M parecía recuperarse bastante bien, y seguramente Ehalli sabría cómo cuidar de él.
Me levante y gire la cabeza rápidamente al escuchar un quejido en la lejanía… Este lugar era cada vez más extraño.
Dos de las personas se apartaron del grupo y se dirigieron hacia allí, no me apetecía ir sola y la curiosidad podía más que mi razón.
-Les acompaño caballeros. Dije apretando el paso para poder estar a su lado y acompañarles mientras me sacudo algo de escarcha que tenía en la ropa.
Genial, ahora tendré que hacer de niñera... Pfff
Dije exhalando una nube de humo al comprobar que Delos y Mei Tseng habían decidido acompañarme.
-Parece que la compañía no te agrada demasiado. Dije cortante. Permanecería todo el camino callada, sería mejor así.
Así podría contemplar un poco el escenario y estar atenta a lo que pasase.
El extraño del sombrero parecía hombre de pocas palabras, serio y su mirada denotaba crueldad. Interesante compañía.
Instantes antes del amanecer, unas flores misteriosas se abrían en todo el lugar y expulsaban una nube de polvo verdoso.
La nube alcanzó a todos por igual.
La sombras se hicieron más fuertes.
Y nadie, vivo o no, carnal o constructo, pudo resistir el impulso del polen, que arrebata las energías sin dudarlo, que hace caer a los héroes en un sueño del cual tardarían en despertar.