Partida Rol por web

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Matagatos escuchó con atención el relato de Campaña. Ahora ya sabían qué había ocurrido, y de donde salía el Lagarto. Sin duda el enorme oscuro y Peregrino habían dado con alguien importante para el Triplete, y habían acabado con ella y su grupo. Aunque parece que al coste de la vida de Peregrino. Las últimas palabras de Campaña, sin embargo, no fueron tan agradables. Peregrino aún respiraba cuando Campaña le "ayudó". Quizás fueron simplemente las heridas, o puede que fuera algo peor aún, que el gigantón, sin querer, acabara con él. Pero no necesitaba saber eso.

-Primo, hiciste todo lo que estuvo en tu mano. Habéis tenido una gran victoria, y Peregrino será recordado como un héroe. Ahora deja que eche un vistazo a esas heridas, o puede que te toque guardar cama más tiempo del esperado. 

Tienda de los heridos. Cerca del lecho de Matagatos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Mes de la Cebra. Segundo del Verano). 

Día: 23.

Dedos se había acercado al lecho de Matagatos, y había sentido cómo algo en su interior se encogía al observar aquella figura femenina a su lado, en la penumbra.

Sin embargo, la voz de Centinela de pronto la detuvo- Centinela- contestó, más sorprendida que otra cosa, parpadeando un par de veces, mientras dedicaba una breve y rápida mirada a Matagatos y se alejaba, despacio, invitándola a seguirla para no perturbar su descanso- Sé que no has podido. Había mucho que hacer, y demasiados heridos, algunos mucho más graves que yo...- dijo, mordiéndose el labio inferior, nerviosa- Es un milagro que algunos de ellos sigan vivos. Gracias a la Diosa. 

Suspiró. ¿Qué habría pasado si Matagatos...? No, no quería ni pensarlo- Yo también tengo ganas de salir de aquí. Siento todas mis extremidades agarrotadas, como si me hubieran metido en un barril durante meses con las articulaciones descoyuntadas. Estar convalesciente es el horror, y Khadesa me tiene vigilada para que no me escape a entrenar hasta que me recupere.-confesó, enfurruñada- Me siento inútil.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Dedos de acercó despacio, al escuchar el revuelo. Observó a Campaña, herido, y escuchó que Peregrino había muerto. Apretó los puños. Sus compañeros luchaban e incluso morían mientras ella permanecía ahí, aún notando el remanente de sus heridas, sin aportar nada valioso a sus hermanos. 

Miró a Matagatos, y por un instante sintió envidia. Él y Khadesa podían aportar algo a la Compañía, incluso estando en el campamento. Podían cuidar de los demás. Podían maldecir a otros. Ella sólo sabía luchar y proteger, y ni siquiera sabía hacerlo bien, o al menos sin acabar con su propia vida en el intento. Suspiró, manteniéndose en silencio mientras escuchaba el relato del gigantón de Campaña, y miró hacia su cuchillo. Haría que brillase rojo algún día con la sangre de esos Fantasmas. Y bailaría sobre sus cadáveres hasta que se tiñesen sus pies.  

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Escuchó en silencio, el rostro imperturbable. Cuando Campaña terminó de narrar lo que había acontecido, posó ambas manos en los hombres del gigante, tratando de detener su movimiento de negativa que no respondía sino a la desesperación fruto de la impotencia ante la suerte de Peregrino.

-Es momento de que duermas, Campaña. Un guerrero no solo pelea, también descansa. Y piensa en esto. Si en tu lugar otro hubiera ido con Peregrino, ambos hubieran muerto con lo cual las hazañas de lo ocurrido se hubieran perdido como lágrimas en la lluvia. Hermano, si sientes dolor, aquí -palmeó el pecho de Campaña, sabedor de que el dolor físico no lo experimentaba-, llora pues no hay deshonra en ello. Hasta la leona ruge al viento cuando uno de su cachorros muere. Y sana rápido, pues deberás brindar por Peregrino dentro de poco. Y lo harás junto a mí.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Lo que allí se estaba diciendo tenía una sola laguna. La identidad de la mujer a la que junto a un número indeterminado de fantasmas, habían abatido.

