Partida Rol por web

Listo el trago.  No señor, a quienes les debe cobrar los desperfectos es a esos seres de piedra allá adelante, mire, apúrsese o se le desmoronan sin pagar.  Le indicó que fuera para allá, así quizá el silicoide le dispararía a este robot y no a alguno de sus compañeros.  Aunque parece que Meson acaba de acabar con él. 

En eso se acordó.  ¡Apenk!  Salió con el cañosifón cargando (listo para disparar si viera que el silicoide seguía en pie-dra) y se escabulló hacia donde su compañero había hecho ese ruido tan extraño.  Apenk, ¿estás bien?   Se asomó y no pudo creer lo que vió... 

Corres hasta donde yace Apenk con el cañón de bebida en las manos. Además mitad de camino reparas en que lo has arrancado de cuajo y vas dejando un rastro detrás tuyo que se mezcla con la porquería del suelo.

Te dije que era un arma fija. ..

El joven Meson sale de detrás de la mesa donde ha caído Apenk y destroza de un balazo al último silicoide. Es joven  (según los estándares humanos) pero se está haciendo un hombre. 

Aterrizas junto a Apenk y se te hielan las queratinas del susto. En lugar de un humano sangrante, ante ti hay una criatura amorfa cubierta de una inquietante membrana morada con un agujero de bala en el pecho. 

Es un darlock. 

¿¿¿"Snake" era un darlock???

Y está muerto. 

El disparo de Meson acaba con el último silicoide dándoos un momento de respiro.

Os miráis unos a otros casi sin aliento: vuestro piloto ha muerto. Keiroful ha muerto también. Vuestro capitán está inconsciente en un charco de sangre.

¿Y quién esa mrrshan que ha salido de los lavabos gritando y disparando?

¿Qué le ha pasado a Inirgol?

Pasa otro largo instante en el que notáis que el restaurante donde habíais parado a tomar algo está hecho escombros. La ametralladora silicoide le ha sentado fatal  (como un tiro, diríase) a las cristaleras, los acuarios y la decoración en general. Como decía el poeta alkari Remssu Selei "Destruir es laboral un instante / Crear es trabajos que han llevado unánime vida enterado" (el poema pierde bastante con la traducción )

Antes de que nadie pueda decir nada, un impresionante vehículo de combate se detiene delante de "Las delicias de las profundidades".

Dos Trilarianos en armadura de combate salen del vehículo. Os apuntan con sus armas:

-¡Qué no se mueva nadie! 

-¡Suelten las armas! 

-Bueno, vale pero después. .. ¡que no se mueva nadie!

-¿Hay algún klackon aquí?¡Nos han dicho que le disparemos menos que al resto! 

Sus vozarrones metálicos tienen el deje inconfundible del software de comunicación psylon  (un viejo invento para la comunicación interespecies consistente en una pequeña computadora en la que se pueden colocar distintos programas de discurso en más de cuarenta millones de idiomas : comprensivo, amable, seductor  (varía según raza), graciosillo, de hacer llorar,  listillo, con tacos, tipo duro...).

De entre los escombros sale un droide camarero a recibirles. Le falta un brazo y suelta chispas pero cojea hasta los recién llegados:

-Bi... bienvenida. .. ffft... bienvenidos a "Las... click... delici-ciao de las ProoooOofundi...dades".

Uno de los soldados acaba con el droide de un disparo. 

-No soporto  verlos sufrir.

-Sé sincero: no soportas a los droides. 

-Ya ves. Y a los liantes, tampoco. ¿Alguno de ustedes, señores, sería tan amable de explicar civilizadamente qué ha ocurrido aquí o es necesario que mi amigo el del tanque haga las preguntas? ¡Les advierto que no lleva circuito traductor pero es de los que se hacen entender! 

Leashrra miró hacia el grupo de (lo que fueran, ya no estaba segura) con incredulidad. Habían acabado con ese grupo de silicoides, pero lo habían pagado caro. Ahora, todas sus quejas parecían de menor importancia al ver que algunos habían muerto y que el mrrshan se estaba desangrando. Aunque esa asquerosa comida aún se le repetía en la garganta.

