En el momento en que Maximus tomaba el amuleto que Lana le entregaba, sus ojos se tornaron blancos por un momento, y el piso de Lana desapareció.
Maximus vio una habitación en penumbras, iluminado por algunas velas aquí y allí. En el suelo habían símbolos difíciles de interpretar, formando un patrón circular. En el centro se encontraba Sway, que se aferraba al colgante en su cuello. -¡Max!- Gritó la joven, antes que la hoja curva de un cuchillo ceremonial atravesara su cuello desde la nuca. El cuerpo de Sway cayó sin vida sobre el círculo, mientras Maximus pudo ver que quien sostenía la hoja ensangrentada era la figura demoníaca de Lana. La sangre comenzó a cubrir los símbolos del círculo. La mano de Sway se abrió, en su mano reposaba el colgante con un colmillo...
Y de nuevo estaba en el apartamento, con Lana frente a él. Por su parte, Lana sabía que Maximus acababa de tener algún tipo de visión o quizás alguna lectura sobre el objeto que había tomado. ¿Qué habría visto?
Al ser un Momento de Intimidad, tenemos:
-Maximus, debes darle una de tus deudas a Lana. Sin embargo, te ofrezco otra opción para que no pierdas las Deudas que te quedan: en vez de entregar una deuda a Lana, puedes aceptar deberle una Deuda al jefe de Lana, Frederick. Es tu decisión.
-Por otro lado, tienes una visión clara del futuro respecto a Lana. Recuerda que puedes marcarte corrupción hasta 3 veces para hacer preguntas sobre la visión, te marcas una vez por cada pregunta.
¿Qué hacen?
—Las vendas quedarán en el mismo lugar luego...
Aunque por el tono de la corrompida, se dio a entender en demasía que no es garantía esto de que estén en medio de aquella noche que se prestaba para tener un instante de intimidad, de conexión. No obstante cuando Maxi habló de Joseph, su mirada se ensombreció al completo ya que siempre era un tema demasiado delicado para ella, un puñal en el corazón que jamás podía sacarse hasta hallarlo.
—Ese es el trato, me lo devuelves cuando lo encontremos entonces y... —se interrumpió de repente su frase—. ¿Max?
Y quizás el hecho de tocar aquel colgante le permitió tener una visión sobre su hermano, algo que Lana vio como una perfecta oportunidad. Así que lo cogió de las manos y esperó paciente a que termine aquello, llena de incertidumbre, de dudas y con el corazón en vilo.
Maximus abrió los ojos y volvió a estar en el apartamento de Lana, un escalofrío recorrió su cuerpo y se puso pálido, no tanto como ella claro. Se llevó una mano a la cabeza como si quisiera sujetarla de un peso imposible mientras la corrompida parecía preocuparse por él.
-Si... yo... -Sentía sudores fríos y una necesidad imperiosa.- Perdón Lana. ¿Tienes algo dulce? -Miró con cierta desesperación hacia la cocina.- Cualquier cosa: azúcar, galletas, cereales, chocolate... -Siempre le pasaba igual después de cada visión, debía de empezar a salir de casa siempre con caramelos en los bolsillos o algo que pudiera llevar encima. Intentó tranquilizarse y organizar sus ideas para explicarle a Lana lo que había visto.- Acabo de... de tener una visión.
¡Joder! ¡Y menuda visión!
¿Es que no podía tener visiones felices? Debería haber alguna rama de oráculos que se especializara en eso, él estudiaría con gusto para ello. Había sido horrible, como todas las visiones era como si lo estuviera viviendo, cien por cien real, aunque ahora sabía que tan solo había sido una de sus muchas percepciones del futuro, lo único bueno, algo que le había enseñado su abuelo, es que todas las visiones podían cambiarse o evitarse, claro que había que saber como y eso era lo complicado. A veces hacer algo para evitar la visión era justamente lo que la terminaba provocando. Se dio cuenta que llevaba unos segundos incómodos en silencio perdido en sus pensamientos y que Lana estaría preocupada.