-Es necesario saber quién es esa mujer a la que Campaña mató. Primo, ¿sabes quién era? ¿Trajiste su cadáver? -Lengua Negra no había sido testigo de la llegada de su pariente e ignoraba que no había vuelto solo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

-No vino solo -respondió Ponzoña antes de que Campaña dijera nada-. El Sargento Virote y los Cabos Mostaza y Diana lo acompañaban.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

-De acuerdo -dijo Lengua Negra ante la información del Hiena-. Saldré a buscarlos e intentaré saber más. Volveré lo más rápido posible. Ahora es vuestro turno de sanarlo. Aprovecharé para ir donde Herrero y hacerle saber que Campaña está bien.

Tienda de los heridos. Cerca del lecho de Matagatos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Mes de la Cebra. Segundo del Verano). 

Día: 23.

PRIMERA HORA DE LA MAÑANA.

Matagatos escuchó con atención lo que Loor tenía que decir. Finalmente, todo se reducía a eso, ambición y necesidad de reconocimiento. Pero aquello no funcionaba de aquella manera. No había demasiados mandos en la Compañía, ni demasiadas escuadras. Puede que en algún momento del pasado hubieran sido muchos. Pero ese momento pasó.

-Como sabes, en los Hostigadores sólo hay dos mandos: el líder y el segundo, en este caso Ponzoña y yo mismo-respondió también en Oscuro-soy perfectamente consciente de las aptitudes de cada hostigador... Pero simplemente no es posible que todos ejerzan el mando, ni siquiera todos aquellos capacitados. Aunque tendré en cuenta tus palabras, es todo lo que puedo asegurar al respecto. 

Tienda de los heridos. Cerca del lecho de Matagatos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Mes de la Cebra. Segundo del Verano). 

Día: 23.

PRIMERA HORA DE LA MAÑANA.

Loor no parece decepcionada por las palabras de Matagatos y asiente a las mismas.

- No pretendo quitaros el mando ni a ti, ni a Ponzoña. Sería estúpida si, teniendo esa ambición, te comunicara la misma. Tampoco es la escuadra de los hostigadores la única y, tarde o temprano, nuevas escuadras se nos unirán de doloritas cuando estos terminen su instrucción. Y no sería el primer mando a escuadras bisoñas salido de los hostigadores. No pretendo, sin embargo, imponer nada. No mentía cuando decía que para mi la Compañía Negra es mi familia. Simplemente te comunico cuales son esas capacidades, y mi deseo. Si en algún momento mi intención y las circunstancias confluyen, tenlas en cuenta. La Diosa proveerá, si tal es su voluntad.  

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Loor mira unos instantes a Campaña. Por un segundo piensa en acercarse al poderoso gigantón pero, finalmente, se abstiene de hacerlo. El dolor de Campaña es real, y demasiados ya lo rodean en su dolor. 

- Has vencido a poderosos enemigos, Campaña- la voz neutra, ligeramente magnética, de Loor, sonó clara mientras hablaba en Oscuro, la lengua natal de Campaña- Es normal que te entristezca no haber podido salvar a nuestro hermano Peregrino, pero has vuelto a casa, vivo. Y has vengado su muerte. Ni siquiera el mejor de entre nosotros puede hacerlo todo. Descansa y recupérate. Ahora estás con la familia.

AÑO: 201.
Estación: Verano.
Mes: Octavo (Segundo del Verano). Mes de la Cebra.
Día: 23. A media mañana.

Aquello era increíble... Uno ya ni siquiera puede descansar redundantemente de sus heridas en la Tienda de los Heridos, sin que un montón de mirones se agolpen aquí dentro a hablar. No hay respeto por el enfermo. Pero quizás lo que más le molestaba a Rastrojo es que sobreviese un Oscuro y volviese a morir un No-Oscuro. A los Oscuros siempre les venía la suerte de cara. Se salvaban dónde otros perecían.

En cuanto a lo que le provocaba a Rastrojo la noticia de aquella muerte en la base de su estómago... Peregrino tenía la virtud de meterse solo en sus asuntos, con lo que ni siquiera tuvo ocasión de tener roces con su carácter. Ese pequeño Nyueng Bao era uno de los suyos... gente que va a la batalla en condiciones precarias, sin grandes armaduras ni monturas maléficas regalas por el Señor del Dolor. Un oprimido, como Rastrojo. Aquella situación era tan injusta, frustrante... ¡le sacaba de sus casillas! Y en un perfecto y rencoroso K'Hlata soltó:

Sé que os gusta asustar al resto de la gente que no entiende el Oscuro hablando con cara de preocupación y palabras extrañas, así que me tomo la libertad de traducir lo dicho para que la incertidumbre no termine por rematar a los heridos K'Hlata que hay aquí: Campaña dejó morir a Peregrino en una expedición organizada por Ponzoña.

