Partida Rol por web

Lentamente las alumnas fueron despertando en sus respectivas habitaciones, algunas habían logrado volver a sus cuartos por su propio pie, mientras que otras simplemente fueron arrastradas por sus compañeras de clase después de aquella fiesta; por lo que todas y cada una de ellas, más o menos descansadas, pudieron reunirse en el comedor de la Academia Masumi.

Y aunque parecía evidente, entre aquellas alumnas, aún faltaba una, Goro Yoshida, algo que no alarmó a nadie, a fin de cuentas la joven había sido la que más había abusado del alcohol y tuvo que ser llevada a su cuarto por una compañera la noche anterior.

Echando un vistazo por la ventana del comedor hacia el patio donde el gran cerezo se encontraba, Masshiku Akakyosha pudo ver algo que llamó la atención a sus inexpresivos ojos. Y aunque tardaría un par de segundos en mentar lo que estaba viendo, esta pudo describirlo lo suficientemente al detalle como para captar la atención del resto de sus compañeras.

El cuerpo de Goro Yoshida, sentado, muerto, bajo aquel cerezo en flor. Algunos pétalos habían caído y se habían tintado con la sangre de la muchacha y en su mano parecía haber una carta parcialmente manchada por su propia sangre. Sea lo que hubiera pasado en el lugar, había sido un acto violento.

Es curioso como la vida se encarga de ponerte en situaciones de lo más desventajosas. Yo traté todo este tiempo de esconder hasta de mí misma, lo que muy en el fondo sabía que era una verdad absoluta. Aunque reconozco que me haces rabiar muchas veces y he llegado a detestar la forma en que te diriges a mí, esas son cosas que no sirven de mucho para intentar esconder que te amo.

Sé que esto te puede tomar por sorpresa, y no me extrañaría que no te resultara grato, después de todos los desplantes que he tenido contigo. No podría culparte por ello. Ójala pudiera deshacerme de esto que siento por ti y enterrarlo en lo más profundo de la tierra, sin embargo no puedo hacerlo.

No tenía la seguridad suficiente como para decirte estas cosas, puesto que corro demasiados riesgos de que me rompas el corazón. Pero ¿Qué más da? Ese es un peligro al que debo exponerme, pues ya no puedo cargar con esto.

De nada me sirve negar que es por ti por quién me levanto todas las mañanas, que lo primero que hago al verte llegar es fijarme en tu sonrisa con disimulo y en la forma que te mueves. Tu sola presencia hace que cada una de mis horas valgan la pena y aunque te resulte difícil de creer, cuento los minutos para volver a verte, cada vez que te marchas de nuevo.

He buscado formas de llamar tu atención, que no han resultado ser las mejores, pues solo me he ganado tu enemistad.

Es por eso que quería que descubrieras lo que realmente provocas en mí, que lejos de ser algo desagradable como tú y el resto de las personas se podrían imaginar, es lo más extraordinario que me ha sucedido en la vida. No obstante, me preguntó si será suficiente como para empezar a pelear por tu amor, sabiendo que siempre me he esforzado por fastidiarte, aunque estuviera equivocada.

Y aunque sé que es probable que te ocasione un disgusto, me gustaría que supieras que no me pienso rendir tan fácilmente. He comenzado a cambiar y ha sido por tu causa. Si algún día consigo que me correspondas o al menos que me des una esperanzas, después de observar estos cambios, todo habrá valido la pena.

 

-XoXo

Goro Yoshida

El grupo de alumnas había ido a ver qué era lo que pasaba, recogiendo la carta que tenía Goro en su mano, protegida y firmemente agarrada por la rigidez de sus dedos, estas la leyeron y descubrieron no solo que aquello que tenía era una carta de amor en donde Goro se confesaba a alguien sino que además se percataron de otro mensaje más.

