Partida Rol por web

Trojias, tirado en el agua, en la orilla de aquella zona pantanosa, le aventó lodo a los ojos de la bestia para ayudar a sus compañeros a tener éxito en sus ataques.

Después de tirar el cuchillo, Wombagoo se quedó mirando a la bestia, algo arrepentido de lo que había hecho, pues se había quedado sin arma. Rió en voz baja y se tapó la boca con sus garras, intentando no volver a sentir náuseas. Miró a su alrededor y le dio bastante pereza moverse hacia la bestia, además del peligro que representaba eso. Alzó lentamente los brazos y los agitó suavemente.

- ¡Vamos, tíos! ¡Vosotros podéis!- animó entre risas nerviosas. Tenía ganas de subirse a un árbol.

Después de tanto ruido y desorden provocado por sus compañeros, Meson despierta aturdido.

-¿Que... Que esta pasando?. Dice el cadete humano limpiándose la baba con una manga de su camisa y volteando a todos lados desconcertado. 

Sus compañeros estaban luchando por sus vidas, una criatura parecida a un rinoceronte terrestre había tumbado a Jarbb y los demás hacían todo lo posible por salvarlo. Al darse cuenta de lo ocurrido y recobrando sus sentidos, el humano se para y camina tambaleándose detrás del árbol más cercano.

Debía atacar, ayudar a sus compañeros, pero necesitaba tiempo para reconfortarse del todo. El androide lo había ayudado pero a pesar de eso seguían sintiendo un poco de nauseas en su interior.

La bestia se revolvió furiosamente y se volvió hacia el adionita. El cadete Gnawing se encontraba en ese momento agachado intentando recuperar su cuchillo. Sólo sus rápidos reflejos le salvaron de acabar con el cuerno incrustado en el estómago pero salió despedido contra un tronco de árbol. Se derrumbó en el suelo.

Sangrando por varias heridas, la criatura decidió que no valía la pena seguir luchando y se alejó a la carrera por la espesura dejando un reguero de gotas de sangre. 

Los cadetes se reagruparon en el claro doloridos y aturdidos por el encuentro intentando qué decidir a continuación.

Sobre ellos, el cielo empezó a oscurecerse anunciando que una tormenta tropical estaba a punto de caer sobre ellos.

Según los cálculos de Y-654-Row, el asentamiento no podía estar a más de 6 clicks de su posición.​

-¿Qué fue eso?. Dice el humano saliendo detrás del árbol al cesar el alboroto. Al parecer la colosal criatura se aburrió de jugar con los frágiles cadetes y se largó.

- ¿Están todos bien? ¿No han muerto verdad?. Les dice Meson en un tono preocupado pero sarcástico mientras se acerca al centro de donde están sus compañeros.

-Creo que está a punto de empezar la tormenta... debemos encontrar refugio; no sabemos si la lluvia pueda ser peligrosa en este planeta. Les comenta el explorador humano a sus compañeros, al terminar un rugido proviene de su estomago. -Estoy hambriento, no creo poder aguantar el paso hasta el asentamiento... Disculpen. Se pone la mano en el vientre y aprieta con fuerza para disminuir el dolor.

Wombagoo se sentó en el mismo sitio donde estaba y presionó su barriga. Miró a sus compañeros y sonrió.

- Me muero de hambre.- dijo tras una risita nerviosa.- También me gusta encontrar un refugio. Y comida. Mucha comida. Me gustaría haberme comido a ese bicho enorme. ¿Os imagináis la de carne que tendrá?- volvió a reírse mirando hacia la dirección por donde había huido la bestia. Se tumbó en el suelo y suspiró.- Buf.

Noo, al ver que sus compañeros han dejado huir a la bestia que les serviría de alimento Trojias emitió un lamento troikano. (Para quienes no lo han oído, se recomienda no hacerlo).  En su planeta es una forma de azuzar a las bestias a que vengan a seguir peleando y entonces derrotarlas o ser derrotados.  Así es esa cultura.

Se paró y de lejos le lanzó el cuchillo al animal para ver si podía impactarle en alguno de sus retrotendones.  Quizá eso lo haga regresar a atacarnos. -Pensó esperanzado. 

No podemos dejar que se nos vaya la comida que teníamos casi lista. -dijo a manera de explicación.  Debemos comer si queremos sobrevivir.   