Por si fuera poco, de repente aparecieron un tanque y un par de soldados. Empezaron a gritar y a dar órdenes, a lo que la mrrshan respondió con una mueca de desagrado. Soltó la pequeña pistola de bolsillo que había desenfundado e inmediatamente alzó los brazos, pero no para rendirse sino para agitarlos con indignación.

- ¿Puede alguien explicarme a mí qué está pasando? ¡Esos silicoides me han disparado cuando he salido del aseo! ¡A mí! ¿Saben acaso quién soy yo?- preguntó irritada a los trilarianos.- ¿Lo saben?

¡Paramédicos rápido, aquí! ¡Mi capitán está herido!  ¡Aquí, rápido!  Estos asesinos a sueldo nos atacaron y destrozaron el local.  Yo soy la klackon a la que se referían.  La gente en el muelle sabían que estos venían a causar problemas.  ¡Rápido, un médico!

Y...y,  ¿pueden traer a un equipo revivificador?  ¿O... o un backupeo de mapa mental?  Nuestros dos compañeros probablemente ... los señaló con tristeza.  ¿Si tienen aquí un resusitador neoneuronal verdad? -dijo esperanzada en la tecnología psilon y su difusión por la galaxia entera. 

Meson, escucha que las autoridades (al parecer) llegan al restaurante y piden una explicación de lo que pasó.

- ¡Diablos! espero que no hayamos cometido algún delito... toda esta batalla fue en defensa propia. Si algo así ocurre me afectará en las estadísticas del C.E.G.*.

Enseguida el explorador deja caer el arma al suelo y levanta las manos para demostrar que es inofensivo, posteriormente avanza un poco acercándose a sus compañeros.

¿Quien era él para hablar con las autoridades? Sus superiores se encargarían de eso... luego se da cuenta que su capitán se encuentra en el suelo malherido.

-  ¡Que alguien lo ayude! les contaremos todo una vez el Mrsshan sea atendido, por favor... no hay tiempo que perder, su vida está en juego.

El ex - minero apareció detrás de los dos Trilarianos en armadura, quedándose helado al notar como de destructivo había sido el ataque de aquellos asesinos. Como asesinos los consideraba mas ahora viendo los cuerpos de dos de sus compañeros y el estado del capitán.

“Por favor hagan lo que pide la Klankon y el hombre, estos son mis amigos que les decía y que fueron atacados por traición por los Silicoides.  Veniamos a reunirnos para hablar de lo que habia hecho cada uno en el planeta, cuando estos locos empezaron a disparar para todos lados.” Le trato de explicar de nuevo al guardia pero empezaba a creer que a èl no lo escucharía y ese momento lamentaba que el capitán estuviera tirado.

Entonces termino notando a la Mrrshan y le señalo. “Yo no se quien es esa, pero se encontraba conmigo en el baño en medio del tiroteo. Es a quien dije también que debían rescatar.”

-A mí me parecen unos liantes.

-En cualquier caso, liantes armados. No correremos riesgos. Central, envíen un equipo xeno-médico. Al menos dos... no, tres heridos y...-mira los montones de piedras que eran los silicoides-... no estoy muy seguro sobre esto. Aquí está lo que parece el resto de esa nave de agitadores que ha atracado esta mañana.

-No se preocupen, mi amigo aquí, el comprensivo, es el que está al cargo. Nos encargaremos de los heridos y de que no haya más víctimas de las necesarias.

Al cabo de un rato, un vehículo médico gravitatorio llega y varios trilarianos envueltos en trajes de plástico integrales se llevan a los heridos y los cadáveres.

Los soldados dedican el resto del tiempo a interrogaros cuidadosamente, a tomar vuestros nombres y a hablar por radio con la central.

Según os informan, una nave silicoide llena de agitadores aterrizó. Su tripulación empezó a hacer preguntas (muy poco diplomáticamente) sobre la Onyx Flatenroy y han protagonizado al menos dos conflictos con armas de fuego. Los supervivientes silicoides han sido forzados a pagar una multa y expulsados de Trilar con una escolta militar. En el futuro, se les prohibirá la entrada.

En cuanto a vosotros, se os invita a abandonar Trilar con la mayor premura posible.

Tenéis suerte de que no haya habido víctimas trilarianas.