Partida Rol por web

Las crónicas de Hogwarts: No me olvides

Capítulo 3. Hogwarts

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27/02/2022, 21:32
Ivy Jade Connor

Jade, durante todo el trayecto de ascenso, intentó memorizar la palabra Velículu. Era una suerte que Luna supiese de cosas de muggles y recordase cómo se llamaban sus medios de transporte. ¿Por qué no usaban polvos Flú como todo el mundo? A veces lo sencillo se hacía extremadamente complicado.

A Luna no le parecía atractivo el subdirector, si no un hombre serio y rígido, alguien que imponía. Ivy no sabía la asignatura que iba a impartirles, pero apostaba a que iba a intentar llamar su atención como fuese, con el fin de que se fijara en ella, obviando los gestos medidos y serios del varón. Por otra parte, Colton había gritado Lobezno cuando la puerta de Hogwarts se abría, sin volver a entender al joven cuando hacía intervenciones de aquel tipo.

- Hubiera sido un bonito detalle que secara a los compañeros, sí... - Convino Ivy con Michael, y es que el profesor, no se había inmutado en hacer el hechizo de secado que tan bien se le daba a su madre, gracias a Nolan, por supuesto - Aunque puede que no sea muy hábil con los hechizos domésticos, a veces pasa...

Lo bueno de tener una amiga como Luna era que siempre intentaba darle calma, como cuando sentía su pelo revuelto y Ferlet insistía en que lo tenía bien. El problema era que la pelirroja estaba insegura y, debido a ello, no podía evitar el querer estar físicamente perfecta, quizás como para minimizar lo incómoda que interiormente se sentía.

Le sorprendió de que Michael exclamara apostando por su buen aspecto, algo que le ruborizó y gustó por partes iguales, aunque el joven no terminó de decir lo que quería y Jade, sintiendo un súbito impulso de timidez, no quiso insistir en que repitiera lo dicho, tan solo le dijo un "gracias" con su tono más cariñoso, entendiendo que él deseaba, al igual que Luna, que se sintiera bien. Era genial tener amigos tan nobles como ellos.

Luna se dirigió a conocer a los compañeros de primero que se habían caído de los botes, presentándose e intentando ayudarles con su gran problema. Estaban empapados el día de la Selección de Casas, una desgracia en todo caso.

Lo que no esperaba Ivy fue que Derrick se acercase a su hermano y le metiera la túnica para engancharla con el pantalón, y así evitar que se cayera. La pelirroja, además, escuchó las palabras que le dirigía a Nolan y, de alguna manera, aquel gesto, fue suficiente para que se suavizara con él, sorprendiéndose cuando se acercó a ella, temiendo cuando se le quedó mirando, que volviera a decirle algo desagradable.

Pero no, Colton se había acercado con la intención de disculparse, usando un tono triste mientras le indicaba las razones por las que había llegado a ese punto con ella. La pelirroja abrió la boca cuando se percató de que las palabras dichas con anterioridad, le habían resultado molestas a su compañero, y tuvo la necesidad de darle las pertinentes explicaciones al respecto.

- Colton yo... Yo no quería decir que sólo la defendería a ella... Quizás me expresé mal, pero quería que Luna supiera que iba a estar de su lado, lo que no quiere decir que no pueda estar del tuyo, del de Úrsula o de Michael... No buscaba la manera de excluiros... - Comentó agobiada y con el rostro colorado, como si se avergonzase de que la situación hubiese sido provocado por ella. Estaba apurada y miró a todos los presentes para comprobar que nadie más se hubiera visto ofendido por sus comentarios. Era obvio que le importaba las opiniones ajenas - Yo quiero ser vuestra amiga... Creí que en el vagón nos caíamos bien... Bueno, no entiendo la mitad de las palabras que dices, pero puedo aprender... Ya sé que es un velículu.... - La joven al menos se esforzaba en el uso del lenguaje muggle, con muy poco éxito, todo había que decirlo - Cuando dije que eres más de lo que pareces, en realidad quería halagarte, no insultarte... - Respondió la pelirroja con suavidad - Mi abuela siempre dice que hay que tener cuidado con muchos magos porque son más de lo que parecen, y eso implica que pueden ser muy poderosos... ¿No?... No había pensado que ibas a considerar que pienso que eres poco... Siento que mis palabras te hayan ofendido, Colton pero no era mi intención, te lo prometo por toda la magia... - Dijo solemnemente, para luego negar con la cabeza ante la devolución de las ranas de chocolate - No tienes que devolvérmela, yo te la di con cariño, al igual que a todos, quería que fuera algo que nos uniera... Colton... Yo... - Tomó aire para expresar de nuevo lo que sentía - A mí me gustaría que siguiéramos siendo amigos. Si tú quieres, claro... - Expresó la joven esperando su respuesta, uniéndose Luna a la conversación, reincidiendo en los comentarios que ella misma había hecho, eso sí, de manera menos asertiva - Luna no deberías....

Lo que Ivy no podía esperar era que Ferlet comenzase a llorar y corriera hacia un lado para apartarse de ellos, haciendo que algo en el interior de Jade se quebrara. Le dolía ver así a su amiga. Cruzó la mirada con Michael y casi podía afirmar Jade de que tenía conexión mental con el muchacho, pues él se marchó unos instantes antes, para hablar con Ferlet.

Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando Úrsula le cogió de la mano, a ella y a Colton, siendo ambos arrastrados por la decidida niña, llevándoles junto a los demás y dándoles una charla que parecía casi la de su madre cuando discutía con Nolan. Jade guardó silencio y hasta contuvo el aliento. ¡Cualquiera le llevaba la contraria a Galloway! Debía reconocer Ivy que Úrsula daba unas explicaciones muy claras de que el enemigo común al final era Alondra, y que ellos, juntos, habían conseguido parar a la abusona. Pero tenían algo pendiente, averiguar más cosas sobre la muchacha desconocida y, si no trabajaban en equipo, sin duda fracasarían.

Además de eso, a Jade le sorprendió las palabras de Cramson. ¡Le encantaba cómo se expresaba! Estaba diciendo a su mejor amiga todas las cosas que ella misma podría haberle dicho, sin eliminar ni un solo comentario. Tan acertados estuvieron Michael y Úrsula que Ivy no quiso añadir nada más al respecto, tan solo abrazó a Ferlet para hacerle sentir bien, y casi al momento, pareció recobrarse de su estallido de genio.

Úrsula estiró entonces la mano para que las demás se unieran. Ivy no lo dudó ni por un instante - Los amigos siempre están juntos - Dijo estirando la mano y uniéndola a los demás, con el firme propósito de dejar claro que en ningún caso, la relación que tenía con Luna fuese excluyente para los demás. Era una joven sociable y estar enfadada con las personas le dolía. Suspiró, estaba algo más calmada y animada que antes, por su parte las relaciones con Colton iban a comenzar a ser normales, sonrió al chico muggle y no pudo evitar decir lo que le estaba matando por dentro- Ojalá todos pudiésemos caer en la misma casa, pero si no es así, debemos esforzarnos en vernos a diario y contarnos cómo nos va el día. Al menos con eso, siempre nos tendremos presentes y haremos más fuerte nuestra amistad... ¿Os parece bien?... - Y suspiró, por fin las cosas comenzaban a tener sentido.

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28/02/2022, 16:20
Colton Derrick

Estaba hablando con Ivy y explicándole el porqué de sus burlas y todo había quedado más o menos arreglado, o al menos eso creía él, pero la irrupción de Luna lo derrumbó todo. ¿Tonto? Encima le estaba llamando tonto? La próxima vez ayudaría a Cagondra, sería su mano derecha...vamos, tonto, como se pasaban. Y claro, conforme se explicaba más se enfadaba, porque era todo en plan uy que guay que me defiendas, y podemos ser amigos todos pero Ivy es mi amiga, y defiéndeme, y a ti que te defienda tu madre.... Y para postre coge y se larga llorando....Colton parpadeó intentando encontrar una razón, pero nada, no entendía nada. Iba a salir detrás de Luna, pero ya lo hizo Michael, y él era más tranquilo, así que le iría mejor con él. Suspiro pesadamente y tentado estuvo de decirle a Lobezno que no quería ser mutante, que él lo que quería era volverse a casa, pero cualquier la decía nada, te dejaba como un pincho moruno el subdire en la que canta un gallo.

Se dirigió donde estaba Úrsula que estaba en plan niña, tengo barro, no estoy guapa, mi pelo no brilla.... Como si eso importara! Era su amiga y para él eso era mucho, y para ella más, que las chicas eran un rollo, así que que la tuviera de amiga era como para sentirse orgullosa de si misma. Sonrió

- Vas a estar bien, si quieres entraré en el comedor andando sobre las manos y así nadie te mirará... Todos hablarán del tonto que entró en el comedor andando sobre las manos...

Pero se ve que eso le dio una idea y cogió su mano así en plan novios, o era eso o era en plan te voy a sacar el brazo de sitio. Lo arrastró, y como le picó la curiosidad se dejó hacer, al menos hasta que vio que se acercaba a Ivy que entonces empezó a culebrear como si le llevaran al matadero pero Úrsula no aflojó ni un pelo, y entonces le cayó la bronca, en plan madre pero sin chancla. Bueno, por la investigación podía hacer un sacrificio, pero no se esperaba esa patada de tarjeta amarilla que le dio. Se hubiera revolcado a lo Neymar pidiendo penalty, pero quedaba feo que una chica te hiciera ese daño con una patada, así que aguantó estoicamente como un digno aficionado del Chelsea.

Luna volvió y le pidió disculpas, Colt negó con la cabeza y una sonrisa pilla, poniendo de manifiesto lo despeinado de su cabello y le dijo

- No pasa nada, yo, bueno, supongo que ya está. También es de amigos decirse las cosas aunque no gusten. Yo entiendo que seas más amiga con Ivy, pero me dolio que solo hablarais de protegeros entre vosotras... pero bueno, ya está... no pasa nada, pero por favor, no llores más, que no te quiero hacer llorar.

Sonrió y bajó la vista, moviendo el pie nervioso, y entonces le tocó a Ivy. Le sonrió y negó - No pasa nada, igual me lo tome muy en serio, todo esto es muy nuevo para mi y me siento un poco... como un pez fuera del agua? - Dijo preguntando por si el ejemplo se entendía. Rió y asintió - Me pasa lo mismo, no entiendo la mitad de als cosas que decís... por ejemplo, yo no sé lo que es un velículu, pero si mola la próxima vez me lo enseñas...Pues nada, está todo arreglado, pero tendrás que probar uno de mis chocolates.... uno de los buenos, no todos van a ser, especiales - dijo sonriendo y mirando de reojo a Alondra.

Puso la mano, pero no encima, la pusto debajo de la de Úrsula y le sacó la lengua divertido - Eres una mandona, pero eres una mandona Guay. Los amigos siempre unidos, y no nos podremos separar hasta que hayamos descubierto el misterio de la chica del tren, y ni las casas, ni el frío, ni el calor, ni las torturas más increibles podrán separarnos, ni siquiera las clases de asignaturas aburridas.

 

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28/02/2022, 19:11
Directora

Era difícil no temblar ante el desconocimiento de lo que os esperaba, porque por mucho que algunas de las familias de todos los que allí estabais os hubiesen hablado de la ceremonia de selección, no era para nada comparable con la interminable espera para conocer en persona lo que en realidad sucedería y cómo.

Colton se acercó un momento a Nolan, que estaba intentando arreglar su túnica sin demasiado éxito, y le ayudó a que no pareciese que era demasiado grande. Nolan le miró, agradecido.

-Gracias, Colt. Menos mal que se te ha ocurrido porque es un desastre. ¡No es justo que mi hermana tenga la túnica perfecta y yo en cambio haya conseguido una que no es de mi talla! -dijo, haciendo lo que Colton le había aconsejado.

Después, Colton se dirigió a hablar con Ivy, mientras Luna lo hacía con los dos chicos que habían acabado empapados.

-Hola, yo soy James Kelpis -dijo el muchacho. 

-Y yo Gail Mulbarry -se presentó la chica.

 

A ambos les pareció muy buena idea, así que se quitaron las túnicas y entre los tres consiguieron enrollarlas con fuerza para que soltaran la mayor cantidad de agua posible.

-Me he caído porque la barca estaba demasiado lejos, no porque yo sea muy torpe -comentó James, mientras escurría su túnica. A su lado, Gail movió los ojos hacia arriba.

-Pues yo sí que lo soy. Pero creo que deberían habernos ayudado a salir. ¿No lo piensas tú también, Luna?

Pero Luna no se quedó mucho tiempo con ellos porque rápidamente, se dirigió para hablar con Colton, tras lo cual se creó aquel momento incómodo entre el grupo que formabais, ante la mirada sorprendida de buena parte de los que estaban en la sala. El hecho de ver como hacíais las paces e incluso formabais un grupo de amigos que parecía indestructible, fue seguido con envidia por muchos de los que allí se encontraban y que al contrario que vosotros, no habían tenido la suerte de conectar tanto como en vuestro caso.

Una vez resuelto todo, pudisteis centraros en aquella extraña espera. 

A vuestro alrededor, los demás alumnos de primer año hablaban entre ellos y conforme fue pasando el tiempo, los murmullos fueron aumentando en intensidad y también frecuencia, pues todos estabais expectantes ante lo que vendría a continuación, hasta que finalmente, la reaparición del profesor Partwulf, con su voz grave y seca, acabó con todos ellos. Había entrado en la habitación sin que ninguno os dieseis cuenta.

-Es la hora. Formad dos hileras y seguidme.

Acto seguido, se giró comenzó a caminar para salir de la habitación, cruzó el vestíbulo y llegó hasta unas enormes puertas dobles que se abrieron antes de que él llegase.