Escrito en el árbol, grabado con una navaja o un cuchillo, había un pequeño pero bastante directo mensaje:

"NO OS LO DEJARÉ"

"TODAS LO MIRÁIS Y ANSÍAIS"

"ÉL ES PARA MÍ"

Aquel mensaje era una carta de intenciones incluso más clara que la carta de amor de Goro, evidentemente ese "ÉL" se refería a "Dai" el chico nuevo, y teniendo en cuenta que no apareció en todo el día anterior, probablemente significara que el muchacho había sido secuestrado por quien fuera que hubiera matado a Goro, o no estaba en el pueblo y la asesina de Goro atrajo de algún modo a la muchacha al cerezo para que sirviera como lección a todas ellas.

Sea lo que fuera, el caso era el mismo, no había nadie más en el pueblo salvo los alumnos adolescentes de la Academia Masumi, por lo que la Presidenta del Consejo Estudiantil, Kawamura Mai pensó que ahora era el momento idóneo para resolver el caso como mejor convenía; realizar una votación para encerrar a la más sospechosa del crimen, llamar a la Policía y esperar a que los adultos resolvieran el caso.

     La mañana estaba resultando un enigmas mas allá de los que pudiera considerar placenteros, pues.... aunque era cierto que se respiraba un aire mucho mas placido y limpio gracias a la evidente escases de personas en el área.... había algo... en cierta manera, que ensombrecía en parte toda esta perspectiva que estaba teniendo de la mañana .... quizás fuera la asimétrica figura de Goro manchando la bonita postal con el Cerezo de fondo....

      Allí... esta... - miraba en primera instancia desde la cafetería - Nuestra borracha... - para empezar a caminar sin prisas aparente, mas cuando sabia que su aroma a festejo no me iba iba a quitar de la punta de la nariz por un buen rato ... hasta quizás tenga que lavar mi conjunto.... affffff...  - Despierta ya, el resto ya a preparado el....

    * Gasp *

      Tras aquel abrupto suspiro simplemente me quedaría estática ante la figura de Yoshida, Y tal tuvo que ser la escena, que antes de poder siquiera reaccionar el resto de mis compañeras ya se estaban arremolinando enfrente de lo que alguna vez fue una de nosotras....

     U-una manta.... - le comentaba a Kawamura una vez la divisaba entre todo el grupo- Siquiera cubrirla, para evitar que las mas pequeñas tengan que observar esto... hasta que lleguen los oficiales....

La mañana era agradable, pues desde que desperté era una linda mañana o eso pensaba... Al ir a lo que era la sede de mi nueva escuela se podía sentir un ambiente pesado como si algo malo hubiera pasado.

Pues así era, cuando llego veo que todas mis compañeras estaban aglomeradas en un árbol y decido ir por que no había ido a la fiesta ya que apenas estaba llegando a pueblo y no me hacia especial ilusión festejar con personas que no conocía... Pero al llegar con el grupo veo algo horripilante, ERA EL CADÁVER  de la joven que invito a la fiesta. Mis piernas empiezan a temblar y me asusto al ver este horripilante escenario, pero masshiku-san cubre el cuerpo antes de que las mas pequeñas vean lo que había sucedido.

Al ver que todo estaba en pánico digo

-Dios santo....

Calmandome un poco digo

-¿Quien la vio por ultima vez?,  mi hermana me conto esta mañana que Goro estaba del revez por lo que seguramente alguien la acompaño a su cuarto

mirando atentamente la escena veo lo que esta escrito en el arbol y tomo la nota que tenia goro para ver si encontraba algo. Momentos después confundida digo

-¿el? ... Cierto el chico que oneesama me comento... ¿Alguien sabe donde esta el?

