Partida Rol por web

Sonrío al ver que Sasha parece más simpática conmigo.

- Claro, me apunto, lo que sea por olvidar un rato todo este lío en el que nos hemos visto involucrados.

Me acerco a ellos para participar en el juego de cartas, tenía claro a quien iba a votar, así que podía relajarme un rato, después de todo aquellos días estaban siendo de todo menos tranquilos.

 El semblante de Suitei seguía mostrando una expresión de niño engreído. Sin embargo, había una variable que había cambiado ligeramente en su rostro: el sudor. Empezaban a correr gotas de sudor por su cara, que desentonaban drásticamente con su sonrisa picarona y sus aires de superioridad. Volvió a hablar para intentar poner en tela de juicio la decisión de sus compañeros, más su voz se mostraba más preocupada de lo usual.

Tsk... tsk... pues entonces parece que está decidido. Parece que todos votaremos por Kajiwara. Parece que los contaminados finalmente pereceran, y el resto sobreviviremos. Parece que... Sasha va a sobrevivir, lo cual hará que la Todai no esté interesada en aceptarme entre sus ingresantes.

 Al finalmente decir eso en voz alta, toda la actuación que él puso a su alrededor se desmoronó. Se veía claramente que eso era lo que lo tenía preocupado el día de hoy: no que la humanidad pudiera salvarse o que estuvieran cerca del final... le preocupaba que la oferta que le habían hecho no pudiera cumplirse debido a que una de sus compañeras seguía respirando.

Parece que... ingresar a la Universidad de Tokio no está en mi destino... tsk... tsk...

 El muchacho parecía estar por descomponerse. El sudor le corría cual cascada, y su pulso temblaba como nunca. Como si lo que más miedo le diera de toda aquella situación es que su distorsionada idea del destino no se estuviese cumpliendo.

¡Ngh! No puede ser... mi destino es incorruptible... tiene que haber alguna manera de...

 Suitei tenía que hacer algo. Su gran sueño, su gran ideal... era ser el mejor. Ir a las más prestigiosas universidades y ser un gran empresario o un gran político. Destacar sagazmente en cualquier campo de profesión que eligiera, y mostrar sus capacidades superiores en cualquier ámbito. Pero de no ir a la Todai... ¿donde quedaban esos sueños?

 Por lo que se decidió a hacer algo que rozaba lo patético, pero se alineaba con sus principios. Mordiendo su confiado arco para evitar gritar como una niña de cinco años, Suitei se fue a un rincón del salón y empezó a golpearse la mano tan fuerte como podía; intentando evitar que el resto de sus compañeros evitasen ver tal penoso acto. No porque le importara lo que pensaran de él, sino porque tenía que vender una historia creíble.

¡Mphhm! ¡MMMPPPHHHH!

 Finalmente, triunfante y aguantándose las lágrimas, Suitei vuelve hacia el grupo y les muestra su mano, vendada pero evidentemente chamuscada y sangrante. Su expresión vuelve a ser la de un calmo engreído, convencido hasta el cuero de que sus compañeros eran lo suficientemente inferiores a él para caer en su plan.

Compañeros, tengo una penosa revelación que hacerles... Sasha Yoru me atacó durante la noche...

Sasha levantó la vista de las cartas y se rió.

-¿DañarTe?-dijo frunciendo el ceño.Sí es lo que piensas... Pero debo decirte que yo he permanecido en el cuarto esta noche, pregúntale a mi compi♡ y que sólo he protegido a Yu. -se sonrojó a desviar la mirada a Yu.

Volvió a las cartas.

-SI lo que quieres es jugar... juega. Si lo que quieres es matarme... hazlo. Pero...¿Por qué soy tu enemiga? -comentó llevándose un dedo al labio.Con lo divertido que es tenerme de amiga...¿Verdad Yu~kun♡?

La rubia miró con sonrisa ladeada a los dos chicos, tanto a Kenichi como a Takeno. -Gracias chicos; pero es lógico que si nadie más ha mostrado marca de estar herido, toda miraa caiga en la rara del grupo... He visto el más allá, y parece que es aburrido. Y que hay una mujer fastidiando hablando con todos en la total oscuridad. Será un final algo aburrido.- Suspiró. Tristemente, nadie parecía estar herido, o si lo estaba lo había sabido esconder bien.

Casi esperando su destino, cerró los ojos y esperó paciente a que éste llegara a ella...

Ryoji se encogió de hombros. Si la propia Kajiwara no quería defenderse de las acusaciones, él no iba a seguir discutiendo.

—De acuerdo —dijo—, sigo pensando que la prueba contra ti es circunstancial, así que yo por el momento me abstendré, ya que no tengo un sospechoso claro. Pero si tu defensa es esa, supongo que el resto simplemente te votará. Espero que al menos acierten y seas una contaminada, ya que vas a caer sí o sí...

Y se sentó sacando su tablet para esperar el momento de las votaciones.

El profesor se levantó muy a lo rapido cuando la hora del descanso se terminó - Bueno, toca contar los votos... Aunque ¿sabeis que? Ya lo hice - Agarró el cuchillo el cual arrancó de la mesa y fue jugando con el lanzandolo al aire mientras se paseaba entre vosotros - así que juguemos a otro juego... ¿Quién será la muerte de hoy? - Justo en este punto, el nuevo profesor Karma-sensei, os pareció increiblemente más sadico y temible que Nagisa.

Según llegaba a la mesa de uno u otro, empezó a cantar - Pinto. Pinto - A cada palabra uno de vosotros - Gorgorito. - Dejando espacios más maquiavelicos que solo hacían aumentar la tensión entre vosotros - Donde. Vas. - Mientras que apuntaba con el cuchillo a cada uno de vosotros en cada palabra y luego lo lanzaba al aire jugueteando - Tu. Tan. Bonito. - Y por supuesto con una sonrisa de sed de sangre que no habriais visto nunca jamás... Y finalmente, terminó

-Pues al infierno - Raudo y sin tapujos de una simple estocada con el cuchillo con fuerza, atravesó de espalda a torso a Kajiwara Emiri, siendo que esta se tuvo que arquear solo de la fuerza que aplicó. Por supuesto de su boca salió espuma - Uno menos para el bando de los malos... Jijiji - Retiró el cuchillo con fiereza siendo que su sangre borboteó un poco - Ahora iros a dormir, antes de que me arrepienta - Agarró a Kajiwara de los pelos y fue llevandola así a rastras hasta algún lugar.