A pesar de que vuestro profesor cambiara, Nagisa seguía siendo el que a diario os iba despertando, a pesar de encontrar a gente muerta en las camas.
Uno a uno fue pasando por la habitación de cada cual despertandoos hasta que se topó con la que se hallaba una victima más de los contaminados. En este caso, quien la encontró fue Aoyama, al ver que su compañera de habitacióne estaba muerta en la cama. Nagisa corrió a envolverla, pues sin duda el espectaculo con el que se jactaban los contaminados, era mucho mayor que cualquier inocente normal... Aunque menor que el del pulpoide ya muerto.
-Id a clase enseguida. - Dijo Nagisa con una voz más sombría y preocupada mientras llevaba en sus brazos el cuerpo de Ayami Mizushima con el.
-Y solo quedaron doce - fueron las palabras que mencionó Karma-sensei una vez fue entrando al aula. - Uy... creo que me confundí. Vosotros sois ocho. Tan cerca y a la vez tan lejos ¿Eh? - El profesor pelirrojo se sentó en la mesa y cruzó las piernas como si fuera un niño sentado en el suelo - Bien, ahí va una pista. - Levantó un dedo con una sonrisa picara - Y esta vez la caja de las votaciones soy yo. - sonrió ahora con más malicia - Solo uno de vosotros ocho es la pieza que falta. Y por lo que sé teneis habilidades interesantes para pillarlos. En lugar de ir a ciegas, moveos y dejad de ser tan egoistas, o yo mismo os mataré a todos si hace falta. Tsk.
Respiró para calmarse dejando su cuchillo esta vez a un lado - Hoy no habrá clase, solo votaciones. Acabad con esto cuanto antes.
Maldita suerte ahora Ayami estaba muerta bueno.era hora de jugar mis últimas cartas.
Bien veamos, está claro que yo no soy un contaminado, pues no sólo envié a su muerte al pulpoide, sino que Kajiwara trato de matarme anteanoche.
Ese idiota. - digo señalando a Suitei - tampoco lo es, pues de serlo, la muerta sería Sasha, está claro que Sasha tampoco lo és, porque de serlo, los contaminados no habrían engañado al engreído ese. - señalo de nuevo a Suitei - Para que la mate.
Ahora, es claro que Sasha, mi querida Sasha. - sentencio con voz ronca y cautivadora, mientras me acerco a ella y le acaricio la mejilla. - Moriría antes de permitir que dañaran a Yu.
Yo tenía la teoría de que Yu era el pulpoide, lo que probó ser falso, lo.qie nos deja con Aoyama, Himura y Takeno.
Himura tendría un motivo válido para volverse un contaminado, pero eso no quiere decir que lo sea y Takeno aceptó muy rápido que Yu era el pulpoide, pero se negó a votar por Kajiwara.
Esos serían mis sospechosos, si no digo nada contra Aoyama, es porque no tengo nada con que atar cabos, ademásque debo admitir que odiaría que ella lo fuera porque me gusta un poco.
¿Y bien alguna idea? - pregunto a todos mientras me alejo de Sasha con paso lento y sereno.
Ryoji lo sintió un poco por Ayami, porque aunque no habían hablado apenas, aquella chica no le había caído mal. Pero al menos sabían que sólo faltaba un contaminado por caer, y si lograban atraparlo, habrían ganado. Escuchó los razonamientos de Kenichi, esforzándose por aguantarse la risa ante la galantería mostrada con Sasha y luego se encogió de hombros.
—Sigues lanzando dardos prácticamente a ciegas —dijo, aunque sonreía—. Ya suponía que me señalarías como uno de los sospechosos, igual que hiciste con Kajiwara. Sin embargo, aunque en ese caso acertaste, conmigo te equivocas. Y el argumento que esgrimes contra mí es aún más débil que el que usaste contra ella. Ya justifiqué que si me abstenía era porque no consideraba que la prueba contra Kajiwara fuese definitiva... pero observarías que tampoco me opuse a que el resto la votáseis, ni intenté que votárais por ningún otro. Simplemente, yo no quise hacerlo porque no estaba convencido. Lo de Yu me pareció entonces una buena posibilidad, igual que a ti, aunque luego comprobamos que estábamos equivocados.
Se encogió de hombros.