Ya está. Ya lo he dicho. No estamos bajo ataque, ni hemos sido malditos. Esta conversación que algunos de nosotros no entiende trata una vez más sobre el grupito del Cabo Matagatos y su "Honorable" hermana. A los demás no nos incumbe... hasta que seamos el próximo Peregrino.

Tienda de los heridos. Cerca del lecho de Matagatos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

Estación: Verano.

Mes: Octavo (Mes de la Cebra. Segundo del Verano). 

Día: 23.

PRIMERA HORA DE LA MAÑANA.

-De acuerdo, lo tendré en cuenta-respondió Matagatos, asintiendo levemente. Sin duda se refería a lo ocurrido con Lengua Negra en cuanto a los mandos que salían de los Hostigadores, probablemente no comprendiendo las circunstancias especiales que rodeaban justo al hijo del Capitán, y como no fue un regalo para ninguno de los involucrados esa decisión. 

-De todos modos, esas decisiones fueron tomadas por instancias más altas que yo o que los sargentos. Si la oportunidad aparece, por supuesto que haré saber de tus capacidades y tu interés... Pero eso de poco podría servir. Simplemente tenlo en cuenta. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Matagatos escuchó las palabras de Rastrojo y automáticamente sintió como se le crispaban los nervios. Estaba herido, demasiado para procurarle lo que se merecía por esas palabras, así que se tomó un par de segundos para respirar lentamente y calmarse lo suficiente para responder. Un par de segundos de tenso silencio, mientras el veneno de ese mal llamado aprendiz de chamán flotaba en el aire. Finalmente se volvió, con una expresión seria en la mirada. Empezó a hablar en K'hlata, para que todos pudieran entenderle.

-Una traducción muy libre. Tanto que casi se podría tildar de mentira, aunque supongo que estamos acostumbrados a eso. Loor es K'hlata, y ha escuchado perfectamente lo dicho. Podrá respaldar mis palabras por si se me considera un mentiroso. Y sin duda muchos otros comprenden el oscuro lo suficiente como para saber la verdad de lo dicho. 

Se alzó, con no poco esfuerzo, para que todos pudieran verle, y dijo:

-Como supongo que todos sabéis, se han debido organizar varios grupos de exploración, para intentar recabar información y alertar de ataques. Campaña y Peregrino se cruzaron con un grupo del Triplete, un grupo de esos llamados Fantasmas Irredentos, pero no viajaban solos. Otros dos individuos, un hombre y una mujer aún sin identificar, viajaban con ellos y los dirigían. A sus espaldas, un grupo de soldados les perseguía en la distancia, aún demasiado lejos para alcanzarles. El objetivo de nuestros enemigos, naturalmente, resguardarse en la Fortaleza de la Puerta de Galdan. 

El oscuro se tomó un par de segundos para que todos asimilaran esa información antes de continuar.

-Peregrino y Campaña decidieron que debían intentar frenar a ese grupo, o escaparía. Y lo hicieron. Lucharon con valor y derrotaron a todo el grupo, aunque por desgracia aquella mujer hirió de muerte a Peregrino antes de caer. Nuestro hermano caído recibirá un funeral con todos los honores. Su nombre y sus gestas serán anotados en los Anales de la Compañía, para que todos los recuerden. Las palabras de Rastrojo son un insulto, tanto a la Compañía, como a la memoria de nuestro camarada caído, al insinuar que murió abandonado, y no luchando. Cabría esperar más de alguien que aspira a ser chamán-dijo, con un tono cargado de reproche-dado que Rastrojo parece estar impedido para hablar con claridad y para honrar a nuestros difuntos, yo hablaré en el funeral para evitar que se siga insultando a los muertos. 

Tras esas palabras, clavó su mirada en el herido mestizo, una mirada dura y fría.

