Este es el lugar donde la chica más superior de clase y la que la quiere como ejemplo a seguir se reunen día a día. El mejor lugar ya que mientras la Midori puede alavar su vanidad, Namine puede servirla sin compañeros de por medio.
Aquí podeis hablar tranquilamente Himedere y seguidora. Por defecto los seguidores buscan al Himedere para seguirles, cuando el Himedere muera ya te contaré que pasará con esta escena Namine
-Midori-chan, Midori-chan -Namine tiraba de la manga de la camisa de Aiko, mientras se situaba junto a Aiko. Se comportaba como una niña que necesitaba necesariamente a una hermana mayor para seguir adelante-. Tenemos que ser como una piña. No quiero que muera nadie, pero a alguien habrá que votar para encontrar al Pulpito. Tú decides a por quien vamos, capitana.
Namine observaba a Aiko Midori con auténtica devoción, como si fuera una gran líder a la que seguir. La boca de la joven de cabello rubio permanecía entreabierta e incluso se podía percibir que caía de ella algo de baba. Era evidente que la chiquilla adoraba a Midori hasta límites inimaginados.
Aiko, que pretendía aprovechar la instancia para retocar su maquillaje, se veía un tanto hastiada por el apego y la constante insistencia de Namine. Casi que la empujaba para quitarsela de encima y le diese algo de aire... Pero se quedaba en un casi, pues dentro de tanta locura las dos serian las únicas aliadas confiables allí dentro. -¡Hmpf! ¿Es que acaso tengo que decirlo? ¡Ese chico rubio tan indeseable! Me niego a compartir el mismo ambiente con él.- Dijo con un tono medio molesto tan solo de recordar todo lo dicho en clases, haciendo gala de todo su egoísmo en un solo instante al ni siquiera preocuparse por los motivos reales detrás de la matanza.
Aprovechó un pequeño instante para maquillarse, algo que en realidad le hacia bastante poca falta a su edad y a su aspecto natural, pero que de todos modos hacía a saber por qué vicio. Luego hizo un gesto con la mano, dejando su cabello revolotear libremente mientras se miraba en el espejo con una sonrisa cargada de orgullo y autosatisfacción. Entonces miró a Namine, le sonrió y le dio un par de palmaditas en la cabeza como si fuese un cachorro que acababa de realizar un buen truco. -Vamos a acabar con todos los indeseables y ambas saldremos vivas de esto.- Le guiñó un ojo y sonrió con confianza. Nada podría salir mal.
¡Ya tomáis por hecho que moriré! Ya no te quiero director (?)
-A por el rubio entonces, Midori-chan -asintió Namine, conforme. No había muchos rubios, aunque si había alguien que debía ser un pulposo, ese debía de ser Keruh-. Es feo, tonto y huele mal. Seguro que oculta algo.
Lejos de molestarse cuando la pelirroja le da una palmadita en la cabeza como si fuera un perrito, la buena de Namine acepta su papel como secuaz sin iniciativa alguna y entrecierra los ojos, con expresión de satisfacción en el rostro, como si, al igual que a un cachorrito, le agradara que le dieran caricias. Namine no era especialmente lista, por lo que no parecía tener más motivación que la de seguir a ciegas a quien consideraba su líder y superior.
-Se hará como digas, Midori-chan -dijo, con absoluto servilismo-. Todo saldrá bien. ¡Momantai!
Aiko sonrió complacida ante las ingenuas y alegres palabras de su compañera, con más confianza que nunca. -Todo saldrá bien. Pero para eso... Nadie necesita saber trabajas para mí, ¿Verdad? Si se dan cuenta va a hacer todo más complicado.- Le indicó, dándole un par de toquecitos en la frente antes de apartarla con cuidado para luego dirigirse a la puerta del baño. -¡Nos veremos mañana!- Exclamó antes de largarse a sus habitaciones con ese paso orgulloso que usaba siempre.
Ya al día siguiente... Midori volvería al baño donde esperaría encontrarse con su secuaz o fiel sirviente. Sin embargo aquel día era distinto, o más bien bastante similar al anterior. Midori se veía molesta, muy molesta, casi pareciese que iba a cargarse algo allí. -¡Agh! Esa maldita Sasha...- Comenzaría quejándose bien entrada en la mañana, casi como si lo del día anterior hubiese ocurrido recientemente. -¿Quien se cree? Hablarme así, en mi cara y encima... ¡Agh! Es más desagradable que ese maldito rubio. ¿No lo crees? ¡Encima...!- Parecía con todas las ganas de decir algo más, pero acabó por no decir nada. Simplemente guardó silencio mientras observa a Namine y le tendió una carta sellada -Quiero que se la entregues a ese cerebrito de Suitei.- Hubo una pequeña pausa antes de que agregase. -¡Y más te vale votar a Sasha!- No iba a guardarse su odio, más luego de todas las insinuaciones y amenazas del día anterior.
