Cuando terminamos con todos los enemigos de la cubierta y Nuraus se detiene un segundo para hablar de Sheph, mis ojos reflejan tristeza. - No te preocupes, amigo. Lo que necesito con Sheph es hablar cara a cara, sin gente alrededor... O al menos sin tanta gente. Sin Arya. - Me froto la nariz con la mano, haciendo una pequeña pausa. - Espero que cuando todo termine podamos hacerlo, aunque me siento muy decepcionada con él. Una cosa es querer matar a Rakedus, o a sus asesinos, y otra matar a gente inocente sólo por no dar un rodeo hacia su objetivo. Troolshy era inocente, él lo sabía perfectamente, tan bien como yo... Y no le dieron ninguna oportunidad. Creo... Creo que por mucho que diga, me mataría incluso a mí. Me cuesta mirarlo igual desde que habló al empezar la noche. - Mi voz se corta y sacudo la cabeza, apartando todos estos pensamientos de ella. - Esta noche traeré a Troolshy de vuelta con mi poder de chamán del Bosque. No sé si mis aguas podrán discurrir junto a las de Sheph después de todo lo dicho esta noche, pero el anciano merece vivir. Nunca hizo daño a nadie.
Un suspiro y una pausa. - Pero... divirtámonos mientras podamos. ¿Quién sabe cuánto durará? - Me esfuerzo en sonreír de nuevo. - El tesoro no nos va a esperar eternamente, ¿no?
Con estas palabras abro la puerta que debería llevar a los camarotes para descubrir, con los ojos muy abiertos, que el barco parece contener una enorme gruta acuática dentro de él. Las paredes brillan, húmedas, y extraños peces luminosos flotan por ella, dando luz suficiente para no tropezar. Una escalera tallada en la piedra desciende por la gruta, hacia lo más profundo. - Vaaayaaa... - Acierto a decir antes de mirar a Nuraus con los ojos brillantes. - ¡Descendamos! ¡El tesoro debe estar abajo! - ¿Quizá estará aquí Él? - Me pregunto comenzando a descender, apartando con el pie los restos de esqueletos de piratas caídos antes de ser capaces de llegar a su destino. - Nosotros no acabaremos así. - Afirmo convencida.
Después de bajar durante un tiempo interminable la gruta se abre en una inmensa sala de piedra del tamaño de un salón de baile. En el techo, un agujero redondo deja pasar la luz suficiente para iluminar tenuemente toda la sala, cayendo sobre una mesa tallada en roca, sobre la que hay un pequeño cofre de color azul profundo. Alrededor de la mesa no hay nada más, hasta donde alcanza la vista, la sala está completamente vacía. Me giro hacia Nuraus y mi voz es apenas un susurro emocionado. - Creo que... Lo hemos encontrado.
Jefe, si se me va demasiado la pinza en algún momento y deja de ser una ambientación pirata menor, avísame XD.
Nuraus, si quieres aportar algo a la ambientación, adelante. Con que digas "mira esa cosa", ya Rienott se la imagina y por lo tanto existiría, así que dale tú también ^^.
Nuraus mira perplejo la maravilla que han encontrado. Mira a un lado y observa luces de colores que flotan en la inmensidad. Mira hacia otro lado y descubre corales, tan hermosos que son difíciles de descubrir. Rienott insta a Nuraus a avanzar y el hombre del norte asiente sin dejar de mirar a todos lados y con una sonrisa en el rostro. En verdad que hay otros mundos más maravillosos por descubrir.
Descienden durante segundos, minutos o quizá horas. Nuraus no puede estar seguro del tiempo que ha pasado.Y al final...al final una enorme sala y una mesa sobre la que descansaba el cofre azul. Una morena rondaba el cofre junto a una anguila. De vez en cuando chisporroteos brotaban cercanos al cofre.
Entonces Nuraus sin acercarse mucho lanzó una piedra hacia el cofre y consiguió golpear a la morena. Sin embargo la anguila seguía dando chicporrotazos a diestro y siniestro. Cogió una nueva piedra y la lanzó contra la anguila. Esta vez si, acertó. Sin embargo la anguila enfureció y marchó directa hacia su atacante. En ese momento Rienott conjuró una chorro de agua y la anguila se empotró contra la pared.
