Partida Rol por web

Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones, también conocido como túnicas de Madame Malkin o, simplemente, Madame Malkin, es una tienda del lado norte del Callejon Diagon. Los estudiantes reciben sus uniformes escolares de Hogwarts allí, y los magos y brujas también se puede comprar ropas de vestir, capas de viaje, y también, en muy raras ocasiones, capas de invisibilidad.

Y por fin llegaron al comercio que su padre más odiaba, y no era para menos. Cada vez que la familia Connor se decidía a comprar túnicas, Tracy se aseguraba de que cada manga fuese perfectamente medida al milímetro, para que sus hijos se mostraran públicamente de manera tan impoluta, como los hijos de una Slytherin debían estar.

Las túnicas de segunda mano fueron desechadas de inmediato, como si tuvieran algún tipo de enfermedad contagiosa, eligiendo su madre dos túnicas normales y una de lujo, por si se hacía algún baile o recepción.

Tracy no escatimó en gastos para sus hijos, en el caso de Ivy llevaría un par de zapatos y otro de botas, pues estaba claro que en los exteriores del castillo podía estropear su calzado, y era impensable que se pusiera el mismo que para estar en la sala común. Además llevaría una capa sencilla para pasear por los pasillos y aulas y una de invierno en caso de tener clases como herbología o cuidado de las criaturas mágicas.

- Mira mami, hay guantes de piel de dragón, se parece al núcleo de mi varita... - Para hacer trabajos habría bastado con una de salamandra, ya que estaban en primer curso, pero comprar a Ivy una categoría superior en el material, haría que socialmente se posicionase por encima de sus compañeros, y eso le abriría relaciones del tipo que a su madre y abuela le agradaba - ¿Me queda bien este sombrero? - Se descubría que Jade era muy coqueta y le encantaba mirarse al espejo mientras se probaba modelitos. Su padre comprendería que en eso se parecía a su querida madre.

- Mira Luna, ¿no te parece genial cómo queda el sombrero con las gafas protectoras?... Me siento una diva... - Aunque también le gustaba hacer el payaso poniéndose combinaciones imposibles para hacer reír a su amiga, haciendo poses exageradas delante del espejo, burlándose de sí misma

Casi una hora invirtió Tracy en vestir a sus hijos, ante la desesperación de su marido y de todos los congregados que estaban a la espera.

La tienda de uniformes no era muy divertida. En la lista venía que debíamos comprar túnicas, no sabía para qué, pero me sentía muy extraña dentro en ella. La madre de Ivy parecía preocuparse mucho por eso y estuvo un montón de tiempo tanto para Ivy como para Nolan. El joven no dejaba de protestar y resoplar; Ivy, en cambio, se lo tomaba mucho mejor.

Además, se decantaron inmediatamente por los uniformes de lujo. Yo en cambio no estaba tan segura de poder pagarlo así que sin preguntar, me dirigí directamente hacia las túnicas normales. No iban a ser de segunda mano, pero tampoco muy caras. No creía que mereciese la pena.

Eloise me miró con gesto amable; parecía haberle gustado mi decisión.

Ivy tuvo tiempo de probarse varios sombreros y bromear con ellos, despertando en mí unas cuantas risas. Yo la imité, aunque no tanto, porque no era algo tan natural para mí, pero me sentía bien acompañándola y compartiendo cosas.

Miré de nuevo la lista. Me hacían falta tres túnicas, un sombrero negro, un par de guantes y una capa. Las túnicas ya las tenía; el sombrero, bueno, miré varios y al final me llevé uno que desde luego me quedaba bien, aunque estaba muy rara. Ivy había escogido unos guantes de piel de dragón pero yo me conformé con los de cuero de salamandra. Ah, y una capa. Me encantaban las capas. Mi madre Eloise me dejó coger una normal y otra de invierno, para protegerme mejor. No sabía para qué eran el resto de cosas pero confiaba en que con todo aquello fuese suficiente. Después de todo, era lo único que ponían en la lista.

Eso sí, cuando salimos, parecía como si nos hubiésemos quedado medio día en aquella tienda, más que en cualquier otra. Esperaba que no fuese así y que el resto de las tiendas siguiesen abiertas.

-No te preocupes, Luna. Aquí las tiendas no cierran, sobre todo hoy, que saben que todos los alumnos de Hogwarts vienen de compras –me dijo Eloise.

Eso me dejó más tranquila.

Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones, también conocido como túnicas de Madame Malkin o, simplemente, Madame Malkin, es una tienda del lado norte del Callejon Diagon. Los estudiantes reciben sus uniformes escolares de Hogwarts allí, y los magos y brujas también se puede comprar ropas de vestir, capas de viaje, y también, en muy raras ocasiones, capas de invisibilidad.

Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones, también conocido como túnicas de Madame Malkin o, simplemente, Madame Malkin, es una tienda del lado norte del Callejon Diagon. Los estudiantes reciben sus uniformes escolares de Hogwarts allí, y los magos y brujas también se puede comprar ropas de vestir, capas de viaje, y también, en muy raras ocasiones, capas de invisibilidad.

Después de la librería, nuestra segunda tienda fue la de los uniformes. Parecía ser la principal de todo el callejón para vender este tipo de mercancía, por lo que tras las indicaciones de la dependienta de la librería, pudimos encontrarla enseguida.

*Parece una tienda de disfraces oscuros... - pero al recordar que casi todos los magos y brujas que había por la calle vestían así, instantáneamente cambié ese pensamiento. Estos son los uniformes escolares. - *que negros...

-Hola. Buenos días. - Rob inició la conversación, como era de esperarse. Tras un vistazo de la dependienta, era obvio que nosotros vestíamos como personas normales, o que al menos no solíamos comprar en tiendas como la suya.

La mujer me miró y me sonrió. - Buenos días! Nuevo estudiante en Hogwarts? - asentí con la cabeza, con expresión algo tensa.- Tranquilo guapo, ya sé lo que piden. Ven comnigo, te voy a tomar medidas para ajustarte las túnicas. Usted puede venir también si quiere - le dijo a mi acompañante. - será un momento. 

Se rio cuando nos sorprendimos de las cintas de medir que se movían solas para tomar mis medidas, pero fue rápida y concisa, antes de preguntar -Algún tipo de calidad en particular?. - Miré a Rob, esto era una costumbre a la hora de comprarme ropa. - Lo básico para empezar, y una al menos que sea de buena calidad.

Terminamos al cabo de un rato, con varias bolsas. Por suerte Rob iba preparado con una maleta con ruedas grande y un par de mochilas bastante anchas para llenarlas de lo que hiciese falta. La mujer de la tienda nos aconsejó que comprásemos los calderos, pero que lo más importante era "desde luego", ir a Ollivander's, a por mi varita. Lo cual hacía que tuviese mariposas y nudos en el estómago mezclándose entre sí, pues de toda la lista, lo que no entendía realmente era:  1º, necesitar un caldero. 2º "los alumnos de primero no pueden llevar una escoba" (?????), y 3º: la varita. Rollo magia borrás? en serio?

Salimos de la tienda en dirección a los calderos.