Partida Rol por web

Aquí podéis acceder a Borgin y Burkes: Tienda de objetos mágicos de índole oscura.

Traté de atravesar el callejón Knockturn lo más rápidamente posible pero sin llamar la atención, no quería que me viese alguien conocido, sin duda no quedaría muy bien ver a un estudiante por ahí, sobre todo si era de Slytherin.

Una vez dentro de Borgin y Burkes, cerrando la puerta tras de mí, fui a hablar con el empleado:

-Hola Borgin- Mi padre me lo había presentado en una ocasión hace años, cuando aún estábamos bastante unidos, de ahi el saludo mas familiar, sin embargo, como no sabia si me reconocería tras tantos años, decidí ir al grano- Estaba interesado en adquirir algunos volúmenes que pudiesen contener formulas para aprender maldiciones. Creía que en tu establecimiento podrías tener algo de ese tipo- Digo atacando un poco a su orgullo de vendedor. Este establecimiento estaba centrado en ese tipo de artículos. Acto seguido echo un ligero vistazo a lo que tiene a la vista en la tienda, viendo si hay algo que pueda reconocer y intuir su utilidad.

El tipo te mira con cara de malas pulgas, pero va a la trastienda a buscarte algo. Mientras está dentro puedes ver un monton de cosas con una pinta bastante asquerosa, que no sabes para que son, pero en un estante reconoces velas venenosas y algunos ingredientes o materiales ilegales, cuya venta está controlada solo a gente con licencia.

- Aquí tienes, un galeón. - dice todo rancio soltando el libro de un golpe en el mostrador.

-Muy amable- le digo secamente dejando el dinero en su mano. Y en verdad así lo creyó Linus, pues el trato frío y distante con aquellos que regentaban negocios no le molestaba, al contrario.

Vuelvo frente al banco de Gringots y espero ahí ahora algo mas entretenido, pues tengo algo que leer, que además me interesa enormemente.

Boticario del Sr. Mulpepper 

Tanto Daphne como Suki habían logrado salir airosas de la heladería, habiendo cambiado sus apariencias para no ser reconocidas, y llegaron hasta el callejón Knockturn, donde tras andar unos pasos, aprovecharon la oscuridad de uno de los pequeños pasadizos para retirar sus disfraces y ser así reconocidas por Alexander y Greenley. Eran conscientes de que no podían aguardar mucho tiempo y ambas acordaron esperarles cinco minutos a más tardar, antes de realizar las pertinentes compras. Fue entonces que vieron desde lejos como Alexander parecía dirigirse al banco de Gringotts, y que en el último momento torcía en su dirección, dedicándoles una sonrisa. Las había reconocido.

- Justo a tiempo. Si llegas a tardar más nos hubiésemos puesto en marcha sin tí, que lo sepas. - sonrió divertida dándole suavemente con el puño en el hombro y guiñándole el ojo. ¿Qué hay de Greenley? ¿Por qué no vino contigo? Entonces Daphne advirtió que probablemente se habría quedado allí para encubrirles y hacerles ganar algo de tiempo. No descartaba que si tenía oportunidad trataría de unírseles, pero no podían esperar más, a penas quedaba media hora para que debiesen reunirse en la tienda de Sortilegios Weasley. Bueno, debemos ponernos en marcha... Vamos a ir al Boticario del Sr. Mulpepper. Mi abuelo me dijo que tiene dos tiendas, pero que solo la del callejón Knockturn tiene lo que busco...  

Ambos jóvenes que le acompañaban habían deducido por los ingredientes nombrados que poción tenía pensado elaborar Daphne, por lo que era tontería negarlo. 