-Y, hasta que aprendas a tener la cabeza para algo más que llevar las orejas-añadió, también en K'hlata, pero en un tono más bajo-volverás a cavar letrinas. Aunque eso será cuando estés lo suficientemente recuperado, claro. No quiero perder tiempo atendiéndote si no es necesario. 

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Loor cerró los ojos al escuchar a Rastrojo. Sin duda, el chaman tenía veneno en las entrañas, aunque entendía, a veces, su rabia para los Oscuros. Por supuesto, la respuesta de Matagatos no ayudaría a que el futuro chaman mejorase su actitud. Aunque es indiscutible que ese cambio de actitud bien pudiera no ocurrir nunca, pasara lo que pasara.

No, no había forma de conseguir de la situación una mejor relación entre sus hermanos. Y la verdad era casi siempre preferible. La guerrera de la diosa suspiró unos instantes y miró a Matagatos y a Rastrojo antes de hablar, esta vez en K'hlata.

- No estamos bajo ataque, ni estamos malditos. Es cierto. También es cierto que se habló en Oscuro, pero tal cosa es, al menos en mi caso, un detalle para Campaña- el tono de Loor era cansado- Ratifico lo dicho por Matagatos. Campaña y Peregrino lucharon contra enemigos más poderosos, y vencieron contra ellos. Desgraciadamente Peregrino fue herido de muerte en la lucha, y falleció antes que otros hermanos llegaran al lugar en el que nuestros dos hermanos habían luchado contra enemigos muy numerosos. Tanto Peregrino como Campaña sólo merecen nuestros elogios.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA

Con la excusa de supervisar la evolución de Dedos, su hermana de Capa, Chamán Rojo se introdujo en la tienda de heridos como si no quisiera la cosa. No era raro ver al guerrero chamánico por allí, lanzando bendiciones y protecciones a diestro y siniestro. Lo primero que percibió al entrar, aparte del asqueroso olor que hacía arrugar la nariz al más bravo, era la tensión que se mascaba. No tardó en comprender que el origen del mal ambiente era, como no, resultado de algún desafortunado comentario de Rastrojo. Se acercó a Dedos con paso calmado, observando de camino a Campaña. Le intrigaba sobremanera el destino sufrido por Peregrino y la sorprendente adquisición de aquel lagarto pero no quería ser desconsiderado y preguntarlo directamente. Ya se enteraría. El boca a boca no tardaría en hacer efecto entre los seguidores de la Compañía. No tuvo que esperar mucho pues Matagatos daba un discurso como justificándose por algo dicho por Rastrojo para luego acabar como siempre, mandando al "falso chamán" a limpiar letrinas. Tuvo que reprimir una sonrisa de satisfacción pues tampoco era el momento adecuado.

Al llegar hasta su hermana de Capa se acuclilló junto a ella y puso su mano en su frente. 

- ¿Cómo estás Hermana?- Tampoco es que esperase respuesta ni le interesara mucho lo que pudiera decirle. Ya sabía que evolucionaba favorablemente. Ahora lo que captaba toda su atención era las conversaciones allí mantenidas entre los oscuros. La sorpresa por la muerte de Peregrino fue mayúscula, tanto que le hizo levantarse y expresar su desdicha.

- Que el Guardián De Los Muertos vele por que su descanso sea eterno.- La verdad es que se imaginaba a él hablando en el funeral de Peregrino, con la imponente y hierática figura de Keropis tras él, con su oxidada armadura teñida de sangre, dando aún más fuerza si cabe a las cuidadas palabras que formarían su discurso. ¿Por qué no podría él darlo? ¿Es que nadie más lo veía? Conocía las tradiciones funerarias como el que más, lo había mamado desde pequeño, y muy mal tendría que salirle el discurso para hacerlo peor que Rastrojo. Posó su mirada tranquila en Lengua Negra, sopesando lo que le diría. Después en Matagatos. Finalmente agachó la cabeza negando de manera imperceptible.

Ni siquiera es K´Hlata y encima un Hostogador. No hay posibilidad. Habrá que esperar a que muera otro.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Guepardo, en posición privilegiada, es testigo de todo lo que acontece en la tienda. Un enorme cúmulo de sombras se arremolinan en la tienda y para descubrir quien está debajo de cada sudario de oscuridad, el k'hlata debe hacer un esfuerzo y así discernir quien hay debajo de cada Sombrío.

