Partida Rol por web

En las afueras de la Amalgama, ahogada bajo océanos, se encuentran las Profundidades...

A decenas de atmósferas de presión, bajo kilómetros de agua, se hayan dormidas las Profunidades. Un lugar donde todo lo que es tragado por la superficie encuentra un descanso para prácticamente la eternidad. Barcos piratas con tesoros de héroes y leyendas, criaturas capaces de sobrevivir en la más profunda oscuridad que con un sólo movimiento podrían partir rocas del tamaño de un carruaje. Seres mitológicos cuya belleza encandila por segundos. Un ojo se abre en algún lugar, algo puede despertar.

Os apoyaré sea cual sea vuestra decisión...

Por fin mi piel se funde con el agua más profunda, llenándome de paz. Un suspiro de placer exhala de mi garganta al sentirme en comunión con este lugar. Por fin me siento más cerca que nunca de mi meta. - ¿Estará Él aquí? Se parece tanto a aquel lugar...

Miro a mi alrededor, con una sonrisa y me sorprendo al ver que no estoy sola. - Hola. - Saludo a mi acompañante. - ¿Sabes cómo hemos llegado aquí?

- Sea cual sea vuestra decisión... - Las palabras de Brontes resuenan en mi cabeza mientras mis ojos se posan en el sombrero pirata, llenos de curiosidad. - ¿Debemos tomar una decisión acaso? 

Sois libres, sois independientes, vuestros dones son más limitados, pero en cualquier momento podríais decidir uniros a uno u otro bando para apoyarles a alzarse con la victoria. Una vez que cambiéis, no habrá ninguna otra posibilidad de cambio natural... Al final, cuando la batalla esté ajustada, seréis vosotros quienes decidáis. Pero no te adelantes... Disfruta por ahora.

De algún modo, ambos podéis respirar en el agua.

Asiento a las palabras del Guardián. - Comprendo. Gracias, Brontes. - Luego me vuelvo hacia Nuraus, que guarda silencio por ahora. - Oye, ¿quieres que juguemos a algo para pasar el rato? - Señalo con la cabeza el sombrero pirata con una sonrisa. - Podríamos simular una batalla naval.

Tamborileo con las manos, aburrida ante el silencio de mi acompañante. - Oye, ¿te importa si me pongo el sombrero? Si tú no quieres jugar, al menos puedo entretenerme yo sola mientras...

Nuraus mira de un lado a otro y comienza a nadar desesperadamente, esperando no morir en el intento. Sin embargo tras dar un par de brazadas se da cuenta que es libre en el lugar y que puede respirar. Entonces escucha las palabras de Rienott y se gira sobresaltado.

Escucha a Brontes y de nuevo a Rienott que dirige hacia él sus palabras. Entonces insiste y sonríe:

-¿Rienott no se cansa de intentar ganar poder? Rienott se piensa que Nuraus es idiota ¿verdad? ¿Rienott cree que por decirle a Nuraus de jugar a los piratas, Nuraus va a ceder el sombrero a Rienott? Nuruas no tocará el sombrero y Rienott tampoco hasta que ambos sepan algo más sobre él.

Nuraus sonríe pues cree conocer la respuesta.

-¿Rienott ya tomó la decisión? ¿Desde cuando Rienott puede aliarse con los asesinos? Nuraus es curioso. A Nuraus le gusta más hablar que jugar.

Enarco una ceja mientras me río suavemente. - Pensaba que sabías que si estoy aquí es porque he cambiado mi juicio, y no tengo ningún poder. Me sorprende que creas que intento ganar poder precisamente cuando acabo de renunciar a todo lo que tenía. Primero por rechazar a Zyba y después por restaurar a Brontes. Estoy como agua recién salida de la montaña.

Después me encojo de hombros. - Pude aliarme con cualquier bando después de rechazarlo. Si estoy aquí contigo, es porque decidí fluir con mi propio camino. Supongo que igual que tú. Sobre la decisión de la que nos habló Brontes... No tengo ninguna intención de tomarla. No me interesan esos grandes Dragones a los que siguen los demás, que te obligan a hacer cosas para su propio beneficio. Ni Zyba, ni Rakedus, ni Cell, ni siquiera Eir... Todos pretenden utilizarnos, Kel-Nar tenía razón. Yo no seré más una herramienta para ellos. Esa es mi decisión: Tomar mis propias decisiones.

Señalo el sombrero con una sonrisa divertida. - No me importa si prefieres ponértelo tú, adelante, hazlo. Sólo quería que nos divirtiéramos un rato. No te negaré que me produce curiosidad el sombrero, pero también podemos jugar a las adivinanzas si eso te gusta más. 