-Ha debido ser el colgante. -Dijo mirando el regalo de Lana, protagonista también de su visión.- Ufffff. -Maximus suspiró algo agobiado, quería decírselo a Lana, debía advertirle, pero por otro lado le incomodaba contarle lo que había visto. En todo caso era Lana, no podía tener secretos con ella.- Ha sido... raro. ¡Horrible! Estaba la chica de esta tarde, Sway, la otra oráculo y había unos símbolos extraños en el suelo y ella estaba en el centro y me llamaba, pero entonces alguien le cortaba el cuello con un cuchillo y la sangre empezaba a cubrir los símbolos como en esas películas de terror sobre sacrificios y rituales y al morir en una de sus manos llevaba mi colgante. -Maximus señaló al colgante de diente de tigre que le acababa de dar a Lana. Y entonces se preparó para decir lo más delicado de todo y miró a su chica con un poco de angustia.- Lana, eras tu la que la mataba, bueno, no tu, tu otra forma. -Tenía el corazón a mil, necesitaba un poco de azúcar y quitarse aquella visión de la cabeza y también necesitaba decirle a Lana que ella no era una asesina, que eso no había pasado, al menos todavía. Maximus intentó abrazarla.- Pero ya sabes que mis visiones no siempre se cumplen, solo son... como advertencias de lo que puede pasar. Por ejemplo ahora el colgante lo tienes tu, no ella y no creo que quieras dárselo, quizás con eso hayamos cambiado el futuro...
Hablaba muy rápido, nervioso, intentando poner excusas y dar soluciones que arreglaran la visión que acababa de tener. ¿Porqué Lana iba a asesinar a Sway de aquella forma? Había muchas cosas que no tenían sentido.
En cuanto a la deuda...
Maximus odia a Frederick, así que si le debiera algo sería por obligación, probablemente algún chantaje o extorsión que le hiciera con Lana.
Pero tampoco tengo problema de dar alguna deuda a Lana. ¿Sigo teniendo deudas? Pensé que ya las había gastado todas XD.
Maximus, te queda aún la Deuda de Debbie, y dos Deudas de Lana. Al asumir Deudas para Frederick, por otro lado, serían en beneficio de Lana, puesto que si Frederick se cobrase esta Deuda y no lo haces tú, Lana tendría que hacerlas...
¿Harás alguna pregunta respecto a la visión?
No haré más preguntas señoría.
No lo entiendo!!! jajajajaja. Si le debo al jefe de Lana una deuda, me la cobra pero yo no la hago y la hace Lana... ¡Entonces no va en su beneficio porque la que curra es ella! A no ser que al hacerlo ella la deuda pase de Frederick a Lana... Entonces si tiene sentido.
El silencio se hizo ensordecer para la mente de la corrompida cuando intentó estar al tanto de lo que estaba viendo Maximus. Por esa razón es que rápidamente en cuanto el chico le pidió algo dulce, se levantó del sillón y buscó un frasco con galletas dulces que solía tener cuando le daba hambre.
Al entregarlas, simplemente se mantuvo cerca y le ofreció una, incluso un poco de agua también que fue a buscar para darle.
—Cuéntame.
Y sucedió todo, comenzó a contar lo que vio y le sorprendió en demasía, quizás porque Lana no se imaginaba asesinar al oráculo a no ser que Frederick se lo pida y esto debería ser por algo muy delicado, crítico. Tampoco se mataba a cualquier persona todos los días, esto sería una verdadera masacre. Por ello al notar y sentir la preocupación de Máximus, se dejó abrazar por él mientras negaba con la cabeza.
—Siempre creí que somos dueños de nuestro destino. Aún así, intentaré que no suceda. No entiendo el contexto sabes... No es que voy cortando cuellos y haciendo círculos de poder por dónde voy—dijo preocupada—. Lo tomaremos como una advertencia... ¿Confías en mí Maxi?
Aquella pregunta era muy directa.
—No quiero hacer daño, pese a todo lo que hice no es algo que me guste hacer. Lo siento...
-Gracias. -Dijo cogiendo las galletas y metiéndose una en la boca de inmediato. Se tomo una pequeña pausa sin hablar para no escupir migas a la corrompida y comió varias galletas más, poco a poco se fue sintiendo mejor.- Lo necesitaba.
