Partida Rol por web

En la tienda se venden todo tipo de calderos, mostrándolos en una pila fuera de la tienda, bajo un cartel que decía: "Calderos - todos los tamaños, de cobre, latón, peltre, plata, Auto-agitación, plegables"...

Llegaba el momento de los calderos y Tracy tenía claro que sus hijos no iban a tener pocos ingredientes para hacer las pociones, pues los nietos de su madre, debían dejar el apellido familiar bien alto.

- Oh, mira mami, un caldero de cobre, es bonito... - Su madre, comprensiva la apartó de ese material para posicionarla delante del caldero de latón, pues aquel objeto, según le explicó, no dejaba restos en las esencias elaboradas, por lo que se podía obtener más cantidad que fabricándolas en otros recipientes - ¿Y cuál de las redomas es la ideal para contener las pociones? - Pronto aprendería que la de cristal conservaba mejor el producto, debido a la escasa porosidad del material.

Su madre denotó que le importaban las pociones, pues pidió 5 kits completos para que su hija llevara a clases y, si se aburría, pudiera practicar en su tiempo libre y así aprender como la abuela. A lo mejor había suerte y la joven bruja continuaba el legado familiar.

- Siempre me han hecho gracia los ingredientes de las pociones, Luna. He pasado algunos fines de semana con la abuela Johanna y me ha enseñado cómo tienen que mezclarse para obtener líquidos asombrosos. ¿Sabías que si haces un bebedizo de invisibilidad puedes desaparecer ante los ojos de todos? El problema es que dejas huellas, y bueno, el olor a perfume puede delatarte, pero es algo maravilloso... ¿No crees?... - Parecía muy entusiasta - Si quieres podemos aprender a hacer alguna poción juntas. En la Revista Corazón de Bruja a veces vienen muy buenas ideas... Creo que si mi madre me deja me voy a suscribir... - Ilusión le hacía.

Y de allí ya debía ir directamente hasta la tienda de pociones donde encontraría a su abuela, una mujer peculiar donde las hubiera.

La tienda de Calderos no parecía ser muy interesante. Necesitábamos uno para mezclar las pociones, pero en un principio era soloo una parada más que no me resultaba especialmente interesante. Sin embargo, noté que el padre de Ivy y Nolan parecía mostrarse cada vez más nervioso, como si se estuviese acercando a algo que no le gustara.

Me encogí de hombros y seguí a mi amiga, porque tampoco sabía a qué podía deberse.

Había calderos de todos los tamaños, formas y materiales. Había uno que hasta era cuadrado, lo que no dejaba de ser un poco extraño.

Ivy parecía saber mucho más de todo aquello; yo, por el contrario, no tenía ni idea, casi como si ni siquiera fuese una bruja. Mientras la madre de Ivy pedía kits de ingredientes para las pociones, Ivy me explicaba a qué se debía. Tenía una abuela que por lo visto sabía mucho de todo eso.

-No lo sabía. La verdad es que sé muy pocas cosas. Pero sí, me haría mucha ilusión aprender juntas –le respondí, pensando sobre todo que así aprendería mucho más.

Mientras tanto, miró a sus madres. Janice estaba ojeando todo lo que había en la tienda y ya había pedido por ella. Un caldero de latón, para que fuese resistente; una redoma de cristal, la balanza y tres kits de ingredientes, puesto que consideró que eran suficientes.

-Si necesitas más ya te compraremos y te enviaremos otros, no te preocupes –le dijo Eloise, confiada.

Después de aquello, Ivy y su madre querían ir a la tienda de pociones porque su abuela era quien la llevaba. De nuevo volví a ver aquella mueca de disgusto en su padre; suponía que quizás no se llevasen bien.

A mis madres les daba igual ir a un lugar que a otro y ya apenas nos quedaban cosas por mirar, por lo que decidimos ir también con ellas.

Además, así podría conocer a su abuela; después de haber conocido a su abuelo, era lo lógico, no? Él había sido muy amable; ¿lo sería también su abuela?

Eso esperaba.

En la tienda se venden todo tipo de calderos, mostrándolos en una pila fuera de la tienda, bajo un cartel que decía: "Calderos - todos los tamaños, de cobre, latón, peltre, plata, Auto-agitación, plegables"...

En la tienda se venden todo tipo de calderos, mostrándolos en una pila fuera de la tienda, bajo un cartel que decía: "Calderos - todos los tamaños, de cobre, latón, peltre, plata, Auto-agitación, plegables"..

Nuestra tercera tienda. Esta vez la tienda parecía una especie de lugar de artilugios de cocina, aunque mucho más viejos y destartalados de lo que habría podido imaginar. Menos mal que sólo teníamos que comprar un par de cosas aquí. Aunque el vendedor convenció a Rob de que comprase también dos cosas más fuera de la lista:

• 5g         1 caldero de peltre número 2.
• 2g         1 juego de redomas de vidrio o cristal.
• 1g        1 balanza de latón.
• 2g            Kit de ingredientes (tiene 20 ingredientes aleatorios)

• 15sick   1 Frasco

Total 10g y 15sick