Partida Rol por web

-¿Una nutria? Hum…Mi primer pensamiento sería que te “burlas” de mí. Jajaja. Sin embargo entiendo por donde vas. ¿Por qué no? Una nutria, activa, divertida…inteligente incluso. Un poco, al menos.

Pasaron bastantes segundos después de tu respuesta: ser feliz.

-Una contestación astuta. Felicidad. Engloba todo lo que has dicho, aunque para otras personas la felicidad será distinta. Entonces, ahora, ¿no eres feliz? ¿Qué te falta de lo que has enumerado?

Morgan te deja unos momentos de reflexión.

-¿Un solo sueño? –parece imitarte pero sin malicia, su tono es, de nuevo, divertido- Podría decir, ser feliz, ¿no? Nooo. Un sueño…De entretantos que tengo. A corto plazo, lo que te dije antes, finalizar esta experiencia de la mano de una mujer que me haya tocado el corazón. Y yo a ella, claro. A largo plazo…Me gustaría poseer los recursos y energía suficientes para iniciar y desarrollar proyectos que ayuden a los demás.

Detiene sus pasos.

- En serio. No me estoy flipando ni lo digo para quedar bien, en absoluto. Soy, al fin y al cabo, un ingenuo idealista. Lo que pasa es que a veces creo que desperdicio mi energía lo mismo que una cañería con poros donde se escapa el agua.

— Bueno Morgan, también dije un ave que alza el vuelo y es libre. Me gusta el medio acuático, por eso pensé en una nutria.

La pregunta de Morgan era muy astuta, por eso se tomó otro par de segundos para responder.

—Ser feliz, claro. ¿De que me serviría pedir dinero si estoy enferma? O pedir salud, si paso dificultades para vivir. Para que quiero tiempo si no tengo con quien disfrutarlo o tener alguien que me acompañe en el camino sin poder verle por falta de tiempo. O sin camino o sin esperanza. Y eso de aplica para los otros factores. Tiempo sin salud, dinero sin tiempo para disfrutarlo.... Y todas las posibles combinaciones. Así que, si. Ahora mismo, me falta alguien con quien disfrutar el camino. Alguien con quién formar una familia, que esté conmigo el domingo por la tarde en el jardín, viendo una puesta de sol.

Escucha tu propuesta, con agrado puesto que te responde.

—Todos somos idealistas e ingenuos pero ¿Que sería de la raza humana si no? Perderíamos la esperanza - vuelve a levantarse pasear, golpeando la mampara para que identifiques donde se encuentra.

— Ya que estamos con preguntas comprometidas. ¿Como reaccionarias a una infidelidad? Tuya o de tu pareja.

Notas que Morgan se ha apoyado en la zona de la mampara donde estás.

-No conozco tus circunstancias ni tu vida, Daphne. Solo nos hacemos a una idea por lo que nos vamos contando.Verás, yo encuentro la felicidad dando una vuelta en moto. Tomando algo con los amigos. -suena soñador.

-Con el aplauso del público o la seguridad de que les he hecho, precisamente, un poco felices durante unos minutos. O al menos se han olvidado de los problemas. Compartir con alguien es genial, pero yo no lo apostaría todo a esa moneda.

A la pregunta de la infidelidad encuentras una respuesta rápida, directa, sincera, como hasta ahora.

-Reaccionaría con calma. Pero se acabó. Si no soy suficiente para ella en el amor, en la compañía, en la cama, adiós muy buenas. Libertad. Si se ha enamorado de otro, no la voy a retener, aunque yo la ame. Me joderé. –silencio- Y si es mía…Yo nunca he sido infiel. Tengo claro que un patinazo no debe contarse nunca. Eso es el fin.

No añade nada más. Como si aguardase a saber tu propia respuesta.

— A ver...no es que sea infeliz por no tenerlo, pero para tener la felicidad completa, si que ayudaría tener a quien me coja de la mano. Cada uno exige a la vida, lo que ha aprendido de ella. Igualmente, los pequeños momentos con mis niños, que dan la vida o el poder disfrutar de un paseo por la orilla, pues, para que lo vamos a negar, dan pequeñas gotitas de felicidad.

Se sienta de nuevo frente a la mampara, a juzgar por el golpe suave frente a ella y espera a escuchar lo que piensas.

