Partida Rol por web

Las crónicas de Hogwarts: No me olvides

Capítulo 4. El Quidditch y otros deportes de riesgo

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25/12/2022, 13:29
Michael Cramson

Mientras subía los peldaños, Michael notaba cómo dos fuerzas pugnaban en su mente. Una era el miedo y la culpabilidad que sentía por haber usado su magia de forma tan torpe como para dar lugar a todo el lío que se había organizado con aquél traslador defectuoso. Había estado a punto de ocurrir algo irreparable... La otra, las palabras de aquellos que habían tratado de animarle, como la directora y sobre todo sus amigos, dispuestos a mantenerse a su lado pasara lo que pasara y a no tener en cuenta sus fallos, aunque les hubieran puesto en peligro. Una pequeña parte de él quería darse la vuelta y bajar de nuevo, pero no encontraba fuerzas para ello. ¿Y si sólo le habían animado para que no se sintiera mal...? ¿Y si algo terrible volvía a pasar y esta vez no tenían tanta suerte...?

Entonces fue cuando Ivy le alcanzó en el segundo piso. Michael se sorprendió al verla allí, y aún más al descubrir que sostenía su varita de tejo. Abrió la boca como un tonto, sin saber qué decir. ¡Se había olvidado incluso de recoger su varita antes de irse!

Yo... yo... —murmuró muy torpe, mientras recuperaba su varita—. Gracias... Es que...

Pero entonces Jade siguió hablando y lo que dijo hizo que las mejillas de Michael se pusieran un poco rojas. Estaba a punto de intentar recuperar la voz para decirle a la Slytherin que no se merecía aquellos elogios, cuando ella lo abrazó. El chico se quedó petrificado un momento, luego terminó de ponerse rojo del todo, y por fin volvió a notar aquél nudo en la garganta. Por un instante, temió estar a punto de echarse a llorar, pero en lugar de eso... ¡empezó a reírse!

Qué idiota soy... —dijo por fin, sonriendo y enjugándose una lágrima tras separarse con delicadeza de la niña—. Gracias, Ivy. Tienes razón, no volveré a dudar así...

El abrazo de Jade había acallado por completo sus temores. Colton y ella estaban en lo cierto. Era mucho más importante lo bonito de tener amigos como aquellos, que centrarse en lo negativo. Ahora sabía que si algo malo volvía a pasar, al menos estarían todos juntos para hacerle frente.

Venga —sonrió Michael guardándose su varita en el bolsillo y volviendo a bajar las escaleras—. ¡Vamos a tomarnos ese chocolate!

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25/12/2022, 20:45
Luna Ferlet

Me temía lo peor y grité, pensando que aquel licántropo iba a caer sobre alguno de mis amigos y arrastrarlos al mismo lugar en el que yo me encontraba… o algo peor. Pero los rayos de nuestras varitas se unieron en su cuerpo, logrando un efecto inesperado.

Primero se infló un poco y acto seguido… desapareció completamente, dejando en su lugar un montón de brillantes destellos que cayeron sobre nosotros, dejándome, a mí al menos, con la boca abierta. Por supuesto, Colton expresó con su habitual naturalidad y maneras lo que había ocurrido, aunque eso no me servía de nada.

Aliviada porque nos hubiésemos salvado, suspiré, pero acto seguido, me eché a llorar. Demasiada tensión, demasiado miedo, y por si eso no fuese suficiente, mi secreto completamente expuesto ante mis amigos, en quienes confiaba, pero de los cuales no me hubiese extrañado recibir rechazo o desprecio.

Casi inmediatamente, llegó un grupo de profesores con la directora a la cabeza. Al mirarnos, agaché la cabeza, sollozando. La directora Crowland se acercó entonces a mí y me preguntó si estaba bien.

-Y-yo… no… sé….

No podía hablar. Sin embargo, ella pareció adivinar lo que más me preocupaba y nos dijo incluso de quién se trataba. Un profesor, un antiguo profesor del colegio. Pero lejos de calmar mi ansiedad, provocó mayor temor en mí porque si alguien como él no había logrado sobrellevarlo, ¿cómo iba a poder hacerlo yo?

-Pero… yo supongo que terminaré igual, ¿verdad? Sí un profesor no pudo controlarlo… ¿cómo lo conseguiré yo?

Aquella pregunta quizás no tuviese una respuesta, aunque yo sí que la tenía. No lo conseguiría. No contaba con hacerlo ni en un millón de años. Puede que no mañana, ni el mes siguiente, pero antes o después sería una bestia sin conciencia, como ese profesor.

Estaba tan ensimismada en mis propios temores, que apenas presté atención a las explicaciones de la directora. En realidad, no me importaba demasiado. Además, quería alejarme, ocultarme de todos, perderme en algún lugar en donde no tuviese que dar explicaciones. Pero al preguntar quién había hecho el hechizo, levanté un brazo, temblorosa. Después de todo, había sido culpa mía que aquel licántropo entrase en el castillo.

-Fui yo, directora. L-lo siento. Yo creé un traslador para que todos pudiésemos volver pero el lic… el profesor Gray… lo tocó antes y no… bueno, no pudimos e-evitarlo –expliqué, enjuagándome las lágrimas.

A pesar de todo, la directora no me regañó sino que incluso nos premió con cincuenta puntos. Sorprendida y confundida, la miré, sin entenderlo muy bien. Cuando dieron más explicaciones, comprendí que no solo se trataba del hechizo, sino de lo que habíamos hecho después. Esa parte podía entenderla, aunque no sabía si estar de acuerdo con ella.

Y por supuesto, allí estaba Alondra para recordárselo a todo el mundo. En realidad, y por increíble que pareciese, no me ofendía, porque yo pensaba lo mismo de mí. Sin embargo, la directora me defendió sin dudarlo, aunque allí era yo quien ponía en cuestión mi presencia en aquel lugar.

Alondra se calló y tras dar por zanjada la cuestión, fue Colton quien pasó a defenderme, mientras Michael quien se acercó a nosotras. Pero él tenía sus propias preocupaciones. Seguía sintiéndose culpable porque todo hubiese llegado hasta ese punto. Incluso dejó su varita en el suelo, como si se rindiese definitivamente.

