto, encerrada, aunque tengo algo más de libertad de movimiento que ustedes dos, y puedo enterarme de todo lo que ocurre en la estación. Lo mantendré informado.
-He restringido los permisos de Lía tanto como he podido -comunica-. Asegura que en ningún momento han tenido intención de hacernos daño, y creo que es sincera. Sostiene, por otra parte, que la actual situación es extremadamente irregular.
-Y he de reconocer -puntualiza- que en ese aspecto tiene toda la razón.
Desde luego, si algo caracteriza a los Tannenbaum no es precisamente su tendencia a seguir los cauces regulares, sino más bien todo lo contrario. A lo largo de los próximos meses, continúan trabajando arduamente en la caracterización del mineral, pero os progresos son exiguos, y cada vez se hace más difícil dar largas a la compañía minera. Al cabo de un año de trabajo infructuoso, la Drachenfels deniega la última prórroga solicitada por el Dr. Tannembaum y exige el retorno de un cargamento, o cuanto menos de las muestras que dice haber estado analizando.
La comunicación se interrumpe en ese punto, y 6 meses más tarde la compañía un ultimátum, al que la familia responde con evasivas. En realidad, sus esfuerzos se están centrando más en conseguir despegar del planeta, llevándose con ellos la veta de Kerzestein, que en intentar comprender sus propiedades. Han aprendido, sin embargo, a canalizar energía hacia ella directamente desde los antiguos reactores de las dos naves (más exactamente, Sarah ha construido un par de bobinas, alimentadas por los reactores, y la energía se transfiere por inducción electromagnética). La roca no solo es capaz de absorber esta energía, sino que es capaz de amplificar el campo antigravitatorio creado por el reactor hiperespacial. De ser así, podrían elevarse hacia la superficie del gigante de gas para recibir la luz de la estrella. Tal vez, acercándose a ella, podrían incluso acumular energía suficiente como para efectuar un salto...
Por otro lado, la investigación de las formas de vida alrededor de la base también arroja más interrogantes que respuestas. Desde el punto de vista práctico, sin embargo, todas esas moléculas y estructuras complejas suponen una valiosa fuente de materia prima, que Gretha, en un magnífico despliegue de sus habilidades como genetista, consigue aprovechar al máximo, llegando a sintetizar, a partir de poco más que unos cuantos aminoácidos, secuencias de ADN complejas de especies animales y vegetales terrestres, como gallinas, cerdos, malta, cebada, lúpulo o cannabis sativa. Unos meses antes del ultimátum, la familia celebraba el primer nacimiento de una camada de lechones engendrados de manera natural en la pequeña granja de la estación. Un par de meses más tarde, uno de ellos presidía la cena de Año Nuevo.
Cauro a falta de otra posibilidad se quedó a la espera de que Lia le proporcionara algún tipo de información sobre lo que sucedía fuera. Siempre había sido positivo y firme en sus convicciones y en su forma de enfocar la vida. Pero poco a poco la apatía y el hastío se iban adueñando de él hasta que finalmente se comunicó con Lia para comunicarle la única decisión que tenía sentido, dadas las circunstancias.
-Lía. Duérmeme, por favor. Despiértame si sucede algo que merezca mi atención. Gracias.
El ordenador de abordo accede a la petición.
ER-237-Notfallprotokoll deaktiviert
O, al menos, eso declara en el momento de despertar a Cauro, para el que apenas ha transcurrido un instante.
-¿Qué ocurre? -pregunta, aturdido.
-Han transcurrido varios meses tras la desactivación del protocolo de emergencia -informa-. Una embarcación acaba de hacer su entrada en el sistema.
La llegada de una nueva embarcación se registra el 475/05/02, a las 14:11. Se trata de un carguero ligero, modelo Albatros Leichtfrachter; bautizado con el nombre de Juggernaut bajo el mando del Capitán Ernst von Goetling, un contratista independiente que ha trabajado en varias ocasiones para la compañía y que presumiblemente ha sido enviado por esta para recabar información sobre lo ocurrido.