Mi mirada se pone seria entonces. - Sólo una cosa más. No espero caerte bien, ni nada parecido, pero no me gusta que duden de mi sinceridad. Creo que en esta Amalgama siempre he sido clara con todos y con todo. Hablé de mi juicio en público, de mi poder en público, de mis sospechas y simpatías. Incluso de mi abandono de bando. Dejé que mi poder y mi historia volaran de un lado a otro sin preocuparme por ello. Nunca he ocultado nada y no me gusta que me acusen de hacerlo. No creo que nadie en esta Amalgama haya mostrado sus aguas con tanta claridad como llevo haciéndolo yo desde que llegamos. 

Recupero la sonrisa después del último párrafo. - Y bien, ¿qué te apetece hacer? A mí también me gusta hablar. Y me sé muchos juegos...

Bostezo aburrida. - Pues para gustarte hablar lo haces más bien poco. - Empiezo a pinchar con una sonrisa. - Sé que me escuchas, pero sin embargo, permaneces en silencio. ¿Qué podría hacer para hacerte hablar? - Mi sonrisa se vuelve traviesa cuando una idea pasa por mi mente. - Ya sé. ¡Si no hablas me pondré el sombrero! - Una risa suave sale de mis labios a pesar de que hablo totalmente en serio.

Nuruas sonrie ante las palabras de Rienott.

-A Nuraus le gusta escuchar mucho más que hablar. Nuraus dijo que le gustaba hablar más que jugar, no dijo que le gustase hacerlo. Dijo con un guiño del ojo.

- Nuraus cree que ha sido evidente en la amalgama. Nuraus sólo habla si lo que tiene que decir es importante. Al menos para él.

Retomando el tema que con anterioridad abrió Rienott comentó:

-Nuraus está intrigado en saber cosas que Rienott sabe. Rienott habla de héroes como Arya, Neheri, The shadow,, Ehall´i y muchos más. Asegura que son seguidores de Zyba. ¿Por qué? Nuraus sabe que los que Arya reune son eso, héroes reunidos por Arya. Eso no significa que todos hayan escogido a Zyba. Es más, Nuraus cree que seguir a Zyba, Cell, o Rakedus no es sinónimo de inocente o culpable. Nuruas cree que muchos asesinos han escogido bando, pero en el fondo siguen sus propios instintos, y no los dictámenes de uno de esos tres.

-Por ello, Nuraus pregunta a Rienott. ¿Hablale a Nuraus de cada uno de aquellos con los que compartiste espacio siendo Zybe su patrón?

-No debes preocuparte de caer bien o mal a Nuraus. Nuraus aprecia a la gente sincera y decidida. A Nuraus poco le importa si él cae bien o mal a Rienott. Nuraus es así y no cambia. Nuraus no tuvo que renunciar a nadie, pues Nuraus no se alió con nadie. Nuraus no gusta de que le digan lo que tiene que hacer. Dijo para compensar a Rienott. Ella le había hablado sobre sí misma. Lo justo es que Nuraus hiciese lo propio. Sin embargo Nuraus quiere saber si Rienott perdió poder al renunciar a Zyba y si Arya acumulaba mucho del poder de Zyba. A Nuraus no gusta que poca gente acumule demasiado poder.

Me río con su explicación sobre lo que le gusta. Luego me quedo pensativa unos instantes y, sin perder la sonrisa, le respondo. - Muy bien, a mí me gusta hablar, pero tampoco me gusta que no me respondan... Si tengo que amenazarte con ponerme el sombrero para hacerte hablar, lo haré todas las veces que haga falta. 

Recapacito unos instantes, tratando de ordenar mis ideas antes de responder a todas sus preguntas. - Veamos... Arya es la esencia de Zyba, sólo puede atraer a su bando a sus seguidores. Suponía que Neheri te lo habría contado. Si intenta traer a alguien que no sea seguidor de Zyba, simplemente falla, no lo consigue. - Medito un segundo antes de seguir hablando, y mi tono se vuelve ligeramente preocupado. - Arya no me gusta. Ni un poco. Enarbola una bandera de sencillez, pero luego lidera con una soberbia digna de un Dragón. Todo el tiempo repite lo sencillo de su poder... ¿Sencillo? Ningún otro poder puede hacerla cambiar, ni enamorarse, ni ser esclava. Tiene un lugar donde reunir cada noche a uno a su bando y poder conspirar... No es para nada sencillo. Y Zyba le baila el agua constantemente, ella es su favorita. Temo que haya algo más entre ellos, algún extraño plan oculto para al final terminar reinando los dos solos sobre la Amalgama. - Me encojo de hombros suavemente. - Pero esto son sólo suposiciones. Lo que te puedo asegurar por mi agua es que Arya sólo puede reunir a seguidores de Zyba. Y allí estábamos... ella misma, Neheri, Sheph, It'Bure, Shadow y Ehalli. Además de mí, claro. Todos ellos siguen a Zyba.