Mientras Matagatos atiende con gran maestría las heridas de Campaña, ayudado por la Pitonisa que tanto llama su atención por estar libre de toda sombra, se sucede un intercambio de palabras en lengua oscura que el jaguar no entiende, dejándolo en ascuas. No obstante hay una palabra que se repite constantemente y él entiende a la perfección: Peregrino. Cierta angustia creció en Guepardo, temiendo lo peor. Los sollozos de Campaña y el rostro dolido de la mayoría de los asistentes forman una imagen que daba lugar a pocas dudas, totalmente disipadas cuando Rastrojo, en lengua k'hlata, habla para todos los presentes.

"Gracias por la traducción, chamán", pensó un instante antes de sentir una gran tribulación ante las graves conclusiones del mestizo "¿Peregrino murió abandonado? No puede ser..."

Cuando Matagatos se dignó a hablar en una lengua común para la inmensa mayoría de los presentes, dió una versión diferente, más creíble desde el punto de vista del cazador, y un nuevo trabajo a Rastrojo.

"Gracias por la aclaración, cabo", pensó agradecido al poner las cosas en su orden. Pero la tristeza le embargó rápida y profundamente. Peregrino había muerto. Su hermano hostigador. Su jefe de grupo durante buena parte de la campaña de Cho'n Delor. Fue él quien le confió como segundo al mando en dicho grupo. Su frecuente compañero de entrenamientos...

Guepardo se recostó, se llevó las manos a la cabeza y cerró los ojos. Se sintió profundamente triste, dolido e impotente.

"Adiós hermano, amigo. No volveré a verte. Echaremos de menos tu temible espada en batalla. Ya no podré devolverte la revancha en los entrenamientos.."

Sumido en su dolor perdió la concentración sobre los presentes, haciendo que las mortajas de oscuridad volvieran a envolverlos y que sus voces se convirtieran en distorsionados sonidos, similares a crueles risas. Risas por la pérdida de uno de los suyos. Uno de los mejores.

AÑO: 201.
Estación: Verano.
Mes: Octavo (Segundo del Verano). Mes de la Cebra.
Día: 23. A media mañana.

Pues mira qué bien, que Matagatos le mandara cavar letrinas permitía a Rastrojo dejar de morderse la lengua. Es lo que tienen los castigos injustos dados antes de tiempo y por menudencias, que permiten al castigado hacer lo que le venga en gana cuando la excepción se convierte en lo cotidiano.

No lo entiendo, Cabo Matagatos. Tachas de mentira lo que no es más que una acertada síntesis. Con una mente más abierta habrías asumido la crítica. La Compañía está llena de mandos Oscuros que se dejan aconsejar por los chamanes.

Campaña no sabía qué hacer con Pelagatos. No tiene entendederas para cerrar unas heridas con un poco de barro y hierbas. ¿Qué clase de expedición era esa? Mandar a Campaña y a un Nyueng Bao de patrulla sin la compañía de nadie que supiese moverse por la sabana...

Casi puede tildarse de milagro afortunado que se toparan con el enemigo, pues al haber entrado en combate Peregrino será enterrado con grandes honras. La decisión de mandarles juntos podía haber salido mucho peor: podían haber llenado los estómagos de los leones; podían haberse desorientado en la tormenta y terminar muriendo deshidratados; el hambre de media mañana podría haberles llevado a arrancar bayas venenosas de rojos vistosos. Campaña y Peregrino estaban destinados a morir en el anonimato por una mala orden. Iban a convertirse en "otra patrulla que no ha vuelto".

En fin, te agradezco que me releves en los responsos a Peregrino, pues me encuentro muy débil. Claramente no estoy recibiendo las atenciones médicas correctas...-refunfuñó.

Es cierto que son otros los que le atienden, ya que el Cabo también está herido y necesita descanso, pero la mayor parte de los Hostigadores han logrado todos sus conocimientos sobre los cuidados médicos de un profesor funesto como Matagatos, así que también es culpa suya.

...y no te preocupes por lo de cavar letrinas. No hace falta pedirle a Khadesa que lance los huesos de Añoranza para saber que eso iba a pasar de todos modos.