-C-colton, no dejes que… se vaya. No ha hecho nada malo. Él no…

Colton se la entregó a Ivy para que se la devolviese y después, me miró. No solo no tenía miedo de mí sino que dijo lo que había deseado que dijese. Pero… no tenía fuerzas ni para sonreír, o para darle las gracias.

Ivy también me defendió, igual que lo había hecho cuando pensó que yo me había transformado, demostrando que era muy valiente, la más valiente de todas. Pero algo en su tono cuando dijo que quería hablar conmigo me preocupó un poco más. Me hice a un lado y la miré, aunque no directamente. Era incapaz de hacerlo después de saber que yo sería “algo” como lo que nos habíamos encontrado.

-N-no es culpa tuya, Ivy. No has hecho… nada malo, salvo ayudarme y defenderme –logré decirle. Ella me abrazó y yo no solo acepté el gesto sino que la apreté con mis brazos, con todas mis fuerzas.

Cuando se alejó, la miré como si aquella fuese la última vez que la veía, porque en mi cabeza se estaba formando la idea de marcharme del colegio. Era un peligro, un monstruo, como había dicho Alondra, aunque los demás no le diesen importancia.

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25/12/2022, 21:52
Úrsula Galloway

Úrsula pronunció el hechizo casi sin pensar pero, por primera vez desde que estaba en el colegio, aquello pareció funcionar a la primera y el hombre lobo ralentizó su caída en picado hacia ella de forma muy notable, casi en cámara super lenta y, casi al mismo tiempo, comenzó a moverse de forma rara y a desaparecer por cachitos haciendo un ruido que recordaba a cuando las pompas de jabón gigantes explotaban en el aire. Y así, poco a poco, el hombre lobo fue desapareciendo hasta que no quedó nada de él con el último plof que se escuchó. Se quedó un rato mirando al sitio en el que antes estaba el lobo, esperando a que volviera a aparecer en cualquier momento, pero nada sucedió.

La pequeña miró alrededor. Todos sus amigos estaban allí, con la misma cara de expectación que debía tener ella, haciendo exactamente la mismo, apuntando con sus varitas a donde había estado el lobo. Úrsula levantó los brazos y rugió-¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! ¡Si! ¡Si ¡Si! -hasta que se cayó bruscamente cuando vio aparecer a los profesores a la carrera, entrando en el salón con las caras que eran un poema de los buenos y con las varitas amenazantes dispuestas a lanzar hechizos a diestro y siniestro.

Upssss la hemos cagado...nos han pillado... 

Se percató de que tenía el sombrero puesto y de que nadie la veía y le dio un poco de susto por si los profesores la confundían con algo raro y la hinchaban a hechizos, así que se quitó el sombrero, apareciendo bruscamente a la vista de todos, y usándolo para ahuyentar a las pesadas de las tazas-¡SOIS UNAS PESADAS! ¡DEJADME! ¡Cheeee, yaaaa!

¿Trabajar en equipo? miró a sus amigos y sonrió ampliamente. Molaba aquello. Los comentarios de la directora eran curiosos pero Úrsula percibió que aquello era algo que tenía que interiorizar, era importante para su futura vida de bruja. Atendió a la explicación de quien era el hombre lobo. ¡Era un profesor!. Y más curioso aún, parecía que, lo que había supuesto sobre Luna era cierto, era una mujer lobo. La miró con curiosidad y captó también lo que decía Crowland sobre ella y asintió en silencio, era también importante para Luna aquel detalle que la diferenciaba del lobo que les había atacado. 

Crowled les concedió cincuenta puntos a cada uno por el trabajo bien hecho y, tanto Persimon como Partwulf, confirmaron que eran merecidos. Para variar, Tauris se opuso, como Úrsula suponía que se iba a oponer a todo lo que significara algo bueno para los estudiantes pero, aquella vez, llevó la de perder y la directora la calló en seco. Y, no le sorprendió en absoluto, que Alondra se pusiera de lado de Tauris. Arrugó el ceño al escucharla pero Colton e Ivy fueron más rápida que ella, diciéndole cuatro cosas muy bien dichas. Ella fue más seca cuando pasó por su lado-¡No seas estúpida!-le espetó-Para no ser muggle eres un poco cortita para ver más allá de tus narices...

Mientras que entre los profesores se ponían de acuerdo sobre qué hacer, se levantó del suelo, alejando con una patada a la última taza que insistía en morderla, y se acercó a sus amigos, llegando a tiempo para escuchar a Michael.

-No digas tonterías, Michael... creo que has conseguido algo que no han conseguido los profesores... que nos salgan los hechizos a la primera-le dijo con una sonrisa, intentando animarle, porque la cara que tenía su amigo era un poema-Tampoco exageres, Colt, no eres un error con patas, estamos aprendiendo, todos, creo que lo único que tenemos que hacer es estudiar más... sobre todo nosotros...-le dijo a su amigo con una expresión inequívoca en su rostro. Eran muggles, no tenían otra opción. Menos quejarse y más hincar codos. Pero ni los comentarios de Colt ni los de ella consiguieron que Michael se sintiera mejor y vieron como se alejaba de ellos, dejando a Ivy que fuera quien lo intentara animar-Bien hecho, Colt. Seguro que Ivy sabe como animarlo... se llevan muy bien, ¿no?-miró a su amigo y levantó las dos cejas un par de veces, sonriendo pícara.

