Partida Rol por web

Monocoins: 4

Antes de entrar a los Baños procuré que nadie me siguiese ni estuviera en el pasillo presenciando mi actuar.

Una vez dentro me sentí un poco incómodo al ingresar sin permiso ni previo aviso al baño de las chicas. Estaba consciente que no me encontraría a ninguna de mis compañeras aquí, pero de todas formas en un recóndito lugar dentro de mí, temía de irrumpir en la privacidad de alguien en un lugar así. 

Para mi fortuna las reglas que restringe la exploración de la Academia había sido eliminada, lo que significaba que ya no existían limitaciones para la su inspección.

Mi cauteloso caminar denotaba mi incomodidad, pero al abrir la primera puerta este se esfumó. De inmediato comencé a buscar alguna pista que algún otro alumno pudo haber dejado. Este era un sitio idóneo para poder dejar alguna advertencia a futuras generaciones y todas mis esperanzas estaban puestas en este ingenuo pensamiento. 

Di vueltas por todas partes buscando algo, algún indicio de otros alumnos, por cada rincón de los baños.

Mientras buscaba y buscaba, Kazuhiko no halló nada más extraño de lo normal, salvo el mero hecho de que nadie parecía haber cruzado por aquella puerta, ni la de al lado, en mucho tiempo, como mínimo desde antes de que el y aquel grupo de adolescentes fueran encerrados y obligados a participar en aquel macabro juego de vida o muerte... e investigaciones, muchas de esas cosas.

Absolutamente nada encontró Kazuhiko, ni un "barco solitario" en ningún retrete, ni una puerta secreta que llevaba directamente a la Habitación Secreta de Monokuma. Absolutamente nada que pudiera ser digno de mención, de utilidad o meramente que valiera la pena a la hora de describir.

Kazuhiko salió del baño de chicas en dirección hacia el baño de chicos.