—En fin, entiendo que me acuses... La verdad es que, en este caso, yo mismo no sé por quién votar. Así que supongo que al resto le pasará un poco igual. Pero te daré un aliciente para no votar por mi, aunque tú debes decidir si me haces caso o no. Sé que arriesgo mi vida al revelar esto, pero como tú mismo has dicho, lo importante es que los contaminados no ganen, ¿verdad? —respiró hondo antes de continuar—. Te diré que llevo desde que estamos aquí utilizando mis habilidades para ayudar a la causa de los no contaminados. En qué consisten exactamente esas habilidades, no lo diré. Sería darle demasiada ventaja a nuestros enemigos. Pero si salgo con vida de la votación de hoy, tendré la ocasión de volver a emplear esas habilidades contra él o ella... y quizá esta vez sean definitivas.
Acentuó su sonrisa, metiéndose las manos en los bolsillos.
—Dicho queda. Ahora... el contaminado restante deberá decidir si me hace su objetivo esta noche para evitar que pueda actuar... pero con ello se arriesgará a que lo que acabo de decir sea un farol, y así perdería la oportunidad de matar a alguien más peligroso para él. En cualquier caso, saldremos ganando. Bueno... casi todos. ¿Qué te parece? ¿Despeja esto un poco tus sospechas sobre mí?
Suitei apenas se inmutó ante la muerte de otra de sus compañeras. No era él, así que no era nada de que preocuparse. Más lo que si le preocupaba al engreído muchacho era estar tan cerca del final y no poder lograr que los demás viesen la amenaza que representaba Sasha para el grupo... aunque las motivaciones del muchacho fueran por otro camino más egoísta. Mostrando su amorfa mano, chamuscada a puro golpe, Suitei vuelve al juego del debate.
Aunque sentía como si estuviese siendo ignorado por los indignos de sus compañeros. Que tupé que tiene cierta gente.
Tsk... tsk... ¿acaso mi mano estropeada no es señal de nada para ustedes, cretinos? Es obvio que Sasha Yoru es la última contaminada. Tendría que estar en el interés de todos acabar con ella... tsk... tsk...
Las cartas de Sasha se cayeron de la palma de su mano.
Pareció un cachorrillo cuando Kenichi la acarició para irse luego. Ella asintió a sus palabras. Estaba claro que lo daría todo por su amado Yu. Sin embargo, cuando le tocó el turno de palabra, se levantó decidida:
-Suitei, voto por ti y voy a explicar el por qué. Si has sido malherido eso quiere decir que has intentando atacar a Yu esta noche, por lo que gracias a mi poder has acabado... -le señaló la venda caminando hacia él, cuando estaba delante, la tocó observando como su compañero daba un escalofrío- herido. Además, tu egoísmo te ciega y , si bien no recuerdo mal, todos los inocentes que han muerto, incluido el contaminado del Delegado, han comentado lo mismo: soy inocente. ¿Quieres que me rebane el cuello para que lo compruebes? Eso sería todo un placer... -se llevó las manos a la mejilla y se sonrojó-, el riesgo es ... excitante. -bajó las manos y se serenó.- Tengo ligeras sospechas de ti, siempre has querido ir por mí y no entiendo muy bien el porqué... ¿Soy un peligro para ti, con ta mi na do? Porque tus compañeros... en un principio -le sujetó del mentón y rozó sus labios con los suyos sin llegar a besarlos- siempre han visto en mí un enemigo... Voto por ti.
Se alejó y volvió al lado de Yu y apoyándose en su hombro continuó:
-En los votos, siempre he hecho un reecuento y... nunca me han salido todos los votos de las personas que estamos, luego... o hay quienes se abstienen o... hacen trampas.
La peliazul hubiese deseado que ya esto acabara, otro inocente había caído y le ganaban los nervios porque se le complicaba poder hablar ahora que solo restaba un contaminado. Se limitó a escuchar a los demás hablar tratando de atar cabos por sí misma y sabiendo que podría hablar bien si evitaba verles a los ojos, se preparó para tratar de decir su teoría.
