Invisible a los ojos del resto, Aleister no encontró interrupción en su camino, ajeno a lo que ocurría con el resto de sus conocidos. En poco tiempo había dejado atrás la multitud, junto con los gritos y el sonido de los disparos. ¿Qué leería mañana en la prensa? ¿O incluso, esa misma noche en las múltiples redes sociales? ¿Cuanto de lo que leería sería verdad, cuanto sería la mascarada que pondrían para no revelar lo que había ocurrido esta noche?
Las preguntas podrían esperar, pues no tardó en ubicar a Julie esperando donde le había indicado. Incluso a lo lejos se le veía ansiosa y nerviosa, sacando una cajetilla de cigarrillos y encendiéndose uno, sin percatarse de la cercanía de su padre.
Aleister: ¿Qué tiene tan nerviosa a Julie? ¿Con que nombre llama ella a su padre?
¿Qué haces?
Corrió lo más que pudo hasta que consiguió verla. Afortunadamente allí no llegarían los disparos. Pero eso ella ni siquiera lo sabía. Sentía como las sombras empezaban a desvanecerse lentamente a su alrededor así que con un tirón de su bastón las arrancó como si saliera detrás de una cortina. Por supuesto no lo hizo delante de ella sino a su espalda.
Aprovechó la sorpresa para arrebatar el cigarrillo de la boca -¡Vamos, esto te matará... igual que otras cosas! -Su tono era severo pero una media sonrisa se dibujaba en su cara. En realidad estaba contento de tener noticias de ella después de ¿cinco? ¿seis meses? -A ver repíteme eso de tu novio Elvis... No se sabía el nombre y le importaba una mierda por más que le jodiera a ella. -Había mucho ruido alrededor y apenas podía escucharte- Le apoyó ligeramente la mano sobre el hombro y le inspeccionó la cara para ver si tenía rastro de violencia. Estaba expectante por su reacción. Tenía que estar jodida realmente si lo había llamado ella a él... ¡Dos veces! Estas realmente jodida. Solo esperaba oír su forma de llamarlo. Si le llamaba papá puede que hasta le acariciara la cabeza. No esperaba en absoluto que le llamara King Kong que era el apelativo que usaba cuando aún bromeaba con él. Quizás simplemente Anthony... puede que serpiente venenosa o majadero.
-Y te invito a que nos alejemos de aquí... ¿Sabes que un loco ha pegado un tiro desde una azotea? Y por supuesto no tengo la más mínima intención de que te vea Stephanie.
-¡Joder!- La chica, de por si ya alterada, pegó un salto al ver que no estaba sola. Cualquier otro insulto o respuesta cortante murió cuando reconoció a su padre. -¿No puedes acercarte como la gente normal?- Bufó, pero al momento siguiente se abrazó a él. -Hola papá.-
Fue un abrazo momentáneo, pues ya de nuevo tomaba algo de distancia, mirando por encima de su hombro, dejándose arrastrar lejos. -Nick. Se llama Nick.- Repitió una vez más. -Se ha enfadado conmigo porque me ha salido una oportunidad de puta madre aquí en Los Ángeles y él no quiere venirse. Dice que con lo que hace él en Las Vegas es suficiente, y amenazó con el divorcio si me venía, pero ¡No todos los días te ofrecen entrar en el casting para el papel de Titania para una película!- Dijo, mezclando parte del cabreo que llevaba con evidente emoción. -Así que me vine sin decirle nada, pero claro, me he quedado sin pasta y no tengo donde quedarme...-
Aleister: La filmación de Sueño de una Noche de Verano es un secreto a voces, ¿quién te habló de esta producción?
-Define el término de persona normal... -Dijo Aleister con media sonrisa antes de sentir el abrazo de su hija y pasar sus manos por la cabeza. Demasiado tiempo sin verte y no hice nada por evitarlo. Gracias. Aunque ninguno de los dos se iba a pasar la tarde allí abrazados y ella se veía con bastante prisa.