Se dirigió con Colt hacia Luna que, con una cara que era merecedora de ponerle un marco, miraba al suelo llorando-Claro que me apunto. No me pierdo un chocolate ni aunque esté muerta de sueño... Oye, Luna, yo... -la miró con curiosidad, sin saber cómo expresar lo que sentía. Era difícil de procesar todo lo que había pasado pero su amiga no es que fuera solo una bruja fantástica sino que era un ser mágico que, hasta hace unos minutos, pensaba que no existían-¡Es genial!... esto... lo que quiero decir es que... ¿en serio? -su sonrisa se acrecentó y su mirada brilló-¡Vamos a por el chocolate! Nos tienes que contar...-la agarró de la mano y tiró de ella en dirección a la mesa de Griffyndor-No tienes que llorar por eso, tu no tienes problema ninguno. ¿Has escuchado lo que ha dicho la directora?. El problema es la humanidad y tú, de eso, tienes a puñados, no hay nada de qué preocuparse-el razonamiento de la pequeña era simple y claro, además sabía algo como muggle que quizás su amiga no supiera que ella sabía-¿Qué es ese momento del que habló la directora?, ¿qué sitio tienes para ti cuando suceda el qué?. Oye, yo no sé casi nada de los hombres lobo pero... ¡quiero saber!. ¿Es algo parecido a lo que sale en Crepúsculo?, porque en esa peli los hombres lobo molan mogollón... Hay malos y buenos, como ese profesor y como tú. Además... son guapos a rabiar y cuando son lobos son... ¡preciosos! -no podía dejar de recordar a su enorme perra y de que abrazar a su amiga siendo un lobo podía ser perfectamente como abrazar a su perra pero multiplicado por cien. Tenía una amiga más mágica que ninguno de ellos, molaba estar en el colegio, molaba aquello. Luna molaba-Deja de llorar, tu no eres como ese lobo que nos hemos encontrado en el bosque, ¡tu eres Luna! y tu eres de los lobos buenos.

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26/12/2022, 11:38
Directora

La llegada de los profesores al vestíbulo fue el comienzo del regreso para todos los demás alumnos y alumnas que habían huído o se habían escondido al ver al licántropo. Ahora se asomaban y salían para curiosear y enterarse mejor de lo que había ocurrido, e incluso para mostrar una valentía que no había aparecido.

-En cuanto lo vi, supe lo que teníamos que hacer, pero no me dio tiempo -alcanzó a decir Lavender.

-A mí no me parecía que supieses hacer algo más que esconderte -le dijo Leveret, riéndose.

Ahora que todos estaban más relajados, era fácil hablar de lo que habían podido hacer o les hubiese gustado intentar.

-Yo la verdad es que me he visto un montón de veces "un hombre lobo americano en Londres", "Aullidos" y "La bestia debe morir", así que estaba buscando algo de plata porque si no, como te arañe ya las hecho -dijo Kelpis, sin que la mayoría entendiese demasiado sobre lo que estaba hablando.

Pero lo peor fueron las miradas reprobatorias que le echaban a Luna, con una mezcla de sorpresa, miedo y cierto desdén, y sobre todo, sin que nadie se atreviese a acercarse a ella.

-Yo no pienso ni tocarla, vaya a ser que me contagie -susurró alguien, que rápidamente quedó identificada como Anemone.

-Si eso es lo que significa estar en Gryffindor, me alegra estar en Hufflepuff -comentó Seal Selpie.

El hermano de Ivy se aproximó rápidamente al grupo y buscó con la mirada a su hermana, encontrándola más arriba, en las escaleras, hablando con Michael, cerca del segundo piso.

-Hermanita, ¿Te encuentras bien? ¿Te ha hecho algo esa bestia? -le preguntó a Ivy. Después, más tranquilo, miró hacia abajo, como si temiese que alguien se acercarse -. Creo que... harías bien en alejarte un poco de esa amiga vuestra, al menos hasta que la luna llena pase. No me extrañaría nada que la echasen del colegio. No recuerdo que jamás se haya permitido a un alumno así permanecer aquí y las únicas veces en que un profesor ha tenido este problema, no logró durar más de un curso. Está claro que las familias no lo permitirán y dudo que traten bien a quienes se queden cerca de ella.

Aquello era seguramente lo último que esperaba escuchar Ivy de alguien de su familia, aunque no por ello resultaba menos esperable ni tampoco dejaba e haber algo de verdad en lo que decía. Las familias de los alumnos y las alumnas de Hogwarts quizás no lo permitieran.

Mientras tanto, en el vestíbulo, no todo eran recriminaciones. Nolan se acercó al grupo y se mostró inesperadamente animado ante la idea de que Luna fuese una licántropa.

-Yo creo que es genial. De esa manera, a quien te caiga mal no tienes más que amenazarle con morderle o algo así y verás como te deja en paz -dijo, sin darse cuenta de que otros, además de vosotros, podían oírle y que aquella posibilidad ya se les había pasado por la cabeza.

Una figura permanecía inmóvil en la escalera, observando toda la escena. Se trataba de la hermana de Michael, Keira, que había estado con Luna y los demás durante su pequeña escapada y que ahora parecía observar a la joven sin mostrar una reacción clara. ¿La rechazaría igual que el resto? En esos momentos se estaba creando un extraño vacío a su alrededor, que contenía a Nolan, Colton, Úrsula, Kyle y Alondra, aunque a estos últimos no durante mucho más tiempo. Alondra miró a Luna con gesto de asco, y después a Anemone, que caminaba como para encontrarse con ella, apartando la mirada de su "amiga" con desdén; se volvió y al ver a Kyle, cogió su mano sin dudarlo.

-Gracias, Kyle. Me has... salvado la vida. Tú sí que eres mi amigo de verdad, no como "otros" -le dijo, dándole un beso en la mejilla -. Venga, marchémonos de aquí. 

Al ver la actitud de los demás, o quizás porque ya había tomado una decisión, Keira terminó de bajar los escalones, se acercó a Luna y sin dejar de mirarla, se lanzó a abrazarla con fuerza.

-No te preocupes, Luna. He oído todo lo que has hecho y has sido muy valiente. Y no tines que sentirte mal por lo que digan los demás. Hay muchos idiotas por aquí -dijo, mirando de reojo a todos los que pasaban de largo o se alejaban -. Ven, vamos a tomar un chocolate caliente como ha dicho la directora. Lo necesitas.

Como quiera que terminase todo aquello, estaba claro que poco a poco se iban creando dos bandos: los que apoyaban incondicionalmente a Luna y no tenían miedo... y los que la rechazaban por lo que era y podía hacerles, y no había nadie que se quedase indiferente. 