La mayoría de vosotros sentíais vuestras piernas como si estuviesen hechas de plomo, porque aquella experiencia era completamente nueva para todos y también porque significaba que ibais a estar a la vista de todos los estudiantes de la escuela. Vosotros seríais el principal espectáculo en esos momentos.

Cuando las puertas se abrieron, entrasteis en una sala enorme, el Gran Comedor, del cual muchos habíais oído hablar pero que por supuesto superaba con creces lo que habíais esperado. Era un lugar iluminado por miles de velas que flotaban en el aire mágicamente, dando una resplandeciente y magnífica apariencia. 

El techo parecía desdibujado, como si fuese transparente y pudieseis ver a través de él, de manera que alcanzabais a contemplar el cielo estrellado que existía sobre el castillo. Era un espectáculo único e inigualable. Algunos de vosotros habíais oído de boca de quienes ya habían estudiado allí, padres y madres, y hermanos y hermanas, que era un hechizo que hacía que pareciese como si fuese el cielo. 

Finalmente, todo Hogwarts estaba allí. Había cuatro mesas, una por cada casa, y los estudiantes de cada una de ellas esperaban sentados a ella, rodeados con platos, cubiertos y copa de oro, y finalmente al fondo, en una tarima, había una mesa perpendicular a las anteriores en donde estaban sentados todos los profesores, con una figura en el centro, y un asiento libre a su lado que suponíais ocuparía vuestro guía, el subdirector. Solo conocíais al profesor que habíais visto en el tren, cuando aquella pobre chica había aparecido de no se sabía dónde, y a Borealis, que os había llevado hasta el castillo. La figura central debía ser la directora de Hogwarts.

                 

Finalmente, el profesor subió los dos escalones que llevaban a la tarima, en la cual os fijasteis que había un sombrero puntiagudo de mago, remendado, raído y muy sucio, y un pergamino enrollado al lado y se dio la vuelta.

-Está bien. Ahora quietos ahí -os dijo con un ademán del brazo, haciéndose el silencio más absoluto en todo el comedor. Lo que fuese a suceder, estabais a punto de verlo.

El profesor Partwulf se colocó al lado del sombrero y nada más hacerlo, asististeis a una cosa increíble. Aquel viejo montón de ropa que parecía el gorro se movió, como si se tratase de alguna clase de animal despertando de un largo letargo, y una rasgadura cerca del borde apareció, abriéndose como una boca y para vuestra sorpresa, se aclaró la garganta y empezó a recitar algo.

Al igual que cada uno de vosotros
soy mucho más de lo que parezco
pues dentro de mi cabeza hay
magia y conocimiento.

No os fieis nunca de las apariencias
pues a pesar de mi aspecto
han dejado en mi interior
de toda la magia lo mejor.

Muchos años atrás
cuatro grandes magos me crearon
uniendo fuerzas y pensamientos
hasta que quedaron contentos.

Soy valiente como un Gryffindor
pues no conozco el miedo;
un Hufflepuf me dio su lealtad
para tratar a todos por igual.

Un Ravenclaw me dio saber
para a quien estudia, conocer;
y un Slytherin me entregó 
la astucia que tanto valoró.

Pero nada de eso importa ahora
que la magia vuelve a crear miedo
y que lo único que puede frenarlo
es la amistad y el respeto.

Yo soy el sombrero seleccionador
y esta es mi canción
para que en cuanto tu cabeza toque
sepa donde está tu corazón.

Y tras aquella canción, todo el comedor prorrumpió en una salva de aplausos que pareció una eternidad. Aquel sombrero era mágico, pero tenía un poco de cada casa y en cuanto os lo pusierais en la cabeza, sabría exactamente a qué casa tendría que enviaros.

Ahora solo había que esperar vuestro turno... y ver qué era lo que el sombrero encontraba en vuestro interior.

Notas de juego

Vale, en el próximo post que yo escriba, saldrá vuestra casa. Así que junto con el que hagáis ahora, antes de que eso ocurra, tendréis que hacer las siguientes tiradas EN OCULTO, siguiendo las indicaciones:

Lanzar 4D10 por separado, uno por cada casa, indicando por cual tiráis (G,H,R,S), sumando los siguientes modificadores en las que corresponda:

 

  • +5 en la tirada de la casa en la cual PREFIRÁIS ESTAR.
  • +5 por cada progenitor de una casa (si se conoce o por supuesto, es mago. De ser muggle, nada).
  • +2 por cada punto de CORAJE en la tirada de GRYFFINDOR
  • +2 por cada punto de CONCIENCIA en la tirada de HUFFLEPUFF
  • +2 por cada punto de INTELIGENCIA en la tirada de RAVENCLAW
  • +2 por cada punto de ASTUCIA en la tirada de SLYTHERIN

Con el siguiente post mío os pondré los resultados para que los veáis pero es que así queda todo más misterioso XD 

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01/03/2022, 11:51
Colton Derrick

Al final todo había salido bien. Cuanto tenías un problema con un amigo siempre había que poner un poco de tu parte, olvidarte de las afrentas y quedarte con lo bueno, porque los amigos se lo perdonaban todo, y Colton era un buen amigo. Tal como se juntaron las manos todo fue olvidado.

Nolan parecía estar más tranquilo después del apaño realizado. Lo miró y asintió antes de decirle - No pasa nada, seguro que habrá...¿conjuros para encoger? Si no te puedo enseñar un conjuro muggle para reducir la ropa nueva, la metes en la lavadora, pones agua caliente y le das al botón... Un día quise ayudar a mi madre con la colada y casi me mata. - Se encogió de hombros y dijo - Fue sin querer aunque fue muy divertido ver como las sudaderas de mi padre se convirtieron en unas de mi talla - Sonrió al recordar la anécdota y le dijo - No te preocupes, tu camina con seguridad y todo saldrá bien, se acordarán del segundo mejor bromista de Hogwarts....seguro.

Y lo dijo así porque estaba seguro de que iba a ser el primero, sin discusión. No había nacido muggle, mago o...bueno, lo que hubiera y no conociera, que fuera mejor que él en bromas. Pronto lo demostraría, muy pronto. Estaba imaginándose cual sería su primera travesura cuando Lobezno anunció que era la hora de entrar en la sala del peligro y que se pusieran en fila. Se puso a la izquierda y le dijo a Ivy

- No te preocupes, estás bien, te van a elegir en Slytherin casi seguro, si tu madre, y tu abuela y todos esos son de allí lo serás. Es como cuando eres muggle y tu abuelo es del Chelsea, tu padre es del Chelsea, tu no puedes ser del United, porque si no no te dejan entrar en casa...Bueno, lo del Chelsea, es, es un deporte muggle, es algo parecido al quidditch, más o menos... ya me entiendes. Saldrá bien, creo.

Las puertas se abrieron muy en plan castillo medieval. Colton decía lo mucho que molaba todo, y, aunque no le solía pasar, sentía la presión del momento. Era como tirar un penalty en la final del campeonato infantil, con todo el público mirándote, y tus padres allí en primera fila, diciéndote que chutaras así o asá o acullá, y tu te volvías tan loco que lo único que querías era desmayarte y que te sacaran del campo en camilla para no chutar, pero había que chutar, así que intentó fijarse en el techo donde se reflejaba el cielo, y las velas, las velas flotaban. Sonrió y le preguntó a Luna

- Oye, tú que sabes más de estas cosas, ¿Están flotando de verdad o hay duendecillos invisibles sujetándolas? ¿y el cielo es de verdad? ¿No hay techo?

Las mesas parecían estar expectantes para acoger a la sangre fresca. Levantó una mano y saludó al estilo vulcaniano y les dijo a todos

- Larga vida y prosperidad. Soy Colton.

Pero entonces se fijó en el aquelarre de profes que había delante y se calló en seco. Estaba la albina, y lobezno, y muchos otros, pero parecía que lo que iba a ser lo principal de la ceremonia era un sombrero viejo, un sombrero parlante, que cantaba, aunque la verdad es que no lo hacía muy bien. Cuando acabó aplaudió, aunque por compromiso, que no es que fuera música de AC/DC ni nada de eso. Empezaron a llamar a unos y otros y él daba saltitos, intentando esperar su turno en silencio, pero era imposible, así que empezó a hablar con Úrsula

- ¿Tú crees que habría alguna manera de acelerar el proceso? No sé, si grito que hay un fuego algunos huirán y mientras nos podemos colar...¿Es buena idea, verdad?

COLTON DERRICK

Dio un respingo y adoptó un aire de soldado imperial de star wars desfilando frente a Darth Vader. Aquello era un acto solemne, un acto que iba a dictar cosas importantes, por ejemplo si estaba lejos de Cagondra o con cuantos amigos caía. Sabía lo que tenía que hacer, sentarse, dejar que le pusieran el sombrero. Así lo hizo, saltó, giró en el aire y puso sus posaderas en la silla con una gran sonrisa mientras le ponían el sombrero, y entonces flipó: ¡El sombrero era el sombrero del profesor Xavier!! ¡Era telepático!

Eso explicaba muchas cosas, porque el profesor X es calvo, y claro, al sombrero se le debía haber pegado el poder. Empezó a decirle al sombrero

- Señor sombrero, tengo que decirle una cosa, para que no diga que soy un mentiroso. La verdad es que cantar, bueno, no es como los beatles, aunque no sé si conoce a los beatles y luego, bueno...que me gustaría caer en Gryffindor, y a una que viene después que se llama Alondra, si la puede poner en Hufflepuff se lo agradecería.... y, bueno, que ya sé que es un sombrero muy sabio, pero si puede no ponerme en Slytherin.....y ya, que mamá dice que es de mala educación pedir demasiado.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Utilizo dos puntos de xp de los que me quedaban para tener un punto de coraje extra, a ver si no se me escapa lo gryffindor XD

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01/03/2022, 13:23
Michael Cramson

Michael no podía hablar. Sencillamente, los músculos de su lengua y garganta no servían en ese momento más que para tragar saliva, mientras sus ojos recorrían hasta el último centímetro del Gran Comedor, del que su madre y Keira le habían hablado tantas veces. Las largas mesas, una por cada casa... Las velas que flotaban en el aire y cuyas gotas de cera se desvanecían antes de caer... El techo, con sus nervaduras y sus bloques de piedra "teñidos" mágicamente para simular el cielo nocturno... Todo estaba allí. Era real. Estaban a punto de convertirse oficialmente en alumnos de Hogwarts.

Pudo dominarse lo suficiente para echar un vistazo rápido a la mesa de Hufflepuff. Su hermana debía estar allí, en alguno de los asientos, y quizá estuviera también intentando verle. Pero la caminata a lo largo del comedor se le hizo al chico tremendamente corta, pues ahora llegaba el momento clave. La ceremonia de selección. ¿En qué casa acabaría? Llevaba un rato en que no estaba seguro de nada, y de repente las cuatro opciones le parecían igual de probables, igual de excitantes, igual de intimidantes... No podía pensar con claridad, sólo sabía que estaba terriblemente nervioso y que notaba la boca tan seca que cuando pudiera sentarse a cenar, iba a beberse tres jarras de zumo de calabaza.

A su alrededor, el resto de chicos y chicas murmuraban conversaciones quedas. ¿Había alguien dirigiéndose a él? No lo sabía, ni podía saberlo. Tras la canción del Sombrero, su vista estaba fija en el taburete que lo sostenía. Empezaron a escucharse nombres. Los alumnos de primero subían los escalones cuando les nombraban, les colocaban el Sombrero en la cabeza y este gritaba el nombre de una casa. Había escuchado mil veces cómo era esa ceremonia, pero esta vez era real, esta vez se estaba desarrollando frente a sus ojos, esta vez...

¡CRAMSON, MICHAEL!

El nombre le entró por un oído y estuvo a punto de salirle por el otro, pero su mente logró procesarlo con dificultad y casi salió corriendo hacia el taburete. ¡Que era su turno! Trató de tragar saliva una vez más mientras se sentaba, pero ya no le quedaba y la lengua se le pegó al paladar. De pronto se hizo la oscuridad. Le habían puesto el sombrero en la cabeza y le quedaba grande, le tapaba los ojos. ¿Por qué aquél sombrero era tan grande...?

El corazón le latía tan fuerte que pensó que se le iba a salir del pecho. Cada latido le sonaba al nombre de una casa. Hufflepuff... Bum... Slytherin... Bu-bum... Gryffindor... Bum... Ravenclaw... Bu-bum...

- Tiradas (4)
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01/03/2022, 14:19
Luna Ferlet

Estaba más tranquila.

Después de lo que había ocurrido, tras las palabras de Michael, la disculpa de Colton y aquella unión de manos promovida por Úrsula, sentía que de nuevo estaba rodeada de amigos. Sin embargo, cada vez me sentía más nerviosa por lo que pudiera ocurrirme.

Sentía envidia por aquellos que estaban seguros de en qué casa querían caer mientras que en mi caso, todo era un contratiempo tras otro. Antes de conocer a Ivy quería estar en Gryffindor, como mis mamás, pero ahora ya no estaba nada convencida. A lo mejor decidían por mí aquello para lo que estaba más preparada.

No lo sabía.

-A ver si empieza ya porque no sé cuánto tiempo más voy a…

No pude terminar la frase porque entonces oí la voz del profesor, bueno, todos la oímos, y nos volvimos hacia él. Sin darnos cuenta había aparecido en la puerta para decirnos que era el momento.

Vi que Colton se colocaba al lado de Ivy, así que yo me coloqué detrás de ellos. Así pude escuchar como Colton le daba ánimos a Ivy sobre la casa en la cual iba a caer, y sonreí. ¡Era genial ver que de nuevo eran amigos y se hablaban así!

En cuestión de pocos segundos, todos estuvimos en fila, entre otras cosas porque todos teníamos prisa por saber en dónde íbamos a caer. Nolan se colocó a mi lado y al verle, sonreí algo más relajada.

-¿Tú querías ir a Gryffindor, verdad? Espero que te escojan –le dije. Al menos él sí que sabía a dónde quería ir.