No le gustaba tener que decirle esas cosas a la gente, por lo general en sus visiones no solía percibir lo que querían ver y mucho menos le había gustado decirle aquello a Lana, aunque sabía que ella era fuerte, en cualquier caso por nada del mundo deseaba que pensara que aquello había cambiado algo.
-Y lo somos Lana, ya sabes que mis visiones no siempre se cumplen, como dices son más como una advertencia de lo que podría pasar. Y ya se que no haces esas cosas y que lo que tienes que hacer es obligada por Frederick. ¿Que si confío en ti? Te confiaría mi vida. -Maximus sonrió con cierta amargura por la situación, no quería que Lana estuviera así, alzó una mano para acariciarle suavemente una mejilla.- Eh... no lo sientas, no has hecho nada. La visión... podría significar cualquier cosa, quizás el grupo de Sway la estaba obligando a hacer algo horrible y tuviste que detenerla o... Podrían ser mil cosas Lana. Sea lo que sea pasaremos por ello juntos.
Aún siguió muy pendiente del estado que presentaba Maxi, ella siempre estaría para él pese a las visiones que de alguna manera revelaron algo indeseado, sólo para recordar que no dejaba jamás de ser una corrompida. Alguien capaz de quitar la vida a una persona sin importar el motivo, siendo algo que sin dudas era imposible escapar hasta hallar a su hermano. Pero sentía en su corazón el dolor por ello, el golpe duro de la realidad y sus consecuencias.
—Maxi...—dijo apenada de verdad y sintió la caricia del Oráculo en su mejilla—. Y yo mi vida, totalmente. Desconozco el motivo pero ambos sabemos que puede ser cualquier cosa, es decir... Depende de la situación, las ocurrencias de Frederick o simplemente porque deba protegerte o salvarte de algo. Es tan relativa la causa, que no deja de inquietarme.
Lo confesó con su mirada perpetua a los ojos de Maximus y dada la cercanía, se acurrucó entre los brazos de aquel chico para sentir su calor y pasar esto de una forma más llevadera para los dos. No quiso que cambie nada, y esperaba en su corazón que esta visión no lo haga tampoco.
—Es nuestro momento, no pensemos en ello y cuando debamos afrontarlo. Será juntos. ¿Sí?
Luego de aquella promesa que dejó flotando en el aire, lo miró a los ojos sonriendo apenas sin pensar en lo que tocará más adelante. Sólo el destino lo sabe.
Asintió ante las palabras de Lana y notó la preocupación en su rostro, ninguno sabía las circunstancias de aquella visión o si se iba a llegar a producir, tan solo hacer conjeturas pero eso podía volverlos locos y no llevarlos a ningún sitio. La recibió entre sus brazos y disfrutó de su cercanía guardando silencio por un momento.
-Lo se, se que nunca me harías daño, ni a mi ni a nadie que no te ordene tu jefe. -La situación con Frederick lo complicaba y Maximus sabía que Lana a veces tenía que hacer cosas que no le gustaban por él, pero estaba convencido que eso cambiaría pronto, encontrarían a su hermano y entonces sería libre.- Se que siempre estarás ahí para protegerme. -Esperaba que no tuviera que hacerlo, pero parecía que las cosas se estaban complicando últimamente.- Y yo estaré siempre ahí para ti, para ayudarte. Juntos somos más fuertes.
La apretó suavemente entre sus brazos, quizás allí fuera en el mundo ella fuera la que tuviera que protegerlo a él pero en aquellos instantes Maximus quería que se sintiera querida y protegida, al menos no les podían quitar eso.
—Sabes que mi situación es delicada, pero no atentaría contra lo que quiero.
Aquella era su respuesta mientras estaba entre los brazos del Oráculo, incluso asintió conforme cuando mencionó lo de protegerlo ya que era un hecho que lo haría, incluso con su vida de por medio si debía pagar un precio. Pocas cosas ataban a Lana a su humanidad, una de ellas siempre fue su hermano y la otra, Maximus.
—Lo somos, si—dijo sonriendo apenas—. Juntos.
Y se quedó allí entre esos brazos que ahora le dan calor, bienestar y paz. El mundo podría venirse abajo realmente y eso ahora no importó, sólo la cercanía y el disfrutar de este momento, era lo único que le quedaba. Mañana ya sería otro día, tendría que hacer mil cosas y volver a ponerse esa máscara que por momentos odiaba tanto. Aunque no estaba sola en esto y el Oráculo estaba a su lado.