* * *

Por desgracia, tal y como había predicho Donovan, las familias no tardaron en quejarse. Al día siguiente, el despacho de la directora estaba lleno de lechuzas que habían llevado cartas solicitando la expulsión automática de Luna y amenazando con llevarse a sus hijos. Tal fue el caso de la familia Connor, por supuesto, que no podía permitir que semejantes criaturas estuviesen caminando junto a sus hijos, como si tal cosa. Pero había otras muchas familias que opinaban lo mismo, y no solo de la casa de la serpiente, sino también del resto, aunque eran mucho menos, por supuesto.

También se enviaron algunas cartas de apoyo a "la alumna que tenía ese terrible problema", mostrando una opinión favorable a ayudarla en todo cuanto se pudiera, porque después de todo, "no era culpa de ella".

La presión, en tan poco tiempo, no tardó en hacerse más que patente.

En el día que siguió al de toda aquella crisis, con la Luna Llena cada vez afectándole más y teniendo que beber su poción casi cada hora, Luna no tardó en encontrarse más aislada que nunca, no por los profesores ni tampoco por sus amigos, pero sí por la mayoría de los compañeros y las compañeras que había en otras casas. Comentarios casuales como "espero que no me haga nada", "yo no voy a pedirle ni una pluma, vaya a ser que me lo pegue" o "mejor no llevarle la contraria para que no se enfade", no tardaron en ser comunes en cada una de las clases a las que iba Luna.

La situación hizo que fuese insoportable para Luna y que esta desapareciese tras la primera clase. Ni siquiera las palabras de sus amigos pudieron darle la confianza que necesitaba para soportar todas aquellas miradas reprobatorias.

Todo ello coincidió con la proximidad del inicio de la temporada de Quidditch, que enfrentaría a Gryffindor y a Slytherin, en un partido que estaba elevando la ya de por sí alta tensión que se podía palpar en el ambiente. Los miembros de Slytherin se habían mostrado abiertamente opuestos a la presencia de Luna, enfrentándose a Ivy y a Kyle, con una Alondra que parecía tener claro que no había sitio en aquel colegio para criaturas de aquella clase, o "híbridos terribles", como solían decir. Por el contrario, en Gryffindor defendían a capa y espada a Luna y lo que significaba aceptar a quienes eran diferentes a la inmensa mayoría, recibiendo el apoyo de casi todos los miembros de Ravenclaw y de Hufflepuff, con Michael y Keira Cramson a la cabeza.

Cuando llegó la hora del almuerzo y llegasteis al salón, Luna no estaba allí y tampoco en la sala común, pues lo habíais comprobado antes de bajar a comer. En ese momento, las mesas comenzaron a llenarse. Alondra entró y al ver a Kyle, se acercó a él con una sonrisa. Desde el día anterior, su actitud era claramente empalagosa.

-Hola, Kyle. ¿Qué te ha parecido la clase de Tauris? A mí me da la sensación de que esa profesora no sabe bien lo que tiene, pero supongo que habrá que acostumbrarse. Es dura, pero justa. Además, he visto como al ver que Luna no se encontraba con nosotros que ha respirado muy aliviada y no es para menos. Es un peligro. ¿Y si me arañase sin querer, o porque se pelease conmigo? Dentro de poco seríamos un montón de monstruos. Creo que es mejor que se haya ido, ¿no crees? He oído que lo ha hecho esta mañana mismo, que fue a hablar con la directora y que no piensa volver. Es lo mejor para todos, incluso para ella -comentó, mientras se llenaba el plato de comida.

Pero en las demás mesas, las palabras de Alondra no tuvieron el mismo efecto. Rápidamente se extendieron por todas ellas cuchicheos y murmullos de desaprobación y miradas acusatorias.

Los cincuenta puntos que habían recibido todos los Defensores de Hogwarts, como se les conocía ahora al grupo formado por Colton, Úrsula, Kyle, Michael y Ivy, habían elevado la morar de Gryffindor, Ravenclaw y también de Slytherin, pero pronto quedó en un olvido ante la proximidad del partido de Quidditch y la expulsión o marcha de Luna Ferlet.

-Amigo, yo creo que es exagerado. Tu amiga Luna es guay y no me ha parecido nunca un peligro. Si me preguntas a mí, no deberían echarla -le dijo James a Michael.

-¿No te has enterado, James? No la han echado. Parece que es ella quien se ha ido. Pero tampoco es justo. No ha hecho nada malo. Es más, por lo que ha contado Michael, incluso se puso delante del licántropo para defender a todo y es una bruja estupenda -comentó Elektra.

En la mesa de Hufflepuff, los ánimos no estaban mucho mejor. Keira estaba muy enfadada y no soportaba las opiniones de algunos de su propia casa.

-Me dais auténtica vergüenza. Ella no ha hecho nada malo y sin embargo, en lugar de apoyarla, estáis más contentos que nunca de que no esté.

-Keira, yo no tengo nada en contra suya, pero si no está es mucho mejor. Así no habrá peligro para nadie -dijo Brett, el prefecto. En respuesta, Keira se levantó, le propinó una sonora bofetada y se alejó, malhumorada.

Por su parte, en Gryffindor, casi todos lamentaban la ausencia de Luna y no veían bien que la hubieran obligado a marcharse o que la echasen, aunque sabían de la presión que había para ello.

-Me han contado que han llenado el despacho de la directora con cartas pidiendo que la expulsen. Eran tantas que apenas pudo entrar -comentó Nolan.

Fuese como fuese, los ánimos estaban bien caldeados.

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26/12/2022, 21:00
Colton Derrick

Lo habían logrado. Habían salvado la vida ante un peligro inminente. Inicialmente había compartido el entusiasmo de Úrsula, pero poco a poco se fue apagando según los acontecimientos iban sucediendo. Lo de los 50 puntos estaba muy guay, más teniendo en cuenta la que había liado en pociones, pero la cosa se estaba poniendo de agridulce a directamente amarga. El exabrupto de Alondra le hizo reaccionar como un látigo, pero no se quedó solo, Ivy apoyaba a su amiga, y Úrsula, hasta el abatido Michael, todos la apoyaban, menos Kyle. Se centró en lo que se decía, decidido en ignorar lo que no se decía, asintió vigorosamente a lo que decía Ivy sobre los riesgos calculados de tener a Luna en el colegio, salpicándolos de muchos "eso", "bien dicho" y "estoy de acuerdo".