—¿Y si la amases tanto que el pensar la vida sin ella compensaría el desliz? Luchar por alguien. Es como si por eso las parejas de antes durase más — tienes la sensación que la forma de preguntarlo recuerda algo incluso no tiene porqué ser de sus propias experiencias — ¿No perdonarías? Es cierto que no he sido nunca infiel, siendo sinceros a la verdad. Patinazo o no. Para mi, a efectos prácticos ambos son lo mismo, falta de lealtad. Pero ¿También falta de amor? ¿Errores? ¿Crees que se puede amar de verdad a varias personas? Ahora hay muchas modas, que si matrimonio abierto, que si poliamor, que si relación a tres bandas. ¿Crees que es real y factible?

-No he amado de esa forma. Si algún día lo hago, sabré la respuesta. No puedo dártela ahora, Daphne. Pero luchar…No por alguien que me ha traicionado. Sí por una chica en una cita a ciegas. ¿Y tú, perdonarías? ¿Lo echarías a patadas o te irías con las maletas a casa de tus padres? -sabes que sonríe. 

-Ven. Pon tu mano en la pared, aquí -golpecitos suaves-. Creo que es real y factible ese amor que comentas. No para mí. Pero sí tengo amistades…gays, lesbi, bi… Y…una vez…inicié una relación con una chica trans. Me creó muchas dudas. Sobre mí y mi sexualidad. Pero ella marchó al extranjero y se terminó. 

Un suave golpecito en la mampara. Quizás apoya la frente. - ¿Y qué dices tú sobre todas tus preguntas? 

— Realmente no he tenido la oportunidad de amar así, así que tampoco podría darte una respuesta. Pero me parece una contestación muy sensata. Es cierto que he tenido cerca una relación así, y perdonó. Él perdonó por el amor que le tenía.

Mientras decía eso, viste, si es que se podía ver transparente, como posaba su mano a través de la mampara.

—Quiero creer que daría una segunda oportunidad. Pero también que me destrozaría el corazón si me lo hicieran y obviamente quedaría una gran herida. También quiero creer que yo no se lo haría a nadie, porque he visto los efectos de la... infidelidad o capricho o como quieras llamarlo. Antes, dejaría esa relación, si como tú dices, esa persona no es suficiente.

Sintió como pusiste la frente en la mampara y comentó suave.

— Yo creo que es posible ese tipo de relaciones divergentes, siempre que se sea adulto. He visto también el sufrimiento por una relación así. Y creo que en mi caso, no sería posible sobrellevarla. Cuando esté con alguien, quiero saber que soy la única.

Tras esos temas tan complicados parece que suelta un poco para quitar hierro:

— Venga, algo más sencillo. Cuando te vayas conmigo a una isla desierta, qué te llevarías?

-¡Eso es la vida, Daphne! Pasiones, amores, alegrías, tristezas. Es nuestra vida, somos los protas. ¡Se nos olvida a menudo!

Sigue cerca de la mampara -Tienes buen corazón. Pareces una buena chica. Yo creo que lo eres. -crees que se gira y apoya la espalda en la pared. Se escucha su risa alegre.-¿Una buena amante, una buena lover? 

Te parece oir un sonido de...¿barajando cartas? Se ríe con la forma en la que la planteas.- ¿Qué puedo necesitar si estás tú? Cartas, para la magia. Ah, ginseng, mucho ginseng, jajaja.

Cesa la risa al poco.- ¿Y cómo llegaríamos a esa isla? No se mucho de veleros. Si hay un puente, cabalgaríamos en mi moto.

— La vida es preciosa y merece la pena vivirla. Y si, tienes razón, somos protagonistas de ella.

Se queda unos segundos largos, muy largos en silencio y cuando vuelve a hablar, apenas sale un murmullo de su boca

— No sé si soy buena amante. Pero le pondré todo mi empeño — susurra inaudible para luego añadir —¿Cartas? Genial me parece buena idea. ¿Y el Ginseng? Para que?

Tapetea contra la mampara, como tocando tu espalda.

— Estaría genial ir en moto, pero, me da que no se va a poder y así que con llegar en un Barco o una lancha me conformo. Además, a una isla desierta se va sin muchos bártulos ¿No?

Meditabunda te lanza una pregunta, consciente de que se os va acabando el tiempo.

—Si fueras una canción...