Con el acceso libre, Nuraus se acercó al cofre y lo observó. Intentó abrirlo pero no había forma, entonces se giró hacia Rienott:
-Si el capitán tiene la llave, quizá Nuraus y Rienott puedan ver que hay dentro. Dijo señalando el bolsillo de Rienott y dejando paso libre para que el capitán abriese el cofre del tesoro.
Admiro la puntería de Nuraus acertando a la morena y a la anguila y me sobresalto cuando veo que la anguila se dirige a él enfurecida. Un chorro de agua sale de mis manos, apartándola de él.
Miro curiosa cómo trata de abrir el cofre sin resultado y cuando menciona la llave, noto de repente un peso en el bolsillo de mi túnica, junto a la moneda y el bombón.
Sonriendo de pura expectación, meto la mano en él, y la cierro alrededor de una llave grande, pesada. Con adornos ornamentales y algunas runas grabadas en ella. La saco del bolsillo y se la muestro, sorprendida. - Vaya... Debe ser una llave mágica, pues nunca la había visto antes. ¿Crees que... lo abrirá? - Pregunto señalando el cofre con la cabeza y tendiéndole la llave para que lo abra.
En cuanto lo hace me coloco a su lado, sin quitar ojo del cofre mientras lo abre. Una intensa luz sale de él, iluminando todo el lugar y obligándome a apartar la mirada. Cierro los ojos con fuerza hasta que noto que la luz ha disminuido. Al abrirlos, el lugar ha cambiado. El suelo de roca se ha convertido en una especie de mapa en relieve. Sobre él se puede ver el paisaje marítimo que había fuera del barco, pero en miniatura. Una gran X roja marca un lugar. En uno de los rincones, apenas visible con la luz de la sala, una inscripción en cursiva.
Veintisiete hacia el norte y luego hacia el oeste. Ciento dos hacia el sur y uno y medio hacia el este. Las piezas han de encajar. Cuando al anochecer la novena se complete, llenando de notas el lugar, las puertas se abrirán y el destino llegará.
Camino por el mapa, tratando de aprenderme el camino marcado con una línea de puntos. - Vaya... No va a ser tan fácil como parecía... - Informo a mi leal contramaestre sin perder el buen humor, para después preguntar con curiosidad. - ¿Hay algo en el cofre?
Noticias de otros planos me hacen dejar a un lado el juego por un momento y me vuelvo seria hacia Nuraus, ladeando un poco la cabeza de forma que el sombrero me tapa casi del todo un ojo.
- Nuraus, debes saber que se está forjando una revolución contra los seguidores de Zyba entre los seguidores de Cell y Eir. Ferriel es quien la lidera y me ha pedido en el Bosque que te hable de ello. - Me siento en una roca que aparece de la nada y le hago un gesto para que se siente conmigo.
- Cell ha dado dones a sus seguidores para poder defenderse de Zyba. Ferriel esta noche va a tratar de terminar con Delos, para poder atacar después a Arya y a It'Bure, a los cuales al parecer protege el ángel. Cree que si termina con ellos tres, el bando de Zyba se desmantelará y los demás abandonarán sus ideas. Yo trataré de traer a Delos de vuelta al amanecer, pero vinculado al Bosque, neutral entre las entidades y sin poderes... Quizá mi poder de chamán pueda ser útil para evitar bajas, a la vez que limitamos el poder acumulado por los seguidores de Zyba, igualando las posibilidades entre los bandos.
- Sé lo que me vas a preguntar. Las aguas de Neheri están totalmente a salvo. Ferriel comparte con ella un plano y allí hay una protección que van a usar con ella para evitar que le pase nada. Ferriel espera que ella entre en razón y su amor por ti sea más fuerte que su devoción hacia Arya cuando vea que Zyba no es tan poderoso como creen. Ehalli está de su parte, Shadow siempre ha sido bastante independiente y Sheph parece estar a punto de abandonar el barco... Creo que Neheri finalmente entrará en razón y acudirá a tu lado, pero mientras sea leal a Zyba, creo que lo mejor sería que no le contaras esto. Al menos hasta que puedan dar el golpe. Isar'i está dispuesto a participar y ayudar. Él pertenece al bando de Eir y se considera neutral en esta batalla, pero no quiere doblegarse a Zyba, ni morir.