Es bien conocido que a Maemi le gusta despertarse bien temprano por la mañana, ese dato lo conoce sobre todo su compañera de habitación, que a veces se despierta por los ruidos que pudiera haber tras la cortina. ¡Es simplemente que a ella le encanta despertarse con la luz del alba! Y tanto en esta aldea, como en el resto de aldeas de esta zona del país, amanece tempranito, muy acomodado artificialmente para que así sea. De modo que a las 6 de la mañana ya estaba despierta y preparada para empezar un nuevo día. Se lava los dientes y se ducha, se seca el pelo y el cuerpo, se viste y se pone los zapatos. Solamente queda arreglarse el pelo "¿De chico?" "¡Que te den!" y ponerse un poco de maquillaje para quedar reluciente, pero no tan reluciente como ayer, hoy ya no es un día especial. 

Mira su maletín de maquillaje, en realidad tiene demasiado. Piensa que le podría valer a Goro, podría regalárselo, porque definitivamente no va a utilizar el rojo sangre ni el blanco fantasmal.  Después de leer un rato, cuando ya muchas, sino todas las chicas se habrían despertado, recoge el maquillaje que le sobra y sale en busca de la chica. Lo intenta, pero no la encuentra.

—Oye, ¿habéis visto a Goro-chan? Jo, es que en realidad tengo un montón de maquillaje que no utilizo, de verdad que no me hace falta tanto, no tanto como a Goro. —Ninguna lo sabe— ¿Hasta qué hora se quedó anoche? ¿estará bien? —Se trata de una incógnita que nadie conoce.

No hasta que Akakyosha la encuentra y las chicas se reúnen a su alrededor. Maemi aprieta el puño donde tenía agarradas las pinturas, hasta el punto de quebrarlas. Ya no se las podrá regalar, ni a ella ni a ninguna, se quedarán sin uso en su maletín.

—Qué habéis hecho... pedazo locas...

Hoy sería un gran día, por supuesto eso implica limpiar meticulosamente mis lentes sino no podré leer ni ver a las otras chicas con claridad, por lo que me esmero en que queden relucientes. Tras eso tomo una ducha para comenzar fresca la mañana y arreglo mi cabello, en ello no me demoro mucho ya que lo llevo corto, era bastante cómodo poder relajarme de esa manera. En cuanto a maquillaje... decido realmente no ponerme nada, prefiero ir lo mas natural posible, soy lo que soy y ni un producto de belleza cambiaria ello. 

"Hoy será un gran día" Me digo a mi misma mirándome al espejo. 

Estaba lista para comenzar el día, cuando me encuentro con mas chicas reunidas en una escena que parecía sacada de un libro de fantasía urbana, de investigación policial, pero esto era algo real. 

"Me lleva el diablo" Pienso bastante sorprendida "¿Que está pasando? ¿Esto es una broma? No es chistoso chicas"

Observo la escena y leo el mensaje en el árbol, esto no está bien, doy un paso atrás mientras mi corazón late aceleradamente... este debería ser un gran día, no el inicio de un circo macabro nada mas despertar. Escucho que alguien pregunta por el chico y observo a mis alrededores, cada vez llegan mas chicas a la escena.

Olivia lavó bien su cara antes de bajar. Aun estaba algo resacosa. Con mal sabor de boca. No había sido la gran fiesta que pensaba, pero algunas de sus compañeras volvieron a sus cuartos casi a cuatro patas. Ese imagen le hacia gracia, sobre todo si se imaginaba a la estirada de Kawamura.

Ya reunida con sus compañeras, todas repararon en que faltaba Goro. Que fuera la ultima no era de extrañar, la noche anterior había sido el alma de la fiesta, lo raro fue verla apoyada en aquel árbol que Masshiku había señalado desde la ventana.

- ¡Ficken!* ¡No puede ser! Miró lo escrito en el árbol y releyó de nuevo la nota. - ¡Este país es de locos! En serio. Echo un vistazo a su alrededor y se dio cuenta que entre ellas estaba la asesina, no había nadie mas. Salvo posiblemente ese chico. - Si, ¿ Donde esta esa ricura? Preguntó. 