Seguimos al profesor fuera de la sala, hasta llegar a unas puertas que eran casi tan grandes como las de entrada al castillo. Todo en aquel lugar era muy grande, como si estuviese preparado para tener gigantes o algo por el estilo. Esta vez ni siquiera hizo falta que llamase, porque se abrieron solas mágicamente, dejando ver a un enorme salón lleno de gente, con todos los alumnos y las alumnas del colegio, vistiendo sus túnicas y pendientes de nosotros.

Era muy embarazoso.

Qué vergüenza, todo el mundo nos mira.

A medida que caminábamos, me fui fijando en los alumnos que había sentados a las mesas. Por los emblemas que tenían en las túnicas, no resultaba muy difícil saber a qué casa pertenecía cada una. Eso era importante porque según donde cayese, no podía equivocarme de mesa e ir a otra.

El comedor era increíble, muy grande y además precioso, porque sobre nuestras cabezas flotaban un montón de velas que lo iluminaban. Pero lo más chulo era el cielo que podía verse en lugar del techo. Era lo más genial que había visto nunca.

Colton se volvió entonces hacia mí para preguntarme por las velas y también por el cielo. Yo no había leído nada sobre ello, pero apliqué la lógica.

-Pues… yo creo que las velas tendrán algún hechizo de levitación y en cuanto al techo, sí que existe, porque el castillo está cerrado, así que tiene que ser alguna clase de encantamiento que haga que parezca el cielo –le dije, sin apartar la vista de aquel cielo estrellado.

Cuando llegamos al final del pasillo me fijé en que allí estaban todos los profesores del colegio. Solo conocíamos a dos de ellos, a tres, si incluíamos a la profesora Borealis, pero algunos tenían un aspecto muy serio. Me pregunté qué asignatura daría cada uno. Me hubiera gustado hablarlo con los demás pero como todo estaba tan silencioso, no creía que fuese el momento.

Después miré hacia donde estaba el profesor y vi un taburete con un viejo sombrero sobre él. El profesor se detuvo a su lado y todos dejamos de caminar, como si esperásemos algo. Tardé unos segundos en darme cuenta que lo que esperábamos era al sombrero, que para mi sorpresa, empezó a recitar.

Lo que decía tenía mucho sentido; era como si explicase lo que era y lo que hacía, aunque también dijo algo al final acerca de la amistad que me recordó a lo que había pasado entre nosotros. Parecía estar al tanto de todo los problemas del mundo mágico, de ese mago terrible que estaba causando tanto daño y a quien no podían detener, y que la única manera de detenerlo era estando todos juntos. ¿Se estaría refiriendo a nosotros? No, claro que no. Tenía que estar hablando en general. Entonces se me ocurrió una locura de lo más loca. ¿Y si lo que decía el sombrero era diferente para cada uno de nosotros? A lo mejor en mi caso me había dicho aquello porque era lo que más me preocupaba y a otros, le había transmitido una idea diferente.

Tenía que comentarlo con los demás para ver si ellos habían oído lo mismo que yo.

Estaba tan ensimismada que antes de que me diese cuenta, ya había terminado de hablar y todos estaban aplaudiendo, así que los imité.

También me di cuenta de los gestos de alivio que todos teníamos porque por lo visto, lo único que había que hacer era ponerse el sombrero y esperar a que decretara a qué casa pertenecíamos cada uno. No había que hacer nada especial, sino solo esperar a ver lo que opinaba el sombrero, que para eso había explicado que tenía un poco de magia de todas las cosas, como si gracias a eso pudiera decidir donde estaríamos mejor. Eso era algo mucho más sencillo de lo que había pensado… pero me pregunté cómo lo haría. ¿Cómo sería capaz de saber si yo era más de una casa que de otra? ¿Me… preguntaría directamente?

Entonces miré a Ivy y pensé que no tenía que darle tantas vueltas a eso. En realidad, si caía con Ivy me sentiría bien, y si al final lo hacía con cualquiera de los demás, con Michael, Colton y Úrsula también, por supuesto. Pero como Ivy era mi mejor amiga, sentía que lo más importante era estar juntas, así que por fin conseguí aclararme con ello. Quizás no dependiera de mí pero al menos sabía qué era lo que prefería.

Quiero ir a Slytherin. Quiero estar en Slytherin.

Y es que aunque mi prioridad fuese en esos momentos estar con mi amiga Ivy, mi amiga del alma, pero si eso no era posible, me sentiría feliz de estar con cualquiera de los demás. Ahora que habíamos arreglado nuestras diferencias, sabía que podía contar con todos ellos.

Tras la canción del sombrero, el profesor nos dijo que nos iría llamando y eso es lo que fue haciendo. Uno detrás de otro fue nombrando a todos los de primer curso y poco a poco, después de ponérselo, el sombrero fue gritando a qué casa pertenecía cada uno.

Cuando oí el nombre de los que conocía, di un pequeño respingo. Úrsula iba a ser la última de todos nosotros, pero Michael, Colton, Ivy y Nolan irían antes que yo por lo que tendría oportunidad de ver si se cumplía lo que ellos esperaban o si por el contrario, salían decepcionados.

Eso hizo que con cada nombre, estuviese más nerviosa. Era difícil no estarlo sabiendo que casi todos iban a conocer su destino antes que yo.

-Suerte, Michael. Mucha suerte, Ivy. Ánimo, Nolan. L-larga vida y--- prosperidad, Colton –les dije a cada uno, conforme fueron llamándolos., y en el caso de Colton, recordando aquel saludo que había hecho, que no sabía lo que significaba pero que sin duda era importante para él.

No tuve que esperar mucho después de Colton a que llegase mi turno, pero cuando escuché mi nombre en voz alta, me sobresalté.

-¡LUNA FERLET!

Cuando sonó mi nombre, miré preocupada a todos. Solo estaba Úrsula de quienes conocía bien, así que me fijé una última vez en ella, cogí su mano y la apreté.

-Mucha suerte después, Úrsula. ¡Nos veremos luego!

A continuación subí al taburete, pasando al lado del profesor, que no parecía ser capaz de sonreír ni por casualidad; cogí el sombrero y me lo coloqué en la cabeza. Era extraño al tacto y mucho más grande de lo que había esperado, pero a pesar de todo, no tanto como para que me cubriese completamente, solo un poco los ojos.

Para mi sorpresa, en cuanto tocó mi cabeza, empecé a oír lo que me decía y también yo le dije lo que pensaba.

-Yo… la verdad es que no sé a dónde quiero ir. Quiero estar con mi amiga, sí, pero soy muy inútil, seguro que piensas que merezco estar en Hufflepuff pues será mejor que esté allí. Y si caigo en Ravenclaw te prometo que no me enfadaré y estudiaré mucho.

La verdad era que ni yo misma tenía muy claro en dónde quería caer pero en donde fuese, esperaba que al menos pudiera estar con alguien en quien confiar. Por eso le estaba dando al sombrero todas las alternativas posibles, sobre todo teniendo en cuenta que al final, ni mis mamás me habían presionado.

Mientras esperaba la respuesta del sombrero, contuve la respiración y cerré los ojos. Mamá, mami, deseadme suerte.

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01/03/2022, 16:38
Ivy Jade Connor

Nolan se quejaba de que Ivy tuviera la túnica perfecta y él no, lo que provocó que la niña resoplara ante la injusticia del comentario - Te recuerdo que Madame Malkin te pidió más de quince veces que te estuvieses quieto y que no subieras y bajaras de la tarima porque así era imposible que te tomase la medida. De hecho, mamá se enojó contigo, ¿no te acuerdas?... - Dijo la pelirroja encogiéndose de hombros - Lo bueno es que la ropa te puede durar para este año y el que viene... Y quizás hasta el próximo... - Fue entonces cuando Colton hizo notar que había una manera muggle para encoger la ropa - ¿De verdad que se puede hacer eso sin magia?... - Parecía sorprendida - Me gustaría aprender a usar la... ¿lavabola?... - Si su abuela la escuchase, la mataría.

El profesor Partwulf llegó y les pidió que se dispusieran en dos hileras, situándose Ivy a la derecha de la misma. Fue el momento en el que Derrick le hizo un comentario para infundirle ánimo, ante el cual sonrió, aunque seguía sintiéndose intranquila.

- Muchas gracias, Colton... - Volvía a no entenderle - ¿Chelsey? ¿United? ¿Qué es eso?... - Preguntó curiosa, intentando aprender más cosas del desconocido mundo muggle -  Yo espero que te den la casa que deseas. Aunque creo que la tuya debería ser Gryffindor, eres valiente, encajarías a la perfección... En cualquier caso, mucha suerte... - Le dijo deseándole lo mejor, extendiendo sus deseos a todos los compañeros, mirando a Luna por unos instantes, estaba detrás de ella, le cogió la mano y le susurró al oído - Serás una magnífica Gryffindor y siempre estaremos juntas - Le tenía afecto y quería lo mejor para ella - Úrsula, Michael, mucha suerte en vuestra selección - Miró a su hermano - Querría ver la cara de la abuela si te ponen en Hufflepuff.... - Ahogó una risita recordando un comentario de su padre, uno de sus mejores amigos era de la casa del tejón. Quizás nada era tan malo como inicialmente se estimaba.

Comenzaron a caminar para salir de la pequeña habitación y cruzar el vestíbulo. Así llegaron ante las dobles puertas de madera que les separaban de la gran estancia donde todo el colegio estaba reunido. Partwulf traspasó las puertas, las cuáles se abrieron antes de que él siquiera las rozase, permitiendo el acceso de los alumnos en el Gran Comedor, un sitio brillante y magnífico donde las velas, miles de ellas, flotaban por todas partes dando un aspecto espectacular al lugar.

- Es incluso más increíble verlo que cuando Donovan lo narraba... - Reconoció la joven, sonriendo al ver aquel espectáculo de luces tan vistoso, mirando el cielo nocturno que se veía a través del techo - Es impresionante... Precioso... - Dijo ella completamente enamorada de la visión, que aún habiendo sido esperada, la tenía completamente cautivada.

Ivy miró hacia adelante y vio todo el colegio observándoles. Contuvo la respiración y, aunque su primera mirada se dirigió a Slytherin, buscando a su hermano mayor, no pudo evitar fijarse en los colores de las demás casas, pensando que quizás, cualquiera de ellas fuese muy buena opción. Caminó siguiendo la fila, sin entorpecerla, hasta que llegaron los alumnos hasta el fondo, donde todos los profesores se encontraban, destacando entre ellos la directora de la escuela.

Qué diferentes son todos. Espero que sean amables y pacientes en clase...

Los nervios volvían a invadir a la joven Jade mientras sus pupilas recorrían a los diversos docentes, algunos con rostros amables, otros mucho más serios. Pero lo que realmente alcanzó todo su interés fue el montón de tela que descansaba sobre un taburete y que tomó vida cuando Patwulf se colocó a su lado, era el Sombrero Seleccionador.

El sombrero comenzó a recitar una especie de canción. Jade estaba atenta a la letra, escuchando activamente las cosas que el objeto animado decía, gustándole mucho la cantinela que tenía que ver con la casa donde cada cual debía estar, según su corazón. Ivy aplaudió con ganas cuando el resto de sus compañeros también lo hicieron, sintiendo que por fin, estaba en el sitio correcto, en Hogwarts.

Uno a uno, sus compañeros comenzaron a desfilar con el fin de ser seleccionados para cada casa, no sin antes desearse lo mejor en aquellos momentos de incertidumbre - Ojalá que caigáis en donde queréis estar, pero pase lo que pase, siempre seremos amigos... - Dijo la pelirroja antes de que fuese nombrada por el sombrero

- CONNOR, IVY JADE

Y el mundo se paralizó. ¿O sólo ella? Notaba que estaba petrificada cuando debía comenzar a caminar, y los pasos que le separaban del taburete aparentaban ser una gran distancia. Sacó coraje de alguna parte de su cuerpo para salvar las distancias del Sombrero, sintiendo cómo su cuerpo pesaba quintales.

No te acobardes ahora. Tú puedes lograrlo, camina Ivy, mueve el culo que van a mirarte raro...

Y llegó hasta el lugar donde se sentaría, mientras el Sombrero le era impuesto, cual corona, cayendo sobre su cabeza y, si no fuera porque ella lo sujetó, le habría tapado los ojos. Fue entonces cuando las dudas que tenía antes se incrementaron aún más. ¿En qué casa debía estar?

Siempre he querido ser Slytherin. Todas las mujeres de mi familia lo han sido hasta la fecha. Si no entro en la casa de Salazar temo decepcionarlas. Pero, también quiero ser Gryffindor, estaría con Luna y Nolan, mi padre se alegraría mucho de que fuese como él. ¿Y Ravenclaw? Me gustaría que dijeran de mí que soy inteligente, que tengo una conversación agradable y saber de todo. También me encantaría que dijeran que soy alguien confiable, alguien realmente leal, la mejor amiga que todo el mundo quisiera tener...

Y entonces Ivy se dio cuanta de algo, que ella, en toda esa línea de pensamiento, no había elegido por sí misma. Siempre deseando agradar a los demás y se había olvidado de mostrarse tal y como era.

Tengo astucia, inteligencia, soy leal y creo que tengo algo de valor. ¿Dónde ir? ¿Quién quiero llegar a ser?

Miró a su alrededor y vio todas las opciones. El silencio circundante ante la no decisión del Sombrero

Soy Slytherin y Gryffindor. Lo sé

Miró a su hermano y entendió algo, en Gryffindor, a su lado, sería un sin vivir, siempre acabaría sufriendo por sus trastadas. Jamás debería haber dudado de que ella realmente debía ser Slytherin y recordó la ilusión de ver el cromo de Salazar en la colección compartida con su mejor amiga.

Slytherin, Slytherin, Slytherin... Y que Luna esté conmigo...