Hago una pausa y lo observo, analizando su expresión, tratando de ver qué opina de todo esto, ya que su opinión es muy valiosa para mí. - Ferriel tampoco está de acuerdo con Cell y sus seguidores. Creo que quiere abandonar ese bando para convertirse en independiente también. Pero antes usará sus capacidades para igualar la batalla.
- Ferriel está preocupado por lo que piensas de él. Confía en ti. Por eso me ha pedido que te cuente todo esto, poniéndose en tus manos, pues si hablaras de lo que te acabo de contar, los seguidores de Zyba lo matarían sin dudarlo ni un instante. - Abro las manos en un gesto tranquilo. - Eso es todo. Si quieres que transmita algún mensaje a Ferriel o a Isar'i de tu parte, puedo hacerlo en el Bosque...
- No apoyo a Cell ni a sus seguidores, ni a ninguna otra entidad, sabes que sigo mi propio camino. Pero matando a Troolshy los seguidores de Zyban han pasado una línea que me ha dolido. Creo que voy a colaborar con los que se levantan contra ellos. Al menos hasta que la batalla esté igualada. ¿Qué opinan tus aguas de todo esto? Ahora mismo eres el ser aquí de cuyo criterio más me fío.
Nuraus se mesa la barba cuando Rienott hace un alto y comienza a contarle el devenir de Amalgama. Escucha con atención y el ceño fruncido. Algunas cosas no le gustan, otras si, y otras hasta le dan igual. Sin embargo suelta una carcajada cuando Rienott comenta que Ferriel está preocupado por la opinión de Nuraus:
-Jajajá. ¿Ferriel preocupado por la opinión de Nuraus? Es lo más gracioso que Nuraus ha escuchado en tiempo. ¿Qué espera que haga Nuraus para que Ferriel esté preocupado por él? Ferriel sabe que sólo debe preocuparse si le roza un pelo a Neheri. Entonces si deberá preocuparse. Mientras tanto a Nuraus le da igual lo que haga. Nuraus no se opondrá. Ferriel sabe, Rienott sabe y todos saben que Nuraus está aquí para salir vivo con Neheri, lo demás le importa un bledo. La guerra entre Cell o Zyba no le interesa mientras ambos pierdan.
-Sólo tiene que tener una cosa clara. Nuraus no dejará ni que gane Cell, ni que gane Zyba ni Rakedus ni ningún bando. Sólo aceptará una salida, la renuncia a cualquiera de ellos. Se puede llegar al acuerdo de no usar la Amalgama o repartirla, eso a Nuraus le da igual, lo único que no le da igual es que sean Cell, Zyba, o Rakedus el que se quede con ella.
-Ferriel debe saber que en el momento en que la balanza se desestabilice hacia Cell, Nuraus actuará. Por lo demás tiene el apoyo de Nuraus y si Nuraus es informado debidamente y considera que la acción a tomar es aceptable, Nuraus ayudará con los medios de los que disponga.
Nuraus mira a Rienott, cuando le comenta que su criterio es importante para ella:
-¿Por qué todo el mundo desea saber la opinión de Nuraus?¿Acaso creen que Nuraus tiene más poder del que realmente tiene? La única razón que podía llegar a entender es que Nuraus fuese apreciado y por ello sus razonamientos fuesen tenidos en cuenta. Eso le reconfortaba. Acostumbrado a la soledad de la montaña, el gran oso negro apreciaba aquella nueva sensación.
-Nuraus es igual que Rienott, que Ferriel, que Sheph, que Neheri…ni más peligroso ni menos. El criterio de Rienott es igual de válido o más que el de Nuraus. Nuraus puede confundirse. Por eso Rienott debería escuchar su criterio, no el de Nuraus. Mientras la verdad vaya por delante y no haya puñaladas, todos los criterios son válidos. Es la filosofía del oso negro de la montaña. Honestidad.
