Partida Rol por web

El edificio de la consigna se encuentra dentro de una enorme cúpula sobre la que se proyecta un holograma de cielo azul con nubes. Está rodeado por varios estanques de aguas claras en los que nadan extrañas criaturas.

El edificio en sí está construido con polímeros plásticos translúcidos que le dan un aire ligeramente menos amenazador de lo que suelen ser estos sitios. En la entrada os recibe el holograma de un trilariano. Además su alrededor flotan las opciones de un menú de texto sobre preferencias de idiomas y subtítulos. 

-Mejor que sea en Común, ¿eh, jefe?-dice Apenk -Mi mrrshaniano está un poco oxidado. A ver... dice que pongamos aquí el código de la nave... ajá. Y que qué deseamos. 

-Tenemos cien toneladas de duranium fresquito para vosotros-dice Apenk-¿A cuánto pagáis el lingote?

El holograma vibra un instante. Parece muy complacido.

-La Confederación Trilariana aprecia mucho vuestras mercancías. Os pagaremos gustosamente el precio estándar de diez créditos el lingote.

-Eso no me parece un gran aprecio, amigo-contesta Apenk en tono decepcionado-Mira, ¿sabes qué? Repostaremos combustible y seguiremos nuestro camino hacia las colonias klackon. Creo que esos sí que aprecian de verdad el duranium. Construyen unas flotas de combate enormes y eso no sale gratis, ¿me entiendes?

-Disculpad mi torpeza-el holograma se hace borroso-Ha habido interferencias con una transmisión de honda corta interplanetaria y sin duda mis palabras os han llegado defectuosas. En realidad, quería decir diez créditos y medio por lingote.

-Por ese precio prefiero tirar mi nave contra una supernova y verla arder. Quince.

-Once créditos el lingote es un precio más que razonable por un mineral tan vulgar.

​-Doce y te podrás decir que timaste a un forastero que quería pasarse de listo contigo.

-Doce créditos el lingote es un precio perfectamente aceptable.

Apenk te dedica una sonrisa alzando una ceja:

-¿Qué opina capitán? ¿Doce créditos el lingote es aceptable?

Un gruñido de disgusto emerge a través de mi garganta. El tira y afloja de los comerciantes nunca me ha parecido un método honorable de proceder, pero hay que aceptar ese tipo de cosas en esta cloaca de mundo que nos ha tocado vivir.

Miro intensamente a Apenk y asiento.

- Que lo tengan en cuenta casi como un favor que le hacemos al pueblo Trilariano. Dadas las actuales circunstancias, podríamos haber exigido los 15 créditos por lingote que traíamos en mente.

Con un gesto de la mano, remarco mi aceptación al trato conseguido.

- En cuanto recibamos la transferencia, les firmaré el pase para que procedan a la descarga del material de la Onix.

Consulto el comlog para comprobar si el ingreso se hace efectivo.

Apenk sonríe:

-Tienes un trato, trilariano-dice al holograma-Queremos la pasta por transferencia, aquí mi capitán se encargará de los detalles.

Se echa a un lado ofreciéndote el terminal de computadora.

-¿Están interesados en algo más?-pregunta el holograma-Tenemos una gran gama de mercancías que ofrecer...

El terminal se ilumina y una larga, larguísima lista de mercancías disponibles aparece:

Tienes disponibles las mercancías básicas, las de mundos oceánicos, helados, industriales y de alta tecnología en cualquier cantidad (mientras tengáis espacio y podáis pagarlas).

Como mercancías inusuales disponibles tenéis esto:

• 9 Peregrinos Ashari: exiliados religiosos del sector 4212. Esta raza humanoide ha sido diezmada por la guerra y se ha visto obligada a huir de su mundo natal Melkai. No obstante, ahora que parece que hay cierta estabilidad en el sector, buscan pasaje en alguna nave que les lleve de vuelta a casa. Están dispuestos a pagar 2000 créditos por cabeza aunque requerirán camarotes.

Miro la lista, luego dedico una expresión más bien vacua al piloto. Miro al holograma.

- De momento no nos interesa nada de lo que nos ofrecéis. Miraremos por ahí a ver qué encontramos. Quizá nos veamos más tarde.

Y con esto doy la conversación por concluida, firmando los permisos de descarga para la Onyx.