La voz de su interior seguía recordándole que Gryffindor era algo que en el fondo, también le gustaría ser. Tan sólo la magia del Sombrero debería determinar si su deseo de ser Slytherin se cumpliría o si, por el contrario, iría a Gryffindor para sufrir con la presencia diaria de su hermano.

Lo que tenga que ser, será. Amaré la casa que me corresponda...

Y con ese pensamiento final, la joven esperó al veredicto del Sombrero Seleccionador.

- Tiradas (8)

Notas de juego

+5 Slytherin (Estoy muy justa entre Gryffindor y Slytherin, a ver qué dicen los dados...^^)

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03/03/2022, 00:23
Úrsula Galloway
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Tiradas hechas, ¿son correctas?

Mañana hago el post lo antes que pueda, tengo la cabeza en otro sitio hoy y no me da ya la neurona (si vieras lo que he tenido que hacer para saber lo que tirar, flipas en colores XD)

Edit. Se nota, se nota. Porque has tirado 4D10 para cada uno, y era 4D10 para todas las casas, es decir, 1D10 para cada casa jajajajaj .Pero no te apures. Cojo la primera nada más y así no tienes que volver a tirar. Si quieres puedo actualizar y ya está, que al final cuando no se está no se está.

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03/03/2022, 19:45
Cletus Partwulf

Cuando los aplausos tras la canción del sombrero acabaron, el profesor cogió el pergamino, lo desplegó y habló con voz grave y severa. Parecía que había llegado por fin el momento.

—Cuando os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen. 

A continuación el profesor empezó a nombrar uno por uno a todos los de primero, comenzando por... ¡BARROWS, ANEMONE!

El sombrero apenas tuvo que tocar la cabeza de Anemone para gritar... ¡SLYTHERIN! La joven se levantó del taburete, dejó el sombrero y se dirigió hacia la mesa de su nueva casa, que aplaudía con fuerza.

Después de ella fue el turno de ¡BENTHEN, HUGH!. En esta ocasión, el sombrero pareció pensárselo unos segundos más antes de decir ¡HUFFLEPUFF! y al igual que había sucedido con Anemone, fue recibido con aplausos en su mesa y una calurosa bienvenida.

Poco a poco fuisteis pasando por el sombrero, que en algunos casos se mostró seguro y veloz, mientras que en otros dudó un poco antes de asignar la casa a la cual debía entrar.

Después de Benthen fue el turno de ¡CAPRICORN, LUCERNE!, Ravenclaw, ¡COLTEN, HUCKELBERRY!, primer Gryffindor de la noche y ¡CONIFER, MARIA ALIANA!, otra Slytherin.

Y por fin fue el turno de ¡CONNOR, IVY JADE! Ivy subió llena de nervios, los cuales no desaparecieron hasta que por fin el sombrero dijo la casa a la que pertenecía, lo cual ocurrió sin que el sombrero tuviera dudas al respecto, porque habló prácticamente en el mismo instante en que la joven se lo puso sobre su cabeza. El sombrero se lo dijo transmitiéndoselo solo a ella.

-Oh, este caso está muy claro. Eres una...

¡SLYTHERIN!

Toda la mesa de Slytherin saltó en aplausos, incluyendo a la amiga de Alondra, Anemone, y también a la recién incorporada Maria Aliana, pero sobre todo recibió los saludos de su propio hermano, Donovan, que fue a por Ivy y la abrazó con fuerza.

-¡Bienvenida, hermanita!

Puede que nadie más del grupo llegase a aquella casa, pero no estaría sola.

Después fue el turno de su hermano, ¡CONNOR, NOLAN FINN!, que fue casi saltando hasta el taburete, antes de que el sombrero indicara su casa. En este caso lo tuvo algo más complicado.

-Ah, eres mitad y mitad, pero tienes mucho potencial. Entonces será mejor que te pongamos en...

¡GRYFFINDOR!

Después de  Nolan fue el turno de ¡CRAMSON, MICHAEL! Michael se sentía muy nervioso y no sabía en donde entrar. Por un lado, quería ir a Ravenclaw, pero su madre y su hermana eran de Hufflepuff. Además, él sentía que podía hacer grandes cosas y que debía demostrarlo, y no estaba seguro de si eso significaba que estaba dispuesto a todo, como un Slytherin, o más bien que tenía determinación y confianza, como un Gryffindor.

-Hummmm. Eres un caso difícil, sí, porque tienes buenas cualidades. Valiente, estudioso, justo, ambicioso... podrías estar en cualquier casa, pero creo que eres valeroso y todo un caballero, así que eres un...

¡GRYFFINDOR!

Nolan aplaudió junto con el resto de la mesa y todos lo recibieron con sonrisas y felicitaciones.

¡CROOKS, DANA! fue elegida Ravenclaw y después de ella fue el turno de ¡DERRICK, COLTON! que subió a la tarima de un salto y empezó a hablarle al sombrero como si lo conociese de toda la vida. Su mente comenzó a decirle un montón de cosas que le traían sin cuidado pero algo que sí le gustó fue que hablase no solo de él mismo, sino también de otros. Además, parecía tener muy claro en dónde no quería estar. Así que el sombrero le habló en su cabeza, seguro de cual iba a ser su decisión.

-Vaya, vaya. Eres valiente y leal, y también quieres demostrar lo que vales. Hummmm, pues si quieres estar en Gryffindor y no en Slytherin, será mejor que te ponga en...

¡GRYFFINDOR!

La mesa de Gryffindor empezó a aplaudir con fuerza ante aquel joven tan inquieto como si tuviese un nido de hormigas en sus pantalones. 

Tras ellos, fue el turno de ¡FAUNSER, LEE!, Hufflpuff, ¡FEAST, HORACE!, Gryffindor, y ¡FENRIN, WESLEY!, Slytherin.

Cuando el profesor pronunció el nombre de ¡FERLET, LUNA!, la joven subió, nerviosa, y se colocó el sombrero temiendo cuál podía ser la respuesta del sombrero.

Ella misma no estaba segura de en donde quería caer, pero sí que prefería estar con su amiga y nunca sola.

-Sí, podrías ser una gran Slytherin, pero en tu caso creo que está claro. Sí, eres de las que defienden a los suyos y no busca probarse, por lo que estarás en...

¡GRYFFINDOR!

La joven había terminado yendo a la misma casa que sus dos madres, lejos de su amiga Ivy pero junto a Nolan, Michael y Colton. 

A continuación llamaron a ¡FIDDLESTICKS, WENDY!, Ravenclaw, y ¡GALLOWAY, URSULA!. Ella solo quería caer en una casa en la que pudiera hacer nuevos amigos, así que si podía coincidir con alguno de los que ya conocía, mejor. Y el sombrero no tuvo ninguna duda, pues en cuanto se puso el sombrero...

-Bueno, en este caso también está claro. Una chica valiente debe ir a...

-¡GRYFFINDOR!

Otra vez la mesa de Nolan, Colton, Luna y Michael, junto con sus nuevos compañeros, irrumpieron en aplausos y recibieron a su nueva integrante entre sonrisas y felicitaciones.

Cada vez la hilera de alumnos y alumnas de primer curso iba siendo más pequeña.

¡GOLDFINCH, KYLE!, para Slytherin, ¡GYLLEN, AQUA!, Hufflepuff, ¡HOLDWEN, DAVE! también Hufflepuff, ¡IRONBACK, STERLING!, Ravenclaw, ¡KELPIS, JAMES!, también Ravenclaw, ¡LAVENDER, OAK!, Gryffindor y ¡LEVERET, ELEKTRA! para Ravenclaw.

Después le tocó a ¡MYRTLE, AXEL!, para Slytherin, ,¡MULBARRY, GAIL!, Hufflepuff, ¡PERKINS, POLLY!, Ravenclaw, ¡SELPIE SEAL!, Hufflepuff y ¡SPARKS, ALONDRA! para Slytherin.

Y finalmente, ¡STAGHART, BROOKS!, Hufflepuff, ¡TWINKLE, LAWRENCE!, también Hufflepuff, ¡WENDOLL, IRINA!, Ravenclaw, ¡WOLFS, BREEZY!, Slytherin y finalmente ¡ZANETTE, ANGELINE!, Hufflpepuff..

Cuando todos estuvieron ya en sus mesas, el profesor enrolló el pergamino, cogió el sombrero seleccionador y se lo llevó.

Tras recibir las últimas felicitaciones de los miembros de vuestras casas, fue haciéndose el silencio poco a poco, porque la directora se había puesto en pie con una gran sonrisa en su rostro.

Cuando la habíais visto en un primer momento os pareció que llevaba un elegante vestido negro pero ahora llevaba un traje de color rojo.

-Sé que estáis ansiosos por comer así que... adelante, y no dejéis nada en los platos.

Y tras decir aquello, todos los platos que había delante de vosotros estuvieron llenos de comida de toda clase, desde carne, asada, pollo, chuletas, salchichas, filetes, patatas cocidas, fritas, asadas, guisantes, zanahorias, salsas de colores y texturas variadas, coliflor, espinacas... todo cuanto deseabais podía encontrarse a todo lo largo de las mesas, esperando a que os decidieseis por ello. También había fuentes llenas de grajeas de todos los sabores y por supuesto, bombones de chocolate. Esos fueron los primeros que volaron de unas manos a otras como si fuese el fin del mundo y aquellos las últimas existencias.

Lo más curioso de todo era que a pesar de que un montón de manos cogían comida de todas partes, los platos parecían estar siempre igual de llenos.

Era todo un banquete.

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03/03/2022, 21:54
Michael Cramson
Sólo para el director

¡GRYFFINDOR!

El grito del Sombrero retumbó en todo el Gran Comedor, y los alumnos prorrumpieron en aplausos, sobre todo los de la mesa del león. Michael abrió los ojos, atónito.

¿Qué...? ¡¿Gryffindor?!

No se lo podía creer. Se levantó aturdido y bajó los escalones hacia la larga mesa en la que se sentaban los alumnos de corbatas escarlata y oro, que ya le aplaudían y vitoreaban, mientras se giraba en dirección a la mesa de Hufflepuff. Keira debía estar allí, tan sorprendida como él. ¡Era el primero de la familia en ser Gryffindor! Habían tenido muchos Hufflepuff y algunos Ravenclaw, pero ningún Slytherin ni Gryffindor. Él era el primero.

Llegó a un asiento vacío en la mesa, al lado de Nolan que había sido escogido poco antes que él, y se sentó tembloroso mientras su mente era un mar de dudas. ¿Cómo que Gryffindor...? Pero si Gryffindor era la casa tradicional de los alumnos valerosos... ¡y él no se sentía valeroso para nada! Más bien al contrario, le daban miedo un montón de cosas y casi nunca se atrevía a hacer nada de forma decidida. Y si lo hacía, era después de darle muchas vueltas y considerar todas las posibilidades, nunca en un arrebato de gallardía heroica. ¿Estaría seguro el Sombrero Seleccionador de la decisión que había tomado?

Pero ya estaba hecho, y la selección era definitiva. Michael se volvió para mirar a Nolan, y trató de sonreír, pero le costó mucho, pues de repente se sentía abatido. Tendría que hacer lo posible por estar a la altura de la casa del león, para no defraudar a sus compañeros y compañeras... y no estaba nada seguro de ser capaz de hacerlo. En Ravenclaw lo habría dado todo para ganar muchos puntos siendo el alumno más estudioso, y en Hufflepuff no hubiera tenido ningún problema para mostrarse leal y aplicado, además de que hubiera contado con la ayuda de Keira. Pero en Gryffindor... ¿qué iba a hacer para corresponder a lo que la casa y sus compañeros demandarían de él?

Casi no se dio cuenta de que Colton también acababa siendo seleccionado para Gryffindor. Aplaudió a su nuevo compañero de forma ausente, pero después el Sombrero Seleccionador seleccionó a Luna también para Gryffindor. Michael logró al fin sonreír un poco. Al menos, muchos de los compañeros que había conocido en el tren estaban siendo seleccionados para la misma casa que él, algo era algo... Úrsula fue seleccionada también para Gryffindor, y esta vez Michael sí aplaudió con más fuerza. Se alegró mucho por ella y por Colton, al menos dos amigos como ellos podrían estar en la misma casa. Quizá el Sombrero sí sabía bien lo que hacía, después de todo...

Me alegro de que estemos juntos, de verdad... —atinó a decir a Nolan, Colton, Luna y Úrsula, mientras trataba de mantener su mejor sonrisa.

La ceremonia de Selección terminó un rato después, y la directora Crowland dio la señal para que comenzara el banquete. Michael se sirvió algo de aquí y allá, pero no podía comer. Sentía el estómago desagradablemente cerrado. Alzó la cabeza y trató de ver más allá de la mesa. Sus ojos se cruzaban con los de muchos alumnos a los que no conocía. No pudo ver a su hermana Keira, pero sí que cruzó la mirada un momento con la de la Prefecta de Ravenclaw que habían conocido en el tren. Sonrió con embarazo y se encogió de hombros, como queriendo decir "al final ha salido así, qué cosas". 

Pero la mirada que Michael realmente buscaba en la mesa de Slytherin era la de Ivy. Se sentía un poco mal por su nueva amiga, pues era la única que no había acabado en la misma casa que el resto de ellos. Y encima, Alondra y Anemone estarían allí para hacerle la vida un poco más miserable. Aunque al menos, era Slytherin, la casa de su familia, y tendría a Donovan para cuidar de ella. Pero quería ver si sus ojos se cruzaban para al menos tratar de transmitirle que, aunque no estuvieran en la misma casa, ellos seguirían ahí para compartir con ella tanto tiempo como pudieran. Lo habían prometido, y él pensaba cumplirlo pasara lo que pasara.

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04/03/2022, 19:36
Colton Derrick

Luna le explicó que las velas volaban con algún tipo de hechizo, y que el techo estaba allí, que no se iban a mojar ni les iba a caer un relámpago en la cabeza. Todo era magia, una magia super especial a la que Colton solo pudo responder con una sonrisa diciendo - Moooooooola. Ya tengo ganas que me enseñen ese hechizo, así podré hacer levitar la pelota de futbol...  bueno, sería largo de contar, un día os enseño a jugar a futbol.