-Si Rienott es honesta consigo misma y los demás, entonces tendrá un gran criterio. Nuraus ha podido comprobar que así es. Rienott encontró el camino de la honestidad y la libertad. Rienott es una chica con mucho criterio. Dijo Nuraus sonriendo con amabilidad a Rienott y guiñándole un ojo.
Asiento a sus palabras con solemnidad.
- Creo que a Ferriel no le preocupa lo que piensas de él porque puedas hacerle daño, sino porque dudes de su honor y de su palabra. Estas cosas parecen importarle mucho al anciano.
- Le informaré de lo que me has dicho y te mantendré al día de lo que planeen, siempre que me lo cuenten. Estoy de acuerdo contigo. Que la Amalgama se quede para nadie, o para los héroes que se encuentran aquí. Pero no para esas entidades, sean quienes sean.
- Voy a traer de vuelta a Lianne esta noche, para que haga un efecto de cortina de humo y dar una oportunidad a los que se revuelven. No soporto las aguas de esa mujer, pero su vuelta distraerá a los seguidores de Zyba. Si no terminan ellos con ella pronto, la mandaré yo de vuelta de donde salió. Es algo que puedo hacer como chamán. Pero si la balanza se inclinara demasiado hacia el bando de Cell, yo también dejaría de ayudarles. Por ahora, su causa me parece más digna.
Luego sonrío cuando pregunta por qué su criterio es importante. - Me has demostrado que eres un hombre bueno y sensato. Yo... A mí a veces me cuesta centrarme en las cosas y mantenerme en el cauce correcto. Estuve muy confusa desde mi llegada a la Amalgama... Hasta que llegué a este lugar. Es muy confuso pensar en la corriente, los pensamientos fluyen de un lado a otro y no se detienen para poder analizarlos con claridad. Aquí, en cambio, me siento serena y en calma, con la certeza de estar haciendo lo correcto. Mis pensamientos aparecen claros y quietos, no tengo que perseguirlos. Tú colaboras con esa sensación. Conocer tu opinión me ayuda a estar segura de que sigo donde debo, haciendo lo que debo. Ahora mismo, este sitio, incluyéndote a ti en él, es mi ancla. Y lo necesito para poder pensar con claridad.
Sacudo la cabeza al terminar y sonrío a mi nuevo amigo. - Bueno... ¿Y en el cofre había algo? - Pregunto volviendo al juego después de este interludio.
Nuraus asiente a las palabras de Rienott y se levanta de la roca en que se sentó cuando le empezó a hablar de los futuros planes, entonces metió la mano en el pequeño cofre y comenzó a tantear. Tras unos segundos en que pensaba que el cofre se encontraba vacío su mano palpó algo. Lo agarró y al sacar la mano pudo comprobar que una brújula se hallaba en el interior del lugar. Se la pasó a Rienott y volvió a introducir la mano.
Al igual que pasó la primera vez, parecía que nada más había, entonces a punto de retirar la mano tocó algo redondo. Sacó la mano y una moneda de oro apareció frente a él. De nuevo le pasó la moneda a Rienott y siguió buscando.
Esta ves tuvo que introducir el brazo pues aunque el cofre no parecía medir más de 20 centímetros, el fondo parecía que no correspondía con el tamaño. Entonces su mano palpó algo y tuvo que introducir la otra mano para poder sacar una enorme pala,la cual dejó en el suelo y siguió buscando hasta encontrar un pico. También dejo en el suelo.
Nuraus miró a Rienott como si no comprendiese nada y siguió buscando. Entonces tocó algo suave que se movía. Lo atrapó fuertemente y un sonido salió del cofre:
-¡Sueltame!¡Groo!¡Suéltame!. Al sacar la mano un loro se encontraba atrapado entre sus grandes manos.
-Jajá- Dijo Nuraus. Nuraus no conoce capitán sin loro, dijo ofreciéndole a Rienott el loro.
Finalmente dos parches y una llave.
Entregó todo a Rienott y cogiendo la pala y el pico comentó:
-Nuraus cree que Rienott y Nuraus van a tener que buscar en otro lado. Dónde marca la X. ¿Rienott quiere guiar a Nuraus? Nuraus no sabe leer el reloj que da vueltas. Dijo bajando la cabeza avergonzado y señalando la brújula.