Partida Rol por web

Hannah escucha la historia de Gustav con atención, entristecida por las partes más duras del relato, sobretodo cuando Gustav se veía realmente afectado por ellas. Tras acabar, Hannah le coge una mano a Gustav sobre la mesa. 

- Siento que tuvieras que vivir todo eso, Gustav. - Dice en tono de pésame. - Pero al mismo tiempo... - Añade, con algo más energía. - Siento que tu experiencia es lo que te ha convertido en el hombre que eres. - Lo mira fijamente. - El hombre del que me he enamorado. - Sonríe. 

Miro a Hannah con dulzura. - Gracias, pese a mi misión de ayudar a Helltia y a la gentes de ella. Es una situación solitaria. Amarte es algo que me saca de la oscuridad de mis demonios. - Se nota que voy a sonreír para rebajar la situación pero justo antes, mi mirada se desvía y mi rostro se vuelve a entristecer. 

- Delante de mis hombres, intento con todas mis fuerzas no dejar ver mis inseguridades. Cuando te confían la vida, la responsibilidad es demasiado grande para mostrar dudas. Pero... contigo quiero compartirlo, mostrarme,  incluso aquello que me come por dentro. ¿Te puedo contar un secreto?

Hannah titubea unos segundos, insegura ante lo que estuviera por venir. Pero finalmente asiente con firmeza, sin decir palabra, se acerca un poco más a Gustav y lo mira con atención. Le aprieta la mano que tenía cogida. 

-  Tengo miedo, miedo por Smith. En la noche antes de llegar a Teelan, estaba tan asustado. Vi un presagio, una premonición. Cada vez que he perdido a alguien la misma premonición aparecia. Un buho de alas blancas, ojos rojos, una presencia espectral que cuando fija su mirada sé que se va a llevar a alguien al otro lado. Esa noche estaba allí, observando a Smith, avisandome de que el destino había hablado. - Me tiemblan un poco las manos.  - No sé qué hacer, no puedo protegerlo. Estar cerca mio estoy seguro que sería su condena. Quiero que este seguro pero no sé donde podrá escapar del destino. - Me encojo de hombros.

- Oh, Gustav... - Dice Hannah, al tiempo que se acerca para abrazarlo. - No hay nada que pueda predecir lo que está por venir, el "destino" es sólo una palabra que usan los que temen lo desconocido... No tiene sentido que te atormentes por algo que no ha ocurrido, que no tiene porque ocurrir nunca... - Se aparta lo mira fijamente, con determinación. - Debes centrarte en el presente, Gustav. No voy a cerrar los ojos y negar que estamos recorriendo un camino peligro pero... Se que estás luchando con todas tus fuerzas para conseguir que tus objetivos se vean cumplidos. Más allá de eso... Pensar en el fracaso sólo te debilitará, así que... - Lo mira cariñosa. - Piensa en lo que ya has conseguido, sientete orgullo de tus logros hasta ahora, pues se que eso te dará fuerzas para seguir. 

Sonrio un poco. - No me voy a abatir. Aún queda mucho por hacer. - Recupero un poco la compostura y digo. - Hay algo que te quedaste sin contarme, la primera noche que nos vimos. Cuando me ofreciste salvar a Smith y la venganza. Elegí salvar a mi camarada, pero la información sobre el mercader. Creo que no hay razones ahora para no contarmela. - 

Hannah levanta una ceja, escéptica. 

- ¿Ahora me vienes con esas? - Suspira. - Bueno, supongo que si te pica mucho la curiosidad no tengo problemas en darte un par de detalles. Aunque antes, sobre ese trato que te hice hacer, sólo me gustaría hacer una aclaración. - Parecía que Hannah se sentía un tanto culpable. - Se trataba de una prueba. No íbamos a dejar que Smith muriera si estaba en nuestra mano salvarlo, no somos unos monstruos... Sin embargo, si alguien es capaz de vender la vida de un niño por información, sin duda no es digno de nuestra confianza y te aseguro que no ibas a ser capaz de acabar con un hombre cómo él, así que recibirías tu justo merecido. - Sonríe pícara y luego pone cara de circunstancias. - Es un hombre  muy poderoso, lejos incluso del alcance del Jarad,... Controla en gran parte el mercado de Goldort Este a su voluntad y el de Goldort Oeste desde las sombras. - Se encoge de hombros. - En todo caso, estoy segura de que has oído hablar de Gerald Busk. [*]

Cuando dice que en el Jarad no son unos monstruos recuerdo a Crow y se nota un poco en mi expresión pero sigo escuchando atentamente. - ¿Por qué Gerald Busk queria acabar con mis hombres? -

Hannah no parece muy segura cuando responde. 

- Supongo que hicieron demasiadas preguntas, no lo se... - Frunce el ceño, algo consternada. - Sabemos que Gerald suele quitarse rápido de encima a la gente con demasiada curiosidad por sus negocios, sobretodo lo que intenta mantener en secreto. No ha llegado hasta dónde está a base de transacciones legales solamente. 