AÑO: 201.
Estación: Verano.
Mes: Octavo (Segundo del Verano). Mes de la Cebra.
Día: 23. A media mañana.

Mucha gente y funestas noticias se apelotonaban en la tienda de los heridos. Sabandija fingía no enterarse de mucho, aunque gracias a peculiar la traducción de Rastrojo, que si bien podía no haber sido fidedigna había logrado que los Oscuros hablaran en una lengua comprensible para todos, la noticia de la muerte de Peregrino llegaba a sus oídos. De nuevo la muerte de un gran guerrero le hacía pensar en la levedad del ser. Ni siquiera siendo poseedor de una gran fuerza y habilidad en combate se estaba libre de caer en combate. ¿Entonces qué hacer? ¡Cómo evitar el dolor? Aquella cuestión le martirizaba casi tanto como permanecer tullido.

Se imaginaba con horror la terrible muerte del Hostigador. Seguro que había muerto entre insoportables dolores y asistido inútilmente en sus últimos momentos en el mundo de los vivos por las torpes manos de Campaña. Un sufrimiento que nadie se merecía pasar. El cuerpo quedándose frío mientras los espíritus de los enemigos muertos se peleaban, como carroñeros, por la sangre de aquel que los había derrotado tan sólo unos instantes previos.

De nuevo hablaba Rastrojo y de nuevo los ojos de Sabandija se abrieron como platos, obnubilado por el coraje que mostraba el mestizo al enfrentarse a los Oscuros. Era admirable, y así lo expresaba su rostro, aunque dudaba de si su valor provenía un poco de la locura o si, al ser chamán, contaba con el apoyo indiscutible de los espíritus y eso le daba una inagotable seguridad en sí mismo. Y es que al joven K´Hlata no le parecían descabelladas las palabras emitidas por Rastrojo. Si llegaba a curarse del todo, lo cual no creía posible, se ofrecería al chamán para cavar las letrinas por él. Quizá así le echara un vistazo a su brazo atrofiado y le ayudara con sus problemas.

- ¡Ay!- Gimió cuando creyó ver que la gente se le quedaba mirando. Aunque su admiración por Rastrojo era mucha tampoco quería que los demás se lo notaran pues no quería problemas.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Campaña era capaz de entender y hablar el idioma K'Hlata, pero no con la suficiente fluidez como para seguir aquella conversación. Sin embargo, no era tan idiota como para no darse cuenta de que hablaban de él, y consiguió imaginar de qué exactamente. Lejos de provocar una reacción iracunda en Campaña (cosa que podría haber ocurrido en otras circunstancias), la conversación no hizo más que agravar la tristeza y la angustia que ya sentía.

Se tapó los oídos con las manos y volvió a recostarse en el camastro, esta vez adoptando una posición fetal e ignorando las palabras que allí se estaban intercambiando.

- Campaña sólo quería ayudar... Campaña sólo quería ayudar... - decía una y otra vez en voz baja, mientras las lágrimas escapaban de sus ojos.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DÍA: VEINTITRÉS DEL MES.

HORA: A MEDIA MAÑANA.

Dedos dio un leve respingo al notar el acercamiento de Chamán Rojo, sorprendiéndose por estar distraída como estaba- Hermano. Acabo de jurar en silencio que bailaré sobre los cadáveres de quienes hirieron de muerte a Peregrino y dejaron así a Campaña. Hasta que se me tiñan los pies de rojo. -dijo, con tono funesto, en K'hlata, para volver a observar a Campaña.

Entonces, la lengua rencorosa de Rastrojo se desplegaba, para supurar veneno incluso en aquella circunstancia. Dedos no paraba de oir cosas sobre las palabras ácidas de Serpiente, pero desde luego, las palabras que jamás olvidaban afrenta que dejaba brotar el K'hlata no se quedaban atrás, y la menuda Dedos no pudo evitar mirarlo con desaprobación. ¿Hasta dónde pensaba llevar el asunto del juicio? ¿En qué estima tenía la paz entre sus propios hermanos? ¿Por qué quería causar conflictos innecesarios en aquella circunstancia? 

Apretó los dientes, cansada y furiosa. Pero no dijo nada al respecto. Matagatos ya lo había dicho todo, y ella no deseaba añadir nada más. Esperaba que a Rastrojo le dolieran las tripas. Aunque fuera sólo un poco.