Partida Rol por web

Frio. Aire. Humedad. Olor a metal. Sonido de chispas. Crujir del oxido. Mareo. Barro. ¿Sangre? ¿Pisadas? Un sonido extraño que no identificabas.

Todo eso empezaste a notar en donde te encontrabas al despertar mientras intentabas recuerar el centro de tu vista pues parecía que te daba vueltas todos. Al fin con ella recuperada, conseguiste discernir el lugar en el que te encontrabas. Miles y miles de componentes roboticos, y aparatos de metal, conformados como si fueran un tunel, o al menos el final de el mismo. Delante tuya había un fulgor que te cegaba un poco, era una vara luminosa la cual, extrañamente, recordabas que podias encenderla y apagarla.

A su lado encontraste un palo, bastante largo, lo suficiente como para ayudarte a caminar, al menos hasta que recuperaras tu equilibrio, y un libro de encuadernación un tanto antigua en cuya portada estaba escrita la palabra ERZA. Pero eso no era todo. Enfrente tuya un robot que tenía los ojos iluminados en rojos se acercaba a ti. Estaba muy demacrado como si pareciera estar roto y su modulador de voz solo decía una palabra - MATAR - consecutivamente.

Ya notabas algo más, peligro, tu vida peligraba y aunque tu cabeza estaba llena de dudas sobre quien eras, donde estabas o que demonios haces ahí, todas fueron sustituidas por una: El deseo de vivir.

Ploc, Ploc, Ploc, pl_{oc....ploc...} 
El sonido del lento gotear, el eco que producía, el frío y la humedad que se sentía...
Ploc, Ploc, Ploc, ploc....ploc... 
La oscuridad absoluta, el dolor en la cabeza, el entumecimiento en las piernas...
Otro sonido se unía, potente, amenazante y cargado

Abrió los ojos aún aturdida por todo lo que estaba experimentando, se incorporó costosamente mientras intentaba con todas sus fuerzas centrar su vista aún borrosa y completamente perdida en un caos y mareo que la confundían. Cuando por fin su mirada pudo enfocar bien su alrededor decidió explorar con los ojos su alrededor... no sabía donde estaba, ni qué hacía allí cuando frenó su recorrido visual colocando las manos delante de su cara en un acto reflejo, algo la cegaba y no tardó en reconocer una vara de luz, aunque ella no sabía como llamarla, no sabía lo que era, pero sabía usarla... ¿Por qué sabría usarla?... Hizo acopio de fuerzas y se levantó para tomarla entre sus manos, encendiéndola y apagandola como si la conociese de toda la vida, pero era la primera vez que la veía, al menos así lo creía ella. 

Le costaba caminar, se daba cuenta de que tenía el cuerpo muy entumecido y buscó, encontrando un punto de apoyo perfecto en un palo alargado el cual no dudó en utilizar como bastón. No tardó en fijarse en un hermoso libro encuadernado el cual tomó entre las manos, sentía que era importante, pero no sabía por qué era importante... necesitaba tenerlo con ella.

                                                                                  MATAR
Aquella palabra repetida le hizo alzar la vista del libro, encontrandose con aquella figura de ojos luminosos... 

                                                       Una amenaza, sentía miedo, ansiedad,
                                                               adrenalina... un solo deseo,
                                                                        supervivencia.

Agarró con toda la fuerza que pudo el palo con el que se apoyaba y empujó con este al robot hacia el suelo, inmovilizando gracias al largo del mismo los brazos y el torax bajo este... No sabía como, no sabía por que, solo quería vivir, dejar de escuchar aquella palabra que le sonaba tan amenazante y a la vez tan ajena... ¿Que significado tenía? Le arrancó varios cables, todos los que pudo, hasta que el robot dejó de hablar y moverse, ¿Ya no le haría daño? Esperó unos segundos y cuando estuvo segura tomó de nuevo entre sus manos el libro y usando de apoyo el palo, intentó salir de aquel lugar. 
 

El acto fue rápido y preciso, el robot trató de librarse de tu inmovilización, pero a medida que le quitabas cables y componentes el robot se iba parando hasta que finalmente... se apagó. Aún así, no te detuviste hasta que estabas segura de que no se encendería. De su pecho, ahora solo quedaba la chapa, lo único del robot que parecía intacto, pues su cabeza estaba aboyada y con serios arañazos y sus brazos... con trozos arrancados.

No te diste cuenta hasta que serenaste que el libro se te había caido al lado del robot. Recuerdas hacer el acto de guardarlo en tu ropa, pero sin embargo ahí estaba, caido y abierto por una de las primeras paginas. En es pagina había solo una frase, escrita a mano y de forma rápida y sucia, como si quien la escribió tuviera prisa. Lo peor de todo es que sabías de quien era esa letra. Era tuya.

