¡Hell Yeah!
El oso azulado dio un rift de guitarra ante los rostros preocupados de los cuatro alumnos asistentes, al parecer no comprendían muy bien todo lo que estaba pasando, y ni si quiera hacia falta hacerlo para que aquel monokid continuara rasgando las cuerdas de la guitarra eléctrica arriba y abajo.
¡Bueno! ¿¡A que estáis esperando!?
¿No habéis venido aquí a mataros por ser el que sale primero?
¡Oh! ¡Ya se! ¡Ya se!
¡Pensáis que si salís todos juntos de la mano os salvaréis los cuatro!
¡ERROR!
¡Un solo nanomilímetro más adelantado es más que suficiente como para declarar un ganador!
Nada, nada, yo me quedo aquí. Como para salir estamos ahora. - negó con la cabeza Obinata. Se sentó en el suelo y observó las reacciones de sus compañeros. - Pero bueno, si queréis salir los demás yo no os lo voy a impedir y si os queréis matar tampoco, dejadme con un mero espectador de vuestra conducta, esta información es súper útil para mis libros. Aunque seguramente no pueda escribir más.
Tafuna se queda en silencio junto a Tsumiko, observando la puerta y despues mira a Obinata.
-Obinata, que es lo que has descubierto? Me refiero, el truco de este motivo, al fin y al cabo a estas alturas Yamada ya deberia haber atravesado la puerta, pero no estamos siendo ejecutados, eso significa que el no llego vivo a atravesar la puerta?-.
Ding, Ding, Ding, Ding. - imitó a una campana y se tocó la nariz. - Estaba claro que no iba a ser tan fácil para nadie, a Monokuma le encanta engañarnos. Yamada está, o bien muerto o bien desaparecido, pero a estas alturas ya deberíamos estar todos muertos si lo de Monokuma fuera cierto.
Tafuna se queda pensativa.
-La cosa es que si entonces ha muerto todos podemos salir, al fin y al cabo el motivo acabaria pero la puerta sigue abierta, encima que no hay ninguna norma... no, mas bien hay una norma que es la completa exploracion de la academia que nos permitiria salir por la puerta sin que nos hicieran nada... -suspira- Creeis que Akio le dijo a Monokuma que queria matar a Yamada para poder salvarnos a todos? Al fin y al cabo en esa situacion no me extrañaria...
Permíteme corregirte, mi pequeña y tetuda amiga. - sacó su MonoPad y empezó a leer.
Regla # 1: Los estudiantes solo pueden residir dentro de la escuela. Salir del campus es un uso inaceptable del tiempo.
Por lo tanto, salir por esa puerta significa ser castigado. Hasta que no acabemos con Monokuma o él con nosotros, nadie va a salir por esa puerta sin graves consecuencias. - se le veía bastante convencido. - Por otra parte Akio-kun no sé que le habrá dicho a Monokuma, pero dudo que fuera eso... Creo que no estaría de más vigilar al costurero de ahora en adelante, quien sabe, a lo mejor es quien le pasa nuestra información a Monokuma.
Tafuna suspira.
-Se me habia olvidado la norma, gracias por recordarmela... Entonces que deberiamos hacer? Pensar que la salida esta tan cerca...-mira al escritor-Obinata, dime, que es lo que haras cuando salgas?-.
La pantalla de televisión que estaba al lado de aquella puerta a medio abrir para un optimista, a medio cerrar para un pesimista y dejando entrar el aire para un realista; se encendió mostrando al Oso celebrando, probablemente la lógica por la cual Katsumoto Obinata descubrió aquella pequeña "trampa".
¡Enhorabuena!
¡Me habéis pillado!
¡Aunque he de admitir que no esperaba que nadie tratara de salir cuando di la oportunidad!
Aunque, ahora que lo pienso... Muchas normas están obsoletas...
¿Que opináis si hago una repaso de las normas y ya mañana os matáis por ser los primeros en salir?