Colton no sabía muchas cosas del mundo mágico, pero se veía que los magos no sabían nada del mundo muggle. Colton asintió poderosamente antes de decirle a Ivy

- Claro, nuestra magia se llama tecnología. La la-va-do-ra es una máquina que usamos para limpiar la ropa, y puede lavar con agua caliente, fría, y dar vueltas, la verdad no sé muy bien como funciona, le das a los botoncitos y va, lo que sí aprendí es que no hay que usar agua caliente o se encogen las ropas, y... hay que tener cuidado si la ropa es nueva porque puede teñir toda la colada. Si alguna vez te dejan venir a casa te enseñaré como se pone - Aunque mejor si le preguntaba a su madre, no la volviera a liar.

Empezaban a haber nervios, todos se deseaban lo mejor, que básicamente era caer en las casas a las que se suponía que tenían que caer. Colton se encogió de hombros a la pregunta de Luna sobre su preferencia de casa. Le daba igual, como no tenía pasado mágico caer en una que otra daba igual, pero caer en la casa de los valientes molaba turbo mazo, era como caer en la casa de los guachis, o en la casa de los bromistas, molaba, y esperaba caer en ella. A Ivy le explicó que Chelsea y United eran equipos de quidditch muggle, fútbol, y cuando ella dijo que creía que caería en Gryffindor le sonrió y le dijo - Gracias, yo espero que caigas en Slytherin y que seas la parte guay de Slytherin, y sí, más te vale ser mi amiga o me enfadaré y te enseñaré lo que es un tirachinas. - Le sacó la lengua y animó a Michael, que parecía bastante nervioso, y cuando Luna hizo el gesto trekkie asintió visiblemente emocionado.

- Justo así se hace, es un saludo que se hace en star trek y...bueno, mejor te cuento eso en otro momento, pero sepas que ese gesto mola mucho.

Y empezó la elección de casas. Un último vistazo a sus amigos, resistiendo los impulsos de echar a correr y saltarse la cola. La amiga de Cagondra fue Slytherin, pero era de la parte chunga de Slytherin, no como iba a ser Ivy, que seguro que era de la parte arco iris de la casa de verde y plata. Lucerne, y cuando salió el nombre de Colten empezó a ir hacia el sombrero, pero claro, luego escuchó Huckelberry, y ese no era él, no tenía un nombre tan ridículo. Se volvió a poner en la cola a esperar, por no decir a desesperar y por fin le tocó a Ivy.

- Suerte, suertísima. Vas a ser la mejor Slytherin...ya verás. - Ivy avanzaba hacia el sombrero y Colton estuvo a punto de jalearla, pero en el comedor había un silencio expectante, así que no podía animar a voz en grito, pero si que empezó a decir en voz baja.

- Así, así, se va a Slytherin, así, así, se va a Slytherin.

Y el sombrero no tardó mucho en decir lo que él ya sabía, que su madre iba a estar orgullosa. Ahora sí, todo el comedor aplaudia, en especial sus nuevos compañeros y Colton se llevó los dedos a la boca para silbar sonoramente.

- Fiiiiiuuuuuu Fiiiiiiiiuuuu Bravo!! Ivy!!!!

Luego le siguió su hermano, que cayó en Gryffindor y al que también aplaudió a rabiar. No sabía si era valiente pero si el sombrero lo decía por algo sería, y ya lo llamaban a él. Miró a los lados a ver si salía otro Huckleberry, pero no, era Derrick, con D de Derrick y hacia el sombrero se encaminó sin preocuparse por los posibles piojos. Mantuvo una charla con el sombrero, pidiendo para los demás, porque era más triste robar que pedir, y el sombrero le hizo caso, más o menos, y no pudo hacer otra cosa que dar un salto cuando el sombrero anunció que era de los valientes.

- YEAHHHH!!!

Avanzó a la mesa de los leones para sentarse junto a Michael y Nolan y estrechó sus manos mientras les decía

- Estoy supercontento de que estéis aquí.

Luna también acabó en la mesa de los leones y cuando dijeron su nombre Colton dio un salto, aplaudiendo a rabiar porque creía que era lo que ella quería. Ni se le pasó por la cabeza que la chica podía sentirse mal, o que Ivy pudiera estar triste con aquello. Colton era de sentimientos sencillos, y si habían prometido ser amigos independientemente de la casa lo serían, encontrarían la manera, porque un estúpido color de ropa no definía quien eras. La última en salir de los suyos era Úrsula. Quería que estuviera con él, porque, es que lo habían hecho todo juntos, eran así como Batman y Robin, así que cruzó los dedos y empezó a canturrear

- Volverán, volverán las banderas, y las palmas volverán a sonar, queremos a Úrsula en nuestro equipo, Viva Gryffindor, nuestra casa ra ra raaaaaaa

Y ya fuera por su conjuro, porque el sombrero le había hecho caso o porque fuera valiente para allá que fue. Colton aplaudió a rabiar, ya tenía las manos rojas, pero por Úrsula hubiera aplaudido con los muñones si hubiera hecho falta. Cuando llegó dio unos toquecitos al sitio de su lado vacío para que se sentara y le dijo

- Bienvenida a Gryffindor, es una casa genial, te lo digo desde la experiencia - Y es que él ya llevaba como 3 minutos más que ella, y eso le hacía un experto.

El draft siguió, pero al resto ya no les conocía. Aplaudió a los nuevos de su casa con ganas, y con tibieza al resto, aunque se fijó que los Gryffindor no aplaudían a los Slytherin, y los Slytherin no aplaudían a los Gryffindor. Algo se estaba perdiendo pero no sabía que...pero podía esperar. La directora desató los juegos del hambre, porque todos tenían hambre después de las escaleras y entonces lo flipó todo. Los platos se llenaron de cosas buenas, y no se acababan, era como glovo, pero gratis y sin fin. Colton preguntó

- ¿Esto es buffet libre o luego nos cobran lo que nos comamos a parte?

Pero no, aquello era all you can eat y él era de buen comer. Sonrió a Michael con un trozo de salchicha en la boca y le dijo

- Yo también me alegro, nos lo vamos a pasar genial. Estoy tan contento! Ivy va a ser Slytherin, y todos más o menos vamos a ser lo que queríamos aunque no me esperaba que fueras Gryffindor Michael. Aunque ahora, ahora sí que estoy seguro, debes tener algún tipo de valentía tímida o algo así, que no es evidente, pero que luego Zaasss, y el más valiente de todos. - Miraba los platos maravillado - Si pudiera hacer estos conjuros en casa mi padre podría descansar más, y no levantarse a las 4 de la mañana a trabajar.... ¿Creéis que lo enseñan en primero?

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04/03/2022, 19:53
Ivy Jade Connor

La ceremonia de selección era un momento grandioso para la vida de los jóvenes que comenzarían a cursar su primer año de escuela. Uno a uno, comenzarían a ser llamados y dispuestos en sus respectivas casas. La primera de todas fue precisamente la amiga de Alondra, Anemone, la cual fue seleccionada para Slytherin, haciendo que Ivy se mordiese el labio, pensando que iba a ser un horror que le tocara con ellas, en caso de caer juntas en la casa de Salazar. El segundo niño tenía cara de no ser muy espabilado y por supuesto, fue dispuesto en Hufflepuff, eso no le sorprendió pues su abuela siempre había predispuesto un tópico que su padre desmentía. Luego hubo una Ravenclaw y le tocó el turno a Huck, el chico que quería volar desde el primer curso, el cual fue dispuesto en Gryffindor, lamentando Jade que no cayese en su casa, le caía bien. Seguidamente hubo otra Slytherin antes de ella, y tras ésta, le tocó salvar la distancia que le separaba del taburete, mientras Colton la jaleaba, denotando que, como su amigo, la apoyaba.

El sombrero seleccionador no dudó.

¡SLYTHERIN!

La mesa engalanada en verde y plata rompió a aplaudir, jubilosa. Ivy se giró hacia Colton y le guiñó un ojo, dedicándole la mayor de sus sonrisas. Para sorpresa de Jade, Anemone parecía alegrarse de que hubiera sido elegida, quizás al final no fuera tan mala persona, siendo errónea la impresión negativa que se llevó de ella en el compartimento del tren.

- ¡Lo he conseguido Donovan!... - Dijo con alegría a su hermano, abrazándole con cariño, compartiendo el éxito que era para ella ser de Slytherin. Debía mandarle una carta a su madre cuanto antes, estaba segura de que ella y la abuela le comprarían algún capricho por aquel logro, pues era importante para esa parte de la familia que las mujeres fueran todas brujas, de sangre pura, y serpientes de corazón. No entendía porqué, pero así era - ¡Estoy tan contenta!... - Y sí, en ese momento lo estaba, porque no sabría lo que a continuación sucedería.

Nolan fue dispuesto en Gryffindor y Jade tuvo un sentimiento encontrado. Se alegraba por él porque era lo que él deseaba y ella se quedaría descansando de su continua presencia, pero era la primera vez que se separaban, y lamentaba, en el fondo, no estar juntos, preocupándose de si encajaría con sus compañeros.

Seguro que sí. Es un buen chico, si no siempre puedo pedirle a alguien que le cuide...

A continuación, Michael se subió al taburete, pues era el siguiente en la lista e Ivy cruzó los dedos, le caía muy bien el muchacho, y hubiera deseado que estuviera en Slytherin con ella, pero no, sería Gryffindor quien le reclamaría a filas. Jade suspiró, no había habido suerte.

Bueno, al menos cuidará de Nolan. Michael es alguien de quien fiarse...

Le siguió con la mirada durante unos instantes, mientras él era recibido y felicitado por los de su mesa, luego desvió la mirada, atenta a los demás, en parte porque no podía evitar sentir algo de incomodidad en su interior, sentía que el grupo se disgregaba.

Una ravenclaw fue mandada a la mesa de color azul cuando el turno le llegó a Colton. Jade volvió a hacer lo mismo, cruzar los dedos y desear que Derrick acabase sentado a su lado, desde que habían arreglado sus diferencias se mostraba mucho más próximo a ella, habiéndole explicado que era una lavadora y comentando un no se qué de un "tirachichas". La decepción de Ivy fue notoria cuando Colton fue mandado con los leones, mientras ella se fijaba en que ya iban tres de los seis que formaban el grupo de amigos. Se tocó el pelo nerviosa, pensaba en Luna, le pidió al Sombrero que la mandase con ella y aún quedaba Úrsula.

Un Hufflepuff, un Gryffindor y un gran momento de vitoreo y aplausos para su mesa, porque un nuevo Slytherin engrosaría las filas de primer curso. Jade aplaudió a su compañero y le sonrió con simpatía cuando se acercó junto a ellos. Tras esto, el turno era de Luna. Ivy contuvo la respiración y, cuando el veredicto del sombrero rompió el silencio, el corazón de la pelirroja se paró por unos instantes, sintiendo ganas de llorar. Ferlet había sido mandada a Gryffindor y, mientras todos se alegraban allí de recibirla, Jade no pudo compartir la dicha, evitando mirar hacia aquella dirección. Tan sólo quedaba Úrsula.

Por toda la magia, que venga a Slytherin. Por favor, por favor, por favor...

Una nueva Ravenclaw y al final, Úrsula. La magia no estaba de parte de Jade, la última de su grupo de amigos había sido mandada para Gryffindor, quedándose esa casa con todas las personas que apreciaba, dejándola allí sola y rodeada de desconocidos. Tragó saliva con dificultad y se sintió mal, porque ahora entendía una cosa que Luna le había dicho en todo momento y temía, que se acabara la amistad por no tener trato y, aunque en su momento dijo ella que eso no sucedería, se percató de algo, que las vivencias que ellos tendrían entre sí por el hecho de estar más tiempo juntos, a ella la excluían por completo. Estaba sola.

No ha sido una buena idea hacer promesas que no se pueden cumplir... 

Seguía la selección, pero Jade ya había perdido todo el interés en la misma. Aplaudía como una autómata cuando lo hacían los de su mesa, pero no estaba atenta ni a los nombres ni a los rostros, tan solo en la dicha concentrada en la casa del león, alegría que no podía compartir, y menos cuando vio a Alondra dirigiéndose a su mesa, sintiendo que, si todos eran como ella, más le valdría quedarse sola.

La Selección había finalizado y la directora se puso en pie, con una gran sonrisa en el rostro, luciendo un modelo distinto de ropa que con el que llegó. En otras circunstancias, Jade habría valorado el detalle, pero su humor distaba mucho de hacer comentarios sobre los atuendos de la mujer. De hecho, y para lo que ella era, estaba muy callada. No abría la boca para articular palabra, sentía un nudo opresivo en la garganta.

Fue entonces cuando les llegó el permiso para comer, apareciendo delante de su plato alimentos de lo más variados, todo un festín que parecía no acabarse nunca. Ivy había asegurado tener hambre mientras subía las escaleras de acceso al castillo, pero en ese instante, cogía alimentos de su plato por el hecho de no ser rara frente a los demás, costándole bastante ingerir hasta el puré de patatas, uno de sus platos favoritos.

En esos instantes volvió de nuevo su mirada hacia la mesa de Gryffindor y cruzó la vista con Michael, que parecía estar observándola. Forzó una sonrisa, no tenía sentido indicarle lo amargada que estaba, y comprendió que debía aparentar estar normal, pues acabar llorando el día de la selección sería un insulto hacia los de su mesa y todo lo que representaba. No volvería a mirar hacia los colores dorados y escarlata en lo que quedaba de velada

Esto ya no tiene remedio. Será mejor que intente hacer algún amigo...