Luna empezaba a llorar y eso le entristeció. Se acercó a ella, pero sabía que no era su sitio, Úrsula e Ivy eran más amigas, y él pues bueno, era amigo de segunda división, aun así, se quedó cerca para apoyarla. La idea de la directora de coger un chocolate fue aceptada con algo parecido al júbilo, pero no fue completo porque Michael se marchó. Luna le pidió que no le dejara irse pero Colton fue a darle la varita a Ivy. Michael parecía ponerse algo nervioso con ella, e Ivy era súper guapa y lista, y tenía un pelo bonito, así que seguro que le hacía más ilusión que fuera ella quien le devolviera la varita. Cuando Ivy dijo que le guardara chocolate le sonrió y le dijo

- Vuestro chocolate - refiriéndose al suyo y al de Michael - me lo tendrían que arrebatar de mi frío cadáver. Ves a por ese tontolaba.... Que para ser tan listo..... - y suspiró. Entendía lo que era liarla, pero lo que él no entendía todavía que los amigos estaban justo para esos momentos y que solo los tontos se aíslan. En cuanto Ivy se marchó le dijo a Luna

- Tranquila, creo que Ivy es la mejor amiga de Michael, así que estará bien. Es igual que si te pasara algo a ti, Ivy sería la mejor opción - sonrió, pero algo le aguijoneaba el ánimo. Ivy tenía su amiga especial, y Luna, y Michael, él también la tenía, pero no creía que fuera el amigo especial de nadie. Suspiró. Ivy y Luna quedaban para después y se abrazaban y discretamente se movió para darles intimidad. La idea de que Luna pudiera acabar como el profesor era triste, pero todo dependía de la calidad de la poción por lo visto, y eso le daba un objetivo, sería el mejor pocionista del mundo para hacerle siempre a Luna pociones perfectas. A él le parecía súper guay ser un hombre lobo, pero porque lo veía como Teen Wolf, jugando a basket y molando, pero si no fueras capaz de controlarte, si hicieras daño a la gente que quieres, no, eso no le molaría.

Kyle se marchaba diciendo que eran capaces de enfrentarse a monstruos, y Colton no dijo nada, pero no estaba de acuerdo. Úrsula le dijo que tenían que estudiar más, y eso entroncaba con lo que decía Kyle. Habían tenido mucha suerte, podían haber muerto, y solo tenían tres hechizos mal hechos para salvarse. No había sido capaz de hacer un hechizo que había clavado en clase. Suerte, y era solo un hombre lobo, ¿Qué pasaría si hubiera sido Shadefian? ¿Qué les habría pasado?. Colton asintió, poniendo cara como si se hubiera tragado un sapo y dijo

- Tenemos que estudiar mucho, pero sobre todo, tenemos que estudiar lo que no nos enseñan. - Úrsula se animo a ir a por el chocolate, mientras le decía a Luna lo genial que era su condición, y le llenaba la cabeza de películas. Él intentó captar su atención, diciéndole que cortara, pero no hubo manera, era de hablar de lobos guapos y nadie podía parar a una chica. Luna no quería oír aquello, pero, a ver quien le decía que no a Jacob, que no es que la hubiera visto, ¿eh?

Lo peor de todo era la sensación de sentirse observado y las caras de canguelo que ponían todas cuando pasaba luna. Aquello le sentó muy mal a Colton que rápidamente se erigió en el defensor de Luna.

- Como si alguien te quisiera tocar a ti, cara caballo - Le dijo a Anemone visiblemente enfadado. - En nuestra casa no queremos cara anchoas como tú - Le dijo a Selpie. Estaba tan enfadado, era tan injusto que le hacía arder la sangre. Los amigos de Luna estaban más unidos a ella que nunca, pero el resto era otra cosa. Le sonrió a Nolan por su comentario, pero no hacía bien a Luna, aunque le avergonzaba admitir que él había pensado lo mismo, y que solo la tristeza de Luna le había permitido decírselo. Cosas más raras pasaron, el beso de Alondra con Kyle y el abrazo de Keira con Luna. Aquello parecía una guerra entre los prejuicios y el miedo y el cariño que le tenían a Luna, y si las mates no le fallaban, estaban en el bando menos numerosos.

A la mañana siguiente el ambiente en el castillo era bastante irrespirable. Corrían los rumores como las liebres, que si había que expulsar a Luna, que si era peligrosa, que si era contagiosa, Colton estaba muy irascible y saltaba a cualquier comentario, pero sabía que no era suficiente, por cada comentario que pillaba se le escapaban 20. La situación estaba muy mal, y cada vez que miraba a Luna la miraba con desesperación. A cada comentario negativo le intentaba dar un ánimo o consuelo, pero se veía que aquello no bastaba, y después de la primera clase desapareció. Temiendo que se pudiera hacer daño salió a buscarla, pero no la encontró. A la hora de la comida corrió el rumor de que Luna se había marchado del colegio, y por lo visto el rumor venía de la mesa de Slytherin. Decían que Alondra había dicho cosas horribles de Luna, que la llamaba monstruo, y por lo visto no era la única mesa en que se la tildaba precisamente de eso. Rabioso, estaba rabioso, y con ese estado de ánimo se subió encima de una mesa y tiró una bandeja metálica al suelo, para que todos lo escucharan.

- El monstruo, como vosotros la llamáis, se jugó el culo por esta escuela enfrentándose a algo que os hizo salir por piernas a la mayoría. El monstruo - dijo señalando a Alondra - te salvó el pellejo a ti, la persona en el mundo que menos no lo merece. El monstruo como la llamáis, es mi amiga, se llama Luna Ferlet y es la mejor persona que conozco. Fiel, leal, inteligente.... Si la conocierais veríais que es más humana que todos vosotros juntos.- Sentía como la cabeza le martilleaba - Este colegio dice que no da la espalda a nadie que lo merezca, lo dijo un director, Dumbledos o algo así.... Pues hoy se la hemos dado, a Luna Ferlet. Me avergüenzo de estudiar aquí...

