Es posible que ni parpadeara mientras era testigo que todo lo que sucedió. Allí estaban las pruebas que mis compañeros habían buscado durante tanto tiempo, pero para mí era el final y la esperanza de volver a casa. Escuché de las opiniones de algunos mientras meditaba sobre qué hacer con lo que había vivido. Estaba convencida de que lo mejor que podía hacer, era olvidar y enterrarlo bien profundo.

-Ahora entiendo por qué no había información sobre lo ocurrido en el hotel. También vine para investigarlo pero ahora tengo mis dudas sobre lo que hacer. Creo que lo primero será cogerme unas verdaderas vacaciones en un todo incluido. Lo único que quiero ahora mismo es dormir en la cama más cómoda que encuentre y pasar el resto del tiempo en una tumbona. Un camarero que me tenga bien surtida de cócteles de frutas con sombrillita y tal vez un buen masaje. -Miré a Richard con una sonrisa.- No tengo ninguna duda de que haríamos un fantástico equipo, pero tendrá que aceptar que seremos tres.-Me giré hacia Kim con una sonrisa.- Tenemos un becario que hará un fantástico trabajo. ¿Te interesa, Kim?

Dudé un poco antes de decir en voz alta mi principal preocupación. –Tengo mis dudas sobre hacer público lo que ha pasado. Despertamos el pasado al venir aquí, quién sabe qué pasará si este lugar se llena de curiosos. Si escribimos un libro tendremos que ser muy cuidadosos con lo que decimos. Tenemos que dejar claro que es ficción y cambiarlo de ubicación. Seguro que será un bestseller, pero no sé si merece la pena arriesgarnos a que haya más muertes.

-En cuanto a Jessie y los demás, estoy convencida de que ninguno de ellos eran malas personas. Lo que han hecho ha sido provocado por este lugar y esos espíritus. No creo que merezcan que se les recuerde por lo que ha pasado. Seguro que las autoridades de la ciudad admitirán cualquier versión que les contemos y que ocultarán el resto, igual que hicieron la otra vez. Tenemos que buscar una historia creíble y mantenerla todos.

Kim presenció todo como en un sueño. Como en un sueño horrible del que, al parecer, por fin podía despertarse. El joven repasó todo en su mente, todas las cosas que había visto y sentido, desde el momento en el que aquella muñeca de pelo azul apareció frente a él. No pudo evitar estremecerse y pensar que jamás, jamás mientras viviera, olvidaría esa presencia sobrenatural que se había hecho con una parte de su alma en aquel lugar. Lugar en el que, por cierto, no volvería a pisar en su puñetera vida.

Las palabras de Sasha le sacaron un poco de su trance. A pesar de las ojeras y del aspecto un tanto famélico que había adquirido en aquellos días, Kim no pudo evitar sonreír de forma entusiasmada. Se acercó a la investigadora y le dio un abrazo en el que trató de transmitir lo mucho que había significado para él en aquella experiencia que le había cambiado la vida. 

Gracias, muchas gracias por todo, Sasha - le susurró al oído mientras se apartaba de ella. Carraspeó un poco y continuó en voz más alta - Acepto gustosamente tu oferta. Tienes que apuntarte mi teléfono para que estemos en contacto. La verdad es que... sobre lo que ha pasado en este sitio... Tenía intención de hacer un post de lo más completo en mi blog. Para eso vine aquí en primer lugar, y he ido llevando notas de todo lo que iba pasando para que no se me fuese nada de la cabeza. Pero... Lo he pensado mucho y creo que es una decisión que tenemos que tomar entre todos, ¿no? Hacerlo público o no. El mundo merece saberlo, aunque es muy posible que nos pongan verdes y nos llamen de todo.

Kim se giró para mirar la zona en la que habían estado aquellos días. ¿Eran realmente libres? ¿Había acabado todo de verdad? El chico paseó sus ojos rasgados por aquella tierra en la que había visto morir a tanta gente, y también volver a la vida. Se apartó el pelo de la frente con un gesto mecánico. Las visiones de lo que había experimentado le perseguirían siempre.