- El lugar donde estábamos era un glaciar. Allí encerrado latía un poder inmenso, con el que los seguidores de Zyba se hicieron prácticamente inmortales. Ese poder resultó ser Ayros. Pronto Arya descubrió que él era una parte masculina que ella había perdido, o algo así. Todo parecía hilarse poco a poco alrededor de ella. Mientras, manipulaba los votos y acciones de todos los demás seguidores de Zyba que había, aumentando su poder. Pero yo no estaba cómoda allí. Mis aguas necesitaban fluir libres y ellos sólo querían quedarse estancados acumulando poder para Arya. - Mi boca se tuerce en una mueca. - Necesitaba salir de allí como fuera, cada vez me gustaba menos lo que veía entre los seguidores de Zyba. Dicen seguir al Kaos, pero lo que quieren es una especie de Equilibrio donde ellos sean los reyes. En todo caso, Arya es su líder y su agua no me huele nada bien.

Una leve sonrisa antes de seguir. - Espero que sea cierto que te gusta escuchar, porque aún no he terminado. Yo también creo como tú, que los asesinos pueden estar en cualquier bando. En el bando de Zyba se conspiraban y planeaban asesinatos constantemente. It'Bure mismo podía matar dos veces al día con el poder que consiguieron en el glaciar. Entre eso y las votaciones... Puedes imaginarte por qué no queda apenas nadie de otro bando. Ellos dicen que perdonarán la vida de todo el que se doblegue ante ellos. No sé qué te parecerá a ti, pero a mí me suena a tiranía. 

- Delos también es seguidor de Zyba, aunque no estaba en el glaciar mientras estaba yo. Neheri y Sheph son los únicos que valen la pena allí dentro. Aunque no me gusta reconocer que ambos creen en Arya ciegamente, creo que sus aguas son puras. Ehalli... Me cae bien, es muy amable. Sin embargo, parece ocultar muchas cosas. Llegó al glaciar ansiosa de poder, exigiendo una parte de él. Pero le bajaron enseguida los humos. No sé si es de fiar pues siempre pide información, pero no da nunca nada a cambio. Está enamorada de Ferriel, pero él sigue a Cell. Shadow sigue su propio camino a pesar de estar allí. Estuvieron tentados de matarlo por no colaborar con ellos, pero creo que finalmente han decidido ignorarlo. It'Bure tiene mucho, mucho poder. Pero por lo general obedece a Arya en todo. Además, It'Bure puede provocar que otros cambien de bando al resucitarlos.

Me quedo pensando por si me dejo algo. - Me caes bien. Al menos por ahora. Tus aguas parecen claras y aunque en un principio pensé que no sabías escuchar, me estás demostrando que sí. Ojalá mi elección hubiera estado tan clara como la tuya desde el principio y no me hubiera equivocado eligiendo a Zyba... Por suerte, ahora he escogido el camino correcto. El mío.

Una sonrisa sarcástica antes de responder a su última pregunta. - Dices que si creo que Arya está acumulando mucho del poder de Zyba... Creo que ya te he respondido con lo que dije antes, pero sí, lo creo. Y no simplemente por su poder en sí, que ya era suficiente, sino también por cómo ha conseguido que la sigan y obedezcan. No ven sus manipulaciones, pero para mí eran claras como un arroyo. Están ciegos por ella. Incluso Zyba.

- Sobre mí... Sí, perdí poder y habilidad al abandonar a Zyba. Me dejó tan sólo dos pociones hechas con mi agua, que tenía de antes, ese era mi poder... Dar la vida o la muerte a través de mi agua. Pero las cedí para restaurar a Brontes, quedándome sin nada. Ahora me encuentro en el Bosque y acaban de nombrarme su chamán, ese es todo mi poder ahora. No puedo usarlo todavía, pues cedí también mi capacidad de poder hoy, por Brontes, pero cuando esté listo, podré usarlo para traer de vuelta a los inocentes caídos, haciéndolos afines al Bosque.

- Y esto es todo. - Termino abriendo las manos. - Parece increíble que sólo haya pasado una semana. Espero no haberte aburrido demasiado. Ahora te toca hablar a ti... O me pondré ese sombrero. - Una sonrisa traviesa acompaña mis últimas palabras.

