Toca sangre, por parte de los contaminados. Es la noche 2... Un contaminado debe caer por tus garras para avanzar en tu labor. Solo podrás matar a uno, pero así estaras más cerca de matarlos a todos
Kiyoshi lo sabía; sabía que ese momento llegaría. Tenía que hacerlo, ¿verdad? No tenía otra opción. Pero, ¿acaso quería tener otra opción? La sociedad ya le había hecho mucho daño, Kiyoshi no necesitaba nada de la sociedad. Estando solo, completamente solo, estaría mejor. No necesitaba nada de nadie.
Pero a pesar de saber que lo mejor era estar solo, tenía miedo. Cuando alcanzase la soledad absoluta que tanto ansiaba, ¿qué haría con semejante trofeo? El pensamiento solo lo hizo mirar hacia el cielo, lleno de estrellas en una noche tan sangrienta.
Con las manos en sus bolsillos Kiyoshi se acercó a la barandilla y miró hacia abajo la academia. Sabía que debía hacerlo; era esta noche. Pero al mismo tiempo no quería levantar sospechas sobre su persona. La mejor forma de sobrevivir hasta el final sería sembrar la semilla de la duda y tratar de pasar desapercibido lo mayor posible. La idea lo hizo echar su cabeza hacia atrás, hastiado. Pasar desapercibido por completo también podría levantar sospechas. Tenía que ser astuto. Tenía que aprovecharse de las oportunidades y, si lo haría, definitivamente debía aniquilar a alguien que le provocara dolor de cabeza. Un nombre y un rostro se le vinieron a la mente; cosa que hizo que frunciese el ceño. ¡Nao-chan! Eso era. Esa chica... tan hipócrita y animada. Era peligrosa. Era mucho más astuta de lo que cualquiera podría haber pensado en un principio. Aiko dormía con Nao-chan. Si asesinaba a una, sobre la otra caerían las sospechas de ser un contaminado, e incluso de ser el pulpoide. ¿Pero a quién asesinar? Kiyoshi apoyó su mentón en la barandilla y cerró los ojos por un momento. Las dos chicas mostraban una personalidad llamativa. Sin embargo, Nao-chan era la que más... amigable se mostraba con la clase, de esas dos. Si ella moría, sería mucho más fácil incriminar a Aiko. ¡Eso era! ¡Lo tenía! Sonriendo con satisfacción y estirando sus brazos hacia arriba, Kiyoshi se decidió. No podría estar más satisfecho con su primera víctima.
Esta noche moriría... Nao-chan.
Aviso, Nao-chan está en paradero desconocido, no podrás matarla esta noche por no encontrarla.
... Pero era verdad, no podría encontrar a alguien que no sabía dónde encontrar. Kiyoshi no pudo evitar chasquear la lengua, por su idea frustrada.
... Y eso le favorecía, ¿no?
Una apoteósica idea hizo que Kiyoshi se tomase con firmeza del barandal y echase su cabeza hacia atrás, sonriendo enfermizamente, siendo arropado por un gran sentimiento de éxtasis. Si no podía ser una, sería la otra. Aunque no podía negar prefería asesinar a Nao-chan; no dejaba de darle mala espina, debía asesinarla apenas fuese posible. No obstante, por esta noche... Solo por esta noche, se salvaría. Mientras tanto, los planes cambiaban. Quien moriría entonces sería... Aiko Midori-chan.
A Aiko supongo que sí, ¿no? xD
Midori ha caido esta noche a pesar de la trampa
-.- si es que son muchas escenas. Aprovecha y dime por aquí si quieres matar a un contaminado
xDD Puedo entenderte. Kiyoshi pensaba tirarse esta noche a Dante, por considerarle potencialmente peligroso.