Las paredes se habían desmoronado y ahora, solo quedaban las muñecas de los muertos de aquellos que habían conocido en ese lugar: Abigael, Aurél, Camille, Chechu, Erika, Jessie, Mike, Mona y Paco, quienes no regresarían a sus casas después de esto.

Michael miró a Astrid una vez y dirigió su mirada hacia la muñeca de Aurél, mientras caminaba despacio hacia ella para tomarla entre sus manos y cargarla en un gesto un tanto fraternal. Entonces, caminaron hacia el deprimido de la colina para buscar su libertad, los tres juntos, aunque uno de ellos no pudiera caminar por su propia cuenta.

Salvatore, por su parte, miró a Katia, la cual no parecía querer separarse de Andrea y a esta última, con una petición muda en su rostro, pero que pareció desvanecerse cuando las cenizas borraron sus grietas, tomando la mano firmemente y conduciéndolos a la salida. Por su parte, la pequeña parecía más vital, más activa, no tan frágil como en el primer día, pero no parecía querer alejarse de la joven, la cual miraba a Sophia en la distancia alejarse de allí junto a Samantha, juntas tal y como habían llegado allí.

Sasha observó a Kim, el cual la abrazó con cariño para luego dirigirse al lugar donde todos esperaban encontrar la libertad, mientras cada uno dedicaba una última mirada a aquel lugar, el cual había mostrado su historia y sus conclusiones.

Wyatt tomó a Krysta entre sus manos mientras Saoko y Luis se dedicaban una última mirada juguetona, traviesa, una promesa inconclusa y por otra parte, Janko sonreía al grupo donde se encontraba Andrea mientras cruzaba una última mirada con Sasha y Richard antes de partir. Atrás quedaría el mundo de fantasía de Goro, donde había creado su arte y compartido su sentir sobre el mundo, su gran creación, su reino. La soledad seguiría acompañando a personas como Phil y Geonwoo, quienes llegaron solos y permanecerían siempre solos, aunque el último miraba la muñeca de Aurél con un dejo de tristeza.

Bajaban la pendiente mirando por última vez el lugar que permanecería en sus pesadillas durante un tiempo y que parecía hacer una invitación muda a ser olvidado. Aunque ya sabían por qué los supervivientes se habían negado a hablar al respecto, pues era exactamente lo mismo que se estaban planteando hacer en este instante y aunque podría preocuparle a algunos que los organizadores lo hicieran público, el estado de Krysta y la actitud de Wyatt les aseguraba que no lo harían.

Se acercaron a la reja que sellaba ese lugar para los extraños y que además se mezclaba con el bosque, cuando vieron que allí se encontraba el autobús y la guarda que les había advertido sobre ese lugar - Tratamos de comunicarnos cuando sentimos una gran tormenta, así que pensamos que lo mejor sería venir antes. A pesar de eso, no habíamos podido abrir la verja - contó a los integrantes, como si supiera que alguien faltaba, que había alguien que no estaba allí, bajó la cabeza y suspiró - Los extranjeros son bastante incautos - dijo por lo bajo mientras los guió al autobús.

Al montarse, casi que pudieron rememorar el instante en el cual se dirigían hacia allí con todos los asientos llenos. Trataron de dejar el pensamiento a un lado mientras Wyatt explicaba su situación actual. La expedición se había planeado para siete días, así que tendrían que permanecer dos días más en Budapest, pero la organización cubriría los gastos del hotel. Estos días pasaron en un abrir y cerrar de ojos mientras cada uno abordaba el avión hacia su destino. Solo en la pista, hubo una última frase que vino a sus cabezas, una frase que sería un estigma para este lugar de ahora en adelante, la frase pronunciada por un hombre cuya búsqueda había terminado...

PORTA INFERNI...