Partida Rol por web

-Yo me dulcifico o animo comiendo chocolate, jaja. Deberías apuntar eso por si salimos juntos del programa, Morgan. ¡Amy no te enfades, come chocolate, anímate! La música… si, también me gusta escucharla, es beneficiosa para calmar, animar…

-Hablando de hermanas, tengo una pequeña. Nos llevamos genial las dos, nuestros padres se divorciaron cuando éramos pequeñas y mi padre, tiene un carácter difícil, nunca le he presentado un novio a mis padres. Es alucinante teniendo 30 años, pero es que ninguna relación mía ha llegado a prosperar.

Morgan no era el primer hombre que le preguntaba por el sexo en las cabinas.

-Cada momento requiere de una cosa, yo diría que la ternura y la pasión son compatibles. Si estoy en la playa y me apetece hacer manitas, las haré. Me gusta jugar, pero sin que nadie invada mi intimidad, es decir, no me mola exponerme y que me vean otras personas. Es gracioso lo del aquí te pillo aquí te mato, tanto en casa como en otro lugar, buscando como digo la intimidad. Me gusta dar y recibir, así que o llevo iniciativa, o dejo que la lleven, y nos vamos turnando.

Rio por lo del baile.

-Jaja, lo intento con los ritmos latinos que es lo que está de moda, pero no sé si consigo ser Jennifer Lopez, jajajaja. Moverme por la pista me muevo, te lo aseguro. Para eso no tengo complejos. ¿Qué te gusta bailar?

La familia era un punto importante para Amy.

-Háblame de tu familia, de tus hermanas, que veo que son importantes para ti. ¿Cuántas tienes, os lleváis todos bien? ¿Tienes sobrinos?

Escuchó su personal tirada de cartas y se echó a reír divertida, entretenida con la labia de Morgan.

-Jajajaja, me has dicho todo lo que quería escuchar. ¿Qué te debo por la tirada de cartas?

-¿Chocolate negro o con leche? Me gusta el negro muy puro. 

Asintió con la cabeza aunque Amy por no podía saberlo, claro- Coincidimos en lo que comentas sobre las relaciones íntimas. Bueno, a veces un poquitín de exhibicionismo alimenta la excitación. -no dejó claro si hablaba en serio o en broma - Lo del baile lo descubrirás si acabamos en alguna fiesta o en la pista de una disco. 

Se levantó del sofá, el sonido fue revelador. - Dos hermanas, la mayor, Sarah, es mayor por cinco minutos, somos mellizos. Es pintora, dibujante, diseño gráfico. La pequeña es Lorraine, vocalista y guitarra en un grupo de rock. Sin sobrinos, la relación es estrecha, intensa, a veces saltan chispas entre los tres, pero nos amamos de verdad. Quiero muchísimo a mis hermanas. 

Hubo una pausa -También padres divorciados, hace unos años, una separación amistosa. Mi madre está saliendo con alguien y mi padre vive con su novia. Yo los veo felices.

Acerca de las cartas, Morgan tenía algo más que decir. -Te he dicho lo que he interpretado. Señorita. Conforme a este momento, tu ánimo, las sensaciones que transmites. Hay bastante psicología proyectada en el mundo esotérico. En conjunto con otros naipes pueden revelar diferentes posibilidades. Para una lectura más completa se necesita tiempo y más cartas.

Aclaró- Me va un poco el mundo de lo inmaterial, de los sueños, de lo oculto. Como aficionado. Y no me  debes nada, qué dices. ¿O quieres deberme ago? Dime, ¿qué hacías con el boli, anotabas en tu diario las impresiones de esta cita? 

Amy tomó nota mental de todo. ¿O estaría tomando nota con su bolígrafo? 

-Chocolate puro no está mal si lo mezclas con algo dulce, como un bizcocho. Es un chocolate más espeso y amargo. Igual me lo como, eh. El que no me gusta nada es el blanco. Demasiado azúcar. Lo echaría al mar azucarado.

No añadió nada sobre el tema "íntimo" y el baile. Simplemente dejó escapar una risita, confirmando que le parecían divertidas sus respuestas. Al llegar al tema familiar, volvió a guardar silencio. 

-Mi hermana se llama Stephanie, tiene dos años menos que yo y es wedding planner. Las dos nos dedicamos al negocio de las bodas, pero ella a un nivel mayor. Organiza todo, es una todoterreno. No hace mucho he ido a su despedida de soltera. 

-Me alegro de que tus padres estén felices. Los míos desde que se separaron han ido dando tumbos, sobre todo mi padre. Mi madre ha tenido relaciones pero no han cuajado. 

Se quedó calladita otra vez, escuchando lo de las cartas y el esoterismo. Y la pregunta del boli. 

-Uhm ... Pues estaba dibujando algo mientras hablábamos pero no estoy segura de dártelo. No he tomado notas porque cuando estoy atenta y me interesa lo que escucho, memorizo mentalmente. Es interesante lo del esoterismo. Cuéntame lo que quieras sobre eso, tus creencias o qué opinas del más allá. 