Me dejé caer sobre uno de los bancos del hall sentándome a descansar, suspirando aliviada al descubrir que Kazuhiko Yamada no había cruzado la puerta, y escuchar los razonamientos de Obinata e Iwa sobre que Monokuma nos había tendido a todos una trampa. Nosotros no teníamos intención de cruzar de todas formas, pero me alegró saber que Kazuhiko tampoco podía, seguramente él también habría llegado a la misma conclusión... Pero entonces... ¿a dónde fue? ¿Y qué pasaba con Akio-kun? ¿A dónde habría ido cada uno? ¿Estarían bien? Me sabía mal por ellos, pero no tenía esta vez ni la más mínima gana de salir a buscarlos. "Sigh. La última vez que busqué y rebusqué a una compañera desaparecida... casi me matan. Espero que no tengamos que organizar otra partida de búsqueda para esos dos..."
Monokuma apareció en las pantallas, felicitando a Obinata e Iwa por descubrir la trampa del Oso. Cuando Monokuma propuso cambiar las reglas, evidentemente negué con la cabeza. "No gracias. Conociéndote seguro que nos jorobas aún más la vida." encontraba prácticamente imposible que fueramos a obtener ninguna facilidad o ventaja con eso.
"Deberíamos echar un vistazo a las habitaciones nuevas... ...Pero hoy... yo creo que paso." negué con la cabeza. "...Hoy creo que paso de todo..." El cansancio, la pesadumbre, el agobio, el no saber cómo afrontar a los sentimientos de la pobre Tafuna, y menos aún los míos propios de hacía ya un tiempo... Y joder, tampoco había superado la muerte de la Gatita... ni siquiera estaba segura de si había superado la muerte de Sakuraba-kun, River-chan, Anata-san, Suzuki-san, Mori-chan... Joder, y hasta el pobre Fuki. "Sigh... ...Eh, MonoGuitar." llamé al Monokub. "...¿Cuánto decían que costaba una de esas canciones tuyas?"
Obinata, dime, que es lo que haras cuando salgas?
¿Salir? - preguntó sorprendido. - Llevamos aquí bastante tiempo ya, matándonos entre nosotros y absolutamente nadie ha venido a ayudarnos desde fuera ¿de verdad merece la pena salir? Yo creo que si conseguimos dejar de matarnos en algún momento, este es el mejor refugio que podemos encontrar, siempre y cuando nos deshagamos del psicópata que hay detrás de Monokuma y nos hagamos con sus medios para conseguir comida, agua y electricidad, claro está, pero no me sorprendería pensar que afuera el mundo que conocíamos ya no existe, quizá por una guerra nuclear, un virus... Ni idea. Pero que Monokuma tenga tantos medios, solo me hace pensar que él ha tenido algo que ver con todo eso o tuvo la suerte de preveerlo y estar preparado, usándonos a nosotros como su medio de entretenimiento en un mundo devastado.
Se dio cuenta que acababa de decir un montón de barbaridades, muy posibles, pero al fin y al cabo barbaridades. - Aunque es solo una suposición... Claro está. - Tras escuchar a Tsumiko, enseguida pensó en la de tiempo que se empleó ayer buscando a Mori. - Yo... También voy a descansar, ayer ya me quedé encerrado por buscar a Mori-chan. El costurero no me preocupa demasiado, estará bien y el pelirrojo si se ha muerto... Bueno, él nos quería matar a nosotros corriendo como un cabrón a través de la puerta, así que supongo que... Que le den. - tras decir eso decidió dirigirse a su habitación y descansar un poco, la noche anterior se la pasó despierto en unas colchonetas soprendentemente cómodas.
Otro sonido inundó la estancia, unas campanadas hizo que los presentes se giraran hacia una de las pantallas de la estancia; en la imagen podéis ver el logo de la academia y tras este a aquel oso que ya habíais visto con anterioridad, al parecer quería dar un anuncio importante. Aprovechando que ya habías salido al pasillo, logras ver una pantalla.
Diiiing - Dooong - Diiiing - Dooong
-Ahem, ¿Puedo tener vuestra atención, por favor?. Ahora mismo son las 10:00 P.M. Entramos en el "Tiempo de Noche". La Cafetería está fuera de los límites y la puerta se cerrará momentaneamente. Y con eso os deseo buenas noches, que tengáis dulces sueños...