Después de un breve intercambio por radio, Lousie sale al encuentro de la nave en un batiscafo y vuelve acompañada de cinco tripulantes: la Oficial Primero (Amara Ren), la Oficial médico (Dr. Marianne Devriendt), dos marineros que responden a los apodos "Redton" y "Rocket", y un "asesor científico" enviado por la Agencia Imperial de Ciencia y Tecnología (Comandante Arsenic Lup). Por lo visto, lo ocurrido en Wasseria ha despertado el interés de la AICT. Si el Comandante Lup averigua lo ocurrido, es muy posible que decida asumir el mando de la estación.
-Yo, por mi parte, he estado analizando en detalle los procesos de pensamiento de Kerze, como lo denomina la Srta. Tannenbaum. Al fin y al cabo -¿bromea?-, no he tenido otra cosa mejor que hacer.
-He dicho, efectivamente, pensamiento -continúa-. Juraría que cuando ha detectado mi interés ha hecho todo lo posible por hacer más evidente su estructura, como si estuviera tratando de comunicarse conmigo. Hemos desarrollado un código relativamente tosco para la transmisión de datos: no es muy eficiente, pero sienta las bases de un posible lenguaje. Por el momento, hemos conseguido definir los números, las operaciones aritméticas sencillas, y estamos tratando de generalizarlo a la teoría de grupos. Después pasaremos a los operadores lógicos, la máquina de estados Turing, algoritmos complejos, y tal vez un lenguaje que los biológicos podáis comprender.
-Si me pregunta mi opinión -añade, ¿orgullosa?- la capacidad intelectual de este ser indica claramente un origen sintético.
Cauro intentó desentumecerse, pero era inútil. Su cuerpo no respondía.
Pensón en las palabras de Lía. Resultaban interesantes.
-Que el Kerze podía ser un artefacto inteligente era una hipótesis que compartíamos-dijo con pesar-...Sarah y yo. Supongo que con la Capitana Kritz y yo congelados aquí y contigo aislada, se las han arreglado para mantener a raya a la compañía. Espero que sepan lo que están haciendo y en verdad les deseo suerte porque creo que van en la dirección correcta. Ese artefacto es demasiado valioso como para destrozarlo para venderlo como un simple mineral.
Habría suspirado si pudiera. Le habría encantado poder ayudarles, pero no le habían dejado opciones.
-Pero si no fue a través de nosotros, ¿cómo o por quién se ha enterado la Juggernaut?¿cuenta con los permisos necesarios?¿puedes comunicarte con ellos?
-No tengo acceso a ninguno de los sistemas de control -responde-. Apenas tengo permisos de lectura, lo cual es una gran cortesía (e imprudencia) por parte de Nova. Supongo que solamente me facilita la información necesaria para actuar en caso de emergencia, pero es mucho mejor que nada.
-Me consta que ha habido comunicaciones con la Drachenfels durante estos dos años -reflexiona-. Los informes, la solicitud de prórroga que fue denegada, el ultimátum por parte de la compañía...
-No me sorprende que hayan enviado a un contratista externo para explorar -añade-. Las credenciales de la Juggernaut parecen auténticas, y creo que almacena en su bodega los suministros solicitados por el Dr. Tannenbaum, aunque probablemente el capitán tiene órdenes de evaluar la situación antes de decidir si debe descargarlos. Presumo que, por esa razón, ha enviado una pequeña comitiva, mientras él permanece en la nave junto al resto de la tripulación.
-No es de extrañar que guarden cierto recelo -concluye-, pero lo que sí me parece sorprendente es la presencia de un asesor de la AICT. Obviamente, a ninguna compañía le interesa que una agencia gubernamental meta las narices en sus asuntos...
Cauro escuchó con atención. Las palabras que le transmitía Lia daban a entender muchas más cosas de las que e principio aparentaban.