Y se sentó, con lágrimas en los ojos de rabia, mordiéndose los puños y con ganas de sacudir a todo el colegio que solo hablaba del maldito el quidditch. Alguien habló de quidditch y dijo

- Yo no jugaré sin Luna. Renuncio al equipo, y eso deberíamos hacer todos. Somos de la casa de Gryffindor, si nuestra compañera no puede jugar nadie debería hacerlo. Yo al menos no lo haré.

Se levantó de la mesa y se tropezó, cayéndose de rodillas. Se iba a ir a la lechucería a enviarle tantas cartas a la directora hasta que se le cayera la mano. Luna tenía que volver, era su amiga, y el tener un poco más de vello facial y aullar a la luna no lo iba a cambiar.

 

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29/12/2022, 08:13
Ivy Jade Connor

Ivy había llegado hasta la escalera del segundo piso cuando interceptó a Michael, ofreciéndole la varita que había dejado en el suelo. El Ravenclaw parecía indeciso, posiblemente por el estrés que había supuesto la llegada del hombre lobo. No podía culparle, el miedo le seguía embargando a ella misma. El muchacho agradeció que le devolviera su madera canalizadora de magia, mientras que ella se limitaba a sonreír y rompía el espacio en forma de abrazo, un gesto que duró poco porque a Michael le dio un ataque de risa. ¡De risa! No había un gesto más relajante que ese.

Jade se separó de Cramson incrédula, pero aún con la sonrisa en los labios, feliz ante la felicidad, sin poder evitar devolver el gesto - Me encanta verte bien - Anunció - Aunque sería todo mejor con una taza de chocolate - Y Michael estaba de acuerdo, así  que ambos compañeros se decidieron a bajar con los demás.

La pelirroja no incidía en los comentarios que escuchaba entre unos alumnos y otros; se mantenía callada y atenta, mientras las miradas en la dirección hacia donde Luna se había ido, tenían una carga moral negativa que a la Slytherin le dolía. Había hablado más de la cuenta y su amiga pagaría las consecuencias de su error.

Donovan se acercó a ella, preocupándose de su estado de salud - Estoy bien. No ha pasado nada - Aseguró intentando mostrar que estaba relajada; a pesar que los comentarios sobre Luna le taladraban el alma - La directora apoyó a Luna delante de los demás profesores. No creo que la echen... Y Luna no ha hecho nada malo. Se puso delante de mí, me defendió de ese licántropo... - dijo con una claridad pasmosa. No iba a discutir con su hermano, pero tenía claro que no iba a separarse de su amiga, ni a pesar de que hubiera luna llena.

En su avance hacia el gran comedor, Jade pudo visualizar a Kyle junto con Alondra, y cómo ella le daba un beso en la mejilla. Él parecía cómodo al lado de ella, así que no terminaban de encajar las piezas de ese puzle.

Colton me dijo que eran novios. Kyle me asegura que no lo es, pero ella le besa... No entiendo nada...

Y estaba agotada. Tenía claro que nadie decía realmente lo que sentía, y que la verdad absoluta brillaba por su ausencia entre los que parecían ser "sus amigos". Tan solo Luna había sido nítida con ella contándole su secreto más privado, uno que estaba segura, si tuvieran los demás, no le habrían contado.

Ivy suspiró mientras bajaba, se hubiera ido con Kyle a la mesa de su casa, pero él estaba con su amiga Alondra, lo que determinaba que Jade se retirase a cualquier otro lado con tal de que no se le agriara el chocolate. Si los alumnos podían mezclarse, iría finalmente al lado de los Gryffindor. Si no era de esta manera, acabaría en uno de los extremos de Slytherin callada mientras los demás emitían opinión. No sin antes coger el chocolate que Colton, muy amablemente, le había cedido. Eso sí, no iba a entrar en debates que conllevasen pelea, estaba física y emocionalmente agotada.

*********************

Al día siguiente había una actitud rancia en el colegio y los comentarios, de variada índole, comenzaban a surgir de nuevo entre los alumnos. Jade no necesitó decir a quien apoyaba; de manera silenciosa se ponía al lado de Luna siempre que podía, a pesar de que eso era un "suicidio social" y los efectos de sus acciones no tardaron en llegar, pues hubo gente que no solo evitaba ya a Ferlet, también habían licantropizado a Connor en el camino, sin parar siquiera a pensar que no la habían mordido. Y es que en el mundo tenía que haber de todo, a pesar de la evidencia escrita en los manuscritos antiguos que describían el mal como algo no contagioso por proximidad. Era lo que un muggle llamaría "terraplanista" o "antivacuna".

La presión crecía por instantes, y Jade comenzó a sentirse cada vez más incómoda, pero no por ella, sino por cómo Luna se sentía a diario; tal fue el nivel de estrés de su amiga que si podía compartía la pluma que otros no querían tocar, bebía de la misma copa que ella en público, o le echaba el brazo por encima para transmitirle ánimo. Luna nunca le mintió, y la pelirroja, a todos los efectos, iba a comportarse como le hubiera gustado que la trataran a ella, más como si fuera su hermana que como amiga, y si eso implicaba que comiese sola en Slytherin, o que nadie más se le acercara o hablase, sería un justo precio a pagar.

Pero Luna Ferlet desapareció y Shadefian ya no era importante, al menos para Jade. Ahora tenía que lidiar con la idea de no volver a ver a su mejor amiga mientras escuchaba las críticas tontas y odiosas de Alondra. No se iba a callar, ahora más que nunca Jade elevaría su voz, porque no tenía forma de demostrar físicamente que todo con Ferlet iba bien.

- Ojalá que todos los monstruos fuesen como Luna. Mejor nos iría en la comunidad mágica - Fue la respuesta de la pelirroja a viva voz tras los comentarios firmes de Colton, dejando de escribir, momentáneamente, una nota en un pergamino; estaba claro que iba a mandar una lechuza con urgencia. Jade tenía energías renovadas y algo por lo que luchar, su lealtad hacia Ferlet provocaba que ya no tuviera miedo a las consecuencias u odios que levantase en el colegio - El día en que os vea a la mitad de vosotros, arriesgando vuestra vida por los demás, como ella hizo, tendréis derecho a que vuestra opinión sea considerada como un comentario digno de ser escuchado; mientras tanto sería mejor que fueseis a la biblioteca y os leáis un par de manuales sobre licántropos, a lo mejor descubrís que sabéis leer... - Y no, esta vez no había sido asertiva, pero es que aquel tema de conversación recurrente le agotaba.