Guu salió de la habitación algo después que Karillo Ochum, su compañera de cuarto y una de las pocas que aún le caían bien.

El día anterior había conseguido una vez más pasar desapercibida entre las invitaciones a la fiesta y poder eludir aquel compromiso social que, en honor a la verdad, le aterraba.

Alguna vez había ido a una de esas fiestas, pero sentirse rodeada de chicas más altas y esculturales que ella le abrumaba y deprimía a partes iguales, así que había dejado de ir.

Dado su comportamiento huraño, no supo qué estaba ocurriendo cuando, en un primer momento, vio un revuelo junto a un árbol. Se acercó con cautela picada por la curiosidad y lo que se encontró fue un cadáver y alguna especie de amenaza.

¡¡¡Iiiiiiiih!!!

Gritó al comprender que aquella chica que siempre le había dado mal rollo estaba muerta. 

¡Madre mía! ¡Esta vez sí que se os ha ido de las manos!

Gabi se despertó temprano, ella casi no habia bebido nada, así que se sentía bastante lúcida, al menos bastante más que su compañera de habitación.
-"Buenos dias Goro, como te sientes? Tienes mucha resaca?"-Preguntó, esperando algún tipo de quejido como respuesta... Pero no se oyó nada.
-"Seguro que estaba tan borracha cuando se acostó que ahora es incapaz de despertarse"-Pensó. Así que se levantó de su cama y se dirigió hacia la de Goro para despertarla, pero, para su sorpresa, no había nadie en la cama del otro lado de la habitación.
-"Donde se habrá metido esta chica? Ahora recuerdo que anoche se levantó de la cama y salió de la habitación. No se donde iría, pero seguro se quedó dormida en cualquier parte" -Gabi iba ordenando en su cabeza los recuerdos de la noche anterior.
Se aseó, se vistió y se dirigió al comedor para desayunar. Ya tendría tiempo de ir a buscar a Goro
Entonces pasó algo que Gabi no se hubiera imaginado nunca, ni en sus peores pesadillas. Masshiku vio a Goro sentada bajo el cerezo, en un principio Gabi pensó que ya no tendría que ir a buscarla, pero al acercarse a ella se dieron cuenta que estaba muerta. Alguien la había asesinado y había grabado un amenazador mensaje en la corteza del árbol. Pero quien seria capaz de hacer algo así?
Gabi luchó por vencer su timidez y se dirigió al resto de chicas. -"Anoche Goro estaba muy borracha, estaba en su cama pero se levantó y salió de la habitación, me dijo que no la esperara despierta y se fue. Parecía que tenía algo importante que hacer y que no podía esperar"

Me desperté antes de mi compañera y sonreí al verla dormir plácidamente, eran tan pequeña y adorable que no podía evitar pensar en ella como una hermana menor, pero no tenia tiempo para eso, tenia que ir a asearme, porque suelo tardar mas de la media entre resbalón, caída y limpieza.

Así que cuando estuve lista y quise reunirme con el resto, muchas ya estaban alrededor del árbol mirando un bulto cubierto por una manta pero lo que llamo mi atención fue las palabras grabadas en el cerezo. -¿D-Dai-san? -Musite dando un paso atrás conmocionada, con la mala suerte de chocarme con una rama baja, lo que provoco que mis gafas volaran fuera de mi cara y al intentar recogerlas, tropezar para caer de bruces contra el bulto cubierto. -¡AY! -Al levantarme con rapidez, agarre sin querer una esquina de la manta, descubriendo el cuerpo de Goro debajo de ella y me quede totalmente rota, puede que fuera miope y no viera mucho, pero aquel marcado maquillaje era visible hasta para los mas ciegos y entonces lo comprendí todo.

-¡OH! Gomen, gomen. Lo siento mucho. -Me disculpaba por mi torpeza mientras intentaba torpemente taparla de nuevo.