-Jajaja. Ah, Daphne. El ginseng es para darnos energía infinita...Eres una criatura inocente. Bueno, y tú no me has dicho qué te llevarías. Dame un adelanto, va. 

El susurro del movimiento indica que se ha apartado de la mampara. Luego se acerca. -He puesto mi mejilla junto a esta maldita pared -lo dice de buen rollo- Vale. Una canción. Luego tú. Te vas a reír. Me la cantaba mi madre de pequeño. A ver qué tal me sale. Y ríete lo que quieras, la risa nos da una porción de felicidad. -Se aclara la garganta.

— Ah....vale — contesta algo cohibida como cayendo en ello — Pues yo me llevaría crema para masajes — trata de responder algo más envalentonada pero se nota que tienes razón y es bastante inocente.

De repente, escuchas un beso, probablemente dado a la mampara. No dice nada más, pero es bastante elocuente ese hecho.

—Es una canción preciosa y te sale muy...muy bien — alaba al escucharte, muy dulce — ¿Me cantaras algo así cuando estemos en nuestra casa? — ensoñadora

-Wuooo, una chica atrevida. Me has robado un beso -entonces escucha otro beso devuelta, más sonoro y largo.

-Jajajaja. Molas mucho, signorina Daphne. -las cartas siguen oyéndose. Se detienen un momento, tras la pregunta.

-Frena, muñeca, que te veo lanzada -es una frase con cierto aire risueño y bromista -Jajaja. Eso lo dice uno de mis personajes, un tipo con cara y chulito. Yo te canto lo que quieras en la isla, que nadie a parte de ti me escuchará, mientras me das un masaje. ¿O la crema es para que te lo de yo a ti? Ajáaa, muy sutil y astuta, la profe de infantil, eh. 

Se ríe de forma muy auténtica,y te la podrías imaginar con la boca abierta mientras se lleva una mano a ella.

— Bueno, era para darnoslos mutuamente. Así que si, te masajeo mientras me cantas o viceversa. Y luego, al agua! ¿por qué no íbamos a ser muy astutas? — desafian muy divertida — Pues mira, ya tienes una cosa que hacer, robarme un beso.

El tono es muy desafiante o más bien desafiada.

— Veamos, ¿que más puedo preguntar? Ya he pedido hasta besos y....eso es más de lo que suelo hacer. Veamos.... ¿Donde pasarías conmigo las primeras 24 horas juntos? Y estaría bien que dijeras Japón, lo mismo tenemos suerte y nos llevan allí los del programa —picara

Las risas de los dos se unen y reverberan en el interior de las cabinas.

-Tú pide. Y coge. Hay que tener al menos un poco de morro. Seguro que entre tus peques hay algún niño o niño que es un trasto espabilado y listo. Ese era yo.

No se ha movido de la mampara.

-Japón, entonces. No me das opción. Te gusta Japón, eh. Aunque prefiero raptarte y llevarte a algún sitio sin conexión con el mundo. Un día sin wifi, sin internet, sin mensajes. A solas los dos. Una cabaña junto a un lago. Un bungalow frente al mar. Un largo paseo en moto, o en coche si prefieres. Sin destino. Un lugar tranquilo para disfrutar de tu sonrisa, recitarte poesía, algún truco de cartas. Para hacerte el amor. Para degustar un helado, un batido, de chocolate para mí. ¿Y tú, solo nata y guinda?

— Si que tengo un niño así, descarado y trasto. Pero es el más noble de todos, el que si la lía, siempre te dice la verdad. A veces solo es necesario comprenderles. Quizás es que yo soy demasiado buena y tranquila y necesito alguien que, como tú, sea un poco más trasto y me anime a ser más revoltosa — insinúa.

Las risas conjuntas en las cabinas, parecen resonar a tono.

— Si me lo antes así, me dejo secuestrar y que le aire a Japón, me seduce más la idea de la cabaña, sin interrupciones, solo los dos. Si ya me lees poesía....ya lo que quieras.

De repente da un golpecitos en la esclusa de intercambio.

— ¿Nata y guinda solo? No, yo quiero batido, así que te tocara compartirlo. Aunque mi favorito es de fresa natural. Ponen uno en la promenade de Fort Lauderdale, que te quita el sentido. Es de estos, que de la subida de azúcar, tienen que ingresarte con un suero, y le ponen fresa natural, helado de fresa, sirope, un donut, gominolas, chispitas....y todo lo que puedas imaginar. Ah! Y dos barquillos.