"¿Entre uno y seis Monocoins, dices?" miré las pocas monedas que había conseguido encontrar. Apenas unas cinco durante toda mi estancia en la escuela... Suspiré. Lo último que quería era buscarme problemas con los MonoCubs, así que no quise arriesgarme a no poder pagarle por solo una moneda. Sonó entonces el anuncio de que había llegado la noche, recordándome lo cansada que estaba, y lo agotado que estaba mi cuerpo. "...Me voy a mi cuarto, supongo... Tafuna-tan." me giré hacia la chica y le puse una mano en el hombro. "M-mañana hablamos, ¿vale? Hoy... necesito estar sola." Tantos, tantos amigos que habían fallecido, hoy una más, mañana podría ser la propia Tafuna Iwa, o, o... Katsumoto Obinata.
Estaba agotada emocional y físicamente. Necesitaba descansar, en mi cuarto, a solas, por una vez. "Cuidaos, chicos." me encaminé hacia la salida hacia los dormitorios "Sí, también va por tí, musculitos. Si la palmas no tendré con quién meterme, heh..." y levantando una mano como en despedida, salí del lugar.
Monoguitar no me hace caso D:
...Para luego volver a los pocos minutos, algo ruborizada de la vergüenza. "Eeeh... chicos, un segundito, un segundo, no os vayáis todavía, menos mal que no os habéis ido todavía..." Tomé aire y suspiré. "No encuentro mi PDA... ¿L-lo mismo apareció con las pruebas del caso de Mei-chan? D-decidme que no se ha perdido... o que no está rota..." Me temía lo peor. Si era así, quizás podría intentar repararlas, pero no tenía ni idea de cuánto iba a tardar, y... no estaba hoy precisamente en la mejor de mis facultades... "S-si no, uh..." joder, y yo que quería descansar tranquila, a solas, en paz... no me gustaba tener que pedir esto... "Uhm... uh... ¿alguno... de vosotros podría acogerme en su habitación?" Madre mía, qué patética, me sentía como un gatito perdido o como una vagabunda sin techo... "...¿Tafuna-tan?" me giré hacia ella con esperanza, yo la había dejado dormir en mi habitación muchas veces... m-me devolvería el favor ¿no?
Si quieres puedes venir a la mía, dejaré la puerta abierta para quien quiera, de los cuatro que quedamos aquí me fío de todos. - empezó a caminar hacia su cuarto. - De paso podemos hablar de lo que querías, Tsu-Tsu, que al final no tuvimos tiempo por unas circustancias u otras... - suspiró y levantó los brazos negando con la cabeza.
Yoshida saca una PDA de su bolsillo. -Si no tienes PDA, esta es la de Asuka Mori, podrías utilizarla. -El gigantón levanta el pequeño ordenador para dárselo a Tsumiko con tan mala suerte que se tropieza y se le cae y también totalmente sin querer, el muchacho la pisa con todas sus fuerzas, destruyendo en pedacitos el aparato. -Ups, lo siento, estoy de torpe últimamente... bueno, me voy al sobre, hasta mañana. -El muchacho se gira con la intención de irse.
"Eh-ehm..." una gota de sudor me recorrió la frente. Vaya tino ¿no? Con mi mala suerte, no sabía si el gigantón la habría roto queriendo o no... preferí pensar que había sido simplemente sin querer... era más sano para mi salud mental, y no tenía ganas de lidiar con más bullying...
La oferta de Katsumoto no era mala, aunque me preocupaba que dejase la puerta de su habitación abierta, lo último que quería era que lo mataran a él ahora... Así que bueno, expectante, aguardé a que Tafuna me respondiera, ya que me parecía la mejor opción.
¡JAJAJAJAJA PERO QUÉ TROL!
¡Yeah! ¡Baby!
¡Hoy no tendréis mis canciones!
¡Quizás mañana cuando no me toque vigilar la salida!
Lo siento Tsumiko, me temo que mi PDA tambien esta rota *dice sacando dicha PDA con la pantalla completamente destrozada* Mientras te buscaba me cai por unas tuberias y bueno... acabo asi, aunque podemos ir las dos con Obinata, no?
Lamento estar algo parado por mi parte, que estoy en temporada de examenes
-Bueno, yo me voy a descansar a mi propia habitación con mi camita para mí solo y toda la comodidad, nos vemos mañana en el desayuno. -Dice Yoshida que todavía estaba en el umbral de la puerta escuchando y que ahora se va.