 Anbiru había festejado un poco con sus compañeras el día anterior, pero no era una chica que se acostase tarde y tampoco una fiestera por naturaleza. Antes de darse cuenta, ya estaba durmiendo plácidamente. Y al despertarse, se encontró con una de las noticias más duras para digerir. Algo que angustiosamente chocaba con las expectativas alegres que la tranquila muchacha tenía para aquellos días: una de las chicas había sido asesinada.

 La muchacha, vestida con sus trajes tradicionales, mantuvo la distancia con el cuerpo y desvió la mirada cuando este fue descubierto nuevamente por la torpeza de Ochum. Era todo tan desgarrador. Se llevó una mano al pecho con dolor.

- Oh Dios santo. Muy terrible, muy terrible... chicas, conténganse y respiren hondo. No queremos que ninguna se descompense por ver algo como esto. Oh cielo...

- ¡¡¡AAAAAAAAAHHHHH!!! -El grito de Ayaka fue tan alto y sonoro que amenazo con romper los timpanos más sensibles de las pequeñas presentes, sus delgadas manos presionaban sus mejillas mientras tanto en una expresión de absoluto horror. 

Segundos más tarde, cuando ya no tenía oxigeno que gastar cerro la boca, eso si sus grandes ojos no dejaron nunca la expresión de horrorizado asombro que la cubría. 

- ¡¿Qué paso aquí?! ¿¡Quién la mato?! ¿¡Qué debemos hacer ahora?! - las preguntas salieron de su boca una tras otra mientras  corría de un lado a otro agitando las manos, y sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas de impotencia, su correría se detuvo cuando pensó en la respuesta a sus preguntas  y luego se volvía a ver a sus compañeras, la viva expresión de la confusión. 

La noche fue... Movida. Mai siempre ha tenido fama por ser capaz de mantener el control en las fiestas a las que acude, pero esa noche se salio un poco de control. Lo que pasó fue que, como sus padres no estaban en el pueblo y no había nadie supervisandolas, Mai considero que esa era una oportunidad unica para experimentar cosas que jamas ha experimentado en su vida, como tomar un poco de alcohol, lo que Mai no sabia era que ella es extremada mente poco resistente al alcohol, así que solo fueron suficientes un par de tragos para hacer que se desmayase apenas al principio de la fiesta.

Lo que la despertó en la mañana fueron los varios gritos de sus compañeras. Alarmada, se dirigió hacia el patio para encontrarse con una terrorífica escena.

- ¡¿Que esta ocurriendo?! -Dijo recién llegó antes de percatarse del cadáver de Goro, pero recién se percató, gritó:- ¡Dios mio!

Mai se quedo mirando el cadáver por unos cuantos segundos sin saber que hacer, lo que la regreso a la normalidad fue Akakyosha pidiendole una manta para cubrir a Goro. Mai corrió de regreso a su habitación y regreso lo mas rápido que pudo con la cortina de su cuarto. Al parecer su compañera de habiatasión aun dormía, Mai no la despertó, justo ahora estaba mucho mas preocupada por lo que podía estar ocurriendo en el patio.

Al regresar, Mai se armo de valor para cubrir el cadáver de Goro mientras todas sus compañeras seguían en pánico. Una vez terminó, se puso de pie y llamó la atención de sus compañeras aplaudiendo repetidamente con fuerza.

- ¡Chicas! -Alzo su voz sobre todas las demás- Tenemos que encontrar a la culpable, y si queremos hacer eso hay que organizarnos... La verdad me gustaría que hubiese otra forma de hacer esto pero, solo me se ocurre un metodo...

Mai le explicó a todas el plan que había ideado. Era una apuesta arriesgada, pero era lo unico en que podía pensar en ese momento.