No obstante el tampoco perdió el tiempo en retenerla allí y buscaba el sitio más indicado al que dirigirse mientras la escuchaba. No necesito saber su nombre. Le lanzó una mirada intensa como para tratar de decírselo sin palabras. La escuchó hablar hasta mencionar la película. Joder, la puta película. Se frenó en seco. -¿Vas a participar en ese casting?- No, ni se te ocurra. bueno, si eso te hace volver a Los Ángeles... -Volvió a ponerse severo -¿Y por qué no me llamaste antes? Porque eres mi hija, que me vas a contar...
Viene al casting de la jodida peliculita. En la productora de Aleister era Vox Populi todo lo que se cocía en el mundo del cine y la televisión. De esa forma se había enterado del estreno de Stephanie y de igual manera había oído de la superproducción del año. El sueño de una noche de verano iba a ser precisamente eso, el sueño de muchos actores y actrices por encarnar la obra universal de Shakespeare. Y Julie como hija de Aleister que era, pensaba que ella no podía faltar allí. En cuestión de segundos el mago sopesó la información y asintió con la cabeza -De acuerdo. A ver. Vamos a mi estudio, allí podrás quedarte pero déjame un instante para llamar a alguien...
Tomo el teléfono y marcó el número de Tara. Si su hija tenía que ir a un casting a rebosar de seres feéricos, el hadita era la más indicada para acompañarla y le debía una...
También, de paso, preguntaría como estaban...
Si le vale a Tara para responder a la pregunta... ;)
Ya Julie hacía señas intentando parar un coche mientras Aleister atendía el teléfono. Para cuando la llamada terminó, un coche se había detenido frente a ellos. La chica llevaba sólo una maleta de ruedas que subió a la parte de atrás del taxi, y abordó el mismo en el asiento trasero.
-Hacia los Estudios Paramount.- Le dijo la chica al taxista, mirando de reojo a su padre. -¿Estás seguro que quieres que me quede allí?- Parecía sorprendida, y al mismo tiempo desconfiada, pero a caballo regalado no se le mira el colmillo.
Aleister: ¿Qué ocurrió la última vez que Julie estuvo en tu estudio?
En cuanto cerró la puerta Aleister miró de reojo a la niña. Joder la quería ver como una niña pero era toda una mujer y eso lo hacía a él... -¿Tenemos otra opción? Además que tú ya no eres aquella... -Qué no pasó aquella vez. Era la primera vez que Aleister se encontraba con ella cuando su madre ya no fue capaz de contener por más tiempo que el mago loco de la tele era su padre. Allí delante de la puerta con los brazos en jarras, con un mal humor que levantaba nubes de humo en el descansillo de la escalera. Y es que la niña práctica no tenía pero aptitudes para la magia, todas las del mundo, si quisiera. Además que su madre era una bruja, en cualquiera de las acepciones de la expresión.
En ese momento fue cuando Aleister descubrió que su santuario atraía seres de otros planos, por eso había aparecido Morti por allí, y Morti era el menor de sus problemas, igual fue... no quería pensar en eso pero quizás el enfado de la niña había en cierto modo creado un maleficio para su santuario y había puesto un marcador de Google Maps en el otro plano para seres en trayecto.
Fuera por lo que fuera no culparía a su hija por algo que era verdad, se limitó a proteger el santuario con defensas mágicas, entre ellas el totem de Shango que le vendió Maxi, mira por donde extraerle la bala va a ser la forma de vencer el último plazo de mi deuda con el oráculo.
Después de mirar mucho por la ventanilla reflexionando sobre esto y sobre que Lana se había quedado sola buscando a la señora Paxton, se volvió hacia su hija -Julie, sabes que de alguna forma yo quiero lo mejor para ti y eso no es Nick ¿vale? Así que he llamado a alguien muy adecuado para acompañarnos al casting de la película. Porque yo voy a ir también ¿Quién sabe si alguien de los del casting ha trabajado en mi productora?