-Namine había dicho que ella debía intercambiar lugares con Midori, pero al final creo que quedó claro que en realidad era con Yoshito... y ella declaró que Sasha y Suitei eran inocentes. Sin embargo, ¿no sería esa una pantalla para distraer juntando a un inocente con un contaminado? Si es así, Suitei sería el que falta, ¿no?-alzó su rostro u se enrojeció por seguir hablando, pero como ya había comenzado no quedaba de otra. Miró a Garou y se animó a continuar a hablar-. Y-yo lo digo porque Suitei se ha mantenido en acusar directamente, además que está herido y... Yoshito te defendió cuando fue la primera acusación a Kiyoshi y él declaró que votaría por Garou y se demostró que era inocente.
La chiquilla bajó la cabeza y continuó con su verborrea.
-Aunque al final entre ustedes se acusaron y ya... pero Manami declaró públicamente que te acusaba, Suitei, y al día siguiente murió-tomó bastante aire y habló solo una vez más-. P-pero eso s-solo es lo que pienso... m-me gustaría escuchar lo que p-piensan... que y-ya acabe esto.
Y, sin querer, había dejado a un lado lo que declaró Kenichi a propósito. De tan solo recordarlo sus mejillas se pondrían rojas de nuevo.
Y finalmente, el show se oscurecía para el oscuro muchacho. Tanto despotricar contra sus compañeros, acusar y mofarse de la inferioridad evidente de los mismos, que ahora las tablas se daban vuelta de la manera más extraña.
En primer lugar, Sasha ve a través de él como un papel de calcar. Desnuda sus objeciones y, para colmo, lo hace ver a él en una muy mala posición. Pues si de hecho seguía con la historia de su mano accidentada, en efecto los demás lo podían tomar como que había estado haciendo algo a la noche. El semblante del muchacho tiembla al ver como la muchacha ni siquiera lo ve como una amenaza sino como un simple insecto al cual aplastar. El sudor corre por su frente. El tupe. La osadía. Aquella chica no sabía con quien se estaba metiendo.
Tsk... tsk... ¡escúchame una-
Pero el golpe final, para sorpresa del patético muchacho, fue dado por la inocente y gentil Aoyama, que hasta el momento había sido precavida con sus acusaciones. Mientras Suitei se preparaba para rebatir, a duras penas, lo dicho por Sasha; detrás suyo Aoyama lo apuñala con el caso que hizo de su culpabilidad.
Tsk... tsk...
Era evidente que si Suitei seguía con la versión de la historia que había vendido, sus compañeros no tendrían compasión y lo votarían por considerarlo sospechoso. No por su insoportable personalidad o sus aires de grandeza. Era el momento decisivo para Suitei sobre si seguir con su relato o retroceder en lo contado, quedando como un mentiroso frente a sus compañeros (si bien su honestidad no era algo en lo que los demás se apoyaran demasiado). Suspirando hondo, el engreído joven actuó de acuerdo a sus convicciones.
¡GAAAAHHH! ¡No, no, no! ¡Espereeeeen! ¡Yo no ataqué a nadie! ¡Sasha no me atacó! ¡No me acuseeeenn! Yo... yo... yo me lo hice a mi mismo...
Creánme cuando les digo que me encantaría poder votar a Suitei, pero si la base de sus acusaciones son las lesiones en su mano, estas son autoinflingidas.
Lo hizo ayer con la intención de inculpar a Sasha, sin embargo, voy a disfrutar votar por él también. - digo con serenidad.
Ryoji observó el súbito cambio de actitud de Suitei y se rascó la cabeza, confuso.
—Pues... si quieres que no votemos por ti, la verdad es que estás consiguiendo justo lo contrario —dijo—. Como no te expliques un poco mejor, creo que vas a tener todas las papeletas... ¿Qué quiere decir eso de que te heriste tú mismo? ¿Con qué objetivo?
-Nurujuju... - se rio Karma-sensei cual aquel pulpo que os advirtio de todo esto al principo, mientras jugaba con su cuchillo mirando a SSuitei como si fuera una presa a la que cazar. - Aun faltan votos por realizar, pero tambien queda poco tiempo... Ya huelo la sangre de la siguiente victima corriendo en mi cuchillo... La pregunta es... ¿Sera inocente o contaminado?