Miradas reprobadoras, eran esperables. Jade se levantó, miró a quien no le quitaba la vista con actitud retadora; y tras esto tuvo una idea, marcharía hacia el séptimo piso, le daba igual no ir a clase y que le castigasen, sufrir a Tauris sería menos doloroso que afrontar la marcha de su amiga. Si Ivy tenía la más mínima posibilidad, la haría volver.

- Colton, ¿estás bien? - Observó al Gryffindor en el suelo y le tendió la mano - Nunca de rodillas, amigo - Y aunque él no había sido nítido con ella con el tema de Kyle, ahora mismo, la pelirroja tenía claro que cualquier aliado suyo natural era quien defendía a Ferlet, y lo contrario, no merecía siquiera su tiempo de apreciación.

Una vez el joven estuviera en pie, la Slytherin se movería ágil hacia fuera del gran Comedor, teniendo clara intención de adelantarse. No iba a llegar a la primera clase y no deseaba arrastrar a nadie consigo, sola gestionaría mejor su idea, si es que funcionaba.

La muchacha llegó al séptimo piso y comenzó a pensar en Luna delante de la sala de los menesteres. Le daba igual dónde apareciese tras abrir y traspasar el umbral, tan solo quería que Luna estuviese al otro lado y, si funcionaba esa magia, al menos tendría la oportunidad de hacerle volver. Ivy Jade Connor cuando quería a alguien lo hacía de verdad, y de todo el colegio, la única que había demostrado lo que le importaba, había sido precisamente Luna.

Siempre juntas. ¿Recuerdas? Siempre juntas...

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29/12/2022, 12:42
Kyle Goldfinch

El cuchicheo inundó el comedor aquella noche. Todos estaban alterados, tanto por la emoción como por el susto. Y como no, las conversaciones no tardaron en girar en torno a Luna, fuesen de la casa que fuesen.

Pero la sorpresa más exagerada que tuve aquella noche fue ver a Alondra ignorando a Anemone con desdén y dirigiéndose a mí para darme las gracias por haberle salvado la vida cogiéndome de la mano. No supe qué contestarle, si hubiera sabido la verdad sobre aquél horrible impulso que tuve... imaginándome al monstruo atacándola... e incluso permitiéndolo. Y allí fue cuando en medio de mi silencio me dio un beso en la mejilla. UN BESO EN LA MEJILLA.

Ni lo esquivé, fue demasiado rápida. Mis ojos se abrieron de par en par y un ligero rubor apareció en mis pálidas mejillas.

¿y-yo?.. p-pero... Alondra tiró de mi mano y solo me dio tiempo a ladear la cabeza con la boca semiabierta en expresión de desconcierto, justo para cruzar miradas con Ivy quien volvía de las escaleras con Michael, antes de desaparecer por la puerta del gran comedor tirado por Alondra.

Ivy tenía razón. Alondra que quería ser amiga mía, y a juzgar por ese beso, quizás había algo más. Me quedé sin palabras. ¿O fue por haberle salvado la vida, por ser el primero en saltar para defenderla del monstruo? recordé entonces el abrazo que me dio justo la noche tras el encontronazo con Salazar. No, Alondra ya me demostró que tenía sentimientos antes, hasta la vi llorando. ¿Pero tanto como para agradecerme con un beso? no no, no podía ser. Alondra era una Slytherin de pura cepa, y yo un sangre sucia total. No podía ser. Estaba sólo alterada por el ataque y confusa por el miedo. Y era normal que me estuviera agradecida... Pero literalmente había dicho "que yo sí era un amigo de verdad". 

Me pasé el resto de la noche con una enorme cantidad de sentimientos, pensamientos, y emociones confusas girando dentro de mi. Sentía retortijones extraños, probablemente por el agotamiento del largo día y las últimas sorpresas. Y mientras Ivy parecía seguir alejándose, Alondra no se apartaba de mi lado, con todos los alumnos haciendo preguntas. Cada vez que miraba a Alondra los retortijones crecían. En cierto momento noté como se me calentaba toda la cara.

Y es que era la primera vez que una chica me besaba en la mejilla.

* * *

Aquella noche no pude dormir. Habían pasado demasiadas cosas. Me sentía más perdido que nunca, y al mismo tiempo algo en mi interior se regocijaba como si estuviera encajando en alguna parte. Le escribí una carta a Rob para contarle todo lo sucedido. Absolutamente todo. En él sí que podía confiar... Pero cuando a primera hora de la mañana siguiente fui a la lechucería, no era el único con aquella idea. De hecho parecía que los alumnos habían estado enviando cartas incluso desde antes de ir a acostarse el día anterior.

Y las respuestas de los padres llegaron a primera hora. Desde quejidos hasta apoyo moral. Los alumnos hablaban de ello con exasperación, casi olvidándose de Shadefian por un instante. Alumnos de todas las casas temían a Luna, cuchicheaban sobre ella, tanto si estaba delante como si no. Pocos se oían poniéndose de su parte. Era visible como la presión pudo con Luna, pues no se la vio más después de su primera clase. 

Por si faltara poco, el partido de Quidditch estaba a la vuelta de la esquina. Los del equipo estaban absolutamente en contra de dejar que Luna participase. Y aunque Alondra dejaba bien clara su postura, y tanto yo como Ivy intentábamos bajar los humos explicando que si la directora la consideraba apta sería porque no era tan peligrosa, o que de todos modos dijo que no podría jugar en ciertos días del mes -lo cual toda la escuela comprendió en ese momento que se trataba de su estado-. Pero Ivy y yo parecíamos fuera de sincronía cada vez que lo intentábamos, fallando en nuestro intento y no convenciendo absolutamente a nadie. Los únicos que no ponían duda y que al defendían al completo eran los Gryffindor en general, y casi todos los demás les apoyaban en su idea de aceptar a los diferentes.