- Así es, busco elaborar una poción Multijugos, pero es por una buena razón... - Aunque no era su intención inicial revelarles nada, tanto Suki como Alexander gozaban de su total confianza, por lo que decidió hablarles del tema a cambio de que le guardasen el secreto. Prometedme no mencionar nada de esto a nadie, ¿De acuerdo? - y solo cuando ambos asintieron con sus cabezas y susurraron un sí, las joven Rowle trató de ser breve y concisa al explicarles. Estas vacaciones volvieron a mencionar en el Profeta, tras largo tiempo sin saber nada, que alguien había reconocido a mi madre cerca de Hogsmade acompañada por otro tipo. Me costó mucho, y todo ello gracias a las influencias de mi abuelo, averiguar quién había denunciado el avistamiento, y mi intención es ir a Hogsmade en cuanto pueda para hablar con ese hombre... Cómo entenderéis, no puedo dejar que me vean, y mucho menos que me reconozcan como a la hija de Euphemia Rowle yendo por ahí a solas, por lo que lo único que se me ocurrió es preparar este costoso brebaje que tanto tarda en elaborarse, y aprovechando la típica excursión a Hogsmade en Navidades, salirme del grupo de estudiantes, tomar una apariencia distinta y lograr información. No sabía con que ojos verían todo aquello sus amigos, pero hasta la fecha era su mejor idea. Es una mortífaga en búsqueda y captura y la odio por lo que me hicieron ella y mi tío Thorffin Rowle, pero no deja de ser mi madre y... necesito algunas respuestas. ¿Me entendéis un poco?

Entonces finalizaron abruptamente la conversación, al llegar justo a la fachada de la sucursal en el callejón Knockturn del Boticario del señor Mulpepper.

- Hemos llegado... Os recomiendo comprar un kitt para pociones, vale la pena por si necesitáis hacer algún filtro amoroso o pociones un tanto cuestionables - sonrió divertida y traviesa, mordiéndose el labio inferior como pensando locuras. No sabéis la de ideas siniestras que se me ocurren, jaja. Venga, entremos.

Y nada más entrar los tres en aquel polvoriento y oscuro establecimiento, Daphne se dirigió al mostrador para realizar las gestiones necesarias. Además de los dos ingredientes "esenciales" para la poción Multijugos que no podría obtener en otro lugar, decidió comprar un kitt al por mayor para elaborar  pociones. El precio era más que asequible y le garantizaría poder elaborar múltiples pociones aquel año, distintas a las "permitidas".

Boticario del Sr. Mulpepper 

Suki saludo a Alexander cuando se acercó, aliviada de que lo hubiese conseguido.

-Menuda cagada Alex, hemos salido sin pagar – rió, - seremos unas fugitivas buscadas por la ley.

Daphne por fin se dignó a contarles para qué necesitaba la poción y por un momento, Suki acarició el brazo de su amiga. La rubia a veces podría parecer una joven fría y distante, algo que no tenía nada que ver con la realidad que muy pocos conocían de ella. Sabía por todo aquello por lo que su amiga había pasado y siempre la había escuchado cuando esta lo había necesitado.

-Te entiendo perfectamente Daph, y si puedo ayudarte en algo ya sabes que puedes contar conmigo. Si necesitas que te acompañe… la verdad no me hace gracia que vayas sola. – Suki sonrió un instante, - menudo proyecto de auror estoy hecha…

Llegaron a la tienda en la que Daphne tenía que comprar las cosas que necesitaba y entraron con ella. Escuchó el consejo de su amiga de comprar un Kit y se levó un dedo a los labios, igual si que era buena idea comprarlo, ya que están allí… así que finalmente lo hizo y lo guardó en el fondo de su bolso.

-¿Iros sin mi? JA. Seguro que entonces hubierais acabado como sacrificios en in ritual o algo peor - Contesta Alexander con una sonrisa y guiñando un ojo -¿Dos señoritas abandonado un bar sin pagar? Vuestra próxima parada será Azkaban. Greenley ha decidido quedarse, supongo que entretendrá a los demás, pero ahora debemos darnos prisa.

El trío se pone en marcha por unos callejones siniestros, dónde personajes tétricos aparecen por doquier. Alexander camina con la mano en los bolsillo, dónde agarra con fuerza su varita mágica, atento a cualquier extraño que pueda resultar ser peligroso. No es por paranoia, sino por seguridad de él y sus amigas.

Daphne confiesa a Suki y Alexander el motivo por el que pretende elaborar la poción multijugos. El chico se emociona con el relato, y entiende cual es la razón por el que la Slytherin está dispuesta a visitar un callejón tan peligroso.

Si padre estuviera vivo, yo también haría todo lo posible por encontrarlo, aunque fuese para matarlo.

-Te entiendo Daph, y creo que eres muy valiente por intentar hacer esto. Yo no soy un gran elaborador de pociones, pero si necesitas cualquier cosa solo avísame. 

Llegamos a la tienda, pero las pociones no son desde luego mi punto fuerte, así que decido no gastar en algo que no voy a necesitar y me dedico a curiosear los estantes. Cuando veo que mis amigas han acabado de comprar lo que necesitan, le aviso de que deberíamos volver ya o llegaremos tarde a la cita en Sortilegios Weasley.

