La visita al callejón Diagón estaba siendo muy divertida. Helados (de vainilla siempre, por supuesto) y cerveza de mantequilla, todo eso aderezado con bromas y conversaciones.
Esto es vida - piensa Alexander mientras se lleva la botella de cerveza de mantequilla a la boca -deberíamos salir más de clase la verdad.
Al poco rato, estoy a punto de pedir otra cuando mi mirada se cruza con la de Daphne. En sus ojos ese brillo travieso que solo es sinónimo de que algo divertido está a punto de suceder.
Cunado Daphne me comenta lo que necesita, comprendo al instante para que son esos materiales.
-Claro, sin problema -Alexander te guiña un ojo de forma cómplice.
Heladería de Florean Fortescue
Suki disfrutaba de aquel delicioso helado de chocolate que se había pedido, el chocolate era uno de esos vicios imposibles de ignorar en su vida, charlaban y reían mientras tomaban cerveza de mantequilla, se lo estaban pasando realmente bien, sin duda era la mejor parte del día.
Daphne entonces propuso ir a aquel lugar que les habían prohibido y Suki sonrió emocionada, nunca había ido allí, sus padres no habían querido ni que asomase la cabeza por ese lugar, y eso solo había conseguido que el interés de la rubia fuese en aumento cada vez más, eso y el hecho de que los profesores lo prohibieran, lo hacía aún más interesante. Miró a su amiga con interés y emoción, asintiendo a sus palabras.
-Cuenta conmigo Daph, habrá que ser cuidadosos y que no nos piyen, deberíamos salir ya, o no llegaremos a tiempo, solo faltan unas horas para volver a Hogwarts.
Pensó en aquellos ingredientes que necesitaba la slytherin y alzó una ceja cuando se dio cuenta de qué se trataba, no era una gran estudiante, pero ese tipo de cosas siempre llamaban su atención y tenía buena memoria, ¿qué estaría tramando para necesitar hacer esa poción? Suki estaba deseando poder abordar a la chica para interrogarla.
Vi como la joven se daba la vuelta al momento. Me quedé en silencio, esperando que ella fuera la primera en hablar, aunque en vez de eso, se acercó con un movimiento rápido y sentí sus labios sobre los míos.
Al mismo momento en que Anne se separó, miré a mi alrededor nervioso, buscando a alguien del colegio. Al comprobar que no había nadie reconocible, coloqué mis manos sobre los hombros de la joven. - Da igual. No pasa nada. - dije con tono serio, al escuchar sus disculpas. Me sentía mal por todo aquello. No debería ser así. No debería ser tan complicado... estar a su lado y sentir un muro entre ambos.
Agaché la cabeza, mirando al suelo tratando de convencerme a mí mismo que era necesario seguir con aquella farsa. Al fin y al cabo, solo quedaba un año. Cuando terminara el curso, todo aquello terminaría... todos los secretos, el miedo, el riesgo a ser vistos. Todo eso dejaría de importar. Una leve sonrisa surgió poco a poco en mi rostro sólo con pensar en aquella posibilidad.
Retiré mis manos de sus hombros y me coloqué a su lado, visiblemente más animado que unos instantes antes y con la mirada hacia el Callejón y las personas que iban pasando. - He estado muchas veces aquí. Cada principio de curso venía a comprar los libros. Los libros de mi hermano Travis solía quedármelos yo, pero debíamos comprar otros para Liliana. - durante unos instantes, mi mirada se perdió, recordando a mi hermana, sintiendo como poco a poco se iban cargando de lágrimas. - Tengo muchos recuerdos de este lugar con ella. Aquí compramos nuestras lechuzas, nuestras varitas y ella compró su escoba de Quidditch.
Moví la cabeza de lado a lado, forzándome a volver al momento y dejar de pensar en mi hermana por unos instantes. Deteniendo las lágrimas antes de que cayeran por mi rostro. Miré a Anne, con una sonrisa cómplice, aunque aún con los ojos levemente llorosos. - Estoy bien, - dije mientras la cogía de la mano, - tengo todo lo que necesito aquí mismo, - añadí mirándola a los ojos.