Perdóon por no haber respondido antes. Es que quería que terminase el prologo, que sino iba a ser todo un enredo esto xD
-De acuerdo, Midori-chan -La Namine permanecía humilde y sumisa frente a su superiora-. Votaré por Sasha.
Aquella joven podía ser muchas cosas, pero desde luego era una buena secuaz. Y como buena secuaz, nunca hacía preguntas. Si Midori odiaba a Sasha, ella se encargaría de que Sasha fuera la más votada. Y si llegar a ser necesario, la buena de Namine le daría una paliza a Sasha, que para algo había aprendido kárate y aikido a través de vídeos de Youtube.
Namine extendió su mano para recoger la carta sellada. No sabía qué se traía entre manos Midori con Suitei, pero de entrada el joven de gafas parecía ser inteligente, por lo que más valía que se lo ganasen como aliado.
-¿Veees, ves? ¡Seremos las sobrevivientes de este lugar horrible! Y cuando salgamos, hablaré con mi papi para que ambas vayamos a un lugar mucho mejor que este.- Se encargo de darle más palmaditas en la cabeza a Namine, ya con su enojo completamente dejado de lado ante la alegre pasividad de la chiquilla. Pareciera que pese a las muertes y a todo lo malo aún había una parte de Aiko que se mantenía positiva al respecto, una que pensaba que podía "ganar el juego", siempre que Namine estuviese a su lado. -¿Tú no necesitas nada? Ese uniforme grita por unos cambios...-
Olvidé poner la carta, jeje...
~Carta~
La Universidad de Tokyo, aquella con el mayor prestigio en Japón estaría completamente dispuesta a aceptarte. Solo tendrías que demostrar que eres más listo que Sasha y yo me encargaré del resto. Fácil, ¿No? Si la acusas con éxito tendrás un futuro brillante en tu camino. Espero que sepas aprovechar una buena oportunidad cuando se presenta. Y claro, no decir absolutamente nada sobre esto.
-En la carta habría una especie de pin único de la universidad de Tokyo, suelen tenerlo las personas importantes de la misma.-
-Midori-chan, mañana, ¿a quién votaremos? -quiso saber Namine, pensativa-. ¿Seguiremos con Sasha? Mi instinto me dice que Miu Higashi y Keruh no son de fiar. -Se encogió de hombros. Ella nunca planteaba sus dudas ni teorías públicamente. Solo era una secuaz y, desde luego, no le pagaban para pensar-. Él habla mucho, y a ella... ya le he pillado dos mentiras como si estuviera intentando confundirnos.
Aiko Midori ha muerto, por culpa del pulpoide lo más seguro o de uno de sus contaminados. Su perdida te duele en el alma, sin embargo ya no puedes hacer nada por tratar de ayudarla a menos que reviviese. Estas sola y eso no te gusta... Necesitas tener a alguien que seguir, alguien a quien poder proteger con tu lealtad.
Hoy puedes decidir si darle luto a Aiko o coger a un compañero de tu clase, llevarlo aquí al baño de las chicas y pedirle ser su seguidora para poder protegerle.
Si tienes a alguien en mente dime quien por aquí
Pues para ir acorde a la trama de mi personaje, elijo a Yoshito.
Namine en un momento del día, tenía que contarte algo, y por ello te llevó empujandote y tirandote hasta el cuarto de baños femenino. Una vez ahí estabais una afligida Namine y un Yoshito Takuto confundido por el lugar en el que estaba.
Ahora podeis hablar indicando Namine lo primero que tiene que decir XD
Con lágrimas en los ojos, Namine se dirigió a Yoshito, a quien había convencido para acudir al baño de las chicas. Tenía muchas dudas acerca de lo que tenía decirle, pero esperaba que aquella vez hubiera escogido a la persona correcta.
