- A que tus actos...
Dándome cuenta de lo que voy a decir, bajo el volumen para que solo pueda oirme David.
- A que tu relación con Escudo de la Justicia no haya sido en vano. Si con esa relación lograras un bien mayor...
Lo dejo en el aire, esperando saber la opinión de David.
- Sigo sin entenderlo completamente, Lord Erik... - Dice David, comenzándose a asustar por lo que viniera después. - ¿No estará insinuando...? ¿Pretende que siga intentando contactar con Zack?
Asiento, pesadamente. Como no sé si me ha visto, decido decirlo.
- Sí. Algo así. Sin duda... son una potencia a considerar. David, ¿crees que podrías contactar con él antes de marcharnos mañana?
- Llevo intentando contactar con él durante años, Lord Erik. - Dice David, algo entristecido. - Al igual que usted, estuve intentando descubrir su paradero cuando vino a investigar sobre el Escudo. Puedo seguir intentándolo pero... Se que me acaban las ideas, y no se si tendré tiempo, menos aún para conseguir resultados mañana...
- Está bien David, no te preocupes.
Su hermana... ella tiene que ver con el Escudo de la Justicia, estoy seguro. Pero no puedo ir a su habitación y preguntar "oye, tu podrías ponernos en contacto con el Escudo de la Justicia?". Debe ser algo más sutil.
- Quizá sea mejor así.
Dando la conversación por finalizada, ambos siguieron su camino hasta llegar a la habitación de Erik. David se encargó de acompañar al mismo hasta el dormitorio y atender sus necesidades más esenciales antes de que marcharse a dormir. Si bien Erik no había conseguido su propósito esa noche, David si que parecía más tranquilo que cuando se lo había encontrado... Quizás hubiera sacado algo de aquel encuentro inesperado al fin y al cabo.
La mañana llegó antes de los esperado para Erik, cómo siempre. Con su débil y magullado cuerpo, se levanto de la cama mucho antes de que los criados trajeran el desayuno y llamo a sus guardias para que avisaran a Jonathan. El mismo apareció al cabo de varios minutos, dispuesto a atenderlo en lo que fuera necesario.
Una vez que Erik estuvo listo, con las pertenencias que se iba a llevar ya empaquetadas desde el día anterior, Erik desayuno en su cuarto junto con Jonathan.
- Ha llegado un cuervo está mañana desde Vado Verde. - Dice Jonathan, extrañamente el mismo estaba utilizando un tono un tanto lúgubre. - El ejército ya ha partido, quizás nos podamos juntar en menos de una semana. - Pese a que aquello era una buena noticia, Jonathan no parecía especialmente animado.
- De acuerdo, gracias Jonathan. Aunque no pareces muy convencido de esto.
- No es la llegada del ejército lo que me perturba. - Dice Jonathan, sin perder su serenidad. - Es que el mensaje traía consigo cierta información bastante inquietante. Hace un par de noches una patrulla fue atacada en Vado Verde. No hubo demasiadas bajas, lo perturbador son las armas que usaron los atacantes. Los supervivientes dijeron que varios de los muertos fueron alcanzados por una explosión de origen desconocido. Y al mismo tiempo, otros fueron atacados por plantas venenosas que aparecieron de la nada... Sospechan que aquello sólo podía ser magia Gnagerit.
No reacciono. Al menos no al momento.
Esto... podía cambiar todo. Si era un caso aislado todo seguiría igual. Pero si no lo era... esta guerra sería a mayores proporciones de lo que esperaba.
Trago saliva sonoramente.
- Preparad fuego antes de marcharnos. Flechas con brea, antorchas y botellas de alcohol con una tela para prender.
Erik puede sentir cómo Jonathan asiente.
- Así se hará. - Dice con firmeza y al rato vuelve a hablar, de nuevo con cierto temor en su tono de voz. - Pero hay algo más... Para nuestra desgracia, los atacantes consiguieron huir de la ciudad y se encuentran en paradero desconocido. Pero varios de los soldados reconocieron a uno de los atacantes. Aquel que hizo aparecer las plantas de la nada... Se trataba de la Araña.
[FIN DEL INTERMEDIO]