Daphne meditó cómo podían "ausentarse" durante unos minutos sin que el resto de los que estaban en la heladería no se diesen cuenta. No podían ir todos hacia allí de forma masiva, dado que les detectarían rápidamente, por lo que la joven Rowle creyó conveniente salir del establecimiento en dos rondas, primero chicas y después chicos.
- Suki y yo saldremos las primeras, simplemente haré ver qué voy al baño un momento y Suki me acompañará, nada inusual, las chicas siempre vamos de dos en dos. Cómo el baño está justo donde la salida de la heladería, saldremos disimuladamente sin ser vistas, mientras mantenéis distraídos al resto. Después simplemente podéis inventar cualquier excusa, decir que necesitáis una túnica nueva de la Tienda de Madame Malkim, comprar artículos de broma o lo que sea, y una vez fuera, cuando no os vean, os internais en el callejón y nos reunimos los cuatro. En caso de que quieran acompañaros a vuestras compras o no os sea posible separaros del resto, simplemente cubridnos, por favor.
Y trazado el plan, Daphne les agradeció a los chicos que les encubriesen y distrajeran al resto mientras salían de allí. Nadie advertiría su ausencia hasta bastante después, y aún si llegase algún profesor, simplemente se unirían al resto en la tienda de Sortilegios Weasley, alegando haber ido a cualquier otro lugar. Lo importante era apresurarse para que no llegasen tarde a la hora acordada.
- Suki, nos ceñimos al plan... Voy a decir que voy al baño un momento y preguntaré si me acompañas.
Imagen para tener clara la ubicación ;)
Máster, si es necesario hacemos tirada de sigilo para salir sin que nos vean. Entiendo que como tenemos a Alexander y a Greenley distrayendo, seria en todo caso una tirada fácil.
No me pasa por alto aquella actitud cuando tras dejar un beso sobre sus labios, allí está observando el entorno por si alguien nos está mirando en ese instante. Una vez se cerciora, siento el calor de sus manos sobre mis hombros, permitiendo que un suspiro se escape de mis labios cuando la cercanía es perfecta pero no el lugar, ni la situación. Como siempre lidiando con esas barreras, esos espacios donde uno debe simplemente adaptarse para fingir, para hacer de cuenta que no hay nada entre nosotros pese a ser justamente lo puesto. - Ya... Me preocupas. - confieso al mirar sus ojos, buscando perderme por un breve instante en su mar a sabiendas de que ese es mi lugar, si.
Finalmente nos miramos un rato más, en silencio también y cuando queremos acordar estamos caminando uno al lado del otro. Venimos de unas vacaciones donde cada paso dado era un beso y ahora cuidar las formas, los gestos e incluso lo que puedas hacer, es un palo enorme en la rueda mientras se intenta fingir algo que no se puede. Lo bueno es que sonríe un poco y a mi me ilumina el alma, así que al menos puedo relajar un poco esta preocupación. - Me hubiera encantado conocerla, en realidad a todos tus hermanos. Si son hermosos como tú, los estaría queriendo mucho. - respondo al encoger mis hombros, escuchando mientras observo las tiendas. - Ahora soy parte de esa historia, estamos creando una ahora mismo mi amor. - digo al sonreír.
Pero de alguna manera percibo cierta tristeza en la mirada de Jaden, algo que de tanto observarlo te acostumbras a notarlo. Así que en cuanto me coge de la mano, tironeo para meternos en una callejuela más pequeña interna, así puedo abrazarlo con fuerza mientras lo miro a los ojos. - Y yo a ti, pero no me digas que estás bien cuando no es así. Confía en mí. - comento al acariciar su rostro con dulzura.
Las charlas eran amenas y todos parecían estar divirtiéndose en la heladería, cada cuál habiéndose comprado helados de distintos sabores y en algunos casos, acompañando con cerveza de mantequilla. Daphne creyó que en breves la mayoría decidiría abandonar el lugar e ir ya poco a poco hacia la tienda de Sortilegios Weasley para realizar unas últimas compras y regresar con los profesores, pero antes de eso, la joven quiso ir al baño de chicas y hablar con Suki en privado.
