Partida Rol por web

Para: Todos

En el almacén del laboratorio tampoco ha habido suerte... ¿Pero dónde demonios habrá metido el jardinero loco al pobre Fuki?

-Obi

De: Tsumiko Komachi
    Para: Tafuna Iwa
    Asunto: ¿Por dónde andas?

    Recibido. Yo he mirado la piscina y los vestuarios. No olvides mirar las dos secciones de la biblioteca, la apartada también. Y no te distraigas mucho con el robot.

 La cara de MonoBarter tomó un color rojizo, que se creería imposible para un oso mecánico, y se cayó para atrás cuando vio el crecimiento casi exponencial de los senos de su interlocutora.

¡UWAAAAH!

 Sintiéndose culpable de aquel suceso, incluso aunque a la chica no le incomodara, el oso se levanta y realiza una reverencia en señal de disculpas.

¡Papa Pervertido! ¡Papa Pervertido! E-esto es obra d-del viejo pervertido de Papa Monokuma, uwu uwu... j-juro que no tengo nada q-que ver. P-pensé que e-el café solo te iba a hacer sentir mejor... o s-solo iba a ser una bebida común y corriente, uwu uwu. Si quieres, le diré a mi Papa que lo que hi-hizo esta mal. Sí, lo enfrentaré, me pararé en frente de él... y... y-y...

 Mientras el oso le hablaba a la estudiante de nuevos grandes pechos, comenzó a bajar la voz cuando se refirió a Monokuma, al cual parecía tenerle miedo o por lo menos algo de rechazo. Que no son buenas cualidades para alguien a quien se considera "padre".

...y mejor no... C-como sea, intentaré conseguirte ese peluche que quieres. S-será difícil que no tenga la cara de Papa, pero no te defraudaré, Tafuna-chan ¡Palabra de oso!

 Diciendo esto, MonoBarter toma la taza con la cara de su padre y se aleja de la chica caminando para atrás, saludándola con su garra metálica en alto. Se tropieza una o dos veces, pero finalmente se desvanece es una esquina. De tal palo, tal astilla.

Nada en la primera planta. Vamos a revisar todas las habitaciones de los que ya no están.

-Natsuki

Otro sonido inundó la estancia, unas campanadas hizo que los presentes se giraran hacia una de las pantallas de la estancia; en la imagen podéis ver el logo de la academia y tras este a aquel oso que ya habíais visto con anterioridad, al parecer quería dar un anuncio importante. Aprovechando que ya habías salido al pasillo, logras ver una pantalla.

Diiiing - Dooong - Diiiing - Dooong

-Ahem, ¿Puedo tener vuestra atención, por favor?. Ahora mismo son las 10:00 P.M.  Entramos en el "Tiempo de Noche". La Cafetería está fuera de los límites y la puerta se cerrará momentaneamente. Y con eso os deseo buenas noches, que tengáis dulces sueños...

Salgo en busca de Tsumiko, al fin y al cabo esta noche abra bastante diversion, bueno, aunque primero deberemos encontrar a Asuka... con ese pensamiento en mente me dirijo en busca de Tsumiko mientras echo un vistazo a mi alrededor

Por desgracia para Tafuna, Tsumiko Komachi no parecía aparecer por ningún lado de la academia; quizás estuviera en su habitación, pero tras aporrear la puerta tampoco encontró absolutamente nada, quizás estuviera con Obinata compartiendo las enseñanzas de Kaori Miyazono, por lo que trató de llamar ahí también, pero nadie respondió tampoco... quizás porque no querían estar con ella...

Trató de avisar usando la PDA, pero las PDAs no funcionan durante el Periodo Nocturno.

Cansada, triste y quizás algo alicaída, se dirigió hacia su habitación.

Supiro triste de no poder encontrarla... hasta que algo se me pasa por la cabeza y me dirijo a ver si por algun casual estoy en lo cierto, toco la puerta de Natsuki, al fin y al cabo se habian vuelto buenas amigas, no? Quizas hubiera ido alli o como minimo quizas supiera donde se encontraba.

Tampoco hubo suerte.

Sección Apartada de la Biblioteca

Finalmente Katsumoto Obinata, tras repasar por encima aquella Biblioteca, llega a la Sección más apartada de la misma; con algo más de detalle revisa entre las cajas, libros, libretas y hojas en busca de alguna Asuka Mori, Natsuki Mei, o... ¿Para que mentir?. Tan solo busca a Tsumiko Komachi.

Por desgracia para el, no encuentra a ninguna Tsumiko Komachi en una pose provocativa en ropa bastante reveladora; por suerte para el, tampoco la encontró muerta. En otro orden de cosas menos relevantes, tampoco estaba Asuka Mori ni Natsuki Mei.

Suspiró, agobiado, estaba igual que ayer, dando vueltas y vueltas sin encontrar nada... Suponía que antes o después encontraría algo, así que fue a la sala se juegos, donde pasó unos muy buenos momentos con sus amigas... Momentos que jamás volverán a repetirse.