- ... Lo único que podemos hacer nosotras solas es eso... La culpable nos e va a presentar a si misma como tal, así que hay que encontrarla de esta manera... -Tomó un profundo respiro antes de continuar- Hay que hacer esto por nuestro bien y por el de Dai, al parecer el también esta en peligro, así que lo mejor que podemos hacer es encontrar a la asesina lo mas rápido posible y rescatarlo. Como presidenta del consejo estudiantil, ¡decreto que comencemos con el plan inmediatamente!

La situación era cotica, pero situaciones caoticas requieren medidas severas.

Kirino era por lejos una de las muchachas más participativas que podían existir. Si alguien le pedía algo lo hacía, si la invitaban a un sitio iba. Las fiestas no eran una excepción y su actitud felina no fue excusa alguna para evitar dejarse llevar por las demás cuando el alcohol entró en juego. Bebió, bebió bastante, y eventualmente acabaría por ahí tirada y acurrucada en algún rincón de su habitación.

Fue su compañera de cuarto quien la despertó al entrar buscando esas cortinas. -Nyaaa... ¿Qué pasa?- Pregunta somnolienta mientras la mira entrar y salir con las prisas de alguien que acababa de ver a un muerto. Curiosa más que nada, aunque aún algo resacosa y somnolienta, la gata de la escuela se levantaría raudamente para seguir a su compañera de cuarto. Lo que no se esperaba era ver que efectivamente lo que la tenía tan alarmada era un muerto.

Su reacción fue increíblemente alarmada. Miró para todos lados, nerviosa, pasando la mirada por todas y cada una de sus compañeras, hasta que por fin se llevaría las manos a la boca, horrorizada. -¡Goro-nya...!- Exclama entonces, habiéndose tomado su tiempo en procesar que todo era cierto y no se trataba de ninguna broma.

El punto bueno es que al menos la resaca y el sueño parecieran habérsele ido y fue capaz de prestar atención a la propuesta de la presidenta. La chica gato tragó saliva y levantó tímidamente la mano. -¿Y... y... y... sobre Dai-Sama...?- Pregunta nerviosilla como, como... Un gato. Boh. -Nyaaa...-

- No, demonio, no harás daño a mis amigas por el poder de la diosa... - Kyoko hubiese seguido durmiendo en su habitación todavía más y hablando en sueños. Si normalmente tenía sueño, la fiesta era una oportunidad perfecta para dormir un poco más... y estar más cansada porque retirarse la primera era poco popular., había aguantado lo que había podido Y no hubiese salido de su duermevela si no hubiese empezado a oír gritar a todas como locas. Se cambió mínimamente y salió con legañas en los ojos.

- ¿Qué pasa que gritáis? Todavía es muy pronto... -se restregó un poco los ojos, porque no terminaba de creerse lo que veía. Letras en el árbol... y como Mai envolvía el cuerpo en una sábana blanca.

- Espera, ¿está...? - Era una broma, ¿no? Se agarró a la pared, sin poder evitar caerse de culo de la impresión. Parecía demasiado real para ser un sueño... y se agarró a la primera persona que pudo en un abrazo.

Tetsu salió de su habitación, con su habitual pasividad y sin hacer casi ruido, salió sin decirle nada a su compañera, y se dirigió a las duchas para asearse, después de aquello comenzó a escuchar el griterío en el comedor, al parecer había bastante movimiento allí, y ella se consideraba madrugadora.

Al llegar parpadeo varias veces.

-¿Prima?...

Le pregunto mientras se acercaba al grupo para ver que estaba pasando.

-¿Por.. por que la estáis... tapando?

Dijo con un hilillo de voz hasta al final ser consciente de lo que sucedía.

-¿PRIMA?... ¿QUE… QUE HA PASADO?

Dijo levantando la voz por primera vez en mucho tiempo, su voz temblaban, también sus piernas.

Leyó la nota con los ojos vidriosos, y luego la advertencia en el árbol, sea quien fuese aquella psicópata estaban claros sus motivos.

Miro a la presidenta y asintió, no sabía quién había asesinado a su prima, pero no pensaba quedarse de brazos cruzados.