Karma se encogio de hombros con un descarado pasotismo - Sinceramente me da igual. Por mi os mataria a todos aqui y ahora. - sin duda, karma era un sadico, y aunque solo llevara dos dias ahi, era el que más ganas tenía de terminar
Garou había estado mirando el tira y daca sin intervenir en absoluto, mirando a los presentes con una mezcla de intriga y pena al mismo tiempo. Era extraño, y sus sentimientos eran bastante contradictorios respecto a todos y cada uno de ellos, excepto respecto a Aoyama. Devolvió una mirada serena y con una sonrisa a la chica peliazul, sintiéndose de alguna forma orgulloso de ella por poder expresarse a pesar de que la conocía de hacía apenas unos días.
Por otra parte, estaba Suitei. No aguantaba su actitud altanera, su ego desmedido, y el hecho de que creyera ser la élite superior a la élite. Pero claro, Garou no tenía el valor ni las ganas de recriminarle dicha actitud. Cada uno era como era, y mientras no se pasara de la raya todo bien. Además, en cierta medida le daba algo de lástima, y su propia forma de ser le decía que era alguien que necesitaba ayuda, no un castigo.
Sin embargo, su momento de debilidad hizo que algo quemara en su fuero interno. Algo le decía que ese canalla era incluso más despreciable cuando, después de ver su vida amenazada, reculaba y lloraba como un perrito asustado, lamiéndose las heridas y casi suplicando clemencia.
En un visto y no visto, agarró al muchacho por el brazo herido, apretando con saña, sonriendo.
«¿Qué te pasa, muchachito? ¿Te duele esa herida? ¿Querías hacer parecer mala a Sasha con tus patéticas intenciones? ¿O es que querías suicidarte y huir de esta preciosa academia?»
Garou se pasó los labios por la boca, relamiéndose con gusto mientras soltaba al pobre Suitei. Sus ojos tenían un brillo amarillento, y su cuerpo estaba crispado de la tensión del momento.
«¿Sabes? Si querías hacerlo, puedo enseñarte cómo hacerlo de forma que no seas tan penoso, y desaparezcas de una puta vez. Mira, se hace así.»
Garou pasó entonces a remangarse el brazo, enseñando su muñeca desnuda, muy pálida. Señaló sobre ella con el dedo índice de la otra mano, horizontalmente. «Podrías hacerlo así, y saldría más sangre que en esa mierda de herida en tu mano. Pero si tienes los cojones...» dijo con una sonrisa, señalando entonces varias veces con su dedo verticalmente, desde su muñeca. «Si tienes los cojones, puedes hacerlo así. De esa forma te vaciarás muuuuy rápido, ¿sabes? Así quizá dejes de ser tan putamente hipócrita, niñato.
¿Tienes miedo de Karma-sensei? ¿Crees que él te matará y por eso lloras? No te preocupes, ¿sabes? Con gusto te mataría yo mismo si se diera el caso. Aunque supongo que si no sales en esas votaciones no me dejará hacerlo. Creo que el sensei disfruta asesinando igualmente, ¿no es así, Karma? ¿Dejarías que si sale Suitei como más votado pueda ser yo el que le corte la puta garganta?»
Garou se rió, alejándose del muchacho mientras estallaba en carcajadas. Volvió a sentarse en el pupitre, manso pero alerta, y miró fijamente a Karma-sensei a los ojos. En cierta medida tenían un poco de parecido.
Himura Naoki había ingresado a la sala con aspecto indiferente también esa mañana, aunque con los días su melancolía había dejado de ser evidente aun parecía triste y solo, se apoyo en su silla y observando al resto hablar, al igual que ellos estaba perdido.
-Por mi parte no puedo decir gran cosa, me avendría a pensar en los que defendieron a Kajiwara, como ya han dicho antes, o los que se mostraron resistentes a votarla, pero, como se ha señalado, Ryoji ya ha sido engañado en algún momento por los contaminados y Ogesana... o es un estúpido por ponerse en la mira, o es más inteligente de lo que pensaba al considerar que tal cosa nos podía confundir los suficiente para dudar, del resto... no lo sé, no os he prestado atención -se encogió de hombros, pues precisamente por esa idiotez parte de él se resistía a sospechar -Por mi parte, pueden o no sospechar, pero no me convertido en un contaminado, aunque mi palabra sea lo único que tenga para probarlo.