Pero no sabía qué decir. Su mente y corazón no estaban alineados y todo inicio de conversación que se le ocurría parecía forzado, jamás se había sentido tan parca en palabras e inútil para comunicarse

- Es genial pertenecer a la Casa de Salazar Slytherin... - Comenzó, buscando un nexo común -... Todas las brujas de mi familia por parte de madre han pertenecido a esta casa... ¿Vosotros también tenéis antecedentes familiares?.... - Era un tema de conversación que servía para que sus compañeros hablasen, y así discernir quién podría tener más afinidad con ella, mientras removía la comida del plato, intentando salvar la situación.

Notas de juego

Me pisaste Colton, he tenido que retocar mi post...XD

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05/03/2022, 11:54
Luna Ferlet

En los momentos previos a que empezaran a llamarnos, todos nos deseamos suerte unos a otros. Para mí lo ideal habría sido que todos cayésemos juntos, pero pensándolo bien, al final tuvimos bastante suerte.  Úrsula y Colton, al ser muggles, no tenían ninguna herencia que los ligaran a una casa en particular y Michael había expresado su deseo de caer en Ravenclaw, por lo que fue un auténtico milagro que todos fuésemos elegidos para la misma casa. Pero entonces solo podía intentar aclarar mis ideas y sentirme bien porque al fin Colton, Ivy y yo volviésemos a ser amigos.

Colton le dio un montón de ánimos a Ivy, antes y después de ser elegida para su casa, y yo aplaudí con fuerza aunque en mi interior no me sentía feliz, por mí, sobre todo. Por supuesto, que Ivy fuese a Slytherin era de esperar, así que no me sorprendió en absoluto. Pero sabía que no íbamos a caer juntas; estaba segura. Su madre estaría muy orgullosa de ella y yo sabía que también lo deseaba, pero en cuanto a mí… no estaba tan convencida de que el sombrero me enviase a su lado.

Había demasiados Gryffindor en mi casa.

La seguí con la mirada mientras se dirigía a su mesa y después, me volví hacia Gryffindor, en donde ya se encontraba Michael, y a donde no tardó en llegar Nolan. Michael no tenía muy buena cara, suponía que debido a no haber caído por ejemplo con su hermana o en Ravenclaw, a donde había pensado ir en un principio.

Mientras tanto, la selección continuaba y Colton fue de cabeza a Gryffindor. Eso significaba que dentro de nada sería mi turno; tenía los nervios a flor de piel.

Cuando me tocó a mí, inspiré profundamente y me dirigí hacia el taburete, sintiendo que todas las miradas estaban centradas en mí.

¡GRYFFINDOR!

La sensación que sentí fue muy extraña. Una parte de mí se alegró porque al menos, estaría junto a Michael, Nolan y Colton, a quienes conocía y consideraba ya amigos míos, pero no podía evitar sentir tristeza por alejarme de Ivy. Miré hacia la mesa de Gryffindor mientras me dirigía hacia ella, aunque volví la cabeza para buscar a Ivy, que apenas aplaudía desde la suya y parecía haber vuelto la cabeza, como si no quisiera mirar.

Sin duda alguna, se sentía igual de triste que yo, porque por mucho que me gustase haber caído con los demás, sentía que no era justo que ella se quedase sola. No era justo en absoluto.

Definitivamente tendría que encontrar la manera de vernos cuando las clases terminasen.

Cuando llegué, me senté al lado de Colton y les sonreí. Era difícil no contagiarse de la alegría de Colton.

Úrsula acabó cayendo también en Gryffindor, con lo que al final, Ivy se había quedado sola en Slytherin. Eso hizo que sintiese una punzada de pena por ella y que me invadiese la determinación de no dejarla sola. Haría todo cuanto fuese necesario para mantener nuestra amistad.

Michael nos dijo que se alegraba de que estuviésemos juntos, aunque ese “de verdad” a mí me sonó a un intento por convencerse él mismo. Definitivamente, él también estaba algo defraudado.

-Claro. Lo importante es que los amigos caigamos en la misma casa –dije yo, intentando insistir sobre ello -. Seguro que hay pocos que puedan decir algo así. Aunque… me da pena por Ivy. Es verdad que tiene a su hermano pero no es lo mismo. Así que, yo no sé vosotros, pero pienso ir a verla después de las clases. Ella no puede quedarse sin nosotros aunque estemos en otra casa.

Lo decía más por mí que por los demás, porque no iba a comprometer a nadie en aquello, pero no dudaba de que después de haber resuelto las diferencias que había entre nosotros, todos ayudarían cuando pudieran.

La ceremonia continuó avanzando hasta que todos los alumnos y las alumnas de primer curso fueron seleccionadas. Al final hubo bastantes para cada una de las casas, por lo que todas parecían haber recibido una buena “dosis” de nuevos miembros.

A continuación, la directora se puso en pie y aunque pareció que iba a dar un discurso, lo único que dijo fue que podíamos comer.

Comer… ¿el qué?

Fue pensarlo y ver como delante de nosotros, todos los platos estaban llenos de comida. Hacía un momento estaban vacíos así que

-¡Vayaaaaa! ¡Qué de comida!

La verdad es que tenía hambre, aunque no tanta, claro, porque allí había demasiado, incluso para todos los que estábamos. Solo podía pensar en Ivy. Así que hice una tontería.

-Vuelvo enseguida –dije, levantándome del asiento y corriendo en dirección hacia la mesa de Slytherin.

Tuve que mirar dos veces para no confundirme, porque por un instante había empezado a ir hacia la mesa de Ravenclaw, pero a continuación corregí la dirección y di toda la vuelta a la mesa para llegar hasta donde estaba Ivy.

Todos me miraban muy extrañados, supongo porque lo que estaba haciendo era muy raro y no estaban acostumbrados.

Cuando la localicé, me abalancé sobre ella y la abracé.

-No te preocupes, Jade. Te prometo que seguiremos viéndonos. Búscame siempre después de las clases, ¿de acuerdo? –le dije, soltando unas pocas lágrimas y volviendo a darle un abrazo súperfuerte.

Colton, Michael, Úrsula y Nolan eran mis amigos, unos amigos únicos e irrepetibles, pero ella también, y estaba sola.

Después, regresé corriendo a la mesa de Gryffindor, mientras me retiraba las lágrimas. Cuando llegué, volví a sentarme en mi sitio y miré a los demás.

-Ya os lo he dicho; no voy a abandonar a Ivy aunque haya caído en otra casa.

Cogí un poco de algunas cosas, algo ligero, pero también estaba muy nerviosa y con el estómago algo cerrado con todo lo que había sucedido, pero como tenía hambre, no era plan de irnos a dormir sin cenar. Mientras comía, intentaba hablar con los demás, sobre todo pensando en lo que nos esperaba.

Colton habló sobre la valentía que debía tener Michael y yo intervine, convencida de ello.

-Yo también creo que Michael es valiente, aunque él no se de cuenta. Por eso es genial que estemos todos juntos, porque nos defendimos con “Cagondra” y eso ya significa que cuando se meten con uno de nosotros, lo hacen con todos. ¿Verdad?

Michael no era como Colton; era callado y solo actuó cuando aquella chica insistió en sus comentarios. Pero para mí lo importante era que lo había hecho.

La verdad es que una vez pasados los nervios iniciales, se sentía muy bien estar junto a otros que compartiesen cosas. Estar en una casa era, como nos había dicho el profesor, algo así como estar con nuestra familia de Hogwarts. Para mí eso era una verdad a medias porque Ivy también era de mi familia y porque para mí, mis amigos iban antes que los demás. Siempre estaría ahí para Nolan, Ursula, Colton y Michael.

Pero bueno, era una sensación agradable.

Empecé a pensar en que después de comer tendrían que llevarnos a nuestros cuartos. Mamá me había dicho que cada casa tenía los suyos, chicos y chicas separados,.

-Supongo que ahora iremos a nuestros dormitorios, ¿verdad? Ah, y por cierto, ¿quién es el prefecto de Gryffindor? –pregunté, mirando a mi alrededor en busca de alguien que respondiese. Habíamos conocido a dos prefectos pero no teníamos tan claro de qué casa eran. Al buscarlos con la mirada, me di cuenta de que uno era de Hufflepuff y la otra de Ravenclaw, nada que ver con nosotros. Aún desconocía quiénes eran el nuestro y el de Slytherin.

Entonces me fijé por primera vez en los profesores, que comían relajadamente mientras conversaban entre ellos. No me había fijado demasiado, pero ahora podía ver que algunos parecían extraordinariamente severos, como el profesor Partwulf, mientras que otros en cambio, se mostraban como muy cordiales. ¿Qué es lo que daría cada uno?

-¿Qué es lo que da cada profesor? –pregunté a los demás, esperando a ver qué me respondían, porque sentía mucha curiosidad. Sabía que no tardaríamos en enterarnos pero si podíamos conocerlo ahora, pues mejor.

También caí en que uno de ellos tendría que ser el jefe de la casa de Gryffindor. Sería el encargado de controlar lo que hacíamos y todo eso. Así que también lo pregunté.

 -Y… por cierto, ¿quién es el jefe de la casa de Gryffindor?

Había tantas cosas nuevas que aprender en tan poco tiempo.

Aun no sabía qué clases tendríamos, ni dónde, porque aquel castillo era muy grande, ni quién se las impartiría, por lo que los siguientes días serían incluso peores; no se trataba solo de saber en qué casa estaban, sino empezar a estudiar y hacer todas las tareas.

Y por supuesto, después estaba mi “condición”. Mis mamás me habían dicho que estaba todo arreglado, pero yo todavía no me sentía muy tranquila al respecto. Aún tenía que hablar con quien fuese el jefe, o la jefa, de mi casa, para ver si estaba enterado y me ayudaba. Me daba mucha vergüenza tener que hacerlo pero en teoría, ya debía saberlo.

Agité la cabeza para eliminar aquellos pensamientos y me concentré en las conversaciones que estaban sucediendo a mi alrededor.

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05/03/2022, 12:16
(1S) Alondra Sparks

A causa de mi apellido iba a ser una de las últimas en ser elegidas, pero como siempre solía decir cuando algo así me sucedía, no volvería a ocurrir. Mi padre había sido muy claro; debía ser la mejor y no permitir que nadie más me superase allí donde compitiese; el segundo lugar era el primer perdedor, así que no podía permitir que nadie quedase por encima de mí.

En cuanto descendí del taburete, me fui súperorgullosa a mi nueva casa, pasando por al lado de aquella chica que había visto en el tren.

Decidí sentarme cerca de ella, pero no al lado. Para eso ya estaba Anemone, que era mi mejor amiga.

-Bueno, era evidente que iba a venir a Slytherin. Toda mi familia ha pertenecido a esta casa por un montón de generaciones. Además, saben lo que es bueno; todos los miembros de mi familia han obtenido siempre las mejores calificaciones –dije, elevando el mentón y sonriendo mucho, pues me sentía súper segura de que yo iba a continuar con aquella tradición familiar.

Entonces me volví hacia aquella chica, Ivy Jade Connor. Estaba en la casa adecuada, aunque pareciera pensar lo contrario. Así que intenté animarla.

-Me alegra que hayas caído con nosotros en lugar de en la casa de los perdedores –le dije, señalando con la cabeza hacia Gryffindor -. Esos Gryffindor solo saben crear problemas, ya lo verás. Oh, sé que tu hermano está allí, pero siempre hay una oveja negra en las familias, ¿verdad? Bueno, en todas menos en la mía porque nosotros siempre hemos sido Slytherin.

La pobre chica todavía se sentía un poco extraña, pero seguro que estando en buena compañía aprendía lo que le convenía.

Y entonces apareció aquella otra chica, su “amiga del tren”, para darle un abrazo.

Eso fue lo más indignante que había visto en mucho tiempo. No dije nada, por supuesto, pero en cuanto se fue, tuve que hablar.

-¡Qué poca vergüenza! Supongo que la pobrecita se siente muy sola y se ha dado cuenta de que se equivocó al caer en Gryffindor, pero ahora ya no hay marcha atrás –dije, encogiéndome de hombros y sirviéndome algo de comer para apaciguar el apetito. No podía comer mucho porque no me apetecía engordar.

-Si eres lista, aprenderás rápidamente que tus verdaderos amigos son los que pertenecen a tu misma casa y no los demás. Al final es lo único que cuenta, que todos seamos iguales, sangre pura y todo eso, no esos “asquerosos sangre sucia” y cosas parecidas. Eso es lo que hace que esta casa sea tan especial –seguí diciendo, mientras cortaba la carne que había llevado al plato.

Comí un par de bocados más y entonces dejé el resto.

-No debo comer demasiado porque si no engordo. Mi madre dije que es importante para una bruja tener un aspecto impecable y las brujas gordas son repulsivas. Los chicos no tenéis esos problemas, claro, pero para nosotras es algo a tener en cuenta.

Parecía que era el centro de atención y eso me encantaba. Si algo tenía era madera de líder; allí muy pocos sabían lo que de verdad era importante por lo que resultaba básico dejar claras las intenciones desde el primer momento. Yo solo quería a mi alrededor a verdaderos triunfadores, y no a gentuza como la que acababa en Hufflpuff.

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05/03/2022, 16:30
Kyle Goldfinch

Había esperado en la estación desde las 7:30. Si no fuese porque una señora repartía dulces sorprendentes a medio camino en el tren, estaría desfalleciendo de hambre. No me moví de mi compartimento en todo el viaje, y la larga caminata escaleras arriba nos había dejado a todos visiblemente exhaustos. Era una emoción tras otra, primero el atravesar un muro, luego lo sucedido en el tren, luego los botes y la visión del imponente castillo.