Mata a los robots si están a punto de cogerte, arrancarles el nucleo, los cables o perforarlo hasta que sus ojos dejen de estar iluminados. Pero no los mates siempre. Busca la forma de ocultarte entre ellos, de ser uno de ellos. Pasar desapercibido te ayudará más que enfrentarte a ellos.

Ahora, había algo que sabías... Ese libro cuya portada ponía Erza, era tuyo. ¿Un diario quizás? No lo sabrías hasta que estuvieras más tranquila, a salvo y con ropa, pues al igual que viste el libro ahora te diste cuenta de porque cayó. No llevabas ropa, te encontrabas completamente desnuda. Eso explicaba el frio. Solo tenías una pequeña pulsera que sabías que era importante para ti, pero no para que.

Si hacías caso al libro, había muchos restos de robots que poder usar para cubrir tu cuerpo, solo necesitabas encontrar los optimos y que no estuvieran demasiado rotos para ver tu piel. Como fuera, tenías que decidir que hacer rápido, pues no parabas de escuchar un poco a lo lejos más pisadas de robots.

La respiración acelerada hacía algo de eco en aquella cueva mientras sus manos arrancaban a un ritmo frenético componentes y cableado de aquel robot, sentía miedo, sentía que no debía dejarlo con " vida" encendido, incluso tras ver como sus ojos se apagaban siguió pues algo en su interior le insistía en dejarlo completamente inoperativo. 

Se secó las gotas de sudor frío que caían por su frente, incorporándose aún arrodillada como estaba alzando la cabeza, dejando que el aire entrara con normalidad en sus pulmones mientras por unos instantes cerraba los ojos antes de volver la vista al suelo y encontrarse de nuevo con el libro, lo tomó entre sus manos abierto como estaba y leyó, podía leer... ¿Que era ese acto? ¿Ese sentimiento? Acarició las letras, eran suyas, lo sabía y también sabía interpretarlas. Su mente le estaba jugando una mala pasada cuando al prestar mayor atención al sonido del entorno escuchó aquellos pasos decidiendo así guardar el libro....
 

                                                         Entendimiento y comprensión del entorno

Estaba desnuda, no llevaba nada encima que la pudiera resguardar de las inclemencias temporales y más importante, debía darse prisa, debía hacerse caso a si misma... La primera acción que realizó tras comprender lo que la rodeaba algo mejor, fue desguazar la placa que hacía de pecho para el robot que acababa de destrozar, debía seguir buscando en sigilo, estaba protegida más o menos en las sombras y ya nada podía delatarla, nada más que su respiración y sus pasos. Empezó a avanzar con cuidado, usando el bastón  y la vara de luz en la misma mano para poder sostener el libro, no se despegaría de el pues era literalmente su vida lo que estaba allí entre tapas de cuero. 
 

Decidiste, pasar por uno de ellos. Según avanzabas mirabas todos los robos inoperativos que había alrededor no olvidando la carcasa del pecho del robot que desguazaste en primer lugar. Los robots de alrededor muchos estaban destrozados e inservibles incluso las placas de metal, pero poco a poco según avanzabas con cuidado en aquella cueva, conseguiste "armarte" con varias piezas que te ocupaba pecho, vientre, piernas y brazos. Aunque los brazos no eran iguales entre si, pensaste que pasarias desapercibida. El izquierdo parecía más un guantelete que un brazo de robot.

Finalmente encontraste una cabeza de robot que se ajustaba al tamaño de tu cabeza y se podía asegurar sin peligro. No obstante, aunque ahora tenías trozos de carcasa de robot por todos lados, habían zonas evidentes donde se mostraba tu piel. Las rodillas, los codos, la cintura, cadera, cuello y hombros. La razón era obvia. La junta entre piezas estaba hecha de una especie de goma sintetica la cuales habías visto totalmente destrozadas. La única solución que encontraste fue, a unos pasos más allá de ti, en un poste, un viejo harapo marron a modo de gabardina. Bien colocado podría hacerte pasar desapercibido completo, y algo en tu cabeza te decía que no era mala idea.

El problema estaba que pocos pasos más allá se encontraba la salida de la "cueva de basura" y alrededor de esta había algunos robots paseandose sin rumbo fijo. Con suerte, no te detectarian, pero un paso en falto y tendrías que rezar para que tu "armadura robotica" funcionara.