—Gracias por aceptarme... Por estar.
-Ya lo se Lana pero vamos a conseguir que te libres de tu jefe, prometido. Sabes que he visto que te encontrabas con tu hermano así que estamos cada vez más cerca.
Bueno, sus visiones podían no cumplirse y tampoco especificaban cuanto tiempo faltaba para que se cumplieran en caso de hacerlo, aunque quería mantenerse positivo y animar a su chica. Sonrió cuando ella estuvo de acuerdo con su afirmación y de verdad creía en ello, combinando sus habilidades seguro que las cosas mejorarían. Sintió el calor de Lana entre sus brazos y disfrutó de ese momento de intimidad juntos, también de la tranquilidad y de estar allí con ella y no solo en su apartamento.
-No hace falta que me agradezcas nada, soy yo el que tiene que darte las gracias por dejarme quedar aquí esta noche, prepararme la cena, darme galletas, cuidarme... Y hablando de la cena ¿Seguro que no quieres más? Entonces te ayudo a recoger. ¿Mañana tienes que levantarte muy temprano?
Había dicho que iría a ver a su jefe, no le hacía gracia pero si se trataba de proteger a Debbie pensó que no podía ser tan malo y no tenía ni idea de los horarios de los jefes demonios ¿Trasnochaban? ¿Madrugaban? ¿Dormían acaso? No quería que si Lana tenía que levantarse temprano fuera sin descansar suficiente.
—Gracias por ello, en serio. Tengo fe de que esto terminará pronto.
No lo dudó en ningún momento porque tenía la certeza de que en algún momento la verdad llegaría a sus manos sin importar como sea. Por ello es que aún entre los brazos del Oráculo, sonrió con ese hálito de esperanza que aún no moría en ella y que de alguna manera la llevó a convertirse en lo que era ahora. Después cuando continúo hablando Maximus, ella asintió entre risas.
—Te mereces esto y más. Recogemos todo, luego tú conmigo...—dijo al incorporarse luego de besar sus labios dulcemente—. La noche no termina para nosotros, me portaré un poco bien y no te preocupes, no madrugo.
Le guiñó un ojo y dejó la invitación allí latente, está claro que le daría una bonita noche al moreno pese a que estaba herido. Cuidaría de él, siempre.
Les doy hasta mañana para ir cerrando esta escena, a menos que haya algo más que quieran conversar. De allí abriré escena para Lana para ir a verse con Frederick. ¿Maximus, qué harás tú?
Maximus, la opción que te ofrezco para las deudas es para evitar que te quedes sin Deudas que te deban. A modo Narrativo lo interpretamos del siguiente modo: que Maximus considere deberle Deudas a Frederick para que éste no se las imponga a Lana, como medida para que Lana no tenga que corromperse más.
Sin embargo, si prefieres no aceptarla, te descontaré entonces la Deuda que tienes con Debbie. ¿Te parece?
-Es un placer ayudarte. ¿Para eso están los amigos no? ¿Quien me está cuidando porque un loco se puso a disparar en plena calle? Pues no hay más que hablar, juntos resolveremos esto.
Siguieron un poquito más allí acurrucados en el sofá uno junto al otro, abrazados y compartiendo unos momentos encantadores hasta que llegó la hora de levantarse, claro que con un dulce beso de Lana costaba menos esfuerzo, eso y la insinuación de lo que vendría a continuación. Maximus se levantó intentando apoyar el máximus peso posible en su pierna buena, debía tener cuidado o acabaría cargándola demasiado.
-Creo que debería hacerme con una muleta o un bastón. ¿Un bastón me dará aspecto de viejo o de chico elegante? ¿Qué opinas? -Se la quedó mirando hasta saber su respuesta y después dijo algo sobre la propuesta que le había hecho.- Te ayudo a recoger todo esto y luego yo contigo... Bueno, soy tu invitado, sería de mala educación no seguir tus tradiciones, tu casa, tus reglas. -Dijo en broma como si fuera a hacer algo por educación o compromiso cuando en realidad estaba deseándolo tanto o más que ella.- Creo que me gusta ese plan. -Cogió los dos platos y con cuidado de no tirar nada fue dando pequeños pasitos desequilibrados hacia la cocina.- En serio, me tienes que contar como consigues tener todo esto tan organizado, mi apartamento está hecho un desastre.