- Chicos, voy a ir al baño un momento antes de que nos vayamos al punto de encuentro. Oye Suki, ¿te importa acompañarme? Hay algo que me gustaría comentarte...
Ya hacia un rato que Daphne buscaba un momento a solas con su amiga para hablar en privado, pero al no haber tenido oportunidad, decidió que ese era el momento propicio.
Si falta alguien más en la heladería, avisad y lo incluyo.
Florean Fortescue
Vio como su amiga la miraba y le propuso que la acompañara al baño, y Suki asintió. No sabía si querría preguntarle o contarle algun tema personal, Daphne siempre era una caja de sorpresas.
-Claro, voy contigo.
Suki se levantó y siguió a su amiga hasta el baño del local.
Nada más entrar las dos jóvenes brujas al cuarto de baño, Daphne tiró de Suki para que ambas se encerraran en uno de los cubículos. El tiempo que tenían era escaso y debían movilizarse de inmediato antes de que las sorprendieran, por lo que con una sonrisa traviesa, Daphne obligó a su compañera a cambiar de apariencia.
- Hazte una coleta, ponte mi chaqueta y colócate el pañuelo tapándote el pelo... - fue comentando atropelladamente mientras cambiaba rápidamente la apariencia de su compañera. ¿Llevas gafas de sol en el bolso? Póntelas... Mmmm si, servirá, jaja. Escúchame bien, se me ha olvidado dejar nuestro dinero en la mesa para que nuestros amigos paguen la cerveza de mantequilla y el helado, por lo que vamos a hacer un "sinpa" y confiar en que paguen ellos. Me transformaré ahora en gato y me meterás en el bolso, y ya al llegar al callejón Knockturn buscaré algún lugar para revertir la transformación, ¿Entendido? - Suki ponía cara de estar poniéndose nerviosa por momentos, por lo que guiñándole el ojo, depósito su mano en su hombro para reconfortarla y le susurró divertida. Esto es fácil, confía en mí. Y bueno, si ves que nos pillan, tú corre, jajajaja. Espero que Alexander o Greenley se hagan cargo de pagar lo nuestro y ya se lo devolveremos, y si no... Ni idea.
Daphne entonces se transformó en gato y se acomodó como buenamente pudo en el interior del bolso de Suki para no ser vista. Confiaba en que las cosas saldrían bien y llegarían en un santiamén al callejón Knockturn.
Salimos de la heladería XDD
Rumbo al Callejón Knockturn.
Suki sonreía incrédula, la risa de su amiga era contagiosa, y aunque se puso nerviosa en un principio, sabía que podían conseguirlo y la emoción del momento la embargaba, debían estar como una cabra.
Cuando Daphne se convirtió en gato ante ella Suki la miró alzando una ceja.
-Que mona. - Le dijo irónicamente, sonrió y la metió en su bolso tal y como habían planeado.
Después la rubia inspiró y expiró varias veces para relajarse, sacudió la cabeza y se colocó la ropa mirándose al espejo del baño. Si, podría pasar desapercibida, seguro que los chicos no la veían salir, estaban entretenidos, y el resto de los allí presentes no tenían por qué sospechar nada.
Una vez se sintió segura, Suki salió del baño y disimulando, se mezcló con un grupo de jóvenes que salían de la heladería y llegó de nuevo al Callejón Diagon.
Rápida, siguió su camino en dirección a su destino: el Callejón Knockturn.
Una vez llegó a su destino, antes de introducirse demasiado, buscó un recoveco y abrió su bolso para dejar salir a la gata.
-Venga, no perdamos tiempo, y más te vale contarme para que diablos estás haciendo una poción multijugos bruja.
Motivo: Sigilo
Dificultad: 0
Habilidad: 10
Tirada: 3 4 10
Total: 4 +10 = 14 Éxito
Alexander quiere pagan una cerveza de mantequilla que acaba de pedir, y al rascarse el bosillo se da cuenta que tiene un ligero problema.