El maltrato al que estaba siendo sometido Suitei por parte de Garou, independientemente de si se lo había buscado o no, estaba doblegando todo el espíritu que quedaba en el obstinado joven. Tal era el caso, que su semblante egocéntrico se transformó en una expresión de pura desesperación. Lloraría si no le quedara nada de orgullo (y algo siempre le quedaba), pero se lo podía ver moralmente destruido. Y también con gran dolor, puesto que su mano no estaba cerca de curarse sino más bien de empeorar.
Arrodillado en el suelo, viendo a sus compañeros que lo observaban con malos ojos, Suitei intentó hacer un último alegato para salvarse de ser votado. El respiro de Karma-sensei que tenía en su nuca le daba escalofríos. Jugó demasiado con la paciencia de ellos; ahora tocaba ganarse la misericordia.
Tsk... tsk... por favor, reconsideren no votar por mi. Mi destino... mi destino debe ser brillante. No puedo morir aquí. Solo quiero vivir una buena vida. Ser exitoso, famoso. No merezco ser asesinado solo por querer buscar mi merecido destino. No quise dañar a nadie... no estaba en mis intenciones, y no es algo personal contra Sasha o ustedes. Por favor... no soy un contaminado... están perdiendo la posibilidad de terminar todo hoy...
Garou se levantó del pupitre de nuevo, poniéndose al lado de Suitei.
— De acuerdo, no eres un contaminado. — dijo Garou, poniendo su mano en el hombro de Suitei. Podría haberse malinterpretado como un gesto de bondad de no ser porque su cara lo delataba, y por la presión de más que ejercía con su mano.
— Pero si tú no eres el contaminado... ¿Quién es, Suitei? Podría ser Himura... Parece del tipo que no levanta sospechas. Aunque claro, también podría no ser nada, al fin y al cabo no es un delito pasar desapercibido. ¿No es así, hermanito desvalido? — dijo entonces, acercándose un poco a Himura.
Garou se rió entonces de nuevo, volviendo a su pupitre como si su broma más cruel que graciosa hubiera sido un mero chascarrillo.
— Joder, estoy deseando ver qué sale de esto.
Ryoji suspiró. Las explicaciones de Suitei, si es que se podían llamar así, estaban lejos de convencerle.
—Si no querías dañar a nadie... ¿para qué te has herido? No le veo ningún sentido que no sea el de intentar hacernos pensar que lo hizo Sasha, como tú mismo has dicho en un principio —negó con la cabeza—. En fin, quizá no seas dueño de tus actos, o tu modo de actuar se deba a alguna otra razón rara... pero de momento, los hechos son los hechos. Has intentado inculpar a Sasha, y ahora de pronto dices que no, que te lo has hecho tú mismo y que por favor no te votemos. No me convence. Quizá aún tengas tiempo de hacer que cambie de opinión, pero de momento me temo que mi voto será para ti...
-Si habeis dejado de jugar ya a los detectives... Toca finalizar el día... - Con ello os miró a los ocho restantes que allí os encontrabais sin mirar a ninguno en particular acercandose más y más a vosotros. Lejos de hacer lo mismo que ayer Karma se acercó de manera prudente hasta que estuvo delante de Suitei Ogesana - El pueblo decide, o en este caso, la clase. ¿Me lo pondrás dificil? - Se agachó un momento para susurrarle algo más al oido - Porque no te dejaré opción
Acto seguido hincó su rodilla en la boca de estomago del alumno antes de cogerle del poneindose detrás suya - ¿Y bien? ¿Alguna apuesta? ¿Será contaminado? ¿Será inocente? ¿Quien da más - Se lo tomaba como un juego, un juego que a juzgar por su sonrisa estaba disfrutando más que nunca - Comprobemoslo, aunque espero que sea un contaminado. - Al contrario que todas las veces anteriores Karma rajó el cuello de Suitei de un lado al otro viendo como al ir cayendo la sangre, no salía espuma por la boca - Tsk... Inocente, supongo que he perdido.
Sin dejar de agarrarlo del pelo empezó a llevarselo como todos los muertos hasta ahora - Será mejor que para cuando vuelva esteis en vuestras habitaciones... O mataré a alguien más - Sadico y cruel, el profesor ahora se marchaba dejando la noche llegar poco a poco.
siento la tardanza, cosas se me han venido encima