Pues no se que haré XD. Supongo que ir a buscar un bastón o una muleta que a clase no me apetece ir, seguro que Debbie o Aleister tienen alguno de sobra jijijijiji. Y hablando más en serio... Pues iré a ver a mi abuelo en algún momento para contarle lo que pasó y sobre todo lo de Sway y los Renegados (Claro que eso era por la tarde porque por la mañana van Debbie y Aleister ¿No?) En ese caso pensaré otra cosa si necesito hacer algo por la mañana, si no me quedo durmiendo hasta tarde y le preparo algo rico a Lana cuando vuelva de ver a su jefe.
Y hablando de Frederick... La verdad es que Maximus haría eso, pactaría hasta con el diablo (literalmente XD) para ayudar a Lana.
—Eres muy tierno más, te comería entero...—dijo en un torno tierno, aunque aclaró—. En el buen sentido.
Luego de haber estado acurrucados entre besos un poco más, Lana notó que a Maxi le costaba andar y no dudó en acercarse para ayudarlo. Si bien era poco lo que había que juntar, no quería que haga un esfuerzo extra —ahora— para que no padezca más dolor.
Ante el comentario del bastón no pudo evitar el reír.
—Uno sexy, al menos para mí.
Se notaba que a la corrompida le atraía en demasía el oráculo quizás por su personalidad y ese humor que de alguna manera le ayudaba a enfrentar el infierno de vida que tenía. Era su cable a tierra, sin dudas. De igual manera Maxi ayudó con los platos y terminó recogiendo con ella, así que lo dejó hacer mientras lavaba y ponía a secar. Poco habían ensuciado.
—Gracias por la ayuda, ahora nos toca ir a mi habitación—dijo al regalarle una caricia en la mejilla y ya ayudando a que la acompañe, respondió a lo otro—. Hm, no es complicado o quizás ya es costumbre para mí. Podrías venirte a vivir conmigo, así te cuido.
Le dejó la propuesta caer y pasito a paso subieron las escaleras a la habitación. Aquel lugar era bonito, en el tono de Lana con su toque rústico pero femenino. Más allá de que todo siempre prolijamente ordenado y más allá de un armario, estaba la cama más un baño pequeño que bonito con su tina.
—Max... ¿Cómo te sientes? —lo invitó a qué tome asiento en la cama—. Eres hermoso así, no cambies nunca.
No pudo evitar decir aquello mientras se acercó para besar dulcemente sus labios, entre pequeños roces húmedos mientras su mano acariciaba el cuello con suavidad.
Puessss, no tenemos mucho más. Lo evidente que arreglamos. :P
Maximus no pudo evitar reírse a carcajada limpia, no porque las palabras de Lana no hubiera sido muy tiernas, si no por la aclaración posterior.
-Jajajajajaja. Entonces me lo tomaré como un cumplido y no saldré corriendo. -Señaló a su pierna herida.- No es que fuera a ir muy lejos, la verdad. -A veces le resultaba extraño que una chica tan especial como Lana lo tratara así de bien, quizás era para compensar su karma de todas las tragedias que se veía obligado a contemplar en sus visiones.- Tu que me miras con buenos ojos Lana. -Entonces de repente se quedó quieto mirándola algo serio.- ¡Espera! ¿No necesitarás unas gafas, verdad? -Hizo el gesto como de quitarse las suyas para dárselas y luego rió finalmente.- Yo te veo sexy con gafas o sin ellas. Bueno, es mentira, sin gafas simplemente no te veo, eres un borrón, pero un borrón sexy y eso es difícil de conseguir, te lo aseguro.
Ayudó en la medida de lo posible a recoger todo aunque con aquella cojera se sentía un poco inutil, por mucho que Lana se empeñara en intentar hacerlo sentir mejor y ciertamente lo conseguía en cierto punto. La propuesta de la chica le pilló totalmente por sorpresa, la miró sin saber bien qué decir.