Escuchaba, nada más, sin interrumpir. A lo sumo se podía oír el movimiento de la baraja, seguramente Morgan estaba realizando algún truco , magia, de manos.

-¿Aficionada al dibujo? ¿Y por qué no estás segura de dármelo? -se escuchó que tomaba asiento de nuevo.

-Mis creencias en el más allá han ido fluctuando con el paso de los años, y no lo tengo nada claro. ¿Has escuchado psicofonías? Te hace qué pensar. Y las teoría son de lo más diverso. ¿Qué me dices de los viajes astrales? Yo creo que realicé alguno una vez, pero seguramente solo fue un sueño. Es...excitante pensar en que fue un viaje. -suspiro.

-No se, Amy, cuando pasemos al otro lado se desvelarán las incógnitas. He dejado de darle vueltas al tema. ¿Y tú? ¿creencias? ¿Eres religiosa? Yo soy más bien agnóstico.

Morgan preguntó algo más tras una breve pausa. -¿Te importa hablar de esas relaciones que no prosperaron? No siempre lo hacen, o solo por un tiempo. Yo la más larga duró...dos años. Así de cierto tiempo solo he tenido dos. Las de más, semanas, o meses. 

Le dio un poco la risa.

-No te creas que voy ligando, eh. A veces, vale, sale un rollito. Pero soy más de conocerse, de madurar la relación. Aunque sin comprometerme a fondo. Puede que no haya encontrado a esa chica en particular. Por esto estoy aquí. Todos y todas somos unos temerarios.

Amy tardó en reaccionar. Quizás estaba observando su dibujo, valorando si debía dárselo a Morgan.

-Bueno me gusta dibujar, de pequeña era de esas niñas que dibujaba muchas cosas en las esquinas de los libros y en las hojas traseras de los cuadernos. Dibujos infantiles por lo general.

De repente se escuchó algo.

RACCC, RACCC.

Arrancó una hoja de su cuaderno.

-Vale, voy a dártelo. No he dibujado en ninguna otra cabina, pero aquí, me ha salido dibujar esto. Me voy a acercar donde está el buzón mágico para que lo cojas y veas. Te lo voy a regalar, por lo de la tirada de cartas. Me has alegrado el día por las cosas que me has dicho.

Se acercó al lugar y abrió la puertecita del buzón depositando dentro el dibujo. Había usado carboncillo, seguramente sus dedos estaban manchados al difuminar las distintas líneas.

-Un pájaro y un pez pueden enamorarse… ¿Pero dónde construirán su nido? Es un dibujo que representa el amor imposible, y que a su vez es muy posible. De la boca del pez nace el hombre, de la boca del pájaro nace la mujer. Viven en medios distintos, pero eso no es impedimento para que se encuentren. El pájaro vuela hacia el agua, podría morir ahogado y devorado por algún depredador, y el pez se arriesga a salir de esta, no obteniendo su oxígeno. Se arriesgan los dos.

A medida que explicaba todo eso, le tembló un poco la voz, sería que estaba nerviosa.

-¿Te… gusta? Espero que si, y que te de suerte, o cuando estés deprimido lo observes y recuerdes su significado.

Amy volvió a su asiento. Se habían quedado unas cuantas cosas en el tintero y se les estaba agotando el tiempo de charla.

-Pues… diría que no soy religiosa, no creo en ningún Dios, pero tampoco desecho la idea de que pueda existir una especie de orden o ente que rige todo. Las personas somos energía, y creo que no muere con nuestro cuerpo físico, se queda repartida por el mundo, o va a algún lugar concreto. Las psicofonías son un ejemplo de ello. Quizás convivimos con los muertos sin saberlo, como en la peli de Los Otros. Ellos están en otra dimensión a la que no tenemos acceso. Pero a veces, se abren puertas. Como lo de tu viaje astral.

Tomó aire para responder a la última pregunta.

-No funciona porque ninguno de ellos busca un compromiso serio... Los hombres no tienden a fijarse en mi para algo serio, Morgan. Supongo que debería agradecer que al menos se fijen en mi para tener sexo...

-Ya. También dibujaba yo en las hojas, a veces hasta en las de los exámenes. "Moñecos", garabatos, formas abstractas.

El silencio de Mogan se extendió por largos segundos mientras escuchaba las explicaciones de Amy y admiraba su dibujo. 

-Gracias. -fue un agradecimiento sentido, cercano, auténtico- Me gusta, claro. Es bonito. Y su significado más. Le pondré un marquito y lo colgaré en una de las paredes de mi habitación. En la sección de las bellas almas -añadió, de forma resuelta y risueña.

Se pasó ese tiempo mientras Amy hablaba de las creencias, energía y muerte, admirando el dibujo. La chica no podía saberlo, pero sí imaginarlo.

-Suena triste esto último que has dicho - dejó transcurrir unos segundos - A derrota enmascarada de cinismo, aunque sea verdad. Una forma de defensa, vale. Bueno, oye, al menos tienes sexo, espero que sea del rico -trivializó, pero en buena onda- De verdad, no pienses así. Es como si te quisieras descartar a ti misma de una elección. Puede que seas excesivamente sincera. Que ofrezcas demasiados detalles.

