La entrada a la sala común se encuentra "en un rincón en el lado derecho del pasillo de la cocina", oculto detrás de una pila de barriles. Con el fin de revelar la entrada, no se requiere contraseña. En su lugar, hay que golpear en el segundo barril de la parte inferior, en medio de la segunda fila, en el ritmo de "Helga Hufflepuff", que hará que el barril abra la tapa, dejando al descubierto un pasadizo que lleve al sótano cuando se arrastre a través. Sin embargo, si se toca la tapa de otro barril o el ritmo utilizado es incorrecto, el intruso será empapado en vinagre y se le prohibirá el acceso.