-He gastado demasiado hoy, no me queda suficiente para lo que necesito de Sortilegios Weasley-estos pensamientos can acompañados de un suspiro de resignación -tendré que ir a ver a esos duendes, con lo feos que son.
-Esto chicos, necesito ir a Gringotts urgente, me quedan pocos galeones. También necesito hacer unos recados -digo en un tono misterioso pretendiendo imitar a la profesora de adivinación-nos vemos en un rato.
Rápidamente salgo y me encamino a la sede del banco mágico.
Alexander abandona el bar donde se encontraba con el resto de compañero. Si estáis alrededor de la puerta, podéis ver como os lanza una mirada mientras toma dirección a Gringotts, por si alguno de sus compañeros lo está observando de alguna manera.
En cuanto los pierda de vista, el chico tomará varios desvíos hasta llegar a vosotras.
-Espero que no me hayáis echado mucho de menos - bromeo con las dos niñas - pero lo bueno se hace esperar.
Mi mirada se centra en Daphne por unos segundos
-¿Para qué necesitas poción multijugos? -le pregunto curioso -puedes contárnoslo mientras vamos de camino.
HELADERÍA FLOREAN FORTESCUE
Cuando llego a la puerta del establecimiento, me limito a esperar al resto de mis compañeros, o eso quiero creer. Quizá, simplemente, el enfrentamiento con tantos recuerdos a lo largo de la mañana me está resultando demasiado, y no encuentro suficientes fuerzas para entrar por mi propia voluntad.
Al mirar en dirección a mis compañeros, que ya están llegando, observo en el grupo a Suki y Marcus, lo que me provoca una punzada de molestia. Dana, no seas idiota, me reprendo internamente.
Aunque durante nuestra estancia en la heladería procuro disfrutar de mi helado de menta y participar en las distintas conversaciones y bromas de mis compañeros, la situación me resulta algo incómoda, pero no doy muestra de ellos, simplemente sonrío. No tengo intención de fastidiarle a nadie su tiempo libre.
- Que vayan bien esos recados. - Le digo a Alex con un pequeño guiño y una sonrisa para, después, continuar con las conversaciones, ya queda poco para que debamos volver.
Algunos grupos se habían formado y marchado a hacer algunas cosas, ella se había quedado allí con los que habían decidido no ir a ninguna parte, les observa y sacando el traslador tras ver la hora dice:
Chicos, creo que ya es hora de prepararnos si queremos llegar a la hora de la cena, el resto de compañeros irán con el resto de profesores, así que vamos a marcharnos nosotros ¿vale?
Decía mientras preparaba para marcharse con los allí presentes
No se si he puesto bien los destinatarios, si no es asi sorry
Habían pasado ya unas cuantas horas. Ulfric se acercó, tranquila y pausadamente, hacia Sortilegios Weasley, saludando a los compañeros que ya andaban allí, algo antes de tiempo, y viendo como los alumnos, en grupos, charlando, se comenzaban a acercar, volviendo de las diferentes tiendas, cafes... La verdad, el tiempo libre es una gran manera de que los alumnos despejen su cabeza, después de una mañana de trabajo en el ministerio, y preparándose para las clases que vienen.
Buenas, buenas tardes a todos chicos. ¿Qué tal, compañeros? ¿Les parece? Esperaremos los cinco minutos de gracia, de modo que podremos ir todos juntos. Espero que lo hayan pasado bien, y que haya sido productivo. ¿Ha ido bien la salida en la Vivienda del Dragón? Por cierto, a todos, más les vale que no hayan comido mucho en este rato, que saben que la cena en el colegio es abundante...
Ulfric iba saludándolos a todos con su sonrisa, mientras en la mano llevaba un par de cosas que había recogido en sus paseos por el Callejón. Ahora, esperaba a que todos se reunieran, y se acercó al grupo de profesores, para comentar con ellos que tal está el rato que han estado separados. Estaba alegre, porque había podido hacer un par de gestiones sin demasiado problema, así que eso se lo ahorraba de tomárselo de su tiempo libre.
