Partida Rol por web

Nicky se había quedado mirándoles, a la espera de sus preguntas y veredictos. Se preguntaba cuál de elles hablaría primero y hasta apostó consigo misme a que sería el chico de gafas. Cuando acertó, la sonrisa se acentuó en las comisuras de sus labios. No respondió de inmediato, paladeó su pregunta lentamente, como si quisiera sacarle el jugo antes de hablar, y cuando lo hizo ladeó un poco el rostro y alzó un hombro con gracia. 

—Soy quien debió morir y no quiso hacerlo. Quien ha visto los más profundos abismos y los más altos cielos. Quien puede conseguir paraísos en tierra para sus aliades e infiernos para sus enemigues. Soy une conseguidore. Soy una persona. Soy Nicky —terminó, con sencillez—. ¿Qué respuesta te gusta más? 

Le mantuvo la mirada un instante, mientras esa pregunta flotaba entre los dos, y luego sus ojos se desviaron hacia la mayor de las dos mujeres, aún con esa sonrisa demasiado traviesa para lo angelical de su rostro. 

—Todo tiene un precio —respondió con una risa llena de cascabeles, como si la nueva pregunta le hubiera parecido divertida—. Pero ahora puedo permitirme escoger lo que vendo y a quién se lo vendo. No a cualquiera.

Cuando habló el hombre más mayor creyó ver en sus ojos cierto entendimiento. Le pareció que no solo se miraban, sino que se veían, y esa sensación solo creció al escuchar sus preguntas, de un modo que contrajo ligeramente sus pupilas. El hombre sabía de qué hablaba y eso a Nicky le pareció… estimulante.

—No me suenan —dijo con una pequeña negación de cabeza—. Aunque sospecho que hablas de quienes tienen infinitos nombres, infinitas formas. «Dedos de plata», así lo llamo yo. También «Araña», a veces. Si alguna vez le has visto, sabrás a qué me refiero.

Su atención fue finalmente para Tara, y rio con la suavidad de un suspiro al verla empequeñecer hasta ser diminuta.

—Cosas «mágicas». Me encantaría verlas. Les hades siempre son interesantes. —Asintió cuando le preguntó si estaba liste, confirmando que así era, y cuando la pregunta llegó, la travesura volvió a revolotear en sus labios—. Eso depende. ¿Para comprarlo o para venderlo? Porque si estás interesada, tengo un comprador que pagaría una buena pasta. 

¡Muchas gracias a todos los aspirantes por sus intervenciones! Llegó el momento de la verdad: la elección de los Jueces.

Señores, señora, señorita... ¡Adelante con los votos!

Había llegado el momento de las votaciones y Max se estaba quedando sin caramelos. Había estado interesante y en su interior había un montón de sensaciones que iban y venían.

-Lo siento Señor Ash, a riesgo de que me convierta en cenizas...

En su lugar se iluminó una X enorme. Aquella criatura le había dado mucho miedo y saber que se podía meter en una persona y controlarla no lo tranquilizaba en absoluto, prefería no tenerla cerca.

-Yenni, espero no dejarte "despechá".

Otra X enorme se iluminó en el asiento de Max. No dudaba que podía aportar grandes cosas de las que el grupo carecía, al menos mientras Lana no regresara de lo que estuviera haciendo, pero aquella chica también le daba miedo. Bien, últimamente todo le daba miedo, pero tenía motivos para querer protegerse un poco y Yenni parecía problemática.

-Mateo, espero que cumplas con tu promesa, si es así intentaré ayudarte a librar este mundo de alguno de esos demonios.

En su lugar se iluminó la O de conformidad con el candidato. Confiaba en el chico para deshacerse del jefe de Lana y liberarla así de sus obligaciones.

-Lo siento Señor Percival, no puedo arriesgarme a tenerlo cerca de Lana.

Iluminó la X. Aceptar a ese hombre era como meterle él mismo una bala en la cabeza, mejor perderlo de vista cuanto antes.

-Esto... Lo siento Nicky, no creo que seas lo que necesitamos.

Iluminó otra X. Ya tenía demasiado en su vida con Lana como para tener un segundo corrompido cerca.

Ya estaba mano en alto para darle al pulsador rojo. Sobre todo al rojo porque Aleister iba a votar sin contemplaciones. Pero una vez más el oráculo estaba disparado, tal vez porque tuviera mono de Lana o algo así.

—Joder, creí que el malo iba a ser yo —dijo seguido de una risa sardónica. Acto seguido pulsó con fuerza la X —No me gusta que me amenacen por muy quemado que vengas...

A continuación golpeó de nuevo el pulsador pero esta vez fue el O para indicar que daba un si a la loba —Necesitamos alguien que se desenvuelva en la noche, y algo de músculo...

Además tiene un buen trasero, puñetas.

Se lo pensó a continuación un poco y se acarició con gesto de dolor la espalda. Luego pulsó O y añadió —Iría más tranquilo en busca de demonios con alguien que pueda dar la cara por mi...

Con un gesto de negación pulsó esta vez la X en referencia a Percival –La veteranía es un grado pero creo que para eso ya tenemos a la señora Paxton —dijo con cierto tono irónico.

Se cruzó de brazos. Solo le faltaba evaluar a un aspirante, le joven corrompide. Miró a Max, había escuchado su veredicto acerca de él y decidió pulsar el O. –Siento no estar de acuerdo contigo Max, pero dudo que volvamos a ver libre a tu amiguita...– Sobre todo cuando supo que a quien debía su vida era a Frederik — Nicky nos vendría bien si pretendemos encontrarla...

Una vez finalizado su veredicto se sentó en la silla y colocó los pies sobre la mesa esperando con cierta intriga el final de las votaciones.