Anduvo unos pasos - Hay que jugar bien tus cartas. Echarle cara y guardarte el comodín.  

-Me alegro. Que vaya al rincón de las almas bellas, me llena de orgullo. Porque así me considero yo, un alma bella.

La voz de Amy sonó franca. De alguna manera su seguridad en ese aspecto era positiva. No estaría muy segura de su físico, pero si de la persona que era.

Luego se quedó en silencio escuchando lo demás.

-Me da la sensación de que los hombres cargáis con más exigencia sobre vuestros hombros. Es como que queréis impresionarnos más, o jugáis a competir entre vosotros. No eres el primero que me plantea esto como una competición.

-A lo mejor a nosotras nos cuesta menos ser nosotras mismas, ser más abiertas o sinceras. A nosotras no nos dicen de pequeñas las chicas no lloran… o las chicas ocultan sus sentimientos para no mostrarse débiles y vulnerables. En cambio, que un hombre sea abierto y muestre sus puntos débiles es más complicado. Seguro que tu también los tienes. Hasta el hombre más mafioso los tiene.

-No quería decir eso en relación a este evento. Sino la actitud ante la vida. Que puede valer para estas citas, claro.

Una ligera risa llegó desde el lado de Morgan- Competición...Como machos que quieren deslumbrar a las hembras, jajaja. No se, no lo he visto así. En serio. Yo he sido sincero, soy así. Tú también lo has sido. Como decías al principio, Soy Amy.

Silencio.

-Si ninguna chica me elige, es porque no han conectado conmigo. Puedo parecer poco serio, con demasiada labia y que lo mismo he contado cuentos para engatusar. Pues será que no soy válido, no me voy a frustrar, a otra cosa mariposa. Igual de drama que si tampoco a mí me habéis llegado. O a cualquier otro chico. ¿nos vamos del programa? Y...bueno, que todos lo chicos o casi todos, te molen. Y al revés. Queda una solo cita.

Morgan se apoyó en la mampara.- Voy a pensar en eso de la competición...Mis debilidades...No vienen por el físico. Soy muy crédulo. No me suelo enfadar, pero a veces lo hago sin aparente motivo. Solo yo se el motivo. Se me pasa rápido. Soy arrogante, un poco. Quiero ser el centro de atención. Podría seguir. ¿Ves? Ahora estoy jugando en mi contra. Pero bien, eres conocedora de parte de mi lado oscuro.

Amy suspiró. Quizás algo de lo que dijo Morgan le hizo hecho reflexionar, quizás le había malinterpretado…

-¿Sabes que pasa? Que yo no uso un escudo, es decir, puede que sea demasiado sincera, como has dicho antes, pero tu me has preguntado porque no funcionan mis relaciones... Podría haberte maquillado la verdad, si ¿pero para qué? Maquillar las cosas, hacerlas más bonitas, mentir, o usar trucos para parecer más misteriosa, es una jodida pérdida de tiempo. Quiero que un hombre me vea sin maquillaje y no se asuste de lo que vea… Y lo del maquillaje es una metáfora, jaja. Aunque también, no voy a ir maquillada por casa todo el día, Gosh.

Hubo otro silencio.

-Estoy mirando el reloj y nos queda poco tiempo…

-Para ir terminando te diré. He sido sincera, porque te has ganado mi sinceridad… has sabido jugar bien tus cartas (¿?) ni idea… Llevamos un buen rato hablando, hemos hablado de muchas cosas. La conversación más completa que he tenido en las cabinas, hasta el momento. Te he dejado ver mi parte oscura también, mi cara menos bella o atractiva, o como sea… Casi me largo de la cabina por una pequeña crisis. Podría jugar mejor mis cartas, seducir mejor, vale, o simplemente ser Amy. Y he elegido eso, ser Amy en todo momento. Con mis pros y contras.

-Última pregunta… ¿Por qué te enfadas sin aparente motivo? ¿Tiene algo que ver con lo de ser arrogante y querer ser el centro de atención? Se sincero conmigo. Más sincero conmigo.

-Te agradezco que hayas sido Amy en todo momento. Este dibujo lo demuestra. Sería decepcionante que alguien te atrape y luego sea una fake.

Esperaba la última pregunta. Una pequeña risa con aquello de ser más sincero.

-Por faltarme tiempo. Por mi propio fantasma del pasado. O…por no ser mejor persona. Y, a veces, justo por lo contrario, por mi ingenuidad, y poner el beneficio de los demás por encima del mío. En el fondo soy un pasota con unas cuantas contradicciones.

-Un beso, Amy.

Al límite de tiempo, Amy se despidió. Morgan no podía verla, pero se rio, y entonces eso significaba que tenía una sonrisa en el rostro. Se iba contenta.

-Otro beso para ti, Morgan. Y gracias por la charla, has sido muy simpático. Creo que has sido tú, un chico con contradicciones como dices, pero nada excesivamente enredado, o que no se pueda comprender...