- Bueno, ha pasado mucho desde entonces. Goldzwall ciertamente era un lugar peligroso. - Miro discretamente a mi alrededor para comprobar que no haya nadie escuchando y pregunto. -  Y dime, después de haber escuchado a Zack y lady Hollster ¿Que piensas de ellos?

Hannah parecía algo incómoda con el rumbo que estaba tomando la conversación (Después de lo íntima que había sido hacía sólo un rato) pero aún así responde, aunque con tono cansado. 

- Me suena que ya comentamos algo sobre esto... Creo que Zack es el único del que nos tendremos que preocupar realmente. Es un manipulador y parece que la gente cree en él. - Se encoge de hombros. - A su lado tiene a Henrietta loca por él, o al menos esa es la impresión que me ha dado. Esa mujer es inofensiva siempre que Zack este de nuestro bando. No descartaría que se tirara de un puente si se lo ordena. 

Tardo unos momentos en contestar. Noto como Hannah se ha dado cuenta del cambio tan brusco de conversación. Pero no puedo quitarme de la mente sus palabras. 

"Más allá de eso... Pensar en el fracaso sólo te debilitará."   

Tengo miedo de mostrarme como soy, después de todo lo que he pasado no me ha hecho más fuerte. Aún noto las heridas de cuando me lancé de la torre de Besen, noto mi piel arder a cada paso. Cada vez duermo menos, si bien por los enemigos que creo que me acechan a cada esquina o que mi cerebro se está degradando a ritmos forzados. ¿Por qué me quiere Hannah? ¿Acaso busca en mi la libertad que le ha sido negada toda su vida? No soy más que un cadaver andante, en cualquier momento se me puede acabar la chispa vital y no podré proteger a nadie. Si es entonces cuando Hannah se da cuenta de que con quien está, se encontrará con una realidad triste. Me rompería el corazón eso, Hannah está llena de vida no se merece esto. 

Quizás ve algo en mi, algo que ni siquiera yo veo. 

Finalmente contesto. - Hay algo que no me acaba de encajar con Zack, es solo una sensación la verdad. En cualquier caso todo parece que está bien, no creo que él se fie completamente de nosotros pero no hay ningún incentivo para que nos quiera traicionar. - lo digo sin estar muy concentrado, todo el punto he mirado a los ojos de Hannah, cuando acabo parece que haya tomado una decisión.  Sonrio. 

- Lo siento. - Me levanto y extiendo la mano a Hannah, - A veces pienso de más. Acompañame, te quiero enseñar algo. - 

Salimos de la taberna de la mano y la llevo por las calles hacía las a fueras. No tardamos mucho en llegar  a unas largas escaleras que suben por un monte. Parece que tenga un poco de prisa pero Hannah me sigue sin problemas. Cuando llegamos al final de las escaleras hay un mirador con unos bancos, parece que está abandonado puesto que la naturaleza ha ocupado gran parte de las columnas y los bancos. Pero estando allí giro a Hannah para que vea lo que tiene a su espalda. El Sol se estaba poniendo en el horizonte, haciendo que la ciudad brillara de un color carmesí. 

- No tenia claro que llegaramos justo.  - Cojo a Hannah por la cintura y le miro a los ojos antes de decir esto. - Me has pedido que viva, pasaremos por el infierno antes de encontrar la paz. Quiero pedirte lo mismo. Pese a las victorias, cada vez estoy más débil, he sobrevivido a demasiados de mis camaradas. Casi no me atrevo a decir en una voz audible que los puedo proteger. Vas a estar en el ojo del huracan, vas a tener que ser más fuerte de lo que nunca has sido. No solo por ti, no solo por tu causa. Si no también por mi, Quiero que movamos el mundo juntos. - 

Me acerco un poco más y concluyo. - No podemos permitir que el destino nos quite poder decirnos esto.  - Hago una pequeña pausa y añado. - Te quiero. - Lo digo con amor pero en lo más profundo de mi mente lo digo con melancolia y con miedo, por encontrar en este instante en los ojos de Hannah que busca en mi algo que no existe.

Parecía que Hannah no encontraba las palabras para contestar, casi como si estuviera confundida ante todo aquello. Las lágrimas corrían por sus mejillas. Al cabo de unos segundos, frunce el ceño y asiente con tristeza. 

- Te seguiría hasta el fin del mundo, Gustav. - Dice con decisión y lo abraza con fuerza. - Sólo tenemos que aguantar hasta que esto acabe... Sólo tenemos que aguantar... - Parecía que se quisiera convencer a si misma más que a Gustav. - Lo conseguiremos. Da igual lo que se nos ponga por delante. Lo conseguiremos... - Lo vuelve a mirar. - Nada conseguirá ya que me separen de ti. - Le besa en los labios, el tiempo que dura un suspiro, de una forma casi infantil. - Yo también te quiero, Gustav Andersen. 