Nuraus escucha a Rienott con atención y asiente a sus palabras.

-A Nuraus no gustan las palabras de Rienott. Dijo mesándose la barba. Las palabras de Rienott traen peligro y problemas. Neheri cuenta a Nuraus pero ree que no cuenta todo lo que sabe. Neheri sabe que hay cosas que no gustan a Nuraus y Nuraus cree que no las cuenta por protegerle.

-Nuraus ha advertido a Neheri en varias ocasiones sobre Arya y Zyba pero Neheri está ciega. Nuraus sabe que Neheri es inocente, sólo está ciega.

-Nuraus sabe que Gynk era seguidor de Cell. Nuraus cree que los asesinos son los líderes de Cell y Zyba, entre otros. Pues los seguidores de Rakedus perdieron a su lider. Gynk era seguidor de Cell y era obvio, por eso ha muerto hoy.

-Es una teoría que tiene Nuraus, pero no sabe si es cierta del todo. Pues Nuraus ha tenido muchas teorias. Nuraus solo tiene su mente para ayudar.

-Nuraus sólo ha podido descubrir las afiliaciones de los héroes de la Amalgama, no tiene más información. Por eso Nuraus tiene que callar y escuchar para descubrir.

Mira el sombrero y después a Rienott. 

-Si Rienott quiere ponerse el sombrero, Nuraus no se opondrá. Nuraus cree que Rienott se lo ha ganado. Coge el sombrero y se lo cede a Rienott.

-Si Rienott tiene alguna pregunta concreta. Nuraus responde.

Sonrío al ver que me escucha sin aburrirse y continúo hablando. - Arya habló a Neheri del pasado para ganársela. En la otra guerra debieron ser amigas... Arya sabe muy bien cómo manipular las aguas de cada uno para tenerlos a todos bien atados y contentos. Sólo Shadow y yo nos sentíamos incómodos con ella. Pero Neheri te quiere y creo que haría cualquier cosa por ti. En el glaciar, Arya creía que te tenía de su parte a ti también, siempre te contó como uno de los suyos. Piensa que por tu unión con Neheri, estarás dispuesto a hacer lo que ella quiera.

- Sé que Gynk, Pluma, Ferriel y Troolshy siguen a Cell. Creo que también Sneav lo hace. - Me encojo de hombros pensativa. - No tengo ninguna pregunta concreta para ti, si tú quieres saber sobre alguno de ellos, te diré lo que sé. Aunque después de la caída de Brontes parecen haber cambiado muchas cosas. Antes de ese momento, los asesinatos planeados por los seguidores de Zyba no eran nocturnos, simplemente eran usos de los dones y poderes que tenían. Mi teoría es que después de levantarse el Guardián... Alguien de cada bando tiene el poder para asesinar de noche. No sé si serán los líderes u otros. Si era Gynk el que tenía ese poder... Supongo que lo veremos si la siguiente noche sólo muere uno.

Una sonrisa infantil se refleja en mi rostro cuando me ofrece el sombrero. - Oh, muchas gracias. Pero nos lo podemos turnar, un rato cada uno. - Respondo mientras lo cojo y me lo pongo, ladeándolo ligeramente en mi cabeza. - ¿Me sienta bien? ¡Al abordaje, mis bucaneros! - Exclamo fingiendo sacar una espada de mi cinturón y señalando hacia uno de los barcos hundidos.

Nuraus sonríe ante el juego de Rienott. Nuraus cree que Rienott está más guapa sin sombrero. A Nuraus no gustan los piratas. Sin embargo a Nuraus le parece gracioso. ¿Nuraus es segundo al mando del barco pirata?

Nuraus poca o ninguna información tenía de los héroes de la amalgama a excepción de sus afiliaciones, por eso preguntó:

-¿Y Rienott le puede contar los poderes de los seguidores de Zyba antes del juego de las esferas de colores?

Le picó la curiosidad y preguntó:

-¿Qué se siente al usar el sombrero pirata?

Independiente de qué sienta o deje de sentir... En verdad un sable ha aparecido cuando ha "desenfundado" uno imaginario.

Cuando el sable se materializa en mi mano, primero me lo quedo mirando sorprendida, con los ojos muy abiertos. Alzo la mirada hacia Nuraus y la devuelvo al sable. Entonces una sonrisa enorme se muestra en mi cara mientras me doy cuenta de lo genial que es este nuevo juguete.