Poco a poco iba logrando reunir las piezas necesarias de su disfraz, el plan seguía un curso que de momento le gustaba y aunque se vio algo desesperada al principio por el tema de las partes sintéticas del robot pronto encontró una solución factible y se puso manos a la obra, intentó ir lo más deprisa que pudo y cuando lo tuvo todo listo respiró profundamente...

Pisadas se escuchaban fuera, no podía calcular cuantos eran, pero sabía que debería actuar como ellos o no conseguiría hacer nada por lo que se preparó mentalmente unos segundos antes de decidirse a salir de su escondite. Aún recordaba el modo en el que la empezó a acosar aquel robot destartalado por lo que no le fue demasiado complicado imitar los movimientos que, si bien no a la perfección, emulaban bastante bien los movimientos de estos aunque también ayudaba que las placas de metal fueran rígidas y no aptas para un buen movimiento en humanos. Prefirió no hacer cuentas de cuantos robots había pues sentía que solo se pondría más nerviosa y sobretodo, aguantaba su respiración cuando pasaba cerca de uno.

Al fin con todo colocado, piezas de armadura y gabardina, pudiste respirar tranquila, o al menos eso pensaste pues según avanzabas para ver mejor el lugar. En el suelo solo había un monton de chatarra robotica que al fin dejabas atrás, y por suerte en la gabardina pudiste guardar el libro y colgarte la antorcha de luz y ocultar el palo

Pocos pasos más adelante ya parecía que ibas a salir del monticulo para poder ver todas las vistas del lugar en el que te encontrabas y probablemente recordar algo, pero entonces viste un robot ir en tu dirección. La armadura era un tanto pesada y aún te costaba manejar bien el choque de las juntas, era normal era la primera vez que te ponías una armadura por el estilo ¿No? Aunque lo logico es que andaras más de forma palo, igual ya lo habias hecho antes, por ello, no pudiste evitar chocarte contra el robot.

El robot contra el que te chocaste te miró - COMENZANDO ANALISIS -  Sus ojos empezaron a lanzarte lasers de arriba a abajo poco a poco. Sabías que había algo mal, si empezaba un analisis era por algún extraño detalle ¿Pero cual? Este sería un buen momento para deshacerte de este robot, pero... ¿Cuantos más habría alrededor que pudieran ver la situación? Igual no era buena idea atacar y esperar que te analizara.

Poco a poco lo iba logrando aunque una ligera mueca se dibujó cuando dio cuenta de que le faltaba algo para tapar sus partes visibles...

"Busca... Busca algo.."

Sus ojos pasearon por todo el lugar hasta dar con la solución, no perdía el tiempo y a pesar de estar bastante mal como para correr sin más se apresuró en su paso para llegar y colocárselo lo antes posible. Su disfraz por fin estaba completo y todas sus pertenencias actuales habían terminado escondidas en su pechera y a un lado de su pierna derecha en el caso de la linterna alargada. El palo no lo necesitaría más, era demasiado largo como para esconderlo y las placas metálicas hacían la función de rigidez suficiente como para sostenerla en pie sin dejar que se viera cojeando, ya que le hacía tener movimientos bastantes más robóticos. No perdió mucho más el tiempo y a paso normal o lo que consideraría ella natural para un robot, recordando el que le atacó hacía unos minutos salió a la superficie.

Pasaba al lado de uno, aguantaba la respiración unos segundos, volvía a respirar cuando se alejaba... no sabía lo que detectaban y lo que no, su disfraz podía no ser el mejor, pero su función cumplía y eso la relajó un poco aunque no lo suficiente como para no andar alerta. Al final lo inevitable sucedió y chocó con un robot el cual empezó a escanearla peligrosamente. ¿Que debía hacer? ¿Como actuar?... Si salía corriendo todos irían tras ella, si se quedaba y no funcionaba el disfraz empezaría a atacarla y se vería atrapada... Debía pensar... No, su disfraz no era malo, si aguantaba la respiración a un ritmo lo suficientemente leve y en momento crucial la aguantaba del todo no tenía por que darse cuenta, por si acaso también cerró los ojos, no fuera que por alguna rendija se viera el reflejo de los mismos y esperó su destino, preparandose ya mentalmente para una futura carrera a su salvación.

El robot tras analizarte completamente soltó - ANALISIS CONCLUIDO. NO HUMANO - pero aún seguía mirandote extrañado hasta que al fin volvió a soltar otras palabras - REVISA TU COMPONENTE DE NAVEGACION - y tras ello siguió su camino.

Si, tu disfraz funcionaba, y aunque habías dejado tu único arma atrás, ahora podías pasar desapercibido entre los distintos robots, para poco a poco alcanzar un punto alto de tierra y ver...