En todas partes, independiente si es en el mundo mágico o no, las separaciones por clases sociales es algo tan natural como respirar o esclavizar al más débil e inútil de la sociedad. En este sentido, si uno se aventura en lo más profundo del Callejón Knockturn, lentamente comienzan a aparecer diferentes distritos que claramente secretan lo más absurdas auras de opulencia y de una etiqueta absurda, resguardadas por guardias privados y todo lo que el dinero pueda comprar. Sin embargo, si uno sigue secretas indicaciones y códigos ilegibles, solo dadas a conocer por un grupo aun más selecto, aquellas auras comienzan a invocar intenciones corruptas e instintos mórbidos que harían empalidecer al menos cauto de los mortales, es el lado más oscuro de la clase alta mágica, lugar donde los vicios más degenerados pueden ser cumplidos… siempre y cuando puedas pagar por ellos.

Avanzando cada vez más en aquel laberinto digna de ser llamada la Sodoma y Gomorra del mundo mágico, se pueden encontrar hoteles y restaurantes de alta gama, tan altos como los edificios de los sin magia, entre ellos, se puede contemplar un hotel de apariencia aún más lujosa llamada “Sanguis Cultus”. Entrando, se puede contemplar decenas de trabajadores que, al analizar su postura y forma de actuar, son claramente más que un simple personal de hotelería.  Llegando al último piso, lo que sería el restaurante del lugar, se puede ver que no hay nadie excepto de un hombre que tranquilamente bebe vino mientras escucha con atención la melodía que el violín y el piano invocan de las manos de un par de bellas mujeres vestidas con un terno y totalmente cómodas con la presencia del aristócrata. Además, detrás del misterioso y carismático hombre, se puede ver dos otras mujeres vestidas de terno paradas de forma marcial, una tiene hermosas y frías facciones asiáticas y otra, por su parte, un rostro tan hermoso que fácilmente se podría confundir como parte de un linaje aristocrático ruso.

Sin embargo, las tres bellas mujeres, emiten una presencia que fácilmente podrían competir con el auror más veterano, es decir, las tres estaban listas para matar a cualquiera que ofenda a su maestro.

-. Bienvenido a mi hotel, espero que el trasporte que le ordene haya sido de su agrado -. Declara con calma y cordialidad a Albert al sentir la presencia de Yugo-. Lo estaba esperando -. Lentamente se pone de pie e invita al homicida a sentarse junto con él al mismo tiempo que dos sirvientas más aparecen de la nada trayendo consigo dos botellas del más fino vino, dando una clara señal de hospitalidad-. Puede relajarse, en este lugar solo hay aliados que buscan un mismo fin-. Finaliza, aun manteniéndose en pie y esperando a que su invitado se acerque para iniciar el negocio.

Viva la segregación.

Yago había conocido no solo lo mejor o peor de “ambos mundos”, sino todos los mundos. Supo todo lo que hay que saber de resentimiento social y opulencia gracias a su padre. Pero al menos, por fin, tras tantos putos años, tenía algo que agradecerle.

Había días, donde sentía que solo vivía de ira. Tenía un objetivo, y era lo único que evitó que se sintiera perdido. ¿Rendirse? No, esa no era una opción que cruzara por su mente. Mucho tiempo fue un soldado, y aunque no pensaba volver a seguir a nadie, las habilidades y tácticas militares mantuvieron vivo al que una vez pareció ser un medimago.

Iba enmascarado por una multijugos. Usaba siempre un rostro distinto, y aún estaba trabajando en hacerse una identidad alterna.

El callejón era un laberinto, que podía hipnotizarte con facilidad. Pero hace tiempo, tuvo que ver más allá del brillo. Y, aunque quisiera dejarse cegar, cosa que no quería, ya había visto y vivido demasiado.

Más que veinte años, cargaba un siglo en las espaldas.

Las mujeres en otra etapa de su vida habrían sacado su lado seductor y lo habría tomado a reto personal, pero todo era distinto ahora. Además, su lado militar había reconocido en sus maneras marciales a dos combatientes por lo que, en lugar de la belleza extranjera y exótica, veía a dos guardianes.

Saludó con un inclinamiento de cabeza. Espero a ser invitado, y procedió a sentarse. Con la vista, y principalmente el oído, medía todos los gestos y eventos a su alrededor.