Entonces cerca de ella mampara comenta.

— ¿Sabes? Podrías darme la carta que más te guste de la baraja — intuyendo que tienes una — y cuando me invites a ese pecado de batido, te la devuelvo ¿Te parece?

-Que eres buena lo dices tú, ¿no? –una ligera burla, siempre divertida, sin maldad.-

Escucha en silencio, sin barajar las cartas, se acerca a la zona de intercambio.

-Buah. Menudo helado. Qué pronto te quieres deshacer de mí.

Morgan da unos toquecitos en el hueco.

-Un poco mandona, eh. Vas dejando caer sugerencias, atrayéndome a tu terreno.¿No serás… una mujer fatal? Y me estás engatusando.

Su silencio indica que reflexiona acerca de la propuesta.

-No hay una carta en particular que me guste. La mejor carta es la que necesitas en el momento oportuno. Intento disfrutar de lo que me ofrece el día. Que hace sol, genial. Que llueve, a bailar bajo la lluvia. No estoy banalizando, eh. Es actitud positiva, optimista. A veces me dicen que da asco, Jajaja.  También tengo días malos, claro.

Ahora sí que está barajando.

-Te daré la carta que elijas, Daphne. Estoy barajando. Ya. Ahora, dime, cuál quieres, la de arriba, la inferior, o la del medio. Además, esa carta me hablará de ti, uuuhhuuh.

— Soy buena porque sé que lo soy — dije — Y no ...disto mucho de ser una mujer fatal — suspira como si hubieras tocado un punto fundamental.

Escuchaba la propuesta y barajar las carta.

— Ya — te dijo — elige la de en medio. A ver qué te dice esa carta de mi. Dudo mucho que sea la reina de corazones. Lo mismo es un Jocker, quien sabe.

-Buena. Fatal. Y misteriosa –es un susurro. -¿Te has molestado? No era mi intención.

Dejó de escucharse el apagado movimiento de las cartas.

-No dices eso de mujer fatal como con el significado que se le suele dar. ¿Puedo preguntar el motivo?

Morgan parecía esperar una respuesta. Entretanto, comentó- La reina de corazones me hablaría de una mujer amistosa, afable. Y rubia. Pero no es la reina esta carta. Que no significa que tú no seas lo que acabo de decir. 

— No, no - asegura corriendo - no estoy enfadada. Para nada. Pero es cierto que soy todo lo contrario a una femme fatal. Pero...si tenía a alguien que la denominaban así, y ..no es agradable.

Se cambia el tono y pone uno interesado,

— A ver a ver... No tengo claro que la reina de corazones sea rubia. Que dice de mi esa carta? — te das cuenta que no confirma ni desmiente nada sobre su pelo

-Vale. –Morgan no quiso mencionar nada más sobre ese tema.

- Es una carta de trébol. Los tréboles tratan sobre tu estado de ánimo actual. Curiosidad, ilusión y cierta tristeza. Sientes una asuencia importante en tu corazón. ¿Hubo una ruptura en el pasado? Temor incluso. Eres creativa, no demasidado dada a la acción pero eres capaz de enfrentar el riesgo con valor.

Hubo otro silencio.

-Es la sota de trébol. Jack. Un hombre moreno inclinado al romanticismo. No sabría decirte si pertenece a tu pasado, presente o futuro. Va, dime de nuevo, voy barajando.

— Oh, Morgan Pitoniso. No sabía que tenías esas habilidades también. Creo que sí, que curiosidad, que ilusión y tristeza. Pero no, no he tenido la suerte de tener una ruptura. Significaría que habría tenido alguien importante en mi vida...Bueno, a menos que la ruptura fuese la muerte de Abu Philleas. Por el resto, parece que bien. Así que un hombre moreno. ¿Eres moreno? Si es así lo mismo tengo suerte y la carta habla de mi futuro.

Busca a ver si tiene suerte y le pasa la carta por la trampilla.

—Ahora tu. Cuando te diga ya, averigüemos que dice la carta de ti - notas cómo está entusiasmada con esa actividad, con la cierta ingenuidad de esa actividad pura e imprecisa - Ahora ! Coge la segunda carta por debajo del mazo