-Espera, espera, espera. ¿No crees que vas un poco deprisa? Además no soy de esos tipos fáciles. ¿Porqué iba a mudarme a un piso tan chulo como este y con una chica de ensueño? ¿Crees que estoy loco o qué? -Bueno, si había algún loco en aquella sala debía ser Lana. ¿Se lo estaba diciendo en serio? Parecía que si.- ¿A la habitación? ¿Ahora? ¿Puedes darme un momento? -Hizo como que se daba la vuelta.- Solo voy a por mis cosas al piso, estoy de vuelta enseguida, antes de que cambies de opinión.
Tras la broma acompañó a Lana a su habitación, no desentonaba con el resto de la casa y demostraba muy buen gusto.
-Pues muy bien. ¿Como quieres que me sienta? El señor King me va a matar, pero casi estoy por buscar al que disparó y darle las gracias. -Se besó con Lana y juguetearon un poco con sus labios, Maximus acarició la cara de ella sintiendo su suave piel, su contacto le encendía.- Gracias por todo lo que estás haciendo, en serio, eres lo mejor que me ha pasado nunca.
No pudo evitar el unirse a reír a carcajadas también, es que la personalidad del Oráculo sin dudas era un aporte muy positivo para ella y le daba esa dosis de normalidad que de alguna manera necesitaba para seguir en esta búsqueda inevitable de su hermano.
—Oh, préstame las gafas. Déjame ser tu un minuto.
Y no lo evitó, quería bromear, reírse, compartir instantes que le den luz a su corazón. Por ello es que no dudó en medio de la conversación colocarse los lentes de Maxi y hacer alguna que otra tontería para que se divierta más. Luego se los devolvió porque está al tanto de que ahora mismo la estaría viendo muy borrosa.
—Ya está, prefiero no usarlas—dijo y le sacó la lengua, luego respondió a lo otro—. Acepta o no, depende de ti. Yo vivo sola, no creo que lo pasemos mal y puedo cuidarte.
Era una realidad, como estaban estos tiempos ya hoy un disparo en la pierna. ¿Mañana que será? Luego ya cuando fueron a la habitación, otra melodiosa carcajada surgió de sus labios cuando comentó sobre el hecho de agradecer al que le disparó y sí, lo va a matar aquel viejo maldito. Pero es probable que a ella le tire la bronca.
—Nada que agradecer, Maxi. En serio—comentó entre besos y caricias—. Hay que vivir el instante y ser feliz, aunque sea unos minutos porque después nunca se sabe.
Sus manos delicadas en la forma humana se deslizaron por su cuello desde una suavidad muy tierna mientras el intercambio de besos no contaba en el tiempo, solo en la calidad, en las sensaciones y el sentir mismo del corazón. Era un momento para aferrarse a lo lindo, ya tocará lo otro.
Por desgracia Maximus solo pudo intuir como le quedaban las gafas a su chica porque apenas veía la forma y adivinaba algunos rasgos, pero seguramente estaba guapísima como siempre. Se rió con buen humor aprovechando que ambos estaban en tan buena sintonía y después se puso un poco más serio hablando del tema de irse a vivir juntos.
-Ya sabes que me encantaría, solo espero que no te canses de mi. Si quieres podemos probar, yo tengo pagado el alquiler todo el mes así que si no me quieres aquí me puedes pegar una patada en el culo y me voy de vuelta. Pero no me la pegues muy fuerte jajaja.
Eso era algo muy serio y ciertamente le hacía mucha ilusión, aunque también estaba un poco azorado por la responsabilidad de que saliera bien y no cagarla con Lana, así que haría todo lo posible porque funcionara.
-Y yo también quiero cuidar de ti, pero no porque te disparen o cosas así, procuremos apartarnos de ese tipo de cosas de aquí en adelante. Me refiero a darte un masaje, prepararte un baño de sales, hacerte el desayuno... Como dices después nunca se sabe, así que debemos disfrutar al máximo o como decimos en mi familia, al maximus jajajaja.
Entre risas, caricias y besos iban poco a poco conectando cada vez más.
Y cerramos con fundido a negro.
Voy abriéndoles las escenas aparte.