-Yoshito-kun... -dijo, llorosa-. Mi poder es seguir ciegamente a una persona de mi elección, votando ambos lo que esa persona decida. Y por las noches, puedo intercambiar mi habitación para proteger a esa persona. Midori-chan, una de las contaminadas, fue la primera persona a la que he seguido. Decidí no proteger a Midori-chan porque no terminaba de fiarme de ella y, de haberlo hecho, yo sería la muerta y ella seguiría viva. Pero ahora... ahora te elijo a ti, Yoshito-kun. Eres mi rey, Yoshito-kun. Haré todo lo que me ordenes.
Por su parte, Yoshito no levantaba la vista del suelo; estaba en un "lugar sagrado" un "lugar prohibido", el simple hecho solo de pensar que estaba incumpliendo las normas del ambiente escolar, le confundía, aunque intentaba acallar la voz que le decía, a gritos, en el oído derecho: "ENTRAR EN EL BAÑO DE CHICAS NO ES BIENVENIDO EN EL AMBIENTE ESCOLAR".
Cuando escuchó las palabras de Namine, por el oído izquierdo evidentemente, tampoco alzó la mirada. Quizás por vergüenza, quizás por pudor, quizás un tercer sinónimo de vergüenza y pudor, sea como sea, ahora que estaba ahí, rojo como un tomate, tenía que hablar.
-Midori-chan... ¿Te dijo que era una traidora?. ¿Te dijo quienes son los otros monstruos?.
Tragando saliva, Yoshito también compartió algo.
-Yo fui el que maté a Nao en la sala de profesores. No me terminaba de fiar de ella, la llevé al lugar para interrogarla pero cayó dormida al instante. Así que... decidí hacer lo que tenía que hacer para proteger a todos los inocentes... Si llegara a fallar... si llegara a fallar, no sé lo que me habría pasado...
-Esto lo sabe mi compañero de cuarto, Yu. Se lo confesé cuando me despertó por la noche abrazándose a mi como si fuera... una de esas almohadas que la gente solitaria abraza porque saben que nunca encontrarán a un X como el que está en la almohada en su vida real... Sea como sea, el hecho de no haber sido asesinado por entonces indica que Yu es inocente y esta noche, si sobrevivo a las votaciones, me revelará lo que puede hacer.
-Así que, en teoría, somos tres inocentes confirmados...
Namine hizo un gesto de negación a la pregunta inicial de Yoshito.
-No. Nunca me lo dijo. Me he enterado de su condición esta mañana cuando le he visto los espumarrajos saliéndole por la boca -reconoció la chica, encogiéndose de hombros-. Que me hablase solo dos veces siendo compañeras de baño me hizo sospechar. También que al inicio quería que votásemos a Keruh y luego cambió a Sasha después de la primera muerte, sin motivo aparente. Y cambió mi voto. Ella lo controlaba de alguna manera. Yo voté ayer por Miu Hayashi por ciertos detalles de los que no me fiaba, pero mi voto fue para Sasha sin que yo la hubiera votado voluntariamente.
La joven se llevó una mano a la boca, cubriéndosela, sorprendida ante la revelación del delegado. Le estaba diciendo que había matado a Nao-chan, pero dadas circunstancias y el buen tino que había tenido con ella, ¿quién podía culparle?
-Hiciste lo correcto, Yoshito-kun -le dijo Namine, tomándole de la mano como muestra de afecto-. Tu secreto está a salvo conmigo. Y si alguna noche sientes que puedes estar en peligro, yo te protegeré... a costa de mi vida si es preciso. Bien. Pues si nos contamos nosotros, a Yu y a Sasha, y como posibles inocentes a Suitei y Keruh, ya somos seis. No creo tampoco que el Himura vivo sea uno de los contaminados, está demasiado callado. Siento... siento que será más difícil encontrar al pulpoide que a los contaminados. ¿Cómo lo reconoceremos? ¿Y cómo es posible que esta noche no haya habido ningún inocente muerto?
Por si acaso pregunto... ¿Podemos seguir posteando por aquí o desde que se hizo de noche ya no?.
Podeis a fin de cuentas esta escena funciona como la de los enamorados
-Voy a matar a Miu esta noche. -Dijo de forma seca- Si así puedo confirmar mi inocencia. Aunque pediría que no te intercambies conmigo durante esta noche, sí lo haré a la siguiente, pues es probable que tenga que desvelar mis cartas mientras doy con el cuarto y último pulpoide/monstruito... el cual, creo que sé quien puede ser...
Yoshito, acarició su nuca.
-No te lo pediría si no fuera por el bien común...