Cuando estuvieron ya todos reunidos, les indicó que se uniesen a los grupos iniciales con los que se habían trasladado, les indicó que el traslador estaría activo a horas concretas, y que cuando llegasen al colegio, el señor Neville estaría esperandoles, recogiéndoles los trasladores, y que ya se dirigieran al colegio. No sabía si la directora les estaría esperando, pero lo sabría en unos momentos... cogió junto a la señorita Rowle, Black y Holland el reloj, les hizo un gesto de ánimo para que no se mareasen, y, todo desapareció...
Hasta que aparecieron en las afueras de los terrenos del colegio. Vio, a lo lejos, a la profesora McGonagall. Esperó a la llegada del resto de alumnos y profesores, y se pusieron en camino.
- Todo correcto, directora. Luego le comento las incidencias. Pero aquí están todos. De vuelta en casa.
Como dije por off topic, hago una especie de post resumen, asumiendo que todos vuelven,. y así volvemos juntos. Es perfectamente modificable para que los que no debieran estar incluídos se quiten, o se modifique mi roleo por ello.
Artículos de Quidditch.
Bredan había llegado a la tienda, ya era de tarde, casi la hora del té, pero a él no le importaba, quería su escoba y no iba a parar hasta obtenerla.
Bien, vengo a buscar mi escoba, ¿Dónde está?
Preguntó a quién atiende, siendo un poco bruzco para que no le hagan esperar
Artículos de Quidditch
El hombre en el mostrador te saluda y corre a la trastienda para regresar un minuto despues con un gran paquete que trae levitando con su varita, con bastante cuidado de no golpear nada con él. Lo deja sobre el mostrador. Es una caja bastante grande, en su interior, ves una escoba idéntica a la que te habían pasado en la carta que te enviaron con la lechuza de la empresa, alrededor de la misma, ves una meterial esponjoso que parece incluido para evitar que la escoba sufra daño mientras permanecía guardada. - Espero que esté todo correcto señor Richter, le dispusimos todos los hechizos reglamentarios - Te dice el tendero sonriente.
Los hechizos son para que los muggles no puedan verte cuando montas en la escoba, ni oírte, ya que éste modelo tiene un motor extra para viajes largos, a parte de los necesarios para acoplar con magia los elementos muggles que ahora funcionaran con un toque de varita.
Tienda de Quidditch
Bredan abona los 15 galeones, complacido de tener su escoba nueva, hecha para largas distancias, en la caja, rodeada por ese material que evitaba los daños.
La sacó de la caja, feliz en todos los sentidos, se le podía ver a la legua, no cabía en sí de gozo.
El hombre habló, con una sonrisa, el le correspondió con una aún más amplia.
No puedo estar más feliz por ello, muchas gracias-
Estrechó la mano del hombre y se fue de la tienda, escoba en mano, teniendo cuidado de no dañarla.
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Callejón Diagón.
Con la escoba en las manos, el auror se moría por probarla, y por ver lo rápido que corría su nuevo bebé, una belleza por donde se la mire, madera pulida, resplandeciente al sol, con esa pequeña turbina bajo las ramitas, el asiento y el manubrio, le recordaba a una de esas motocicletas deportivas que conducían los Muggle's.
No había mucha gente en el lugar, y el día estaba algo nublado, así que se montó sobre ella, despegando cómo un cohete viajando a la luna, se dirigió a Howarts, para buscar a su pupila y llevarla a la zona donde se cometió el crimen de su padre.
Motivo: Vuelo
Dificultad: 0
Habilidad: 14
Tirada: 3 5 5
Total: 5 +14 = 19 Éxito
Si suena cómo una motocicleta, mejor todavía XD.
Voy a las zonas exteriores.
Máster: Si solo usas el modo de vuelo normal no, pero si usas el motor extra, si suena, como las de los moteros XD (los mauggles no pueden oírla)