La mujer que nos guio como a un rebaño era de lo más extraña, pálida y peculiar. Y luego el hombre que se presentó ante nosotros tenía toda la pinta de ser un militar, aspecto mirada y actitud. Mientras esperábamos en la puerta, algunos hablaban animosamente como si fueran grandes amigos, mientras otros empapados hacían comentarios sobre las casas. *¿pero que no se acaban de conocer? - me pregunté irritado. Es que no creían que era extraño? podía entender que los que eran de familias magos no estuvieran tan sorprendidos... pero yo no conocía nada de todo este mundo hasta hacía poco. Hacía pocas horas que habían encontrado una CHICA MUERTA en el pasillo del tren!! todo el tren habló de ello durante horas. Acaso es algo normal en el mundo mágico?? Que clase de escuela es esta? un tipo de castillo reformatorio?? Le arrancan el alma a los alumnos y la gente sigue de fiesta? - Todas esas preguntas marcaban mi ceño fruncido mientras miraba con cara seria a los demás. Estaba asustado y no iba admitirlo, por lo que solo tenía que seguir el juego de todo lo que estaba pasando.

El profesor de artes oscuras que se presentó en el tren dijo que aquí estaríamos a salvo. Pero este sitio parece siniestro. Entonces, el profesor Partwulf aparece de nuevo y nos hizo entrar con su voz grave y seca. *definitivamente militar...- y nos hizo entrar... mostrándonos otra escena mágica con un magnífico comedor, con la misma ambientación del resto del castillo, tan lejos de un edificio moderno como pudiera ser. Me obligué a cerrar la mandíbula. Cuanta gente... cuantas velas!... el techo de "transparente cristal"... increíble. El corazón me latía a 100.

Frente a un montón de adultos, los profesores, y la directora, nos explicaron el Ritual de iniciación en esta escuela. Y un sombrero se puso a cantar. Podría ponerse todo más extraño?? tragué saliva. Todos parecían emocionados o conmocionados con aquello y aplaudieron sin contenerse, todos en masa. Tenía la piel de gallina y una gota de sudor me corría por la frente.  *Sabía que había 4 casas, lo había leído en uno de todos aquellos libros, pero esto parece un ritual MUCHO más importante en vivo que por escrito!! - Fuese como fuese haría bien mi papel. No quería acabar llamando la atención innecesariamente haciendo algo incorrecto. Si esto es lo que hay que hacer para ser un mago, lo haría.

Y cuando llegó mi turno, lo hice. Y el sombrero me habló, y me mandó a... Slytherin, los verdes. Me levante y no pude evitar no sonreír levemente antes de llegar a mi mesa como habían hecho otros. -*Hecho!!.. no fue para tanto. Y ahora que?- terminaron todas las distribuciones y la directora habló, y entonces...Su vestido se transformó en otro, y un MONTÓN de comida apareció frente a nuestras narices, tan rápido que me pilló por sorpresa y di un ligero respingo hacia atrás. *WOW - y todos empezaron a comer. Asique yo también. 

POR DIOS QUE BUENO ESTA TODO!! Alcancé a coger un bombón, ya que era lo más codiciado, carne asada, estofado, zanahorias y queso de cabra. Había visto banquetes y grandes mesas llenas de comidas exquisitas pero esto era otro nivel, otro mundo, otra historia, era alucinante, y estaba buenísimo - o tenía demasiada hambre tras el largo día.


Las mesas empezaron a hablar animadamente a medida que devorábamos la comida. Una de las chicas que entraron conmigo a Slytherin, pelirroja, estaba sentada frente a mí, hablando de lo genial que era pertenecer a Slytherin. Pero cuando mencionó antecedentes familiares seguí comiendo. La interrumpió otra chica, a la que unos cuantos nos quedamos mirando, había venido de otra mesa a abrazarla antes de volver a irse a su mesa. La llamó por su nombre "Jade". Aparentemente se conocen de antes, parecen buenas amigas.

La otra que estaba sentada cerca de Jade era Alondra Sparks. Se había ido presentando compartimento por compartimento alegando su enoooooooooorme gran carisma y desmesurado ego. Si alzaba más la nariz se iba a partir el cuello. Más de una chica así me había encontrado en un par de escuelas privadas de Londres, pero ésta hablaba de como toda su familia era la mejor y bla bla bla... Calificaciones, decía. Como si eso importase en la vida real. Lo peor? se puso a criticar a su hermano, que estaba en otra mesa y para rematar, a burlarse de su amiga, comiendo como una de esas mujeres que suelen venir a las cenas importantes que prepara mi padre -"como una modela"- rollo colibrí sin apetito. Algo en lo que no pude opinar fué en lo de la sangre pura, sangre sucia, o ser de la misma casa.

 

Al ver que Jade se ponía del color de su cabello y agarraba el tenedor con fuerza y odio profundo que al parecer ya venía de más atrás, sonreí con la expresión más fría que pude y dije en voz alta y mirándola directamente - Creo que tener las mejores calificaciones es muy importante Alondra, puede llevarnos más lejos que a los demás... - dije como dándole la razón, esperé a que sonriera DISFRUTANDO de su atención y seguí lentamente- ...aunque mi padre ha despedido a tanta gente competente y con impresionantes notas académicas que no creo que te garantice nada, por muy buena que haya sido tu familia. Además que si no te esfuerzas más que ellos para llegar a su altura puede ser decepcionante...y nunca se sabe, quizás ni siquiera eso sea suficiente...- dije arrastrando la voz antes d dar un sorbo a mi vaso de agua - ...a veces tu posición en el mundo acaba dependiendo de lo bien o mal que caes a los demás, y especialmente si sabemos mantener la boca cerrada cuando toca... o cuando no se tiene nada bonito que decir - mi sonrisa fría y autosuficiente era una máscara perfecta en una conversación superficial cargada de intenciones en doble sentido - ...pero tienes razón, tener buenos contactos y conexiones es muy importante! - brindé hacia ella en el aire y seguí cortando mi carne. - Aunque sí me permites un consejo, creo que deberías comer un poco más... pareces un poco demasiado... - mis cejas hicieron un gesto como de juzgarla por su aspecto. - no importa. Olvídalo. - sonreí nuevamente y me metí el pedazo en la boca, con expresión de disfrute máximo.

Antes de que me pudiese replicar, cambié de tema radicalmente. - Desde luego este lugar es magnífico verdad? Espero que podamos hacer maravillas y ser un orgullo para nuestra casa. Slytherin!! - dije fuertemente, mientras alzaba de nuevo la copa esta vez hacia todos los que habían a mi alrededor, y unos cuantos alumnos gritaron en alto "SLYTHERIN!" animados. En cuanto terminé de beber miré a Jade y sonreí sinceramente con la mirada antes de seguir haciendo como si nada y comiendo y conversando -más bien escuchando- a los demás.

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05/03/2022, 17:52
Úrsula Galloway

-¡Vaaaayaaaa! -sus ojos, abiertos enormemente, no sabían hacia donde mirar.

Al entrar en aquel enorme salón todo era digno de atención. Las miles de velas encendidas dando luz a la estancia, el cielo más arriba, brillante de estrellas, los niños mayores de la escuela atentos a ellos, los más pequeños que acababan de llegar. ¡Estaba todo lleno de niños mayores! Ella había pensado que estarían solos en la ceremonia esa de la selección de la casa, ¡pero no! Mientras andaba siguiendo la fila en la que los habían colocado, miraba a su alrededor y se dio cuenta de que había cuatro filas de mesas. ¿Sería una por cada casa? ¿Y qué era aquello al final del salón? Se inclinó hacia un lado para poder ver mejor lo que tenía delante, hacia lo que iban caminando, y se dio cuenta de que era otra mesa llena de gente, adultos en aquel caso. ¡Los profesores! ¡Eso era! Y había algo más delante de ellos. ¿Una silla y un sombrero viejo?

Para su sorpresa, el sombrero se estiró un poco, haciéndose más grande y ¡empezó a recitar! Prestó atención a la letra por si después le preguntaban algo sobre ella, algo tipo examen. Por estar tan concentrada en las palabas del sombrero dio un salto cuando este calló y todos los niños de la sala rompieron en gritos y en aplausos. El inesperado estallido de sonido la había desconcertado pero no tardó en dejarse invadir por la emoción que destilaban todos alrededor. Aquello la ayudó a intuir la importancia de lo que iba a pasar a continuación cuando aquel profesor que los había llevado hasta allí, tomó un pergamino y pronunció un nombre.

¡Oh, Anemone es la primera!

Observó como la niña se acercaba a la silla y tomaba asiento. Conforme el sombrero tocó su cabeza, gritó ¡SLYTHERIN! Y una de las mesas del enorme salón rompió en vítores y nuevos aplausos.

Úrsula tenía el vello de punta y fue entonces cuando se empezó a plantear ciertas cosas. ¿En qué casa caería ella? ¿Qué significaría eso para ella? No quería separarse de sus amigos, ¿caerían todos en la misma casa? Ahora entendía un poco a sus amigos no muggles cuando hablaban de que sus padres eran de una casa y que querían caer en la misma casa que en sus padres. ¿Sus padres habían estado allí alguna vez en el pasado? Era la primera vez que aquella pregunta se le planteó y la dejó totalmente descolocada por lo que implicaba.

Más niños fueron pasando por el sombrero hasta que el nombre de Ivy resonó en el salón. Úrsula se empinó más aún para poder verla mejor y escuchar su casa. Aplaudió cuando escuchó la casa que le había escuchado a su amiga decir ¡había caído en la que quería! ¡bien por ella! La vio caminar hacia la misma mesa a la que había ido Anemone. Aquella era la mesa Slytherin, ya sabía algo más de aquel salón.

El siguiente en ser nombrado fue el hermano de Ivy que fue asignado a Gryffindor y a quien Úrsula también aplaudió. Gryffindor, esa casa también la había escuchado, pero no recordaba si era la que quería o no Nolan, tendría que preguntarle más tarde. A esa misma casa vio ir a Colton y a Luna, los dos con la emoción pintada en el rostro tomaban asiento en la enorme esa. Michael fue llamado varios niños más tarde y el sombrero dictaminó para él que iría a Ravenclaw.

Ella iba a ser la última del grupo en pasar por el sombrero y ahora, que veía que se aproximaba su turno sí o sí, se empezó a poner más nerviosa aún. Sabía donde quería estar, o con quien más bien. Quería estar con Colt sobre todo, porque aquella aventura la habían empezado juntos y quería seguir a su lado y ahora también con Luna que estaba en la misma casa. Cuando escuchó su nombre se lanzó casi a la carrera en busca del sombrero repitiendo una palabra en su mente por si aquel sombrero podía escuchar sus pensamientos y la mandaba con Colt y Luna.

Gryffindor… Gryffindor… Gryffindor…

Y ¡eso fue lo que dijo el sombrero! Úrsula saltó de emoción al escuchar aquella palabra y bajó a la carrera hacia la mesa que ahora la aplaudía a ella. Les sonrió a todos, les saludó, invadida de felicidad, y tomó asiento junto a Colt a quien sonrió al igual que a Luna y a Nola-¡Bien! ¡Estamos juntos! ¡Qué emoción!

Vio como Luna se levantó corriendo y fue en busca de Ivy, volviendo a los pocos minutos-Ninguno vamos a hacerlo. Hemos quedado en que siempre seremos amigos. Lo de las casas es una cosa y lo de ser amigos otra, además, tendremos que protegerla de la Anemone esa y de la Cagondra. Ella quería esa casa, hablaba mucho de ella, así que estará contenta. Cuando os he visto aquí he empezado a repetir el nombre de esta casa una y otra vez en mi cabeza para que el sombrero lo escuchara y me pusiera a mi también aquí con vosotros-sonrió enormemente cogiendo un bocadillito de una de las bandejas y le tiraba un gran bocado-Esto esta rico, muy rico, pero no se lo que es-comentó, abriendo el trozo de pan y mirando a ver qué había dentro-¿Prefecto o perfecto?-le preguntó a Luna, respondiendo a su pregunta con una nueva y mirando a los profesores-Son todos raros. Hay pocos normales. Está el profe que se llevó a la niña del tren, el de artes oscuras… y… ¿os habéis dado cuenta? Mirad, la profe Borealis tiene el pelo blanco y aquella de allí también y aquella otra lo tiene mitad negro y mitad blanco y la directora tambien. ¿Al final acabamos todas las brujas con el pelo blanco?-preguntó antes de tirar otro enorme bocado.

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05/03/2022, 18:50
Michael Cramson

Hummmm. Eres un caso difícil, sí, porque tienes buenas cualidades. Valiente, estudioso, justo, ambicioso... podrías estar en cualquier casa, pero creo que eres valeroso y todo un caballero... 

Michael escuchó aquellas palabras que susurraba en sus oídos la sutil vocecita del Sombrero Seleccionador, y supo al instante lo que significaban. No podía creerlo. ¿El Sombrero iba a enviarle a Gryffindor? Pero... ¡aquello no podía ser! Gryffindor era la casa de los valientes y decididos, y él era todo menos eso. Le daban miedo muchísimas cosas, y siempre le daba mil vueltas a todo antes de actuar. Gryffindor sería una casa estupenda para Colton y para Luna, que se habían enfrentado con valor a Alondra en el tren. O para Úrsula, que a pesar de ser muggle estaba dispuesta a ayudar a su amigo a enfrentarse a ese mundo nuevo y desconocido para ellos. Incluso Ivy, que había logrado ser Slytherin como siempre había querido, hubiera hecho un gran papel en Gryffindor, porque también era una chica valiente. Pero, ¿Michael...?

Así que eres un...

Se descubrió a sí mismo cerrando los ojos con fuerza y negando con la cabeza. No se atrevía a detener al Sombrero Seleccionador, a pesar de quería hacerlo con todas sus fuerzas. ¿Cómo iba a ser un Gryffindor? ¡Ni siquiera tenía valor para decir claramente que aquella era una mala idea! Deseó con todas sus fuerzas que el Sombrero recapacitara, deseó que se diera cuenta de que él en realidad era feliz entre libros y pergaminos, deseó que le colocara en...

¡RAVENCLAW!