Lo vuelve a abrazar y Gustav no puede evitar sonreír. Sin embargo, aquello parecía irreal... Injustificado... Demasiado ideal para ser real. ¿Hasta cuando iba a poder vivir en aquel engaño? ¿Cuando llegaría el momento en el que tendría que afrontar la verdad y hacersela afrontar a su vez a Hannah? Aún no... Aún no era capaz... Pero sabía que llegaría. El momento siempre llegaba... Y aquella vez no podía ser una excepción... 

Gustav no pudo evitar desviar la mirada hacía un ser que se aproximaba por el horizonte. Un pájaro... No... Algo más concreto... Un búho, de alas blancas y resplandecientes. Y en cuestión de un instante, el cuál tuvo la intensidad de una puñalada en la mente de Gustav, el búho se desvaneció y dio paso a un cuervo. Sólo era de nuevo la mente de Gustav jugando con él, provocandole...  

Estaba tan perdido en sus pensamientos que tardó varios segundos en pensar que aquel debía de ser un cuervo mensajero y el mismo se dirigía hacía la fortaleza de los Hollster. Quizás sus hombres ya habían respondido. Le hubiera gustado permanecer sentado más tiempo, pero aquellas noticias eran importantes. En un tiempo dónde la cadena que marcaba su condena apretaba cada vez más su cuello, no podía permitirse perder el tiempo en ilusiones irreales. 

Muy a su pesar, informó a Hannah de sus sospechas y ambos se reencaminaron hasta la ciudad. Se encontraron a Smith a las puertas de la fortaleza, sonriente mientras que se acercaba y le extendía el mensaje que había traído el cuervo. Para la sorpresa de Gustav, aquella era la letra de Kayden, lo que debía significar que él y Luke habían regresado ya al bosque. La nota en sí era breve, pero aquello era parte el código, poca letra y mucha información. 

Había tres noticias relevantes por parte de sus hombres. La primera es que estaban reconstruyendo la base e incluso aceptando a nuevos adeptos, por lo visto Hector había estado haciendo las cosas bien durante la ausencia de Gustav. La perspectiva de una guerra estaba haciendo a mucha gente emigrar de Gloryhill, y algunos de los hombres que huían parecían verse con la valentía suficiente para desafiar a la justicia.

La segunda noticia era que las negociaciones de los Zwerk y los Gnagerit habían dado comienzo, al parecer de forma amistosa, pero sólo el tiempo diría si de ahí iba a salir una alianza estable o no. Cómo mínimo, la necesidad de una colaboración era bastante aceptada por ambos lados, así que quizás Gustav consiguiera su preciado cargamento de armas. 

La última noticia era sólo una confirmación. No había hecho falta insistir demasiado para que los Gnagerit dieran detalles sobre los Golem, quizás por la perspectiva de que estuvieran siendo controlados por el humano al que más odiaban, Erik Escorpión. La información no era extensa, debido a la longitud del mensaje, pero hablaban de una fuerte energía proveniente de las entrañas de la montaña que desapareció el mismo día que las tropas de Erik habían incendiado el bosque... El mismo día que los Golem habían abandonado las montañas. El mensaje también mencionaba que los Gnagerit podían sentir cómo esa energía estaba vinculada a todos y cada uno de los Golems, cómo si algo los atara a la misma. 

En todo caso, los Gnagerit de cerca de Helltia no tenían tanta relación con los Golem debido a su distancia a las montañas, por lo que simplemente prometieron intentar indagar al respecto más detalles con sus vecinos sureños. 

Con el mensaje leído y releído varias veces, una vez que todos estaban sentados con tranquilidad en un banco del exterior de la fortaleza, Hannah y Smith parecían expectantes por escuchar la opinión de Gustav y, quizás, la declaración del siguiente paso en su plan. 

Me quedo pensativo unos instantes. 

- La respuesta de los gnanerit pese a ser incompleta nos da un factor importante, pueden notar lo que se llevaron de los golems. Podemos usar esto para buscar el artefacto, mi siguiente carta será para comentarles de montar una expedición para recuperar el objeto, mientras nos preparamos y los gnanerit acaban de recopilar la información organizaremos la banda, estan reconstruyendo la base por lo que alli nos podemos entrenar. Empezaremos a preparar armas y tacticas para el momento que tengamos que luchar en esta guerra. Veré la posibilidades que tenemos de convertirnos en mercenarios para proteger a la gente de la zona. Con una guerra cerca estoy seguro que habrá mucha gente que teme por su seguridad.

Miro al cielo y concluyo. - Tenemos que ser prudentes, cuando el infierno se desate cada momento de preparación serán vidas que salvaremos.

[FIN DEL INTERMEDIO]