Andrea fue transportada a un extraño lugar, un lugar lleno de niebla y extremadamente frío, pero que se asemejaba mucho a su departamento. Esperó encontrar a su hermano pero, en lugar de ello, era una figura diferente.
Frente a ella, había una figura que se le hacía conocida y una voz desconocida dijo - Andrea ha sido escogida por Chechu, en el mundo donde la vida y la muerte se unen, aquí está su espacio -.
Edit: Error de adaptación, disculpa.
Cuando Andy llegó a aquel lugar, miró confusa a su alrededor, temiéndose lo peor. Y al ver a Chechu sus ojos se encendieron de ira. Tuvo que contenerse para no lanzarse directamente a partirle la cara, aún cuando el chico probablemente podría defenderse de ella.
- Puto asesino. - Le dijo con voz neutra, fría. - Qué coño quieres. - Preguntó de manera monocorde, dudando entre escucharle o salir de la puerta de inmediato.
Esperó encontrar a su esposo
No estoy segura de Andrea tenga jamás de eso. O.o
Chechu esbozó una triste sonrisa al escuchar como la chica se refería a él como puto asesino, no le faltaba razón pero aun así dolía. De repente se percató que ya no era una muñecas, tenía su apariencia humana otra vez.
Avanzó un par de pasos hacia Andrea y asintió repetidamente. — No soy tan terrible como crees, la verdad es que quería matar a Michael pero a última hora se me cruzaron los cables. Supongo que fue un ataque de nervios o un brote psicótico... - dijo cruzándose de brazos.
- La primera vez, cuando te quemé viva - casi pareció saborear sus palabras pues las dijo lentamente - lo hice porque pensé que eras alguien sospechosa, demasiado llamativa. Pero después me arrepentí y decidí pasar del tema, que ya pediría perdón por mis pecados.
Inspiró profundamente y sonrió todavía más fuerte. Sienta bien poder volver a respirar, al igual que en la sala del té he perdido mi cuerpo. Como sea... Quería decirte que mucha gente aquí abajo quiere convencer a Sasha de tu culpabilidad.
Andrea escuchó, alucinada, las palabras del español. Sus ojos se abrieron como platos, mientras la incredulidad se reflejaba en su rostro. - ¿Que no eres tan terrible? - Preguntó, aún sin creérselo del todo. - Me prendiste fuego porque te parecía sospechosa después de verme un jodido día. - Le recordó. - Me prendiste fuego viva. - Incidió después, indignada. - Y ni siquiera tuviste los huevos de dar la cara cuando lo pedí, aunque fuera con una puta nota.
- Y ahora me dices que querías pegarle un tiro a otro inocente, pero que se te cruzaron los cables. - Señaló con indignación. - Tío, estás mal de la cabeza. Rematadamente mal. Yo no sé si en España con tantos toros y olé salís todos tarados o qué coño pasa, pero ya te vale.
- Y claro que quieren hacerme quedar como culpable. Son unos jodidos asesinos confesos y sus ayudantes. Eso, o idiotas como Aurél o como tú. - Le señaló. Y a punto estuvo de dar media vuelta y marcharse, dejándole así. No quería saber nada más del tío que la había matado una vez y que lo había intentado otra. Sin embargo en el último momento se dirigió a él, mirándole fijamente. - Dile a Sasha que el Danubio es totalmente negro. - Dijo. - Y díselo rápido.