Nunca bajaba la guardia. Pero comenzaba a haber grietas. En un principio, había sido cortes y frío con el noble. Después, gestos delatores hablaban de una reticente cercanía.

— Es bueno saber que el mundo no va tan perdido. — con un movimiento sutil de la mano, rechazó el vino. No quería deshonrar la hospitalidad, pese a ello. — En misión, apelo más a los estimulantes. — En un campo de batalla, se sobrevivía manteniéndote despierto y listo el mayor tiempo posible.

A modo de comprobar sus palabras, había bebido la poción con el tiempo justo para que desapareciera su efecto. Miró al reloj: en estos minutos, debía estar por volver a su forma original. Y así lo hizo. Pero su ropa no se vio alterada, porque tuvo cuidado de que no hubieran cambios bruscos en las tallas, además de el cuero del que estaba elaborada la chamarra era un material semi rígido. La postura recta mantenía sus hombros firmes.

-. Como siempre su profesionalidad se ve reflejada en pequeños gestos-. Es lo que indica una vez que observa como el asesino rechaza el vino-. Sin embargo, le pido que una vez terminada esta reunión se llevé al menos una botella de vino para que los deguste en su privacidad-. En ese momento, una nueva sirvienta les presenta una carta de menú a Yago para que este elija algún bebestible-. Hoy vamos a cenar filete de dragón marino a la plancha, aliñado por diferentes yerbas finas del mundo humano. Esto, será acompañado con setas mágicas oscuras de las cuevas del sudeste asiático que serán cocinados con whisky, espero que sea de su gusto-. Le informa con una relajada sonrisa mientras le da un pequeño sorbo a su copa de vino.

-. Ahora bien, como usted sabe, ha pasado demasiadas cosas desde la última vez que nos reunimos señor Ferreira-. Es lo que dice con sinceridad y con una calma envidiable-. Como, por ejemplo, hace pocas semanas me visitaron un grupo de agradable aurores consultando una lista de ingredientes y sus posibles compradores-. Una fría sonrisa se enmarca en su apuesto rostro-. Sin embargo, como bien sabe, la ignorancia de los burócratas estatales es bastante profunda. Por lo cual fue bastante fácil evadirlos con políticas de empresa y privacidad. No obstante, estaba pensando, para evitar cualquier tipo de probabilidad que nos afecte de forma negativa, en utilizar un nuevo veneno que ha sido creado por alguien, digamos, muy cercano y afín con nuestra forma de ver el mundo-. Nuevamente los labios besan la copa de cristal mientras que otra bella guardiana se acerca a la mesa con una pequeña caja de cuero-. A muy grandes rasgos este veneno…-. Con un sigiloso gesto, Albert ordena a la sirviente abrir la caja para mostrar un oscuro líquido que reposaba en cuatro pequeñas capsulas de algún vidrio mágico que emite una oscura aura-... está compuesto por las glándulas de un basilisco adulto y estabilizado por los colmillos de una mantícola anciana, ahora bien, los procesos y los detalles obviamente no me fueron revelados. Obviamente, por respeto y profesionalidad, no insistí en aquello. No obstante, cabe destacar, que por lo exótico de sus ingredientes y su proceso de producción solo se ha podido producir estos cuatro frascos y el próximo lote, desgraciadamente, puede, fácilmente, tardar décadas... úselos sabiamente-. Declara con un gran pesar para luego dirigirle, con la mirada, a que Yugo tome uno de los frascos y los revise-. Sobre los efectos… buenos, ya lo probamos con algunos socios mal intencionados y fue todo un éxito rotundo… solo diré que aquel veneno está hecho para una muerte lenta, pero tan dolorosa que los sujetos de prueba incurrieron a la automutilación… realmente es un gran producto-. Una sonrisa tierna, pero oscura se hace presente en el rostro de Albert al mismo tiempo que sus sirvientas sonríen de la misma forma, dando una escena bastante macabra en aquel lugar.

-. Otro punto interesante-. Dice una vez que el asesino inspecciono el veneno-. Es que supe que en Londres hubo un ajetreo bastante interesante ¿tuvo algo que ver estimado? -. una pregunta sincera llena de una curiosidad genuina como si aquello fuese algo tan simple como hablar de alguna fiesta pasada o de algún logro significativo de un amigo.