Dedico mi sonrisa a Nuraus desde debajo del sombrero que me queda un poco grande. - ¡Claro! ¡Tú eres mi leal contramaestre! ¡Abordaremos el barco enemigo y luego nos repartiremos el botín! - Me río abiertamente con el juego, pero recuerdo que había una pregunta por responder y me detengo un instante para pensar la respuesta antes de que se me termine de olvidar con la emoción del juego.

- Veamos... Esa pregunta es difícil, pues muchos eran muy crípticos al hablar de sus poderes. Arya tenía el poder de reunir a los seguidores de Zyba en el glaciar. Uno cada noche. Ehalli no tenía poder cuando llegó, por haber abandonado a Cell. Sin embargo, creo que antes de eso mandaba mensajes ocultos o algo así. Sheph ganaba poder al morir, creo que podía llevarse a alguien consigo, o algo similar. Supongo que lo de Neheri lo sabes mejor que yo. Shadow no llegó a contar su poder nunca... Y bien que hizo. It'Bure es el más poderoso, sus aguas estaban llenas de poder. Para empezar podía realizar videncias y ver el interior de otros. También podía proteger a una persona una vez en su vida y anular una resurrección o una muerte recién sucedidas. Y ahora, por lo que parece... También puede matar a otros. En el glaciar se podía recargar un poder de uno de sus habitantes cada día o noche. Por eso los seguidores de Zyba se hicieron tan poderosos. 

Durante todo este rato, mientras hablo voy lanzando estocadas imaginarias. Finalmente me vuelvo hacia él. - Bueno... ¿Abordamos el barco antes de que se hunda con todo su tesoro dentro? - Me río y extiendo la mano hacia arriba, buscando un cabo imaginario que me permita llegar hasta el barco hundido, a la manera pirata.

Todo lo que Rienott le contaba a Nuraus le hacía estremecerse de miedo. Había estado al margen de todo el grn poder que se estaba acumulando y era estremecedor saber que algo así había pasado. Se mesó la barba y pensó unos segundos.

A él sinceramente tanto Cell, como Zyba, como Rakedus le daban igual. No le importaban en absoluto. Sin embargo sintió miedo por Neheri y se entristeció al recordar las palabras que habian cruzado. Seguía ciega y nada de lo que Nuraus le había contado le hacia si quiera planterase otra alternativa. Arya había ganado el corazón de Neheri con mayor fuerza que el que alguna vez pudo haber entre la elfa y el hombretón. Con ánimo cansado se sentó en el suelo al ver que había perdido la batalla.

Pero el ánimo de Rienott y el juego le empezó a gustar. Sonrió con la tristeza reflejada en sus ojos y se levantó.

Se agarró a la cintura de Rienott. Al ver que todo lo que imaginaba podía crearse. Cuando ella elevó la mano para agarrarse a un cabo. Nuraus se agarró a ella y dijo:

-¡Al abordaje! Decidido a abordar junto a Rienott alguno de los barcos que se veían en los alrededores.

El cabo es creado en las manos de Rienott, así como de su contramaestre, para llegar hasta el barco.

Llego al barco acompañada de mi fiel contramaestre y empiezo a pegar tajos a enemigos invisibles que empiezan a materializarse cuando los imagino. Trato de imaginar algunos también para Nuraus, para que pueda desfogarse con ellos. Son esqueletos vestidos con ropa de pirata y que castañetean las mandíbulas de una manera terrorífica. Con cada tajo, se desmontan sus huesos y se quedan en el suelo, moviéndose y haciendo ruido, pero sin volver a recomponerse.

- ¡Vamos, Nuraus! ¡Acabemos con estos marineros de agua dulce! - Grito animándolo mientras voy desmontando enemigos y abriendo paso hasta la puerta para bajar de la cubierta. - ¡Ese tesoro nos espera! - He notado una sombra de tristeza en los ojos de mi nuevo amigo y quiero que se divierta todo lo posible.

Nuraus comienza a destrozar esqueletos de forma brutal. Dejando que el estrés y la ira que contenía fuese canalizada. Tras arremeter con fuerza a seis o siete de los enemigos, Nuraus paró un segundo y propuso a Rienott la posibilidad de contactar con Sheph:

-Nuraus cree que Sheph y Rienott tienen mucho de que hablar. Nuraus comparte espacio con Sheph. Quizá Rienott quiera decirle algo a través de Nuraus.

Había visto la relación entre ambos y le daba pena que no pudiesen hablar como hacía él con Neheri. Así fue que se decidió a proponérselo. Que Nuruas no hubieses conseguido convencer a Neheri, no significaba que Rienott no pudiese hacer lo propio.

Seguidamente siguió a su capitán hacia el tesoro.