Julie parecía estar perdida en las mismas ideas que su padre, pues su ceño se frunció por unos momentos en los cuales pareció de nuevo aquella chica con una mirada intensa y furibunda hacía varios años. -No lo sé, podrías darme dinero para quedarme en un cuarto por unas semanas...- Pero enseguida pareció avergonzada a la vez que agradecida. -Está bien, está bien. Gracias papá.- Dijo, con una pequeña sonrisa.
Sin embargo no pareció muy alegre a la segunda parte. -Anthony, por favor.- Bufó. -Suficiente tengo con estar usando tu apellido de celebridad. No quiero ser la chica que triunfó en Hollywood porque su papi famoso le consiguió lo que quería.- Le lanzó una mirada casi exasperada. -Tú tampoco crees que puedo hacerlo, ¿no? Tampoco crees que tengo talento, que puedo ser una gran actriz.- Los ojos de la chica comenzaron a humedecerse de enojo y frustración.
Aleister: Parece que Julie no se va a dejar convencer tan facilmente de aceptar tu ayuda. ¿Qué haces?
-te quedas aquí. No hay más que hablar... -dijo Aleister cruzándose de brazos, sin mirarla directamente, mientras pensaba en que iba a necesitar para extraer una bala. Suponía que tendría de todo en su boticario. Tenía vendas, tenía algo de sello de oro y vid roja para detener el sangrado y margaritas para hacer de antiinflamatorio y cicatrizante. El único problema sería extraer la bala. Eso dolía. ¿Tendría algo para el dolor? Cuando le volvió a decir papá le dedicó una mirada cómplice seguida de una sonrisa ladeada.
Enarcó las cejas en cuanto le llamó Anthony. Oh no, eso empezaba a no gustarle -Mira señorita, mi apellido te lo has puesto porque tú has querido ¿Sabes? -La voz sonaba amenazadora aunque realmente no estaba enfadado solo trataba de dejárselo muy claro -¡Vamos, no me jodas! Haz... lo que te dé la gana. Me he pasado años sin aparecer para no influenciarte pero esta demasiado claro que eres hija mía... -Levantó las manos en gesto de desentenderse -Usas mi apellido y vas a un casting de la película de la que más se va a hablar durante décadas... Naciste con el apellido de soltera de tu madre... el día que decidiste llamarte King era porque algún día querrías llevarte ese papel -Bufó igual que ella, podría haber visto su gesto totalmente reflejado en la expresión de Aleister, luego se calmó antes de hablar bajando la voz considerablemente -Mira, Julie... Creo en ti. Confío en ti... Pero no me fío una mierda de las hadas, y esas putas quieren todas el papel y no van a permitir que se lo lleve una mortal ¿Me entiendes?
-Así que solo quiero que te ayude la única hada de la que me fío... o al menos no desconfío -Por favor pare en la próxima esquina.
Pues extorsionarla educadamente :)
Aleister, me parece que estás activando el movimiento Convencer a un personaje no jugador usando amenazas (el peligro de enfrentarse a las hadas).
Convencer a un personaje no jugador
Cuando convenzas a un personaje no jugador mediante seducción, promesas o amenazas, tira con Corazón. Si superas la tirada, hará lo que le pides. Con un 7‑9, modificará los términos o exigirá una Deuda. Si antes de tirar te cobras una Deuda que tuvieras con ese personaje, puedes sumarle 3 a la tirada.
¿Considerarías esta conversación como un Momento de Intimidad con Julie?
Sabes que tengo razón... así que cállate, bonita.
Lo cierto es que nunca había tenido una conversación tan de padre a hija como aquella así que se podía decir que por primera vez había ejercido de padre, aunque supiera que no iban a ser buenas las consecuencias.
Motivo: Convencer
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 11(+1)=12 (Exito) [5, 6]
Julie abrió la boca varias veces con intención de replicar, pero al final había terminado cerrando la boca y cruzándose de brazos. El taxista dio vuelta en la esquina indicada y detuvo el coche. Habían llegado.
Escena cerrada.