Si la bestia empieza a regresar, embosquémoslo.  Dado que había lanzado su cuchillo, una lanza improvisada sería lo único que tendría a la mano para ayudar.   Si no, a traquearlo.  Ya casi cae.  

La pronta huida de la bestia dejo al androide detenido por un momento mientras la maquinaria que funcionaba como su cerebro terminaba de formular una hipótesis por la cual termino huyendo.

“No ha muerto nadie.” Respondio el robot sin notar el sarcasmo de Meson. “Se encuentra mejor humano? O debo ayudarlo a seguir vomitando hasta sentirse bien?” pregunto mirándolo completo. “No entiendo porque lo hacen ustedes aunque muchos me confirmarlos que les hace muy bien en ciertas ocasiones.” Sin que Meson le respondiera se acercó a este.

Luego escucho como el resto seguía con hambre y fue a ver el fruto que habia encontrado, aunque este se encontraba con su contenido tirado en el suelo por la pelea. “Si lo necesitan podríamos tratar de rastrearlo, yo me ofresco al no estar dañado ni hambriento. Mientras otros podrían ocuparse de buscar un refugio por aquí cerca.”

Maldita sea!!, el adionita bufaba de manera ruidosa, no podía perdonarse tantos fallos, se levanto sin pensarlo tomo su arma y siguió el rastro de sangre del el herido animal como alma  que la lleva el diablo, de momento no le importaba nada mas que no fuera dar caza a la bestia, comer su carne y fabricar herramientas con sus huesos, en su mente no existía miedo y quería que esta fuera una buena historia que podría contar cuando fuera capitán de su propia nave.

-MUUUUUUUUUUUUUUU- su grito de guerra sonaba con mucha seguridad.

-Creo que la mejor opción es formar un plan de ataque y hacernos con el animal cuanto antes. Dice Meson pensando en el hambre que tenía y en la oportunidad que se les presentó al haber lastimado un poco a la bestia. -Posteriormente podríamos buscar un refugio cercano mientras pasa la tormenta. O como dijiste... -refiriéndose al androide -Los heridos podrían buscar un refugio cercano mientras los que no estamos lastimados podríamos darle caza a la bestia.

“Suena lógico.” dijo a Meson refiriéndose a la parte final de sus palabras que habían sido sacadas del èl. Notaba la falta de respuesta y como algunos ya estaban enfrascados en el rastreo. “Supongo que iré con el Gnawing, para asegurarme que vuelva aunque sea muerto para un buen entierro.” Comento asintiendo a sus propias palabras.

“Ustedes están heridos y hambrientos mejor que aprovechen para hacer trabajos mas fáciles.” Dijo al resto no con autoridad pero si con la usual falta de empatía que tenían los androides como èl.

Wombagoo se levantó y miró a su alrededor. No había estado escuchando demasiado, pero creía haber captado lo esencial.

- Entonces los demás vamos a buscar un refugio.- se rió como un bobalicón y carraspeó.- Tengo sed. Y hambre. Y no quiero estar aquí cuando lleguen otras bestias.- se acercó a Meson y se abrazó lentamente a su brazo, un gesto típico en su gente cuando le traspasaban la autoridad a alguien. Restregó un poco la mejilla en su mano y luego le miró fijamente.- Vamos.- y volvió a reír.

-Jarbb, ¿Qué opinas tú?. Estás herido, disculpa el atrevimiento pero creo serás más útil para el equipo si te unes a nosotros y buscamos un refugio. Le comenta Meson al troikano, buscando una forma suave de hacerle entender que en ese estado sería imposible darle caza al animal y que debe pensar en el bienestar del escuadrón.

El Andionita miro hacia atrás su cara estaba de colores y sus ojos eran rojos, se notaba la furia como el de cualquier enloquecido - CADETES NUESTRA PRESA SE ESCAPA-  apretó los dientes soportando el dolor 
 

Con su vida en peligro una gran seguridad que lo llenaba, al oír las palabras del cadete androide  un sonido gutural como de bestia escapo de su garganta

-MUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU-  volvió a tomar lodo del suelo cercano al lago y se lo aplico en todo el cuerpo de una manera que resultaba religiosa para el.  - Y-Row  TRAIGAMOS LA CENA-