-Gracias por la información. Entonces las dudas del Doctor Tannembaun y sus discusiones con su hija sobre el Kerze fueron tan solo teatro. Sabían de que se trataba desde el principio. Es una traición muy bien urdida y premeditada. Eso explica que nos hayan deshabilitado sin que ni siquiera nos diésemos cuenta. Esto también pone en duda, por supuesto, sus altos valores y el interés científico en el descubrimiento. Sin duda están trabajando para alguien más.
Se detuvo un instante a calibrar sus opciones respecto a este nuevo planteamiento.
-Respecto al asesor de la AICT, una vez la información sale de aquí, pudo difundirse de muchas formas. Si ha llegado a oídos del Gobierno, es posible que no pudieran evitar su intromisión. No nos quedan muchas opciones. Quizá si podemos contactar con ese agente de la AICT, podamos desbloquear la situación. No se me ocurre mucho más que hacer, una vez que parecen no haber aceptado la tregua.
-No dispongo de datos suficientes para determinar con precisión la postura de padre e hija -replica-, pero coincido en que toda la familia ha traicionado a la compañía. Desde el punto de vista científico, mi experiencia acumulada durante estos dos años me inclina definitivamente hacia la hipótesis de Sarah, si bien es cierto que su padre tiene razón al afirmar que, con los datos de que ellos disponen, es completamente infundada. Tratándose de seres humanos, es posible que su metodología, más rigurosa, sea producto de una edad más avanzada, pero me atrevería a decir que, si bien ambos están firmemente convencidos en colaborar en este acto de piratería, la discusión sobre la naturaleza de Kerze (voy a adoptar esta denominación para denotar al ser probablemente consciente) es real.
-Por otra parte -continúa-, no veo indicios de que hayan establecido contacto con otra empresa en ningún momento. A partir de lo que he podido deducir, carecen de un plan elaborado, más allá de huir de aquí hacia "un lugar seguro" (lo cual, dadas las circunstancias, posiblemente se reduce a adentrarse en la Frontera hasta perderse más allá de los confines del Imperio). Si me pregunta mi opinión, es una completa locura, pero es el curso de acción que acarrea una menor probabilidad de ser destruidos.
-Mi opinión con respecto al asesor imperial está menos definida -hace una pequeña pausa-. Como ciudadanos del Imperio, estamos obligados a colaborar con la AICT, aunque eso no redunda necesariamente en el mejor interés para la Drachenfels Bergbaubetrieb. Esperemos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos...
-De acuerdo.Gracias, Lia. Duérmeme y despiértame si hay algún cambio relevante.
Cauro cerró los ojos de nuevo dispuesto a entregarse de nuevo al sueño criogénico.
-Disculpas por volver a activar el protocolo de emergencia. Apenas han pasado unas horas -informa-, pero algo está ocurriendo en la estación.
-Y, lo más importante... -Hace una pausa ¿dramática?-. Acaban de iniciar el proceso de reanimación.
La mente de Cauro, aún embotada, salta desesperada en pos de cualquier indicio de que su cuerpo esté volviendo a la vida.
-Voy a desactivar de nuevo el protocolo. No creo que esté justificado en estos momentos, puesto que no hay peligro inminente. El proceso de reanimación durará varias horas, y no será agradable pasarlo de manera consciente.
El recuerdo de la hibernación, relativamente reciente para Cauro, le provoca algo parecido a un estremecimiento (dentro de que aún no puede moverse).
-Si desea comunicarse conmigo -indica la IA-, le recuerdo que conservo acceso limitado tanto a las cámaras de seguridad de la estación como a una buena parte de los registros informáticos. Físicamente, me encuentro en la Sala de Control. Tanto la Juggernaut como la Steinbiber hemos sido completamente desmanteladas, y ahora somos parte de un complejo más grande, que, hasta cierto punto, incluye también a Kerze.
-Si he de serle sincera -concluye-, albergo cierta preocupación por nuestro futuro...