Partida Rol por web

- A mediodía todos estaban suficientemente recuperados para retornar al Palacio de la Discordia en algo parecido a una formación militar que avanzase de forma acompasada o mínimamente ordenada.

- En el vestíbulo del Bastión del Dolor aguardaban los Dolorosos, todavía Aspirantes y ni tan siquiera Reclutas, no habían tenido el privilegio de presenciar siquiera la festividad de la noche anterior.

- Los Dolorosos, guiados por su líder Sacerdote, encabezaron algo similar a un desfilo de regreso al Palacio, si bien esta vez la afluencia de público fue mucho menor. Las gentes de la ciudad tenían que trabajar y atender sus obligaciones, aún así se escuchaban vítores ocasionales.

- Sin mayores incidencias, la Compañía Negra arribó al Palacio de la Discordia.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).

DÍA: SEGUNDO DE MES.

¿Tan claro había sido que Sabandija se había ido con Sierra tras a fiesta? Se había esmerado en que nadie le hubiera relacionado con ella tras sus iniciales conversaciones durante la jura. No pudo evitar sonrojarse y jugueteó con el apelmazado pelo entre sus dedos.

- Bueno, la verdad es que...- Bajo la voz en un susurro sólo audible para sus dos compañeros de pelotón. Temía que el rumor se extendiera y llegara a oídos de Campaña, el gigante sanguinario.- Es más delicada de lo que parece aunque...- ¿Cómo describir a aquella exuberante mujer?-...insaciable.- Visiblemente incómodo y tratando de que los vívidos recuerdos no endurecieran su dolorido sexo, Sabandija trató de cambiar de tema.- ¿ A qué os referís con agitada?- La mujer le había llevado a un cuartucho alejado del mundanal ruido. Eso, o había estado demasiado ocupado desviviéndose por darle placer a la mujerona.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.
MES: ANTÍLOPE (MES DÉCIMO, PRIMERO DEL OTOÑO).
DÍA: SEGUNDO DE MES.

Plumilla se levantó al día siguiente con dolor de cabeza. No había bebido apenas ni había tomado drogas, pero todo el ambiente cargado y el malestar que sintió la curandera al ver el destino de los pobres esclavos fue suficiente para producirle cierta jaqueca. 

Se vistió y salió de su habitación sin hacer mucho caso a sus hermanos. Algunos gritos, charlas y murmullos llegan hasta sus oídos, pero apenas les presta atención. Estaba pensando si era pertinente presentarse ante la bruja para sus clases o debería esperar a que alguien la llamara mandar, estaba ansiosa por empezar pero no quería cometer el error de ser descortés con ella. Entonces, la imagen de Keropis con su esclava le hizo recordar la noche anterior y rápidamente prefirió volver a la tranquilidad de su habitación a descansar un poco más.