Abrió los ojos de golpe, atónito. Los alumnos sentados a la mesa de Ravenclaw aplaudían y vitoreaban, mientras un tembloroso Michael apenas pudo levantarse del taburete. Bajó los escalones y estuvo a punto de tropezar al mirar hacia atrás confundido. ¿Era su imaginación o los pliegues del Sombrero Seleccionador formaban una sonrisa pícara? Fuera como fuese, el veredicto era claro. Había estado a punto de ser el primer Gryffindor de su familia, pero... ¡era un Ravenclaw! Se sintió de repente más feliz que nunca en su vida, y no pudo evitar que en su rostro apareciera una sonrisa de oreja a oreja, mientras notaba los ojos húmedos.

Se sentó a la mesa junto a Lucerne Capricorn, que había sido escogida antes que él, enjugándose una lagrimita.

Ho... hola —atinó a decir a sus nuevos compañeros de casa, mientras le daban palmaditas en la espalda y le estrechaban la mano—. Me alegro mucho de estar aquí...

Y por fin consiguió soltar un suspiro de alivio y una carcajada de satisfacción. A partir de aquél momento, la noche fue estupenda. Aplaudió con fuerza cuando Colton y Úrsula fueron seleccionados los dos para Gryffindor, y se alegró un montón de que los dos amigos muggles pudieran estar juntos en una casa que era perfecta para ellos. Luna les acompañó, y Michael se sintió un poco mal por ella y por Ivy, porque seguro que lamentaban no haber compartido casa. Pero Colton y Úrsula cuidarían bien de Luna. El problema era que eso dejaba a Ivy sola en Slytherin y Michael no pudo evitar preocuparse por ella. Pero cuando estiró el cuello un poco para buscar a la chica pelirroja entre los alumnos de Slytherin, descubrió que uno de los alumnos que habían sido seleccionados junto a Ivy para la Casa de la serpiente ya estaba hablando con ella, intentando animarla. Sonrió aliviado. Al menos Ivy no tendría que aguantar sola a Alondra y Anemone, lo cual hubiera sido una auténtica tortura...

Se dio cuenta de que tanto él como Ivy eran los únicos de la "pandilla" que habían quedado solos, pero no se preocupó por eso. Habían prometido que serían amigos pasara lo que pasara, y él pensaba poner todo lo que pudiera de su parte para cumplir aquella promesa. Además, sería mucho más fácil estando en la casa adecuada y no preocupados por no poder cumplir las expectativas de otra. Saludó a sus amigos desde lejos cuando sus miradas se cruzaron, para que a ellos tampoco se les olvidara. Y también a su hermana Keira, que le miró sonriente desde la mesa de Hufflepuff alzando un pulgar. Michael casi pudo oír la voz de Keira en su cabeza diciendo algo como "bien hecho, listillo".

Después, la directora Crowley dio la señal para que empezara el banquete, y cuando las fuentes se llenaron de manjares, Michael se dio cuenta de lo hambriento que estaba.

¡Qué pinta tiene todo! —exclamó—. Ahora podremos reponer fuerzas después de tantos escalones y nervios, ¿verdad?

Y empezó a servirse un poquito de casi todo para probarlo. No podía dejar de sonreír.

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05/03/2022, 20:22
(1R) James Kelpis

Yo siempre había sido muy orgulloso. El hecho de haberse caído del bote cuando estaban subiendo al muelle, no me había hecho ninguna gracia porque no me gustaba hacer el ridículo y eso era precisamente lo que me parecía que había conseguido. Todavía tenía mi túnica empapada, aunque al menos, gracias a aquella chica que se había acercado a mí y a la otra niña que se había caído, no recordaba bien su nombre, ya no lo estaba tanto.

Pero mis zapatos habían corrido peor suerte. Cada vez que daba un paso, era como si caminase sobre tierra mojada y hacía un ruido desagradable, como de “poff, poff, poff”.

Cuando por fin fue mi turno y el sombrero dijo que pertenecía a Ravenclaw, suspiré aliviado. Por lo menos había conseguido hacer algo bien, porque a mí me parecía que Ravenclaw era una buena casa, o al menos eso me habían dicho los chicos con los que había coincidido. La única en la cual no quería caer era en esa de Slytherin.

Poff, poff, poff… poffpoffpoff…

Aceleré en el último tramo porque me estaba dando vergüenza que me escucharan. Cuando por fin llegué a la mesa, me senté tan deprisa que estuve a punto de tirar al suelo a ese chico que habían escogido hacía casi nada, y también a la chica nueva que había a su lado.

-Ay, disculpadme, es que… estos zapatos…. Me caí antes en el agua y todavía no se me han secado. Espero que no se estropeen porque mi madre me mataría cuando se enterase.

Miré entonces al chico, que estaba algo serio.

-Hola, soy James –le dije, ofreciéndole mi mano -. Oye, te vi antes con esa chica que  ha ido a Gryffindor… Luna, creo que se llamaba. ¿Eres amigo suyo? Pues es genial. Me ayudó a secar un poco la túnica antes de que nos llamaran. De no ser por ella, habría ido dejando un charco enorme a mi paso.

Los demás chicos parecían hablar entre ellos pero era normal porque todos eran de cursos superiores y ya se conocían entre sí. Nosotros acabábamos de llegar así que era importante empezar a hacer buenas relaciones.

La selección continuó un buen rato y cada dos por tres teníamos que aplaudir, por lo que tampoco pudimos hablar demasiado, hasta que la directora, esa señora que me recordaba un poco a mi abuela, se levantó y dijo eso de “a comer”.

-¡Palabras mágicas por fin! –exclamé, viendo como mágicamente se llenaban tooooodos los platos.

-Sí, ya les vale. Nos han tenido todo el viaje muertos de hambre y después nos han hecho subir esas escaleras gigantes.  ¡Ya podían haber puesto algo para subir rápidamente! –le dije, cogiendo algo de comida de un plato que tenía delante y poniéndolo en el mío.

La verdad es que estaba todo muy bueno, aunque mi padre sí que cocinaba bien.

-No está mal. Mi familia tiene un restaurante, ¿Sabéis? Si un día queréis comer las mejores hamburguesas de Londres, no tenéis más que decírmelo. Estáis invitados –les dije a todos, guiñándoles un ojo.

Así los conquistaría seguro.

Después de comer un poco más, y escuchar otro poco de las conversaciones que había a mi alrededor, me acerqué otra vez a Michael.

-Tus padres… ¿son magos? Los míos no; un día se dieron cuenta de que ocurría algo malo conmigo cuando estaba jugando al baloncesto. Fui a dar un salto para lanzar y en lugar de eso, aparecí a tres kilómetros de distancia –expliqué, echándome a reír -. Menos mal que vino un mago de esos del ministerio y nos lo explicó, porque a mi madre le iba a dar un patatús.

Y mientras reía, pensé que aquella mesa no estaba mal del todo. La gente no parecía ser muy estirada y aquel chico, Michael, era agradable. Hasta la muchacha que había a su lado parecía haberse fijado en mí.

Sin duda alguna, esto me iba a gustar.

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06/03/2022, 09:33
(1G) Angeline Zanette

Eso de tener un apellido que empezara con la letra “Z” era casi una desgracia porque en todo lo que tuviese que hacer y fuera por orden alfabético, siempre era la última, y la selección de casas no fue una excepción.

Me sentía muy rara esperando a que el profesor dijese mi nombre mientras uno detrás de otro todos iban pasando por el taburete y el sombrero roído, y cuando por fin lo hicieron, preferí mirar hacia el suelo antes que lo que tenía delante porque sabía que era la única y por lo tanto, todos estarían mirándome a mí.

¡Qué vergüenza!

Cuando llegué al taburete, el profesor me miró y me entregó el sombrero. Por un momento hasta pareció que iba a sonreírme, pero no, no parecía ser de esos. Cogí el sombrero tímidamente, me senté y finalmente, me lo puse.

-Hummmm. Vaya, vaya. Eres muy especial, ¿lo sabías? Todos sois especiales, pero en tu caso… parece que hay un montón de dudas ahí dentro –dijo la voz, que era claramente del sombrero.

Sí, yo… la verdad es que no sé a dónde quiero ir porque en mi casa hay un poco de todo. Mi tía-abuela Josephine es de Hufflepuff, pero mi abuelo perteneció a Ravenclaw. Mi madre es de Gryffindor y mi padre, de Slytherin. Así que todos me han dado muchos consejos y no sé cuál de ellos es mejor. Pero estoy decidida a hacerlo lo mejor posible y que todos estén orgullosos de mí.

Eso pareció convencer al sombrero, porque después de un par de Hummm, humm adicionales, no tardó en responder.

-Entonces, si lo tienes tan claro, y viendo que eres decidida y valiente, yo también lo tengo claro. Debes ir a ¡GRYFFINDOR!

Aliviada porque ya tenía casa pero confundida por lo que me había dicho el sombrero, me bajé con el sombrero puesto y solo a mitad de camino me di cuenta de que lo tenía, por lo que tuve que volverme para entregárselo al profesor, que me miró como si fuese a hacerme desaparecer, si es que eso podía hacerse.

Después me uní a la mesa de Gryffindor.

Me saludaron tan efusivamente que no tuve más remedio que sentirme como en casa, a pesar de estar sola y no conocer a nadie. Delante de mí había varios chicos y chicas que parecían conocerse muy bien entre sí, lo que me hizo sentir un poco de envidia. Además, hablaban de alguien más, una chica que por lo visto había caído en Slytherin y de quien también eran amigos. Además, se refirieron a alguien como “Cagondra”, lo que me sonó muy raro.

Quizás era mejor no preguntar.

Después, una de las niñas empezó a hablar de los profesores.

-Hola, yo soy Angeline. ¿De quién habláis? ¿Del profesor que apareció en el tren? La verdad es que es muy misterioso. ¡Y esa pobre niña del vagón! ¿Qué le ocurriría? ¿Por qué un mago le haría algo a una niña?

La verdad es que ese mago tan malvado parecía ser peor de lo que cualquiera podría pensar, si atacaba a niños y a niñas. No comprendía el sentido que podía tener algo así.

Pero aquellos chicos también hablaban de prefectos y jefes de casas. Yo tampoco lo sabía, así que me puse muy atenta a ver quién respondía.

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06/03/2022, 11:52
Directora

Las conversaciones se producían a todo lo largo de las diferentes mesas, y también entre los profesores, que lanzaban miradas furtivas hacia los alumnos y las alumnas, como si estuviesen hablando de ellos. Más de uno de vosotros sintió como si fueseis vosotros el centro de su conversación aunque claro, eso no tenía mucho sentido; solo erais unos alumnos más entre todos los que había.

Por otro lado, no en todas las mesas reinaba el mismo ambiente. Michael, liberado por haber caído en Ravenclaw, procuraba unirse al resto de compañeros y compañeras que le acompañarían durante ese año y para empezar, ya había alguien que se había lanzado a hablar con él. No era descabellado pensar que al igual que había entablado amistad con aquel fantástico grupo en el tren, podía hacerlo con más gente.

Ivy, por su parte, tenía atravesada a Alondra, que por mucho que intentase hacerla sentir como en casa lo único que parecía conseguir era cierta unanimidad a su alrededor acerca de lo insoportable que era. Bien mirado, eso hasta podía haberle venido bien, porque en el tren había conseguido unirla más a Colton, Michael y Úrsula, y allí había estimulado la intervención de un compañero, Goldinch Kyle, por lo que le parecía recordar, para atacarla.

Quizás no fuese a estar tan sola como ella pensaba. Además, Luna había ido a darle un abrazo y a asegurarle que no se olvidaría de ella, por lo que había motivos para sentirse bien.

Y después estaba Gryffindor, en donde Úrsula, Colton, Nolan y Luna habían caído, lo que aseguraba que podrían compartir bastante tiempo entre ellos. La sensación general entre ellos era de que estaban en la mejor casa del mundo.

Mientras hablaban, un escalofrío general recorrió a todo el mundo y al mirar, visteis a un montón de figuras espectrales atravesando paredes y mesas, y recorriendo el lugar de un extremo a otro.

-¡Mirad, son los fantasmas de las casas! -dijo una voz, señalándolos. 

-Ahí está "Nick casi decapitado" -dijo una voz en la mesa de Gryffindor.

El fantasma se detuvo levitando sobre la mesa.

-Si no le importa, caballero. Prefiero que me llamen Sir Nicholas de Mimsy -le corrigió el fantasma.

En la mesa de Ravenclaw, Helena Ravenclaw, conocida como "La Dama Gris", se presentó ante los nuevos alumnos.

-Bienvenidos a Ravenclaw, pequeños. Seguro que con vuestra inteligencia, mi casa obtendrá los mejores resultados.

El "Fraile Gordo", de Hufflepuff, apareció atravesando el suelo e hizo lo mismo con algunas de las mesas y los alumnos, que sintieron como si de repente le echasen encima un cubo de agua fría.

Y finalmente estaba el "Barón Sanguinario", de Slytherin, que atravesó toda la mesa de Slytherin agitando su espada espectral como si con ella cortase toda la comida que encontraba a su paso.

-¡Cuidado, es el barón! -exclamó una voz en Slytherin, pues tampoco era agradable ser atravesado por él. Tenía muy malas pulgas.

Y por supuesto, estaba Peeves, lo que habitualmente se conoce como "poltergeist", según explicaron algunos de los alumnos veteranos a los novatos, que lo único que hacía era fastidiar.

-¡Peeves, dame mi plato! -se oyó decir a un alumno de Hufflpuff al que le había arrebatado su plato, el cual flotaba en el aire empujado por Peeves entre risas, y al que perseguía como podía.

Hasta ese momento todo se había desarrollado de una manera más o menos normal, pero la entrada de los fantasmas hizo que un cierto grado de caos se adueñara del salón, aunque los profesores, en su mayor parte, no parecían preocupados al respecto. Muy al contrario, conversaban animadamente entre ellos.