Debbie paladeó unos instantes la sensación de tener los focos y las miradas centradas en ella. Estaba más nerviosa que cuando aquel gamberro cultista quiso clavarle un cuchillo.  

—Bueno... —dijo, parecía realmente triste —no todo el mundo puede ganar. Incluso si el premio no es ni más ni menos que unas semanas llenas de peligros enfrentándose a desagradables y muy poco educados señores demoníacos, solo puede ganar uno.

»Me habéis gustado todes —dijo muy orgullosa y los aplausos enlatados resonaron con fuerza.  Paxton tenía un sólido bagaje cristiano pero se consideraba una ancianita muy californiana y muy progresista. ¡Hasta tenía un hada viviendo en el jardín! —, pero antes de desvelar mis votos quiero deciros qué es lo buscaba en vosotro, qué es lo que creo que quiero.

»Se ha hablado de músculo, de violencia, de organizar a la gente para Luchar. De muchas cosas que nos llevarían a escenarios que no nos gustarían a ninguno...o por lo menos no me gustan a mí. Y se que os voy a dejar a muchos fuera, pero creo que si solucionamos los problemas de la ciudad, si sacamos a esos demonios de circulación, vosotros también veréis mejoradas vuestras vidas. Yo solo quiero volver a jugar al bridge y hacer galletas sin preocuparme de monstruos ni asesinos.

»Deseo que quienes nos acompañen puedan darnos más cartas con las que jugar, cartas poco obvias,cartas que amplíen nuestro alcance y nuestro enfoque. Más tréboles, aunque perdamos corazón y renunciemos a las picas.

»Igual me equivoco, tengo muchos años pero eso no me hace infalible, ¡Ya quisiera!. Así que es bien posible que necesitemos esa violencia en algún momento, porque ellos, los demonios, la usarán, y entonces me sentiré la vieja más tonta del mundo. Suspiró acartonada y bebió temblorosamente un poco de agua

Luego dijo los nombre de cada uno, sin ceremonia ni comentarios, simplemente buscando a los participantes entre el público como quien pasa lista y pulsó los botones uno tras otro.

Ash, Yennifer, Mateo, Percival, Nicky 

¡Las votaciones han concluido! El quinto integrante de "Paxton y sus singulares amigos" es....

Xxxx

-Aplausos de un público invisible-

Ash, Yeni, Percival, y xxx.... Formarán el nuevo grupo dentro de esta partida. ¿Aliados o rivales? ¿Compañeros o antagonistas? ¡Lo veremos muy pronto!

Sean todos bienvenidos, una vez más, a los Ángeles en Sombras.

Mientras los otros jueces votaban Tara volvió con otra nube de humo y purpurina a su forma "humana". Se entretuvo robando unos caramelillos al oráculo mientras andaban despistados y poniéndose algunos en la boca, comenzó a masticarlos de forma tal vez un poco molesta para algunos.  Crac, crac, crac... Miraba así, de brazos cruzados sin perder detalle a los participantes a través de sus gafas oscuras. Para qué negar, que de algunos perdía menos detalle que de otros.

Cuando llegó el turno de Debbie aplaudió, claro, a parte de una ancianita adorable y mejor cocinera de galletas del mundo, era la mejor vecina que había tenido en años. Si se podía llamar vecina a la señora a la que le ocupabas el jardín, claro.

Le llegó el turno. Crec, crec, crec...

— Buah colega, qué difícil... —Abrió la libretita, repasando sus notas, o haciéndose la interesante.— Veamos... Diez bolsitas de polv... ¡Ay calla! Jijiji que me fui a la lista de la compra —se disculpó con una risita y cambió la hoja—. ¡Fantasma chungo! Primo, me ha flipao tu actuación, muy guapos los efectos, pero me das mal rollo que flipas, next. Ay no espera que eso es otro programa...

MEEEEC. La X para el pobre fantasma perturbado. 

— ¡Jenni prima! Un poco joven eres... Pero nos hace falta calle, pa' qué mentir.

CHAN. Estrellita para la reina del baile lupino.

— ¡Perciiii! Oye muy bien tu negocio, mola el rollito iglesia new age. Aunque a mi no me va mucho y creo que un entrenamiento sin músculo... Uff. Lo siento colega.

MEEEC. Pobre señor de la santa iglesia de los desgraciaos.

— Y hablando de milagros y músculos... —Cejitas, cejitas.— ¡Jesús! —No hacía falta que dijese mucho, pero por si acaso.— Bueno, yo creo que sí nos hacen falta, que aquí somos un tolai, dos viejos y una damisela en apuros... Jijijiji.

CHAN. Ay dios.

— ¿Ya hemos acabao? ¡Ah no! Que me queda la prime... A ver... Tampoco nos vendría mal que nos cayera del cielo alguien que pueda conseguir de todo. Tú ya me entiendes.

Le guiñó un ojito. ¡CHAN! Y aquí acabaron sus votos.

¡Las votaciones han concluido! El quinto integrante de "Paxton y sus singulares amigos" es....

¡Nicky!

-Aplausos de un público invisible-

Ash, Yeni, Mateo, Percival... Formarán el nuevo grupo dentro de esta partida. ¿Aliados o rivales? ¿Compañeros o antagonistas? ¡Lo veremos muy pronto!

Sean todos bienvenidos, una vez más, a

Los Ángeles en Sombras.

Bonus track: tras el escenario, durante la "pelea" de Aleister y Mateo.

Yenni se asomó desde un costado y al ver aquel espectáculo solo se limitó a rolar los ojos y pensar: "Ya era raro que los tíos no se midieran el pito de alguna manera, buff. Típico". Estuvo, en cambio, muy de acuerdo con la señora, "La abuelita tiene razón, ¡Jum!".