Alondra había estado siempre rodeada de otros alumnos, habiendo sido "la principal víctima y salvada" del ataque del ex-profesor licántropo. Pero cada vez que nos cruzábamos o compartíamos clase no se me despegaba de encima. Y aquél almuerzo no fue diferente.

-Hum... - asentía con un monosílabo casi siempre que me preguntaba algo. No tenía claro qué tipo de conversación tener con ella cada vez que se me acercaba. Siempre precedido de un enrojecimiento de mis mejillas incontrolable. - sí, es dura... - dije cuando hablaba de Tauris - Sí, yo también lo noté... - dije tras su comentario de la Tauris aliviada al no tener a Luna en clase. De hecho todas las serpientes se sintieron aliviadas de que no apareciese, entre otros pocos alumnos de otras casas.

Y cuando sacaba el tema de Luna arañando a alguien, creando un ejército de alumnos contagiados, intentaba poner hielo en el asunto con bastante poca fuerza o convicción - bueno...es decisión de la directora al final, si es un caso controlado y la tienen apartada durante la luna llena... ¿es la primera vez que sucede un caso así? - ni siquiera yo estaba convencido de mis palabras, haciendo preguntas que no eran fáciles de responder.

Quizás Alondra tenía razón cuando decía que "abandonar la escuela" era lo mejor para todos, e incluso para ella misma. La última vez que vi a Luna estaba realmente mal, en muchos aspectos. Y si tantos adultos estaban en contra... pero los profesores lo sabían, y la habían aceptado igualmente. Siempre dejaba en claro que era mejor dejarlo en manos de ellos, pues eran los que se hacían cargo de ella aquí en Hogwarts. Era curioso como a pesar de que no atacaba directamente a Luna como los demás, Alondra seguía sin apartarse de mí. Me escuchaba, pero no la convencía, y aún así no me criticaba directamente ni me insultaba por mostrar mi perspectiva. Aunque claro estaba que no me arriesgaba mucho con mi punto de vista, por temor a las represalias.

A diferencia de los demás, que defendían a muerte grito y espada a Luna. Como era de esperar. El bofetón de Keira al otro prefecto fue escandaloso. Colton subiéndose a la mesa defendió a Luna lo cual empezó bien... hasta que señaló a Alondra y dijo que era la persona en el mundo que menos se merecía ser salvada. Eso fue rastrero hasta para él. Negaba la cabeza al oírlo, mirándole con reproche. Si por él fuese Alondra no hubiera sido salvada, estaba convencido. *menudo cabeza hueca. Pudo haberla matado y aún así le dice esas cosas - Por suerte cuando alegaban que Luna se puso entre nosotros y el monstruo nadie podía negar lo valiente que había sido. Quizás eso salvaría su discurso.

Pero se cayó, lo cual probablemente le pondría más en ridículo. 

Ivy sin embargo había hecho todo lo posible para que Luna no se sintiera desplazada. Yo no me había acercado a Luna. Aún me era extraño que ella quisiera hablar conmigo sobre Alondra como si yo tuviera un secreto, pero sin embargo el gran secreto que tenía ella sólo se lo había contado a Ivy.

Y era más que evidente que se había alejado de mí incluso antes de que Alondra me hubiera dado aquél beso. Pero aquello fue culpa de Colton. Fuese como fuese la vi marcharse sin hacer nada más por acercarme. A pesar de que me caía muy bien, y que habíamos empezado a aclarar aquella situación, como yo lo veía, los acontecimientos cada vez iban separándonos más.

Ivy tenía a sus amigos. Pero yo a quien tenía?... estaba Claro que Colton les habría dicho de todo a los demás del grupo. Por eso me miraban tan mal aquella noche, cuando aparecí en la sala de trofeos. 

...y el partido de Quidditch era lo último que tenía en mente en esos momentos.

...

Cuantas ganas tenía de recibir noticias de Rob... 

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29/12/2022, 14:39
Kyle Goldfinch

La carta que escribí por la noche y envié a primera hora de la mañana decía...

Hola Rob,

Espero que estés bien y recibas esta carta pronto.
No creo que te hayas enterado, pero ha sucedido una cosa muy peligrosa en la escuela. Apareció un hombre Lobo agresivo que casi ataca a una compañera de mi clase. Yo estaba cerca, con algunos alumnos más, y de algún modo nos vimos envueltos lanzándole hechizos para expulsarlo fuera de la escuela... yo el primero. La salvamos y expulsamos al monstruo.

Además resulta que una amiga nuestra es también una mujer lobo... o niña lobo. Se medica y se tiene esconder en luna llena. Pero parece que no es algo normal. Hay un revuelo enorme. Los padres no quieren que haya una criatura tan peligrosa impartiendo clase con nosotros. Es una chica valiente, intentó protegernos durante el ataque también... pero dicen que puede ser muy peligrosa. Aunque la directora la defiende.

Últimamente no me siento cómodo. Siento que hay algo malo dentro mío. Algo que no funciona bien. Los amigos de los que te hablé antes casi no me hablan... 

Oh. Y la chica a la que salvé me dio un beso en la mejilla. Ahora no se despega de mí. Y no sé cómo sentirme al respecto... es un motivo por el que mis otros amigos ya no me hablan. Es una chica que no les cae bien. Me recuerda a aquella actriz amiga de la penúltima ex de papá, aquella que criticaba a tanta gente sólo por ser famosa... pero por alguna razón yo sé que no es tan mala. La vi llorar una vez.

Perdona por la carta tan larga. Necesitaba hablar con alguien...

Espero saber noticias tuyas pronto.

Atentamente, Kyle.

A pesar de no tener claro de si debía escribir o no ciertas cosas, acabé escribiéndolo de todos modos. Desahogarse por papel era más fácil y efectivo que hacerlo con palabras. 

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29/12/2022, 14:54
Kyle Goldfinch
Sólo para el director

Notas de juego

Si quieres me invento yo la respuesta de Rob, o si te apetece puedes escribirla tú xD (si tienes ganas).